Mañana tú puedes ser usuario de Cáritas

Esta mañana he estado con un grupo de directivos de banca explicando lo que es Cáritas y la exclusión social por motivos que no vienen ahora a cuento y que tal vez pueda aclarar un día. Receptivos, interesados, atentos a cada palabra. Pero ha habido un momento en que me he dado cuenta de que han sentido un vuelco en el corazón. Y es cuando les he dicho que ellos, Dios no lo quiera, podrían ser un día usuarios de Cáritas.

No es fácil que lo acepten. Gente de banca, con importantes cargos directivos, ejecutivos bien situados… ¿y dice que un día en Cáritas? Los últimos datos, de ayer mismo, hablan de tres millones de personas en España en situación de pobreza severa, es decir, personas que disponen de menos de trescientos euros al mes para vivir. No todos son lo que antes se llamaba gente marginal. En absoluto.

No es tan difícil acabar en la calle. Basta perder el trabajo especialmente a partir de los cuarenta años de edad, y que se junte con una separación matrimonial. Así está Borja. Un ejecutivo de una gran empresa con buen sueldo e incentivos. Llegó la crisis, la empresa echó el cierre, y el bueno de Borja, cuarenta y cuatro años, en la calle. Mal que estaban las cosas en casa, se complicaron aún más. Llegó la separación y en casa se quedaron su esposa y los dos chicos. Al principio vivió en un apartamento. Luego, habitación de un piso compartido. Pero… acabó el paro, acabaron los subsidios, y hay que afrontar la pensión de los hijos y su propia vivienda y manutención. Difícil encontrar nada para un hombre de ya cuarenta y seis años. Le echaron de la habitación por falta de pago y hoy está en la calle. No es el único.

Se hizo un silencio trágico. Insistí: les puede pasar.

Necesitamos cambiar de mentalidad. A Cáritas hay que acudir no desde la postura del superior que se abaja para ayudar al “pobre”, sino desde el hermano que acoge, ayuda y acompaña desde un sentirse solidario sabiendo que tal vez mañana sea al revés. Ya se sabe: hoy por ti, mañana por mí. Todos andamos en el único barco y cada vez son unos los que reman…

Al acabar la charla se me ha acercado más de uno de los oyentes y escuchantes: ¿puedo colaborar? ¿ser voluntario? ¿hacer algo? Es que mañana puedo ser yo…

Bien. Ha sido una mañana fructífera.

7 comentarios

  
Tony de New York
Existe mucha APATÍA hacia la pobreza en general.
11/10/13 9:22 PM
  
Isabel
Me alegro mucho de que su día haya sido fructífero.
Y me parece exacto el análisis que hace usted de la situación. Es tal y como usted la describe.

Pero es una gran injusticia que una persona se pueda ver en una situación como esa. El estado debería de hacerse responsable de situaciones tan angustiosas como la que usted describe. Los impuestos son terribles, pero mucho del dinero de esos impuestos, van a bolsillos privados de todos sabemos quienes.
Y en estos tiempos de terrible crisis económica, sería el estado, el que tendría que dar soluciones, porque cualquier persona tiene derecho a una vida digna. Y el deber del estado es dar trabajo, si la empresa privada no lo hace o no lo puede hacer, (hay muchísimas cosas que hacer en el país), o dar una cantidad suficiente para que sus ciudadanos puedan vivir con dignidad, sin tener que recurrir a la caridad. Porque no es la caridad la que tiene que resolver esas injusticias, sino el estado.
Si hay personas que por su propia voluntad o situaciones en las que han podido caer, no quieren o no pueden trabajar, ahí ya si podrían intervenir organismos como Cáritas. Pero una persona que desea trabajar, no tiene porque estar viviendo de la caridad. Tiene derecho a un trabajo que le permita contribuir a la sociedad y llevar una vida digna. Y si el estado no es capaz de dárselo, entonces tendría que darle la ayuda económica correspondiente para vivir.

Eso sería lo justo.
11/10/13 9:59 PM
  
Carlos
Que me dice de las parroquias donde caritas esta tomada por musulmanes, yo vivo en vallecas, y en mi parroquia si alguna persona no musulmana va a hacer cola es agredida por los mismos, con los voluntarios o empleados de caritas haciendo la vista gorda ante el hecho.
12/10/13 12:14 PM
  
Misael
D. Jorge, me ha gustado su pots, como casi todos. Todo en nuestra endeudada sociedad estaba "montado" para tener trabajo siempre. Vino lo que ha venido y se cayeron todos los castillos de ¿ naipes ? ¿ mentiras ?
Efectivamente, la ley del divorcio express, no ayuda, sino todo lo contrario. Esa ley lleva a muchos hombres a situaciones límite. Y sí, hablo de hombres porque son normalmente los que tienen que hacer frente a manutenciones, pensiones compensatorias, hipotecas... y sin tener trabajo ni ahorros ni nada. Y además van a la cárcel en muchos casos aún demostrando que no tienen ingresos: ¿ es eso justicia ? La justicia no es darle todos los derechos a la mujer y arrebatárselos al hombre.

Espero que vd. en su conferencia no hablara de la famosa "desigualdad", que es hermana de la "igualdad" que todo lo invade.
12/10/13 1:49 PM
  
rastri
-Por eso yo os digo: No os inquietéis por vuestra vida, por lo que habéis de comer o de beber, ni por vuestro cuerpo, por lo que habéis de vestir,..(Mt.6,25-34)

- El problema aquí: Pues que de esto, entre mil, solo uno cree. Y el resto, los -9.999,99.- cuando no apedrean al que cree; en su desesperación maldicen al Dios en quien no creen.

12/10/13 5:41 PM
  
Alvaro
En general (básicamente en lo relativo a Cáritas y a nuestra necesaria implicación), muy cierto el post. Aun así, creo necesario señalar un par de cosas:

La primera, que un divorcio (que es lo que describe D.Jorge) no es lo mismo que una separación (que es el término que emplea). Como la segunda se produce de mutuo acuerdo, de buena fe y sin judicializar (y con ánimo constructivo casi siempre), nunca suele derivar en situaciones sangrantes como la de ese Borja del que habla D.Jorge.

La segunda, señalar que el caso de Borja a menudo se produce con un ligero cambio en el orden de los sucesos: en lugar de perder el trabajo el marido antes del divorcio, suele pasar que lo pierde después y, de hecho, a consecuencia de ese divorcio.

Es conocido que muchas abogadas divorcistas (sí, suelen ser mujeres) recomiendan a sus clientas que denuncien al marido por malos tratos para "acelerar" y "engrasar" el proceso. Esto desencadena inmediatas y draconianas medidas cautelares contra el acusado (mucho más difíciles de quitar que de poner) y deriva el caso a los tribunales de violencia de género (siempre más "sensibles" a estos casos), pero también suele provocar una tercera consecuencia: el despido del marido del trabajo que ocupaba, ya que ninguna empresa quiere tener en plantilla, no ya a un maltratador sino siquiera a alguien acusado de serlo.

La casi totalidad de las denuncias por maltrato se archivan, se retiran o acaban en absolución del denunciado, pero ni se resarce al hombre por el daño que se le ha causado, ni se investiga la falsa denuncia, ni el caso vuelve a los tribunales ordinarios ni, faltaría más, se reincorpora a la víctima a su puesto de trabajo, ahora ocupado por otro.

Las leyes de divorcio-express y de violencia de género fomentan estos desafueros, ya que permiten la destrucción caprichosa de las familias decretando que siempre la mujer sea premiada y nunca castigada por ello, y así se incentiva eso tan a la moda de "desplumar al marido". Es lo que se avisó de que pasaría cuando se promulgaron estas leyes, y es justo lo que la experiencia ha mostrado que sucede.

Y Cáritas, a tener que lidiar contra tanta cizaña ideológica.

Un saludo.
14/10/13 5:24 PM
  
Alvaro
Isabel:

Veo que defiende que el Estado debe hacerse responsable de esos casos tan sangrantes, en el sentido de acogerlos y protegerlos.

El problema es que el Estado es el responsable de esos casos tan sangrantes, en el sentido de causarlos. Son sus leyes injustas las que condenan a esas personas a la indigencia, son sus impuestos abusivos e injustos los que roban los bienes a los ciudadanos, son sus jueces sectarios e injustos los que rompen las familias y premian a quien instó su ruptura, son sus corruptelas y populismos los que dilapidan la riqueza nacional, son sus ingenierías sociales las que lavan el cerebro a los desinformados.

De hecho, si la empresa privada no puede a menudo dar trabajo no es porque no quiera, sino porque el Estado la desangra hasta el punto de hacer imposible crear empleo. El Estado no debe crear empleo público para compensar parte del que destruye en el sector privado, sino dejar de parasitar a ese sector privado de modo que cree más y mejor empleo por sí mismo.

Como ve, el Estado ES el problema, luego no puede ser la solución. De hecho, no QUIERE ser la solución, como en alguna ocasión ha demostrado D.Jorge al mostrarnos cómo la administración deriva a los necesitados a Cáritas para que sea la Iglesia quien los atienda.

Así pues, lo mejor que puede hacer el Estado es sacar sus voraces garras de nuestros bolsillos y de los de nuestras empresas, y dejarnos vivir sin robarnos LA MITAD de lo que ganamos (y me refiero a los mileuristas, no a esos "ricos" a los que tanto odian los progres).

PD: Hay una frase genial de Ronald Reagan que lo ilustra perfectamente: "La visión gubernamental de la economía puede resumirse en unas cortas frases: si se mueve, póngasele un impuesto. Si se sigue moviendo, regúlese, y si no se mueve más, otórguesele un subsidio."

PD: Una cosa más: no se confunda, que la caridad no es indigna sino inmensamente digna puesto que reconoce y atiende la dignidad de las personas a quienes se ayuda, en quienes se ve a Dios mismo. Indigno es el abandono como animal callejero, o indignos son el orgullo y la soberbia que tan afectadamente se ofenden con la caridad.

Un saludo.
15/10/13 12:08 PM

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