InfoCatólica / De Lapsis / Archivos para: Marzo 2013

25.03.13

Muchas gracias a todos: Jimena sigue estable pero hay que seguir encomendando

La Virgen arropa a su Hijo - Película La Pasión

Como muchos sabéis a principios de marzo intervinieron a mi hija pequeña, Jimena, para arreglarle el corazoncito. Tiene algo más de veinte meses y una sonrisa cautivadora. La operación fue un éxito pero hubo graves complicaciones posteriores. Así que desde entonces estamos con ella en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) esperando que consiga respirar ella sola. En el entretanto un par de operaciones más, muchas pruebas y más interrogantes sobre las causas. Hoy es un día clave, en unas horas comenzarán a hacer un diagnóstico completo que arroje algo de luz.

Aunque en el blog no trato casi nunca temas personales, no se me ocurría otro modo de dar las gracias a todos por el apoyo humano y por las oraciones por la enana y por sus padres (y sus hermanos, abuelos, tíos y sobrinos). Me encantaría hacerlo individualmente, pero gracias a Dios es imposible. Creo que no haría otra cosa hasta el Día del Juicio… por la tarde.

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9.03.13

El Bingo del Vaticanista: ¡¡a disfrutar!!

¿Aburrido de los vaticanistas?

Ya tenemos la fecha de inicio del Cónclave, 12 de marzo. Varios millares de periodistas se han desplazado para cubrir el acontecimiento. La mayoría no sabe de qué va la cosa, y después de una semana ya no dan ni para inventarse historias.

La capacidad para repetirse unos a otros está agotándose. Las limitaciones profesionales empiezan a ser muy visibles.

Podría ocurrir que estas alturas empieces a molestarte con los vaticanistas. Quizá para evitarlo encomiendas especialmente a los cardenales, de una u otra forma, pero aún así no consigues quitarte de encima ese no-se-qué.

No te preocupes, pero te recomiendo que seas capaz de disfrutar de los pequeños placeres de la creación. Te propongo el «Bingo del Vaticanista». Elige una «pieza informativa» e imprime varias copias del cartón que te proporciono.

Según vayas leyendo (o escuchando si es en televisión/radio) tachas el «lugar común», la frase hecha. Si juegas en grupo te recomiendo rapidez, en un solo artículo puedes acabar con todo el cartón.

Para entrenarte puedes empezar con los vaticanistas españoles, pero, por favor, no pienses que este nivel por ser muy bajo suponga que el juego esté amañando.

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6.03.13

Los catolicoperos

Cuando dice «soy católico pero..», lo que quiere decir es que REALEMENTE NO ES CATÓLICO

Sinceramente, no me han parecido ‘raras’ las declaraciones del ministro de Economía de España, Luis de Guindos:

Yo soy católico, pero no estoy en contra del matrimonio entre homosexuales, porque creo que en este tipo de cuestiones los derechos individuales son fundamentales. Lógicamente, no estoy a favor del aborto. Si una hija mía se viera en esa situación, siempre le recomendaría que no abortara. Pero tampoco modificaría la legislación actual.

O sea, eso, que no me han parecido, desgraciadamente ‘raras’. Pertenecen a la especie que tan bien describió Bruno Moreno, los «católico de cafetería», los que eligen del menú sólo lo que les apetece, ni siquiera lo que les gusta. Aunque quizá el concepto que mejor los define es el que brillantemente desarrolló José Luis Rubio el año pasado: «los católicoperos».

Con su permiso, y sólo cambiando las negritas, lo reproduzco:

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3.03.13

Dejar mal al profeta

Gustavo, el vaticanólo más dicharachero

Ahora que ha comenzado el «campeonato de los vaticanistas» me vino a la cabeza el inicio de «El Napoleón de Notting Hill», de G.K. Chesterton. En él describe la terrible dificultad que había adquirido el juego «Dejar mal al profeta»

Ahora bien, en los albores del siglo XX el juego de «Dejar mal al profeta» se complicó más que nunca. Ello era que había entonces tal cantidad de profetas y de profecías, que resultaba difícil mofarse de todas sus ocurrencias. El hombre que había hecho por su cuenta y riesgo algo atrevido y descabellado, quedaba al instante paralizado por la idea atroz de que aquello estuviese ya previsto. Nadie, ni el duque que se encaramaba a un poste ni el deán que se emborrachaba, podía sentirse plenamente satisfecho, pues siempre era posible estar cumpliendo una profecía.

En los albores del siglo XX no había forma de saber qué terreno pisaban los listos. Abundaban tanto que un bobo resultaba harto excepcional y, cuando aparecía uno, la multitud lo seguía por las calles, lo enaltecía y le otorgaba algún alto cargo en el Estado. Y todos los listos se dedicaban a presentar informes de lo que iba a pasar en la nueva era, todos ellos muy esclarecedores, todos muy sesudos y desgarrados, todos muy dispares entre sí. Parecía, pues, que el inmemorial juego de la mofa de los antepasados ya no iba a poder jugarse más, porque los antepasados prescindían de la comida, del sueño y del ejercicio de la política, entregados como estaban a meditar noche y día sobre lo que sus descendientes podían hacer.

Porque en esas estamos. Una patulea de «informadores y opinadores de lo religioso» creen saber lo que va a ocurrir y lo que está pasando, quién será el próximo Papa y lo más gracioso: por qué. Me pareció injusto que no disfrutásemos con sus profecías fallidas, que en cualquier otro ámbito llevarían consigo tal desprestigio profesional que significaría su desaparición; pero que para un «vaticanista y/o informador religioso» se convierten en galones.

Sin lugar a dudas el premio «François Pignon» del cónclave de 2005 se lo llevó José Manuel Vidal, con su pronóstico de que el único que no podría ser Papa, nunca, era Ratzinger. Estableció una marca que parecía insuperable, pero que en los pocos días que llevamos de Sede Vacante pretende ser pulverizada.

Iré registrando todas las «sesudas» informaciones en Storify. Todos los días podréis entreteneros, y por supuesto colaborar dejándo enlaces en los comentarios o enviándome la información al correo [email protected] o a mi cuenta de twitter , os lo agradeceré.

Cuando termine el cónclave daré los premios. Seguro que, como advertía Chesterton, alguien tendrá que acertar. O no.

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