Carta a los obispos sobre el estado de la apologética católica en Internet.
Señores obispos,
Les escribo para expresarles mi preocupación sobre lo que considero como penoso estado de la apologética católica en lengua española. En Internet, y yo diría que también en la "vida real", la apologética católica hispana está en mantillas comparada con la que se hace en otras lenguas. Existe un déficit espantoso de acceso a textos, citas, libros, etc, etc. Hablo de una apologética de alto nivel, no de esa que se usa para despachar en media hora a testigos de Jehová, evangélicos y similares que estén poco formados teológicamente. Para esa apologética de bolsillo sí hay material de sobra en nuestra lengua, aunque me aventuro a decir que la mayoría de los católicos de a pie la desconocen.
Yo me he tirado más de 7 años dedicando horas y horas y más horas (sin duda demasiadas, pues buena parte de ellas se las he robado a mi familia) a defender la fe de la Iglesia en diversos foros y listas de correo de Internet. Y ha habido momentos en que me he encontrado atado de pies y manos porque no tenía posibilidad de acceder a material que me ayudara a responder a determinadas materias, sobre todo de orden patrístico e histórico. Aunque puedo leer el inglés con cierta facilidad, no puedo pasarme la vida traduciendo libros, argumentos y citas que no encuentro en mi idioma. De tal forma que a veces he pensado abandonar completamente esta actividad, porque no me apetece tener que quedarme a medias en un debate por no tener acceso a la bibliografía necesaria. No porque yo quede mal, que me importa un pimiento, sino porque quien queda mal es la postura de la Iglesia.
Quizás puedo sonar muy drástico pero creo que la Iglesia no da la más mínima importancia a la apologética castellano-parlante en la red. Puedo nombrar a más de cinco grandes apologetas católicos de habla inglesa pero ni uno sólo que hable o escriba en español. La labor de esos grandes apologetas está siendo fundamental para que se esté produciendo un río de conversiones del protestantismo al catolicismo en EEUU. Esas conversiones (y lo dice alguien consciente de que el Señor le ha usado para ayudar a algunos) las contamos con los dedos de una mano en España e Hispanoamérica.
Ustedes ven como, sobre todo en Hispanoamérica, los católicos mal formados se van por manadas a las iglesias evangélicas y las sectas, y no parece que hagan mucho para formar apologéticamente a sacerdotes, teólogos y laicos. Es decir, no tenemos muchos continuadores de la labor apologética de San Francisco de Sales entre nuestros obispos, a pesar de que Internet podría considerarse como un nuevo Chablais al que conquistar para nuestra Iglesia.
Algunos curas y laicos hacemos de llaneros solitarios, con pocos medios, en medio de un campo de batalla donde se juega la salvación de muchas almas. No lo hacemos por otra razón que no sea el amor a Dios y a su Iglesia. Pero no creo que sea mucho pedir a nuestra Madre y Maestra que se implique un poco más en esta tarea. Que nos ayude, que nos facilite la labor, que ponga a nuestra disposición buenos materiales, que forme a buenos apologetas, que cree organismos para que ellos se coordinen, que haya un plan de acción pastoral específico en el que ellos hagan bien su labor, ya sea en Internet, ya sea en los medios de comunicación, ya sea en la calle.
La Iglesia ha de entender que la apologética no es antiecuménica sino la mejor herramienta para un sano ecumenismo con los hermanos separados. Y en todo caso, es la mejor herramienta para evitar la sangría de católicos hispanos en dirección hacia el protestantismo y las sectas. Católicos que por lo general acaban por convertirse en furibundos anticatólicos, la antítesis del ecumenismo.
Insisto: es la Iglesia, como institución, quien tiene que poner los medios, el personal y hasta el dinero que haga falta. Ha de promover la publicación de libros apologéticos en la red y procurar su difusión masiva; ha de procurar la creación y difusión de más portales como Aplogetica.org(que lleva casi 4 años sin actualizarse), Mercaba (es lo mejor que hay) y de grupos de apologetas especializados en diversas ramas (patrología, historia de la Iglesia, protestantismo histórico, sectas, ateísmo/agnosticismo, etc); ha de introducir, siquiera de forma elemental, la apologética en la formación catequética para así dar un arma eficaz a jóvenes y adultos católicos, que muchas veces no saben ni cómo dar razón de su fe cuando se les requiere. Es una tarea ingente que no podemos realizar cuatro y el de la botella por mucho ánimo que tengamos. Y espero que esta carta sirva también de acicate a ese gran número de teólogos que casi nunca asoman su cabeza por la red, y que se pasan la vida escribiendo libros que apenas leen ellos mismos.
En España no sufrimos todavía el trasvase de católicos al protestantismo porque padecemos algo bastante peor: su paso a la indiferencia religiosa. Pero aun así, muchos de los inmigrantes que nos llegan del otro lado del océano son ya miembros de iglesias evangélicas o de sectas, y saben muy bien como captar a sus compatriotas católicos que llegan acá y no se integran con facilidad en nuestras parroquias. Éstos últimos necesitan de una buena apologética católica que les ayude a mantenerse en la Iglesia. Y creo que no hace falta que les diga lo útil que también sería una buena apologética a la hora de combatir a la disidencia teológico-eclesial, que ustedes han señalado como una de las principales responsables de la secularización interna. Hay algo mucho mejor que condenar a los heterodoxos: desmontar sus argumentos de forma pública y notoria.
Dios les bendiga y les guarde,
Luis Fernando Pérez Bustamante
24 comentarios
Sólo espero que en lo que se considere propiamente apologética haya de todo, para todo tipo de psicologías. Como decía San Pablo, hay que hacerse todo a todos para ganar a algunos. Lo que a ti te sirve para afirmar tu fe puede debilitar la de otros.
Que lejos por ejemplo de aquel blog que traiste una vez del cardenal de Boston creo que era.
En fin, y no digamos ya figuras relevantes de la vida intelectual, en España no hemos tenido un Chesterton ni un Lewis, lo más parecido fue Unamuno, que siempre dudaba de su fe, así que apologeta precisamente no era.
Debo reconocer que en cuestión de apologética estás muy versado y es cierto que harían falta muchas más voces dispuestas a defender la fe.
¿Por cierto, detrás de catholic. net están los legionarios de Cristo?. Yo visito sus páginas todos los días y mira que son ortodoxos.
Por cierto, Luis Fernando, ¿esas páginas de Apologética que existen en otros idiomas dependen de los obispos?
Juvenal, prueba a poner "protestantismo" en el buscador de arvo.net y luego nos dices cuántos artículos te salen, :-)
Tienes razón en que hay páginas de lefebvristas y sedevacantistas con material muy cuidado. Non praevalebunt lleva también la tira sin actualizarse.
Carmen, detrás de Catholic.net (CN) está la archidiócesis de México DF. Y creo que les pusieron desde Roma a alguien para controlar el tema aunque la directora sigue siendo Lucrecia Planas, madre de una legión de hijos (entre 10-12 creo que anda la cosa). De hecho, CN lo llevan casi solo mujeres.
Por supuesto, hacen falta apologetas especializados en ateísmo y agnosticismo. Yo he tratado con algunos agnósticos y ateos, pero no es lo mío.
Hay un tema que no me explico. Si vais a la web del Vaticano y entráis en la sección dedicada a los Papas del siglo XX (entra también León XIII), veréis que hay más encíclicas traducidas al portugués que al castellano. Y pasa igual con otros documentos. ¿Cómo es posible que siendo el castellano el idioma que más católicos hablan, la web del Vaticano tenga traducidas más cosas a otros idiomas?
Ahora bien, precisamente porque se lo ha tenido que "currar", un protestante converso al catolicismo suele argumentar muy bien las doctrinas católicas sobre la Madre de Dios.
Aunque, obviamente, sin la gracia de Dios que ilumina el alma, la conversión es imposible. La apologética puede ser una buena herramienta pero tiene sus límites. A mí me sirvió más mi viaje a Lourdes que veinte libros.
Esa crisis de fe lleva a un relativismo en el que todo tipo de evangelización o proselitismo, es visto como preconciliar, peligroso e incluso pecaminoso. "Lo católico" se sustituye por una verdadera pasión por toda espiritualidad que sea de fuera: desde el protestantismo, hasta el budismo, bahai...
Por otra parte, Luis Fernando, ¿Catholic.net no depende de los Legionarios de Cristo? ¿No podríamos incluir la Enciclopedia Católica entre las páginas de Apologética?
La versión españolade la Enclicopedia Católica va mejorando. Ahora tienen más de 3000 artículos. Pero la original en inglés tiene más de 11.000.
La otra es flojita.
No aparece quien lo lleva, ¿eres tú?.
Le propongo a Luis Fernando hacer una lista de sitios recomendables. Hoy ya he encontrado tres gracias al post.
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