InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Publicado originalmente en Religión Digital

19.09.07

Un año de "Cor ad cor loquitur"

Pues sí, hoy este blog cumple un año. Han sido 392 posts, miles y miles de comentarios y un total de 245.000 visitas de las que 125.000 han sido UV (únicos visitantes). De las 300-350 visitas diarias del principio se ha pasado a las más de 1.000 de los últimos dos meses. Es obvio que comparadas con las de mi buen amigo Paco Pepe y su blog "La Cigüeña de la torre" las cifras son muy modestas, pero yo estoy muy satisfecho con las mismas.

Pero lo que me produce mucha más satisfacción que las estadísticas de visitas es la existencia de un grupo cada vez más nutrido de participante activos en el blog. Cor ad cor loquitur no sería igual sin ellos. Algunos llevan ya meses, otros se han incorporado hace poco. Y también los hay que aunque no escriben en el blog sí me mandan sus comentarios y opiniones privadamente. A todos ellos, gracias por vuestro apoyo y también por las críticas constructivas que me habéis hecho llegar. Por supuesto también ha habido quienes han recurrido a la descalificación personal, pero de esa manera sólo se descalifican a sí mismos.

El juicio sobre el contenido del blog no me corresponde a mí darlo. Creo que ha habido de todo y sólo me arrepiento de haber escrito un par de posts. En otros cuantos podría haber moderado mi estilo, pero no soy de los que gustan rehacer lo que escribo a vuela pluma, salvo para corregir errores ortográficos y de sintaxis.

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La papeleta de Rowan Williams

Sospecho que por razones técnicas se ha producido una pérdida de los últimos posts en los blogs de RD. Copio el que escribí ayer sobre la situación en la comunión eclesial anglicana.

La papeleta de Rowan Williams

Rowan Williams, arzobispo de Canterbury, primado de la comunión eclesial anglicana y druida en sus ratos libres, tiene un serio problema: el juguete que se inventó un rey adúltero se le rompe entre sus manos. La iglesia que nació en la cama de Enrique VIII está pasando por los momentos más difíciles de su azarosa historia. Todo empezó cuando se decidió ordenar a mujeres, rompiendo con esa Tradición milenaria de la que los anglicanos prentendían ser testigos ocupando una "vía media" entre el protestantismo por un lado y la Iglesia católica y las iglesias ortodoxas por otro. El sector liberal del anglicanismo tenía, y tiene, la sartén por el mango y consiguieron llevar a cabo lo que desde hacía más de un siglo llevaban soñando. Pero claro, tanto el sector anglocatólico como el evangélico no estaban, ni están, por la labor de que conviertan la comunión anglicana en algo que nunca ha sido ni se supone que puede ser.

Tras la ordenación de mujeres muchos anglocatólicos salieron en dirección a Roma o Bizancio. Entre ellos, bastantes sacerdotes y algún prelado de importancia, como fue el caso del obispo anglicano de Londres. No pocos anglicanos evangélicos, o sea de tendencia protestantizante, se removieron incómodos pero entre ellos apenas se produjo éxodo alguno. Pero precisamente son estos los que pueden hacer estallar en mil pedazos la comunión anglicana. El motivo es la aprobación de la moralidad de las relaciones homosexuales y la ordenación de ministros que son homosexuales activos. Por ahí los anglicanos protestantes conservadores no pasan. Y claro, aunque en Gran Bretaña y EEUU ellos son minoritatios, en África son mayoría aplastante. Y es África el vivero mayor de anglicanos en todo el mundo. En Gran Bretaña hay hoy más musulmanes que anglicanos practicantes y en EEUU la comunión anglicana está entre las que ven reducidos sus miembros a un ritmo constante y parece que imparable.

En medio de toda esa realidad, acaba de darse a conocer que Rowan Willimas pensaba oficiar, el próximo mes de noviembre, un servicio religioso en Londres, que en principio debía ser secreto, para sacerdotes homosexuales y sus parejas. En dicho acto tenía previsto leer una homilía titulada "Realidad actual y posibilidades futuras para lesbianas y homosexuales en el seno de la Iglesia". Pero claro, era impensable que algo así pudiera ocultarse por mucho tiempo. Y en cuanto se ha sabido, al temeroso de Rowan le han llovido galletas de todas partes. Por un lado, los conservadores han puesto el grito en el cielo. Por el otro, los liberales favorables a la ordenación de homosexuales le acusan de no dar la cara y querer ir en plan secretista. Los cada vez menos anglocatólicos que quedan en esa comunión seguramente estarán pensando porqué no se fueron antes o cuándo es ahora el mejor momento para dejar ese barco que se hunde.

Rowan es consciente de que no es posible mantener en una misma comunión eclesial a unos y otros. Sabe que ninguna de las partes va a ceder. Los liberales no permitirán que se den pasos hacia la situación anterior y los evangélicos jamás aceptarán que se su iglesia se pase por el forro lo que para ellos es una clara y contundente condena de la Escritura a la práctica homosexual. Por tanto el primado anglicano, antes o después, deberá tomar una decisión. O con unos, o con otros. Mi sensación es que a él le gustaría ceder antes los liberales pero sabe que eso supondría la separación inmediata de todo el anglicanismo evangélico, que pasaría a ser una denominación protestante más. Y no estaríamos ante un cisma como el metodista, sino ante uno mucho más profundo. Además, Rowan no es tonto y sabe que precisamente ese sector del anglicanismo es el más activo, el más misionero, el que tiene más miembros que de verdad pueden ser considerados como practicantes. Pero no es menos cierto que si se pone de parte de los que quieren cerrar la puerta a la ordenación de homosexuales, se le va a echar encima la mayor parte de la comunión anglicana en Norteamérica y todo el partido anglo-liberal británico.

No sé hasta qué punto jugará algo la cuestión ecuménica en todo este conflicto interno. Rowan sabe que tanto Roma como las iglesias ortodoxas están pendientes de cómo se soluciona todo. Acá apenas se sabe que los ortodoxos han mantenido unas relaciones óptimas con los anglicanos en el último siglo y medio. La ordenación de mujeres fue un jarro de agua fría tremendo. Y si finalmente se aprueba la ordenación de homosexuales, se puede afirmar con total certeza que las iglesias ortodoxas van a desandar lo poco o mucho de camino ecuménico que hayan transitado con los anglicanos. Respecto a Roma, no sé si se producirá algún movimiento que vaya más allá de alguna declaración del Papa o del responsable de ecumenismo en la curia.

En definitiva, podemos estar asistiendo a la disolución de una comunidad eclesial que nunca debió de separase de la Iglesia de Cristo o que, de hacerlo, debería haber corrido la misma suerte que el resto de denominaciones protestantes. Nadie olvide que a día de hoy, la cabeza nominal de la comunión anglicana sigue siendo la monarquía británica. Nada tan absurdo, nada tan prescindible. Si desaparece dicha comunión eclesial, no seré yo quien la llore.

Luis Fernando Pérez Bustamante.

17.09.07

La fruta madura de Bermejo

"Al aumentar el nivel de bienestar, ha aumentado la longevidad de los ciudadanos, y es en este contexto donde muchos empiezan a reflexionar sobre el derecho individual a poner el límite final, la raya final a la propia existencia….. La sociedad española ya está madura para este debate".

Esas son palabras sacadas de las declaraciones que Mariano Fernández Bermejo, actual ministro de justicia, ha realizado esta mañana en Radio Nacional de España. Se añaden a lo dicho hace no mucho por Bernat Soria, a la sazón ministro de sanidad: "En esta legislatura no tengo tiempo, pero la eutanasia es una asignatura pendiente en la sociedad española". Es decir, no será porque no están avisando. Suponiendo, que no lo tengo yo muy claro, que no se atrevan a llevar esta cuestión al parlamento español en lo poco que queda de legislatura, es obvio que será de las primeras cosas que harán si tras las futuras elecciones consiguen formar gobierno.

Me pregunto qué entenderá Bermejo por sociedad madura. Y la respuesta es, con casi total certeza, que madura es aquella sociedad que acepta la eutanasia de la misma manera que aceptó el aborto, que acepta el divorcio express, el matrimonio gay, la negociación con Eta y todo lo que se le ocurra o deje de ocurrir a Zapatero, incluída la EpC. Porque, no lo olvidemos, el hecho de que hayan habido manifestaciones masivas contra todas esas zapateradas no implica que la mayoría de la sociedad no las acepte. Sólo implica que todavía queda un sector de la misma que se opone a las mismas. Pero en esto de la democracia los apoyos se obtienen en las urnas, no en las calles. Y dudo muchísimo que haya en España más de cien mil personas que tengan pensado votar al PSOE y no lo hagan por esas cuestiones de ingeniería social. En consecuencia, en marzo se medirán las fuerzas. Por un lado, el partido que siempre da pasos adelante en dirección a un concepto de sociedad anclado en los valores de la izquierda utópica y la masonería. Por otro, un partido que, con un complejo de inferioridad digno del más patético de los cobardes, no sólo no da nunca pasos atrás para revertir ese camino, sino que a veces tiene los santos bemoles de darlos hacia adelante (léase píldora abortiva aprobada por el gobierno Aznar). En definitiva, a lo único que un sector todavía importante de la sociedad puede aspirar, a falta de un partido que defienda con energía todos sus valores, es a frenar el avance del espíritu zapateril (luego tendrá otro nombre) durante unos años. Los que transcurran entre un posible gobierno de los populares a partir de marzo y los que tarden los socialistas en volver al poder.

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Roma aclara las dudas sobre la alimentación e hidratación artificiales.

Una de las cosas buenas que tiene la Iglesia Católica, y que la diferencia de otras confesiones cristianas, es que su magisterio puede y debe aclarar cualquier duda sobre cuestiones que afectan a la moral e incluso la dignidad de la vida humana. Por eso es de agradecer que se publique el texto que voy a copiar. Obviamente no estamos ante una declaración de carácter dogmático pero es deber de todo católico, y tanto más si es sacerdote, religioso o teólogo, asentir a lo que Roma ha determinado sobre esta cuestión tan polémica y actual.

Respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a preguntas de la Conferencia Episcopal Estadounidense sobre la alimentación e hidratación artificiales

Primera pregunta:
¿Es moramente obligatorio suministrar alimento y agua (por vías naturales o artificiales) al paciente en «estado vegetativo», a menos que estos alimentos no puedan ser asimilados por el cuerpo del paciente o no se le puedan suministrar sin causar una notable molestia física?

Respuesta:
. Suministrar alimento y agua, incluso por vía artificial, es, en principio, un medio ordinario y proporcionado para la conservación de la vida. Por lo tanto es obligatorio en la medida y mientras se demuestre que cumple su propia finalidad, que consiste en procurar la hidratación y la nutrición del paciente. De ese modo se evita el sufrimiento y la muerte deivados de la inanición y la deshidratación.

Segunda pregunta:
¿Si la nutrición y la hidratación se suministran por vías artificiales a un paciente en "estado vegetativo permanente", pueden ser interrumpidos cuando los médicos competentes juzgan con certeza moral que el paciente jamás recuperará la consciencia?

Respuesta:
No. Un paciente en "estado vegetativo permanente" es una persona, con su dignidad humana fundamental, por lo cual se le deben los cuidados ordinarios y proporcionados que incluyen, en principio, la suministración de agua y alimentos, incluso por vías artificiales.

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16.09.07

La añoranza inexistente como excusa de los totalitaristas

En favor de la ingeniería social de la actual legislatura zapateril y en contra de los que en mayor o menor medida nos oponemos a la misma, uno de los argumentos repetidos hasta la sociedad por los "pensadores" de la izquierda y el laicismo fundamentalista es el de apelar a los treinta y muchos años de régimen franquista, y el papel que la Iglesia desempeñó en el mismo. Dicen los insignes popes del articulismo y la tertulia progresista que los obispos, o más concretamente un sector de los mismos, añoran un pasado en el que la Iglesia era la que formaba las conciencias ejerciendo, según ellos, un dominio tiránico sobre las mismas. Y claro, el laicismo integrista es la vacuna contra ese deseo enfermizo.

Bien, partamos de un hecho. No hay tal añoranza. El no desear el mal para nuestra sociedad no implica desear volver al pasado sino, por el contrario, buscar un futuro mejor para todos. No hay obispo alguno que quiera resucitar a Franco y su régimen, que quiera reinstaurar la obligatoriedad de la educación en los valores del Movimiento, entre los cuales estaba, no vamos a negarlo, la fe y la moral católicas. Incluso aunque crean, como de hecho deben creer, que el catolicismo genuino es garantía de prosperidad social y moral para España, su actuación se limita a dejar oir su voz a los fieles, y a los que no lo son, sobre aquellos temas que consideran que afectan gravemente a la salud de la sociedad española. Sociedad, por cierto, que tanto si les gusta como si no a los científicos de salón del pensamiento progre, está hoy infinitamente más enferma y deteriorada de lo que estaba cuando entramos en la Transición. Constatar este dato, señores afectos a la cosmogonía de la escuadra y el mandil, no implica el deseo de volver atrás sino, simple y llanamente, ser fieles a la verdad y apuntar a la necesidad de proponer soluciones que vayan a la raíz del empobrecimiento de la calidad moral de la sociedad española de principios del siglo XXI.

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