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15.12.17

Efectos de la II Caminata por la Vida y la Familia en Costa Rica | Laicismo vs Gracia

Tras la II Caminata por la Vida y la Familia de la que esta vez informaron los medios de comunicación (salvo el periódico La Nación*) y, a pocos meses de finalizar el gobierno del primer partido laicista que hayamos tenido, los católicos y otros cristianos costarricenses, se encuentran en medio de la arremetida de algunos funcionarios públicos quienes, explícita o disimuladamente, habían manifestado sentimientos de repudio hacia la Iglesia católica.

Por un lado, a lo largo de su mandato, el presidente Luis Guillermo Solís, vía varios decretos, ha colocado los cimientos a la dictadura de la Ideología de Género. La estocada final será un decreto sobre el aborto.

A su elección como presidente llegamos hartos de la corrupción y debido a su promesa de un “cambio”, sin embargo, gran cantidad de ciudadanos, sobre todo cristianos, se han dado cuenta del grave error en el que incurrieron al favorecer el interés económico y financiero de la nación antes que el valor de la vida y de la familia. 

Como consecuencia de un voto mal razonado hemos visto expresarse en foros internacionales a favor de ideas laicistas a la vice-presidente Ana Helena Chacòn y a Juan Carlos Mendoza, embajador ante la ONU. 

Por su lado, del canal estatal, conocido como Canal 13 o SINART, conocimos que algunos funcionarios consiguieron que se expulsara de la programación la santa misa y el rosario, así como de la gruta colocada afuera de sus instalaciones, la imagen de nuestra patrona; no sin antes retirar el programa “La Pulpería” debido a su alto contenido de imágenes y  expresiones netamente católicas que, como es natural, brotan del tuétano de nuestra cultura.

Los argumentos presentados han sido ridículos, tal como la dichosa “pluralidad religiosa”, al mejor estilo de Pablo Iglesias de PODEMOS, refiriéndose a retirar la transmisión de la misa de la programación de TVE.

De poco o nada les ha servido ya que otros funcionarios del canal han presentado oposición por lo que ayer, finalmente, los medios anunciaron que el SINART restaurará la santa misa y el rosario hasta que sean revisadas las políticas de programaciòn.

Por fuente confiable, además, conocimos que el propio Consejo Ejecutivo de la institución ha estado discutiendo la permanencia de la funcionaria responsable de la decisión de sacar del SINART toda referencia a la religión católica.

Desconcertante pero no una sorpresa fueron las declaraciones a favor de la decisiòn del SINART de parte de la Defensora de los Habitantes, una mujer feminista quien, obviamente, privilegia únicamente la defensa de sus intereses. 

Lo anterior sucede dentro de la polémica acerca de las “Guías sobre sexualidad y afectividad” del Ministerio de Educación Pública (MEP) que entrarán en vigor el próximo ciclo lectivo, las cuales están fundadas sobre los postulados de la Ideología de Género.

Ante el hecho, no se ha hecho esperar la rotunda oposición padres de familia, docentes y de diferentes líderes próvida católicos y evangélicos, quienes han cerrado filas a favor de la salud física, afectiva y espiritual de los más jóvenes ciudadanos de nuestro país.

Cerca del final de la campaña electoral, seis de los candidatos presidenciales asistentes a la II Caminata se han manifestado opuestos en diferente medida a la Ideología de Género; sin embargo, está por verse ya que, para empezar, algunos entran en contradicciones las que, tarde o temprano, deberán aclarar si es que alguno realmente pretende obtener el voto cristiano, el que, ya de por sí, se encuentra sumamente dividido.

No cabe duda de que a los Obispos, tal como con gallardìa que lo han venido haciendo, les espera una labor titánica tanto para esclarecer el criterio de voto así como para presentar cara a las decisiones que todavía podría ocurrírseles al presidente y otros laicistas del presente gobierno.

Sería ofrecer una perspectiva poco realista no mencionar la labor de los líderes próvida así como de los propios creyentes quienes, al manifestarse públicamente, han venido contribuyendo a formar criterio en el resto de los ciudadanos los que, en su mayoría, poco o nada han escuchado hablar de la Ideología de Género o de la lucha que muchos estamos librando por ellos.

A la II Caminata por la Vida y la Familia del 3 de diciembre asistieron cerca de 900mil personas cuya magna presencia en las calles de la capital ha provocado la reacción de los laicistas así como de los candidatos presidenciales.  

En lo personal, estoy muy agradecida con Dios y con Nuestra Señora la Reina de los Ángeles, patrona de Costa Rica, al comprobar que no ha caído en tierra infértil la evangelización en Costa Rica; lo que me hace pensar que, sea el que fuere el futuro de nuestro país, los ticos –a todas luces- estamos dando honor a la gracia conferida por el sacramento del Bautismo.

Oremos para que continúe siendo así; para que, con ayuda de Dios, seamos esperanza para los ciudadanos de otros paìses. 

Sea a Dios toda la gloria. 

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(*) El periòdico La Naciòn, en principio, publicó una nota de dos pulgadas sobre la Caminata, tras lo que muchísimos ciudadanos protestaron y amenazaron con cancelar su suscripciòn, razón por la que se disculparon y al dìa siguiente, publicaron senda información acompañada de grandes y hermosas fotografìas. 

16.06.15

Explicándome el quehacer de Ginnés Rodríguez, periodista (católica)

Ginnés Rodríguez es periodista y se identifica como católica, sin embargo, uno querría que se tomara el tiempo para profundizar en el concepto de familia expuesto por la doctrina para que estuviera en posibilidad de sopesar las consecuencias que para la dignidad humana podría arrojar su quehacer periodístico.

Respecto al artículo publicado en la edición digital de Teletica que tituló “Desde la Redacción: Familias sin molde” en el cual expone las reacciones tras la serie de reportajes a su cargo; sobre el mismo, es necesario destacar el punto medular sobre el que gira la caótica situación social que el contenido de sus reportajes provocó tanto en redes sociales como en lo interno de las familias, vecinos, amigos y hasta entre compañeros de trabajo.

La periodista dice alegrarse de las reacciones aunque da la impresión de no conocerlas todas y que, por lo mismo, no le es posible medir las consecuencias. 

Lo fundamental alrededor de lo cual gira el caos generado es la impresión creada por la periodista de que existe antagonismo entre la “familia tradicional” (conformada por hombre, mujer e hijos) y la familia monoparental (un solo padre o madre) la que fue introducida con habilidad quirúrgica en la mente de los televidentes que se extendiese a redes sociales y demás.

De ahí que algunas de las familias concluyeran que, como su familia no entra dentro del formato de “familia tradicional” descrito por la periodista, tampoco entra dentro del formato católico de familia.

Lo cual es totalmente falso.

Con tan solo el hecho de haber apelado a los sentimientos (no a las ideas o al pensamiento) la profesional ha creado una ficticia rivalidad provocando una profunda fractura en la sociedad costarricense con graves consecuencias al punto que, la opinión pública en cuestión de días, ha colocado a la familia conformada por padre, madre e hijos, al margen de los beneficios que la periodista pretende promover para las familias monoparentales.

Como primera reacción el resultado ha sido que, a todo miembro de familia “tradicional” al que se le ha ocurrido reclamar su lugar dentro de la sociedad le han “zampado” todo tipo de apelativos cristianofóbicos los que se leen en Facebook, Twitter y demás medios digitales arrojados de parte de quienes tienen la impresión de estar excluidos de la Iglesía.

Así es como nos llaman familias “ultra-conservadoras”,  de “católicos radicales” o, el acuñado en estos días: “activistas del lobby católico” para referirse a inocentes miembros de nuestras familias. 

De los casos más dramáticos que en redes sociales hemos personalmente verificado es la numerosa cantidad de madres solteras o divorciadas quienes, apoyadas por sus amigos y parientes, reclaman furiosas nuestro alto nivel de “intolerancia” hacia su tipo de familia; ante lo que, obviamente, hemos quedado absolutamente perplejos.  

Muy poco podríamos hacer laicos o sacerdotes para atender adecuadamente a tantas mujeres que ahora se sienten doblemente inadecuadas debido al quehacer de un profesional a quien hoy día muchos aplauden por su “gran sensibilidad social”.

¡Como pa’echarse a llorar!

De esta manera, el aparentemente inofensivo uso de un término (familia tradicional) puesto en rivalidad con otro (familia monoparental), ha construido una situación falsa y peligrosa por su profundo y largo alcance que ha dejado, dramáticamente indefensa la dignidad humana en cuanto ha vulnerado libertades fundamentales de las que gozábamos, indiferentemente, del tipo de asociación humana a la que perteneciéramos.

Echen cuenta de lo que, un católico de misa de domingo; solito (sin ayuda de nadie) es capaz de provocar. 

Echen números del poder que tiene un solo profesional que cuenta, además, con la aprobación del medio de comunicación para el que trabaja. 

Para iluminar la situación un respetable sacerdote ha dicho que, como consecuencia lógica, hemos de “enfocarnos en dar la cara para contrarrestar el esfuerzo por desacreditar a la familia y señalar la irresponsabilidad de proponer como ideal lo que muchos no han elegido o aquello que pone en riesgo el bienestar de la familia respecto a la sociedad". 

A lo que añado que, antes que todo, hemos de orar sin cesar. 

Manos a la obra!