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4.01.17

¿De qué sirven a la Iglesia de Cristo los adoradores de ídolos?

“El amor de Dios es el primero en la jerarquía del precepto, pero el amor del prójimo es el primero en el rango de la acción. Pues el que te puso este amor en dos preceptos no había de proponer primero al prójimo y luego a Dios, sino al revés, a Dios primero y al prójimo después".
San Agustín, Tratado sobre el evangelio de san Juan 17,7-9
 

Esta entrada la dedico a los miembros del grupo de poco más de cinco mil miembros llamado “Ticos que dicen si a la vida y la familia” albergado en Facebook del cual soy administradora y moderadora.

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En días pasados hemos tenido algunas acaloradas discusiones debido al sentido de oportunidad que le encuentro a publicar información respecto a lo que de Amoris laetitia y algunas acciones del Papa Francisco podrían llegar a presentar conflicto en relación a nuestra actividad en defensa del matrimonio, la vida, la familia y los hijos. 
 
De ahí he notado que existe hiper-sensibilidad hacia lo que concierne la sana crítica de la autoridad eclesiástica a pesar de que la Iglesia nos enseña que los laicos no solo tenemos derecho sino el deber de participar en diferentes ámbitos eclesiales y sociales sino también el de llamar a corrección a nuestros pastores. 
 
Dicha hiper-sensibilidad solo puede tener origen en la Idolatría y el Clericalismo
 

El Clericalismo es una ideología que defiende la influencia del clero en asuntos que no corresponden al deber de su oficio y la Idolatría es el culto que damos a las personas por sobre el culto que debemos a Dios.

Cuáles son signos de Clericalismo?
 
Son signos de clericalismo cuando eres de la idea de que el deber de un párroco, obispo o del propio papa es dedicarse casi exclusivamente a labores administrativas o de índole diferente a su deber de oficio como es el de confirmar en la fe y la moral así como el deber de cuidar de las almas que se les han encomendado mediante la oferta de los sacramentos, la santa misa y la eucaristía o, sencillamente, una bien preparada predicación dominical. 
 
En este sentido, si el templo de tu parroquia pasa cerrado y no se celebra misa más que en fines de semana, y te parece bien, quiere decir que padeces de Clericalismo; razón por la cual sería recomendable que revises el afecto que has colocado en tu párroco porque, por encima del amor que como persona y consagrado merece, has de colocar el amor a Dios. 
 
Cuáles son signos de idolatría? 
 
Es signo de afecto a los ídolos cuando, por ejemplo, eres de la idea de que todo lo que hace un sacerdote, incluidos obispos y el papa, está libre de todo error o que, cualquiera de ellos, está libre de condenarse por el mero hecho de ser consagrados. También cuando eres de la idea de que el papa es necesariamente santo o cuando eres de la convicción de que, durante un cónclave, el Espíritu Santo anula la libertad de los cardenales con el fin de salirse con la suya.  
 
Es cierto, la Gracia de Dios está disponible para los cardenales pero nadie puede asegurar que los cardenales están todos en absoluta y total disponibilidad para dejarse mover por su inspiración. 
 
Sin tener esto claro, a pesar de que te lastime la idea, es mi deber señalarte que podrías estar “a un pelito” de caer en el culto idolátrico (si no es que ya estás ahí). 
 
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Así como las que he mencionado, existen muchas otras situaciones con las que podría ilustrar tanto el Clericalismo como la Latría pero, ya que podría ser de tu interés formar tu propio criterio, te dejo libre para que busques la información que te lo procure.
 
Resumiendo:
 
Hoy, más que nunca, hemos de pedir a Dios la gracia de un amor entrañable por los consagrados y, particularmente por el papa Francisco pero cuídate de recordar lo que dice san Agustín respecto a que por mandato: el amor a Dios es primero y, después, el amor al prójimo. 
 
Por esta razón es que te pediré que te esmeres en distinguir el amor que procede de Dios del que procede de tus sentimientos. 
 
Para qué? Para que puedas amar de la manera para la que Dios te ha capacitado.  
 
Estoy segura que reconoces que es tu deber ante Dios y como bautizado hacer examen de conciencia acerca de lo que, con cariño fraternal, te he planteado. 
 
En este sentido, procura atender la inspiración de la Gracia que te moverá a la certeza de que tu amor por cualquier consagrado debe ser un afecto ordenado que redunde en nuestra santificación para mayor gloria de Dios. 
 
Tras observar y meditar sobre las reacciones que han tenido y continúan teniendo algunos sacerdotes y muchos laicos costarricenses en dicho grupo en Facebook, es que no he querido dejar pasar la oportunidad de mencionar el tema ya que tendríamos que estar convencidos de que, sea por Clericalismo o por Idolatría, de nada sirven a Cristo en su Iglesia los adoradores de ídolos. 
 
Eso, dejémoselo a las sectas. Nosotros adoremos a Dios únicamente.  
 
:)