Kristianstad, Rita Maestre y el candelabro de bronce
Hace poco me han pasado la noticia de unos gravísimos desmanes en un templo cristiano nada menos que en la localidad sueca de Kristianstad. Según el diario local Krinstianstadsbladet, hay gente que entra en la iglesia, se orina, defeca, comete impurezas, beben, roban. Ha llegado a tal extremo la cosa que ha sido necesario colocar guardianes de seguridad. Parece ser que el problema está en las personas sin hogar que, ante la presencia policial en otros lugares, han decidido asaltar el templo, una preciosa iglesia del siglo XVII. A un servidor ya no le extraña nada, y mucho me temo que tendremos que prepararnos para esto y cosas peores en España.