Fin del progresismo: es muy improbable que el personaje de «El Grito de Munch» tuviera hijos

El Grito de Munch

Como hoy cuenta InfoCatólica, España va camino de convertirse en un país lleno de ancianos y sin niños. Pero no sólo España, una parte importante del mundo occidental. Que el número de nacimientos por hijo continúe bajando hasta el 1,26 (para que se mantenga la población es necesario que sea 2,1) es un dato aterrador y significativo.

Al margen de las causas morales, este dato refleja un tema que se esconde vergonzantemente porque tira al traste con todo el planteamiento ideológico nacido del Mayo del 68. Como brillantemente escribió el profesor Ignacio García de Leániz hace un mes, «El tabú de nuestro invierno demográfico», señalando tres aspectos:

  • el tabú y la negación de la realidad que imposibilita su remedio
  • las consecuencias de políticas contra la dignidad de las personas, y
  • el fenómeno como manifestación de una realidad que no se quiere afrontar: es la propia sociedad la que renuncia a continuar, desmontando el mito del progreso, o más bien el mito del progresismo. Como si una especie de demiurgo darwinista hubiese determinado que «esta sociedad» no debe continuar. Ejemplos históricos haylos.

García de Leániz describe una consecuencia inmediata: la eutanasia activa a los «elementos» improductivos:

Para entender lo que se nos avecina en esta «sociedad terminal» conviene familiarizarse ya con un baremo cuyas siglas en inglés son OADR, Old Age Dependency Ratio –o tasa de dependencia–. Consiste en el índice demográfico que expresa la relación existente entre la población dependiente y la población productiva de la que aquella depende. Según Naciones Unidas si en España tenemos actualmente un OADR del 26% (un jubilado cada cuatro activos) en 2050 pasará al 68% (dos jubilados por cada cuatro activos). Reparemos que Japón posee desde 2011 un OADR del 58%, con casi una cuarta parte de sus 128 millones de habitantes mayores de 60 años. Y cuando las cosas están así de alteradas, no extrañe que las peores amenazas políticas vayan tomando cuerpo. Baste, para verlas venir, recordar que el año pasado en Japón su ministro de Finanzas, Taro Aso, solicitó muy seriamente a los ancianos japoneses que «se dieran prisa en morir» para que de esta manera el Estado no tenga que pagar su atención médica. Son los heraldos negros de las políticas reactivas que postergan una y otra vez las verdaderas cuestiones que dilucidan el futuro mismo de nuestra civilización. Y los precios de la esterilidad de nuestra languidez.

Y es que a lo mejor convendría sustituir la pregunta «¿qué podemos hacer con nuestros ancianos?» –que siempre es una pregunta aviesa–, por otra de mayor calado y altura política: «¿Por qué no tenemos hijos?» y dejar de soslayarla como un tabú como reconocía Tony Blair. Es decir, plantearnos qué secreto anida inconscientemente en el alma española para preferir vivir en una sociedad de términos que en otra de comienzos cuya esterilidad traerá una alteración profundísima de la manera de vivir. Y nada buena.

Y, con cierto arrojo, también apunta al fin del progresismo, un modo de vida que no quiere ser transmitido:

Claro que la pregunta es ciertamente incómoda por cuanto el examen de algunas respuestas pone en franca evidencia el mito político del progreso en su doble vertiente económica y vital. Si no tenemos hijos suficientes para asegurar la supervivencia de nuestra sociedad (recordemos, 2,1 hijos) por el encarecimiento del vivir, entonces el progreso económico tiene mucho de falsa ilusión que no resiste esta prueba inmediata de realidad. Y si no tenemos hijos porque creemos íntimamente que la vida en el fondo no merece ser trasmitida –siguiendo los dictados de la última gran revolución occidental del Mayo del 68– ello supone una cantidad muy alta de angustia y neurosis existencial difícilmente soportable. El tabú sobre nuestra catástrofe demográfica tendría pues una doble función política e individual:

  • la primera silenciaría para el poder político si la economía está realmente al servicio de la persona y
  • la segunda nos evitaría un examen personal sobre nuestro vivir (o sinvivir).

Y si acaso existe algo más que nuestra mera soberanía. Además de revelarnos la inmensa paradoja que entrevió Arendt entre la omnipotencia técnica del hombre moderno y la impotencia de esos mismos hombres para vivir en este mundo. Es muy improbable que el personaje de El Grito de Munch tuviera hijos.

El análisis del profesor García de Leániz carece de referencias religiosas, y quizá también por eso de un toque de esperanza, tanto en la capacidad del hombre de corresponder a la Gracia como a la propia acción directa del Señor de la Historia.En cualquier caso es un buen exámen de conciencia para los responsables políticos y para cada uno de nosotros, esto también es Doctrina Social de la Iglesia.

No pasa nada porque esta sociedad se extinga, ya lo hicieron otras en el pasado. No confundamos «civilización moderna» con cristianismo.

13 comentarios

  
Luis Fernando
Muchos no se arrepentirán ni así se acabe el mundo:

... Eran abrasados los hombres con grandes ardores, y blasfemaban el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas; pero no se arrepintieron para darle gloria

... y blasfemaban del Dios del cielo a causa de sus penas y de sus úlceras, pero de sus obras no se arrepentían.

24/06/14 8:19 PM
  
Pedro
Es una cosa curiosa que casi nadie hable del infierno demográfico que nos espera (ya es malo, pero lo que viene será bastante peor). Una plaga.

Por no hablar de los niveles de deuda total que tenemos, ¿habéis visto las gráficas de la deuda agregada (suma de la deuda total del país, la estatal, la privada...) de los países occidentales? Por ejemplo la de USA: No es ya el nivel de deuda, no, sino que es una curva exponencial. ¿Quién pagará? Otra plaga.

¿Peak oil? ¿Encarecimiento progresivo de la energía? ¿otra plaga?

Occidente va camino del colapso: Pocos y completamente arruinados buscaremos gobernantes cada vez más demagogos. Las plagas pueden hacer dos cosas: o que nos arrepintamos y nos convirtamos... o que terminemos de corrompernos.
24/06/14 9:00 PM
  
Eduardo Jariod
Juanjo, hoy el hombre que grita en el cuadro de Munch ya ni siquiera gritaría, acostumbrado a contemplar aquello que motivó aquel grito. El hombre contemporáneo está más cerca de uno de los terroríficos retratos de Francis Bacon que del arte de Edvard Munch.
24/06/14 9:34 PM
  
Alf_3
Nos han llevado a tanto desorden, nos engañan con tanta teoría, pero nunca hablan de los enormes males reales, que se avecinan.
¿Quién producirá bienes cuándo la mayoría de la población sea anciana?
¿Qué puede importar la supuesta falta de alimentos, según Malthus, cuando no quede quien pueda producirlos?
¿Qué es más urgente hoy, disminuir nacimientos, o favorecerlos?
Nos tienen 'dormidos'.
24/06/14 9:43 PM
  
luis
El progresismo es el mal, el progresismo es la muerte.
25/06/14 1:21 AM
  
Ricardo de Argentina
Es el Liberalismo la causa de la actual población mundial. Esa doctrina o ideología sostenía que "gobernar es poblar", por lo cual se abocaba a favorecer por todos los medios el aumento de la población.
Ahora en cambio apuesta por la contraria, entonces la población mundial va a disminuir.
Y para ello apela a métodos aberrantes, pero también a métodos terribles: quita todo estímulo para tener hijos, entonces la juventud no tiene interés en multiplicarse. Por lo cual quema su tiempo en otras ocupaciones, algunas buenas, otras malas y otras, malísimas.

Personalmente no me preocupa que la población de las naciones disminuya. Así como ha aumentado puede bajar, y no pasa nada.
¿Y la Seguridad Social? Colapsará probablemente, entonces no habrá Seguridad Social. Como en el 95% del tiempo después de Cristo, cuando la única Seguridad Social la daban la Familia y la Iglesia.

¿Invierno demográfico? España tiene 10 veces la población del Siglo de Oro, así que al tal "invierno" ni lo veo ni lo entiendo.
25/06/14 5:05 AM
  
Alejandro Galván
Es otra línea doctrinas, y es una pelicula de risa, pero aconsejo ver la comedia(más bien telefilm) "Idiocracy" de 2006.
Es una distopía basada en que, en 500 años, como actualmente los "idiotas" tiene muchos más hijos que los "inteligentes"(ya que prefieren vivir una vida más sofisticada y libre), en cinco siglos, el nivel intelectual de la Humanidad sería bajísimo.

Es sólo cambiar un par de parámetros, y se pueden sacar reflexiones muy preocupantes...
25/06/14 10:23 AM
  
Faramir
Estimado Ricardo:

No es el liberalismo el que inventa o favorece el aumento de población. Viene en el Génesis: multiplicaos y dominad la Tierra... A no ser que Yahvé fuera liberal.

Si no ves el invierno demográfico, es decir, la figura en forma de abeto de la población de las sociedades española y argentina distribuida por edad (las franjas de mayor edad forman las ramas y las de menor edad el tronco), es que tienes un problema de vista.

El artículo de Juanjo lo explica muy bien: con semejante desequilibrio la economía se desplomará, pero no sólo la economía, sino cualquier principio social/cristiano. La eutanasia obligatoria será el siguiente paso.
25/06/14 10:40 AM
  
rastri
Y allí, hoy como ayer, son los ríos que van a parar a la mar que es el morir.

Los que sin dios en egoísta desesperación ricos y pobres; Y los que, más pobres que ricos, en prometida esperanza ansían la justicia de Dios que es el morir para vivir.

No hay vuelta de hoja para este mundo que en sin sentido del ser y existir se extingue. Todo está definido.

Unos morirán -ya mueren- matando a sus propios hijos antes de nacer; Y otros matarán -ya matan- a sus propios padres antes de morir. Hasta que unos y otros, los que por su pecado queden, así mismos se maten.


25/06/14 10:59 AM
  
Ricardo de Argentina
Apreciado Faramir:
Aumentar la población para tener "millones de CONSUMIDORES" y "MANO DE OBRA barata" para "surtir el MERCADO LABORAL" (éste es el discurso liberal que encuentras en los media), no tiene absolutamente nada que ver con el "crecer y multiplicaos".
La diferencia es abismal pero sobre todo, es ESENCIAL. Porque no creo que fuese intención de Yahvé llenar el mundo de esclavos ni de ateos blasfemos.
Y por favor guárdate las ironías, que el asunto es muy serio.

A la pirámide invertida la conozco y es real. Significa simplemente que la población está envejeciendo y va fatalmente a disminuir. Es lo que busca el Liberalismo. ¿A eso le llamas "invierno demográfico"? Sea. Supongo que si España tuviese 500 millones y todas sus urbes principales fuesen como México o San Pablo, exultarías "primaveralmente". ¿Has estado en alguna de esas ciudades? Yo sí. Y te aseguro que no es para saltar de alegría.

Estoy persuadido que las variaciones de población que provoca el enloquecido liberalismo no responden a la voluntad de Dios, cuyo "creced y multiplicaos" tiene por objeto completar el número de los elegidos, no en cambio surtir las colas de candidatos a conseguir un puesto de trabajo.

Finalmente, que ´"esta" economía fundada en principios liberales se desplome, me tiene sin cuidado. En mi país los obispos tiempblan porque se nos viene el pago de la deuda externa. Yo en cambio tiemblo porque los obispos no evangelizan. Creo que son ópticas diversas.

Que los "principios" social-cristianos se desplomen a causa de una bancarrota, demuestras que escribes muy apurado. Los principios, mi estimado, no dependen de la prosperidad crematística.

La eutanasia, sí, se vendrá, como se ha venido el aborto, la homosexualidad o el desinterés de los jóvenes en procrearse. El motivo es liberal: ahora las máquinas lo hacen todo mejor y más barato, y los esclavos del sudeste asiático trabajan a destajo, entonces la gente sobra.
Esto es tan patético como cierto.
25/06/14 2:24 PM
  
Faramir
Estimado Ricardo:

En tu mensaje de respuesta hay varias frases que comento.

"No creo que fuese intención de Yahvé llenar el mundo de esclavos ni de ateos blasfemos." ¿Sabes cuál es la intención de Dios? El blasfemo y el ateo lo son por voluntad propia.

"Estoy persuadido que las variaciones de población que provoca el enloquecido liberalismo no responden a la voluntad de Dios, cuyo "creced y multiplicaos" tiene por objeto completar el número de los elegidos, no en cambio surtir las colas de candidatos a conseguir un puesto de trabajo." Repito: ¿cómo sabes cuál es la voluntad de Dios?

El crecimiento de población de dispara a partir del siglo XX por la extensión de la higiene (reducción de la mortalidad infantil, vacunas, antibióticos...) y por el aumento de los alimentos. Yo aquí veo la obra de Dios... no del malvado liberalismo.
25/06/14 3:46 PM
  
Ricardo de Argentina
Faramir, NSJC al morir terrenalmente perdonaba a quienes lo sacrificaban "porque no saben lo que hacen". Es que hay estructuras de pecado. Hay por ejemplo blasfemos que no saben que lo son, ni qué significa "blasfemia". Y en cuanto a que Dios desea completar el número de los elegidos, creo que está expresamente en la Biblia. Pero bueno, no desviemos el tema.

No ha habido en la Historia una época en la cual la Higiene, la Profilaxis y los Medicamentos estuviesen tan desarrolados como en la actual.
Tamboco la ha habido similar en abundancia de alimentos en los países de pirámide demográfica invertida, al punto que la obesidad es ahora en ellos una plaga.
Por lo tanto, me concederás que esas no son las causas primeras del desarrollo poblacional, sino meramente causas segundas.
La causa primera hay que buscarla en la voluntad del Liberalismo: antes necesitaba tropa, ahora en cambio le molesta.
25/06/14 5:52 PM
  
Juan
Cuando leí la noticia de lo que pensaba hacer Taro Aso
creía que se estaba escenificando 1984. Mi asombro y mi dolor aumento al saber que es católico, apostólico, romano, como yo. Hay algo que no cuadra, ¿Quién ha formado como católico a este hombre? ¿Que ha dicho la Conferencia Episcopal Japonesa? Posiblemente le han preparado y formado los mismos que han formado a los políticos españoles de todos los colores. La mayoría independientemente de su adscripción política han estudiado en colegios
27/06/14 12:34 AM

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