Mirada al futuro, por Fray Nelson Medina, OP

He decidido invitar a escribir en "Cor ad cor loquitur" a aquellas personas que han sido importantes en mi vida o que estoy convencido de que tienen algo bueno que contarnos. En principio la periodicidad de esta sección será quincenal.
Inaugura la misma Fray Nelson Medina, OP. Nacido el 13 de Mayo de 1965 en Bogotá, Colombia, sacerdote católico desde el 21 de marzo de 1992, por bondad y gracia de Dios. Miembro de la Orden de Predicadores (Padres Dominicos), en la Provincia de Colombia. Licenciado en Filosofía y Ciencias Religiosas (Universidad Sto. Tomás), Máster en Teología Sistemática (Universidad Javeriana), Doctorando en Teología (Milltown Institute).
Datos biográficos aparte, Fray Nelson es una persona muy querida para mí. No en vano el Señor le usó para ponerme en el tren de regreso a la Iglesia en la que nací a la fe. No fue la única persona que me ayudó en aquel peregrinaje pero sí una de las más determinantes.
Su página web es uno de los mejores ejemplos de cómo se puede hacer una buena y productiva web católica.

Mirada al futuro

De aquí a cincuenta o a cien años, ¿cómo será recordado este tiempo? ¿Qué eventos o personas, qué canciones o esculturas, qué libros o ideas de esta época nuestra serán puntos de referencia vigentes para esa época?

Algunos consideran que la ecología finalmente dominará el panorama. Supuestamente somos la última o una de las últimas generaciones que puede usar combustible fósil. Después de nosotros, y quizá un poco más, sólo habrá recuerdos de cómo millones y millones de artefactos surcaban los cielos o reptaban por unos caminos de asfalto. Quizá los que vengan nos miren con dureza. Quizá reprochen nuestra comodidad o quizá hayan encontrado fuentes de energía, como la huidiza fusión nuclear, que les obliguen a sonreír, compasivos de los métodos ruidosos y sucios que mueven esto que llamamos civilización.

Otro tema ecológico es el agua, por supuesto. Leí que el Mar Mediterráneo se ha secado no una ni dos veces, sino quizá hasta siete. Gibraltar ha visto igual número de ocasiones el espectáculo imponente de un océano, el Atlántico, rebasando los altos muros que unen a Europa con Africa. Ningún ser humano ha visto eso: millones de toneladas de agua que se vierten sobre el lecho muerto para hacer renacer al Mediterráneo. Pero la crisis del agua no vendrá de que se vuelva a secar el que los romanos llamaron "Mare Nostrum" sino del avance incontenible de los desiertos. Los hombres y mujeres que pueblen este planeta en un siglo no podrán comprender la manera como abusamos del agua.

O es posible que el agua haya abusado de nosotros. Los glaciares derretidos y el adelgazamiento de la Antártida habrán enviado su apocalíptico mensaje a las costas de todo el mundo. Si las cuentas son correctas, ciudades como Nueva York, Dublín o Barcelona serán casi sólo un álbum de fotografías y videos. Los edificios no se habrán ido pero esas improvisadas Venecias, y la Venecia misma, no serán sólo para el turismo.

En otro plano, tampoco sabemos qué suceda con las religiones. La declarada "muerte de Dios" no termina de suceder, ni parece que se concluya a escala global. Secularismo y baja natalidad van de la mano, y por ello es de esperar que regiones como Europa vean un rápido relevo poblacional por vía de inmigración, plaga o guerra. Es difícil prever qué gobiernos y que leyes estén vigentes para esa época. En general, los pobres y los ignorantes se reproducen más y en general son ellos también quienes suelen aferrarse a la fe a la que quieren ver bien presente. Invito a los que quieran comentar estas palabras a que hagan sus apuestas: ¿Qué tendremos? ¿Un renacer del cristianismo, como quiere Benedicto XVI? ¿Un continuo de estados ateos y pacíficos, blindados culturalmente contra todo fundamentalismo y con gran agilidad para administrar las cuestiones laborales y de seguridad social que parecen agudizarse hacia el futuro? ¿Una invasión más o menos explícita del Islam? ¿O será que aquellos seres humanos ven una era de armonía negociada entre religiones y filosofías, al estilo de lo que logró con bastante éxito el Imperio Romano en sus dominios?

¿Qué será "educarse" dentro de 50 años? ¿Qué significará ser un profesional o un especialista? ¿Importarán los títulos mismos? Venerables instituciones como la secundaria y la universidad, ¿serán reconocibles en ese tiempo? ¿Qué temas y qué autores se estudiarán por esas calendas? ¿Y en qué lenguas? Algunos anuncian el imperio mandarín. Supuestamente China está lista para superar en todo a los Estados Unidos, incluyendo tecnología sobre la tierra y en el espacio, comercio, leyes, entretenimiento. La verdad es que es difícil pensar en algo que los chinos hayan emprendido en los últimos treinta años y que no se haya constituido en un "hecho social" establecido más allá de sus fronteras. Se sabe que las empresas norteamericanas no tienen demasiadas cosas claras a plazo tan largo, pero una de ellas es que todo debe estar listo para ser traducido al idioma chino tradicional.

¿Y las familias? ¿Y los sacerdotes? ¿Y los periódicos? ¿Habrá muerto el papel? ¿Seguirá viva la radio? ¿Existirán los cinemas? ¿O será que fenómenos que hoy nos parecen exóticos, como el aislamiento social de los Amish, se vuelven la norma, y la gente fastidiada de todo desconectará para siempre sus computadores y buscará con romántico anhelo una vida simple, cercana y feliz? ¿De qué reirá la gente? ¿Se habrá popularizado la clonación?

Tantas preguntas, tan poco espacio. Pocas cosas afirma con certeza la fe. Una es que también entre en esos parajes y en esas fechas se levantará el Cuerpo de Cristo en la Misa y algunos, quizá sólo un puñado de aquellos humanos, dirá con acento estremecido: "Este es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!" ¿O habrá vuelto el Señor y sobra este post?

Fray Nelson Medina, OP

5 comentarios

  
José Luis
«Un renacer al cristianismo», precisamente, también es deseo de la Iglesia y de todos los cristianos.

• Lumen Gentium 45-46
• Perfecta Caritatis, «Principios generales de renovación», 2.


Si todas las ordenes religiosas e instituciones de la Iglesia Católica, siguiera paso a paso lo que enseña el Sagrado Concilio Vaticano II, España no sería como está ahora. Sino que se necesitaría construir nuevos seminarios. Juan Pablo II y ahora el bienaventurado Benedicto XVI, continúa con esta tarea tan importante de la evangelización y para nuevas vocaciones.

En la oración del Santo Rosario, podremos añadir por el crecimiento de las vocaciones sacerdotales y para la vida consagrada.
04/10/06 5:37 PM
  
San Ireneo de Lyon
Muy bueno el comentario. Enhorabuena Fray Nelson.
04/10/06 10:43 PM
  
Saulo Medina
Sin duda, una Iglesia humilde, muy humilde, tanto como lo fue Pedro que pidió no ser crucificado como Su Señor, será el condimento de muchas de estas predicciones futurológicas.
06/10/06 8:52 PM
  
Thenja
Muy bueno el comentario, así una vez más recobra sentido el vivir el presente con intensidad, tratando de hacer la voluntad de Dios:"lo bueno, lo que agrada, lo perfecto"
Dios les bendiga y María les acompañe.
07/10/06 4:13 AM
  
sorriba
Tuve la fortuna de educarme con dominicos y en el mismo centro que fr. Nelson, el Angelicum de Roma, aunque unos años antes.
Causa estupor cuando analizas este interesante articulo el egoismo que acrecienta el poder, no importa que los demás sufran con tal de sufrir yo tambien pero con comodidades.
Seria interesante que este Blog no fuera necesario dentro de cien años, en el Padre Nuestro rezamos VENGA TU REINO, creo que solo Dios puede poner remedio a la situación y que los hombres sigamos el ejemplo por el trazado de amor a los demas
13/11/06 10:52 PM

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