La Iglesia con los refugiados en origen

La Navidad llega mil veces al año, y mil veces al año pide Jesús ser recibido por los suyos. Pero mil veces al año se repite también la historia de Belén, de los posaderos indiferentes y de los acomodados burgueses bien atrincherados en su autosuficiencia. Y mil veces se cierran las puertas y los corazones ante la suma indigencia, que es en verdad la indigencia de Cristo. Padre Werenfried van Straaten

Este es el vídeo de presentación de la campaña de Navidad de Ayuda a la Iglesia Necesitada: “Una Iglesia de campaña, con los refugiados en origen”. En un momento en el que la vieja Europa tiembla ante la llegada de refugiados es muy necesario que nos hagan saber que por cada refugiado que llega a nuestras fronteras hay 100 que están desplazados en sus países de origen o en los limítrofes. Mientras en Europa sólo un 0,11 % de la población son refugiados, en países como Líbano los refugiados suponen el 30 % de su población. Se trata de un país pequeño que está al borde del colapso, y en el que la Iglesia local trabaja desbordada para atender la marea de refugiados. Según informa el último boletín de AIN, hay un goteo constante de familias que llegan de Siria. Llegan aterrorizadas, sin alojamiento ni bienes de primera necesidad. Hay niños que tardan meses en hablar con normalidad debido al trauma por lo que han vivido.

En la Navidad de 1947, en la Abadía de Tongerlo, Bélgica, un joven monje llamado Werenfried van Straaten escribió un artículo titulado “No hay sitio en la posada”, en el que denunciaba la miseria de millones de refugiados por la II Guerra Mundial. Este artículo contenía palabras que hoy mismo podrían apelarnos a los europeos del año 2015:

¿Pensamos en el Cristo que llevan consigo y que llora en los prófugos y en los pobres…y bajo cuya pobreza esconde Él el esplendor de su figura?.

¿Cuáles son los datos de este drama de los refugiados y desplazados? Una vez más tenemos que zambullirnos en las cifras, tratando de poner cara, lágrimas y sudor a cada número.

-       Cerca de 60 millones de personas han tenido que abandonar su hogar en 2015. De ellos:

  • 19,5 millones son refugiados (personas que se encuentran fuera de su país de origen por tener temor fundado de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas)
  • 38,2 millones son desplazados internos (personas que han sido forzadas a abandonar sus hogares pero permanecen dentro de su propio país)
  • y 1,8 millones son solicitantes de asilo (solicitan protección internacional y que se encuentran a la espera de una decisión)

-       El drama de Siria: 4 millones de refugiados y 8 de desplazados.

-       El 51 % de los refugiados son niños.

-       Cada día, 42.500 personas tienen que dejar su hogar, quizás sin posibilidad de volver nunca.

Las causas de las oleadas de desplazados y refugiados están en el origen y la solución también debe estarlo.

El Patriarca católico melquita de Antioquía, Gregorio III ha recordado el deber de atacar la causa central de la emigración para dar una auténtica solución al drama de las familias, “para evitar estas tragedias el punto es hacer la paz, garantizar la salvación y el futuro del Oriente Medio”. “Yo les digo que el enfoque no debe ser dar la bienvenida y acomodar a los refugiados, sino detener el conflicto desde sus raíces”. Sin embargo, dadas las condiciones extremas que viven muchos desplazados, cada vez son más los que quieren abandonar sus países. “No queremos prohibir que se vayan, les pedimos que tengan paciencia y confianza, y que, si parten, nosotros estaremos cerca".

La realidad es que cientos de miles de esas familias sólo quieren volver a su hogar. La Iglesia, que no abandona a su pueblo, trabaja también para que los refugiados quieran volver, para que  los desplazados quieran quedarse en su país de origen, y también para que, en tierras donde la presencia cristiana remonta al tiempo en que la primera familia cristiana refugiada -la Sagrada Familia- tuvo que huir a Egipto, no desaparezcan los cristianos, quizás para siempre. Garantizar a todas las familias cristianas un futuro en su propio país es el compromiso por el que trabaja, por ejemplo, la Iglesia en Alepo (Siria).

Y precisamente porque la solución a los conflictos que están en el origen del drama de los refugiados está en los países de origen, la Iglesia sólo puede ser misionera. Porque, como afirmaba un obispo africano, esa solución llegará sólo a través de Cristo: de tomar conciencia de que tener un Padre común nos regala la fraternidad –ser hermanos en Dios, más allá de los abismos de separación que abre, por ejemplo, el tribalismo en África- y a través del perdón y la reconciliación que propone Cristo. Por estas razones afirmaba el P. Werenfried queel mejor regalo para un pobre es Jesucristo.” Y no olvidemos que “pobres” no son sólo quienes no tienen medios materiales, y que los “pobres de espíritu” son también quienes no reconocen en Cristo a su Salvador.

Por eso la desatención espiritual es uno de los mayores problemas en los campos de refugiados. Para las comunidades perseguidas y desplazadas, la presencia del sacerdote es la cara de esa esperanza que a veces parece escaparse entre los escombros. Y se construyen capillas, como las dos de los campos de refugiados Kule 1 y Kule 2, en Etiopía, donde llegan miles de refugiados procedentes de Sudán del Sur, y la capilla-sala multiusos recientemente inaugurada en el Centro de refugiados “Virgen María” de Bagdad.

Decíamos antes que el 51% de los refugiados son niños. Añadimos ahora que una de las más poderosas razones que empujan a algunos refugiados a hacinarse con sus pequeños en barcas imposibles para cruzar el Mediterráneo, es la búsqueda de un futuro para esos niños. Porque un niño sin educación es un niño sin futuro. Por eso, para evitar que se los traguen las olas, es importantísimo construir ese futuro en sus países de origen.

La Iglesia está concretando esta ayuda, por ejemplo, en dos localidades sudanesas que acogen refugiados. En algunos casos proceden de Eritrea y Somalia y en otros de Sudán del Sur, donde la guerra está empujando a miles de personas a huir. Para atender la educación de los niños refugiados el colegio de la pequeña parroquia de San Pablo en Kosti casi ha duplicado el número de sus alumnos y en el centro educativo de Santa Josefina Bakhita en Kenana ha pasado de 1.300 a 1.700 estudiantes.

Noticias como la inauguración en diciembre de 2014 de la primera de ocho escuelas proyectadas en Erbil–localidad del Kurdistán iraquí que acoge a miles de desplazados- son la esperanza de quienes, no lo olvidemos, desean permanecer en la tierra que les vio nacer.

Hemos hablado hasta ahora de cómo la Iglesia  ayuda y acompaña material y espiritualmente a quienes pasan necesidad, movida por esa caridad que ve el rostro de Cristo en quienes sufren, lloran y son perseguidos. Pero, como venimos insistiendo en cada post, la caridad se concreta además –y muy especialmente- en la oración. En la ayuda material nuestras posibilidades son desiguales, a veces grandes y muchas veces escasas, pero en la oración todos poseemos el mismo tesoro.

Es, pues, momento de orar, de hacer llegar al Padre nuestra oración suplicante por los perseguidos, refugiados y desplazados. Carguemos estos pesados números a lomos del asno que, guiado por José, llevó a María y al Niño a Egipto. Propongo acompañar a la Sagrada Familia y rezar con ellos por esos 60 millones de almas sufrientes, meditando despacio el brevísimo texto que nos habla de aquel largo y duro viaje:

Cuando ellos se fueron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Prepárate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.” Él se preparó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto. Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.

5 comentarios

  
José María Iraburu
María,
en este blog nos proporcionas muchas ayudas espirituales. Señalo las principales. Contándonos los grandes, enormes padecimientos de los cristianos perseguidos y de los no-cristianos, unos y otros sujetos a exilio forzoso, marginación, cárcel, separación y disgregación de familias, hambre, enfermedades, carencia de casa, de escuela, de trabajo, etc.

1. nos animas a rezar por todos ellos y a ayudarles con donativos en lo que podamos, y también

2. nos ayudas a desdramatizar nuestras personales dificultades y penas, que son mucho más pequeñas: convivencias difíciles, disgustos familiares, enfermedades (bien cuidadas), estrecheces económicas, exceso de trabajo, paro, pérdidas muy trastornantes de llaves, tarjetas, archivos informáticos, documentos, etc.

Paciencia, y uniendo estas cruces a la Cruz de Cristo (después de todo, nuestras penas son astillas de la Cruz de Cristo; más aún, son penas del mismo Cristo, pues somos sus miembros), ofrecerlas para remisión de los pecados propios y ajenos, para la conversión de los pecadores, y para ayuda de estos hermanos nuestros que tú cuidas de que no se nos vayan de la memoria. Dios te lo pague, María.
_____________
(María Arratíbel)

Muchísimas gracias, padre Iraburu.
¡Gloria a Dios! y ¡¡¡Feliz Natividad de Nuestro Señor Jesucristo!!!
26/12/15 8:06 PM
  
antonio
Les debemos mucho a nuestro hermanos, estan corredimiendo a la lindo, unidos a la Pasión del Señor en Cada MIsa, recibimos, su fortaleza, para salir de nuestros pecados, y para ir adelante, la fe permite ver una BELLEZA, y UNA ALEGRIA, interior sin igual.
Pero bajando a la tierra, hay musulmanes, un comentarista hace tiempo dijo estos no son musulmanes, son delicuentes.A Mireille, en el primer Audio,los Nazarenos, la acompañaba, una compañera musulmana a orar en la Iglesia, hasta que comenzo, la guerra.
Hace poco en Infocatólica, salió que unos musulmanes, salvarón a unos católicos.
Puse en un comentario hace rato en infocatólica, apoyado en el Catecismo Universal de la Iglesia, hablan de guerra Justa.
Hay que frenar a estos delincuentes,que Obama, se quién ES,Putin y otros se pongan de acuerdo para frenar tanto desastre humano, que todos vuelvan a su lugar , a convivir en PAZ!!!!!!!que pongan tropas en en terreno, y aniquilen a estos delincuentes.
El Santo Padre puede hacer mucho politicamente, hay que para el desastre que comentas y que es real, son nuestros hermanos, que sigan la colectas en las iglesia de todo el mundo, por la Iglesia Perseguida, y que se pongan con plata, no con moneditas.
Y orar donde en la EUCARISTIA, y a nuestra Madre Común la Resantisima Virgén Maria!!!!

Y que lo haga por la Iglesia, la Cruz de Nuestros hermanos nos tiene que UNIR:

Como veo a un enfermo, soy médico, la familia, si la tiene en estos momentos, están todos unidos detrás del enfermo ,detrás de la Cruz.

Que Dios te bendiga y bendiga a la Iglesia.

ES UN EDEMA AGUDO DE PULMÖN, no se puede entrener con otras cosas para nada urgentes.
______________________
(María Arratíbel)

Estimado Antonio:

En primer lugar, lo más importante: ¡¡feliz Navidad, para ti y los tuyos!!

Sólo quería añadir a tu comentario que, para identificar a los enemigos, necesitamos muchísima más información de la que proporcionan los medios de comunicación generalistas. Debemos rezar mucho por la conversión de los mandatarios del mundo (empezando por Obama...) y también por la de los musulmanes, para que abracen unos y otros la Verdad de Cristo, ya que sólo Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Sin embargo, debemos tener cuidado en nuestras denuncias porque evidentemente no todos los musulmanes combaten con el Estado Islámico. De hecho, miles de musulmanes chiítas están siendo también perseguidos y asesinados por el EI.
Lo nuestro no es tanto denunciar como orar, orar sin descanso, para que Dios convierta nuestros corazones de piedra y nos de corazones de carne.
27/12/15 1:51 PM
  
antonio
Y por supuesto me uno a lo que manifiesta el querido Padre Iraburu.

Que Dios te siga bendiciendo, y te pido que cuando salgan los libros del periodista que cite, me lo hagas saber.


Haces una tarea que vale oro!!!!!!

Que Dios te bendiga a ti ,tu familia y a la Iglesia.
27/12/15 1:54 PM
  
antonio
Féliz Navidad, simpre!!!!Lo de orar siempre lo he hecho,por eso cuando aparecio un hombre crucificado, gracias a infocatolica, me senti sorprendido porque siempre en la acción de gracias eucaristica, que es bastante prolongada, aparte de contemplar el rostros de los rostros, el de Nuestro Señor, sufriente,está el que hace la creación, el que hace los Santos, con una humildad muy apabullante, el que dirige la iglesia, su palabra etc y otras consideraciones que se que lo ponen muy féliz, como dice el padre Philipon y es cierto a Dios le gusta que le demos gracias, debiendo ser siempre la acción de gracias teocentrica albadora de la Trinidad, que está alli, siempre he orado por los mástires, por el cuerpo místico, desde monseñor Shi, los chinos de ahora, y se extiende, en la eUCARISTIA, ESTA DIOS,como no creer en su omnipotencia!!!!Absoluta, no siempre pero muchas veces he orado, por los enemigos de la Iglesia, es alli donde podemos cambiar el derrotar de la Iglesia, y estamos más cerca que nunca, estamos en dios.
Muchas veces me han dado impusos de pasar del otro lado Je!!!Je!!!como dice nuestro querido Alonso.
Y como comente en otro lado aca esta un islote donde brilla la Fe de la Iglesia, FE, sin la cual no tenemos rumbo somos, digo unos islotes cariñosos, sin sentido.No existe el verdadero amor al prójimo,!!!!!

Que tengas muchas féliz navidad, lo he mandado a otro miembro del blog para todos ustedes y sus familias, en su momento, y muchas gracias por diseminar la VERDAD.

Que Dios te bendiga y bendiga a todos los que defienden la verdad en está página, al querido Bruno etcAlonso, no me quiero olvidar de nadie a todos.Muchas Gracias.A Raúl de Toro, que belleza la litrurgia de la Iglesia!!!!!!!!!!Lo que sabe Raúl es un fenómeno.
27/12/15 9:36 PM
  
Lucía Martínez
No los olvidamos. Tenemos presentes todos los días en nuestras oraciones a nuestros hermanos cristianos perseguidos. Oramos para que no desfallezcan. Pedimos por la conversión de los no cristianos y por el arrepentimiento de quienes los oprimen. Damos gracias a Dios por los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que los acompañan y les asisten.

Muchas gracias a Infocatólica por hacer posible esta comunión de amor.
El Señor y la santísima Virgen María les sigan bendiciendo.
03/01/16 12:58 AM

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