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12.06.08

La huelga y el cura del bate de beisbol

La huelga del sector minoritario de transportistas a la que estamos asistiendo nos retrotrae a tiempos que creíamos pasados en este país. Todavía recuerdo una escena “peculiar” en mis tiempos de alumno en el colegio que los Escolapios tienen en Getafe. Debido al cierre de Kelvinator los sindicatos habían convocado un paro general en toda la ciudad. Siendo Getafe una parte importantísima del cinturón rojo al sur de Madrid (hoy menos cinturón y menos rojo), el poder de movilización de los sindicatos era considerable. El caso es que también quisieron que parasen los colegios, pero la dirección del mío decidió que “naranjas de la China” y que permanecería abierto. Los padres que quisieran enviar a sus hijos a clase, lo podrían hacer…. al menos en teoría.

Por supuesto, aparecieron los piquetes “informativos". Pero hete aquí que a la puerta del colegio se encontraron con un cura más bien canijo, pero con una mala leche poco común, que además tenía entre sus manos un bate de beisbol. Era el padre Villar, al que yo tenía por profesor de Física en 6º de EGB. Por más años que pasen, y si el Señor no permite que enferme de Alzheimer o algo similar, no se me olvidará la imagen del cura con el bate de beisbol en la puerta de entrada al colegio. Obviamente ningún piquete se acercó a menos de 100 metros para convencer a los críos de que no debían de entrar, pero no quiero pensar lo que habría ocurrido si algunos exaltados hubieran optado por ir a por “el cura del bate".

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9.06.08

El niño que no quiso morir

Finley parecía destinado a morir antes de poder ver la luz del sol. Su delito, ser candidato a padecer una enfermedad congénita en sus riñones. Un hermano suyo falleció al poco de nacer debido a ese mal. Otro hermano, de veinte meses de edad, sobrevive con un solo riñón. Su madre no estaba dispuesta a pasar otra vez por lo mismo y decidió que los médicos no dieran la oportunidad de vivir a su nuevo hijo. A las ocho semanas de embarazo se puso en manos de esos sujetos con bata blanca que se dedican a acabar con la vida humana dentro del seno materno. Pero algo salió “mal”. En realidad, deberíamos decir que algo salió “bien”. No se sabe bien porqué, el aborto fue fallido. Quizás Finley supo esconderse bien, quizás el galeno asesino tuvo el día tonto. El caso es que el niño siguió dentro de una madre que ya le creía muerto.

Cuando pasaron otras diez semanas, la madre de Finley se dio cuenta de que algo se movía dentro de su vientre. El niño se había hecho mayor y ya daba patadas a quien pensaba que él había acabado cual desecho orgánico en un contenedor de basura. Esta vez la madre decidió salvarle. Todavía podría haberle matado, porque una ley infame así lo permite, pero se ve que no es tan fácil matar a aquel que ya sientes vivo en tu interior.

Finley nació y aunque tiene la enfermedad de sus hermanos los médicos creen que podrá vivir sin demasiadas complicaciones. La medicina que quiso matarle puede ayudarle a vivir. La madre que quiso librarse de él para no tener que pasar por un proceso duro y complicado, hoy dice que no le cambiaría por nada en el mundo. Ella ha tenido suerte. Se le dio una segunda oportunidad y eligió la vida. Pero son millones las mujeres, y los hombres de su entorno, que eligen la muerte. Finley es una bofetada en la cara de todos ellos. Finley es un ejemplo de que merece la pena darle una oportunidad a la vida. Finley es el testimonio vivo de la miseria moral en la que vive una sociedad que no merece la pena sobrevivir, como no sobrevivieron las civilizaciones que sacrificaban sus hijos ante dioses paganos. Finley es la excepción, pero son millones los Finleys a los que no se ha permitido nacer.

Aquellos que creemos que Dios juzga a los pueblos y las naciones, sabemos que antes o después Occidente recibirá el pago a su ignominia. Matamos a nuestros hijos antes de que puedan nacer. Queremos matar a nuestros abuelos cuando ya son molestos. No merecemos sobrevivir y no sobreviviremos a menos que, aunque quizás sea ya tarde, desechemos la cultura de la muerte. Al fin y al cabo ninguna de nuestras naciones tiene un pacto con Dios que le garantice, como a Israel, su supervivencia tras el castigo.

Luis Fernando Pérez Bustamante

6.06.08

De zorras y burras

“¡Serpientes, razas de víboras, sepulcros blanqueados, insensatos, animales irracionales, inmundicias, hijos de maldición, zorra!”

Esa lista de improperios no la he sacado de los programas de la Cope ni de otra cadena de radio o periódico. Tampoco del debate acalorado en ningún parlamento nacional o autonómico. Ni de ningún programa basuriento televisivo. No, señores, esos “¿insultos?” salieron de la boca de el mayor profeta de todos los tiempos, de los apóstoles y del mismísimo Señor Jesucristo. Y en el caso de Cristo, el uso del término “zorra” –o zorro- estaba dirigido a un gobernante que quería retirarle de la circulación:

En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos, y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte.» Y él les dijo: «Id a decir a ese zorro: Yo expulso demonios….

Es decir, aunque es bueno y apropiado el procurar ser moderado en las formas, el uso de un lenguaje contundente, agresivo, mordaz e incluso ofensivo puede tener justificación cuando nos encontramos ante situaciones dignas de ser denunciadas. De hecho, a veces es necesario y oportuno. No podemos confundir la caridad cristiana con el buenismo irresponsable de los que tienen pavor a llamar a las cosas por su nombre.

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5.06.08

Hay fronteras que jamás deben cruzarse

Llevamos varios días con un cirio montado de dimensiones considerables a costa de la Cope y lo que rodea a la Cope. Mi opinión sobre lo que está ocurriendo ya la he dado en varios artículos y no me voy a repetir. Ahora bien, creo que aunque se sea un anti-Losantos radical, hay fronteras que no se deben cruzar. En el Diario de León se publica hoy el artículo de un personaje llamado José Luis Gavilanes Laso crítico con el director de La Mañana de Cope. En dicho escrito, titulado “El Pico de Federico” encontramos lo siguiente:

Federico, Federico, oye rico, templa el pico, descansa un poco, no más, que ese pico, Federico, se te puede lastimar. Por picar en Cataluña, te quebraron la pezuña, que por ello cojo vas. Y si picas sin parar, ese pico, Federico, pronto muy romo será. De tal modo que, mañico, puedes quedarte sin pico, y ya no podrás echar a la siniestra el hocico, ni tampoco a la derecha, si ella a tu gusto no está.

Por si alguno no lo sabe, Jiménez Losantos es víctima del terrorismo de Terra Lliure. Unos terroristas de esa banda criminal, algunos de cuyos miembros forman parte de uno de los partidos que componen el tripartito en Cataluña, secuestraron por unas horas a Federico. Le “soltaron” tras pegarle un tiro en la pierna.

Es decir, este sujeto llamado Gavilanes hace befa y mofa de una víctima del terrorismo. Y no sólo eso. Le advierte de que si sigue hablando, le puede ocurrir lo mismo o peor. En otras palabras: O te callas o te callan.

Aparte de que lo más probable es que eso sea un delito, lo que no tiene el más mínimo sentido es que desde un medio de comunicación nacional como Religión Digital -Periodista Digital-, se reproduzca sin más semejante salvajada. Hay fronteras que jamás deben cruzarse. Y si se cruzan, hay que dar marcha atrás inmediatamente a menos que queramos que esto se convierta en una guerra abierta de la que luego no sabremos bien cómo salir.

Luis Fernando Pérez Bustamante.

Confirman que Manel Pousa pagó al menos un aborto y que Sistach lo sabe

Julián Moreno, blogger de Religión Digital, nos confirma hoy en su blog que el sacerdote Manel Pousa pagó al menos un aborto a una chica “desesperada". Nos cuenta Julián:

Al parecer el cura en cuestión se encontró un día con una joven parroquiana, la cual estaba en una situación verdaderamente lamentable, y que tras sopesar otras posibilidades, no le quedó otro remedio que darle parte del dinero para costear la intervención. Hasta donde ha podido saber este amigo, la chiquilla estaba verdaderamente desesperada. Hay quedó la cosa, más sobre ella no se puede saber más porque el cura en cuestión hace lo imposible por evitar que trascienda dato alguno que la identifique.

Hasta donde yo sé, nadie ha intentado ni intentará averiguar la identidad de esa joven. Jamás debió abortar pero Dios es fiel para perdonarla si se arrepiente. Más culpa tiene el que, siendo cura, en vez de llevarla a cualquiera de las asociaciones provida que hacen lo indecible para ayudar a las embarazadas en problemas, decidió pagarle el aborto.

Pero a lo que vamos: se confirma que Pousa pagó al menos UN aborto. Él afirmó en el Periódico haber pagado ABORTOS. Es decir, probablemente ese no haya sido el único caso, aunque con uno ya es suficiente para estar automáticamente excomulgado.

Pero Julián, o su fuente, va más allá y nos da detalles de lo que hizo el cardenal Sistach:

El arzobispo Lluis Martínez le hizo llamar, le interrogó acerca de esto, y le exigió que esto no volviera a ocurrir nunca más o sino le suspende. Y ahí quedó la cosa, Lluis Martínez corrige a su sacerdote.

Si eso es cierto, está claro que el cardenal Sistach SABE que el cura pagó abortos. Y que se conformó con decirle que no volviera a hacerlo. Hombre, ¡¡¡FALTARÍA MÁS!!!, estaría bueno que el cardenal le dijera: Manel, tú a lo tuyo. Sigue pagando abortos cuando lo creas oportuno.

No, señores, vamos a ver si queda clara una cosa. Lo que hizo Pousa la Iglesia lo pena con la excomunión. Eso no es discutible. Sencilla y llanamente ES. Y la Iglesia no dice que basta con no volver a hacerlo para levantar la excomunión. No, hay que ARREPENTIRSE de haberlo hecho. Y si se ha “presumido” públicamente de haber pagado abortos, público ha de ser el arrepentimiento. Si hay escándalo público, y eso es evidente, pública ha de ser la reparación. No hace falta ser cardenal para saber eso. No hace falta ser arzobispo para entender eso. No hace falta ser obispo para comprender eso. No hace falta ser cura para estar de acuerdo con eso. Ni diácono ni seglar. Sólo hace falta sentido común para afirmar eso.

Y ahora, nos preguntamos: ¿Se hará eco L´Osservatore romano de esta noticia?, ¿informarán de que en Barcelona un cura ha pagado abortos y que su cardenal se conforma con pedirle que no lo haga más?, ¿qué opina el cardenal secretario de Estado de este asunto?, ¿lo conoce el Papa?; ¿y De Prada? ¿tiene algo que decir?; ¿ tienen algo que decir en Forum Libertas y e-cristians?

Seguiremos esta noticia hasta que se dé una solución medianamente aceptable. Ahora no nos vale con que se niegue lo que se hizo. Ya sabemos que Pousa pagó para que un ser humano fuera aniquilado en su seno materno. No nos hace falta conocer los datos de la madre ni de la clínica abortiva -aunque tendría su aquel que fuera del doctor Morín-. Lo que queremos es que se cumpla lo que la ley de la Iglesia marca para estos casos. Es lo menos que se puede en honor a esa vida, o vidas, humana que no pudo ver la luz del sol.

Monseñor Sistach, en su tejado sigue estando la pelota.

Luis Fernando Pérez Bustamante