InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Archivos para: Marzo 2017

16.03.17

Maldito el hombre que confía en el hombre mientras su corazón se aparta de Dios

Primera lectura de la Santa Misa del Jueves de la segunda semana de Cuaresma:

Así habla el Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor! 
El es como un matorral en la estepa que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhóspita. 
¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en él tiene puesta su confianza! 
El es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto. 
Nada más tortuoso que el corazón humano y no tiene arreglo: ¿quién puede penetrarlo? Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino las entrañas, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de sus acciones. 
Jer 17,5-10

No son pocas las veces en que se entiende mal esta enseñanza del Señor dada por boca de su profeta Jeremías. Dios no pretende que no confiemos en hombres que nos aventajan en madurez en la fe o tiene la gracia de estado sacramental. La clave del pasaje está en “mientras su corazón se aparta del Señor". El drama es dejar de lado a Dios, Autor de la Vida, fuente de Sabiduría, alegría para el alma.

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15.03.17

No sabéis lo que pedís

Evangelio del Miércoles de la Segunda semana de Cuaresma.

Mientras iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:
«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.  Él le preguntó: «¿Qué deseas?».
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron: «Podemos».
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos»
Mat 20,17-28

Anuncia Jesús que va a subir a Jerusalén a ser sacrificado en la Cruz y no se le ocurre otra cosa a los hijos del Zebedeo -su madre hablaba por ellos- que pedir los dos mejores lugares al lado del Señor en su Reino.

Tres años de presencia a su lado, de caminar junto a Él, de verle hacer toda serie de milagros, de predicar el evangelio… y lo que buscaban era el honor personal.

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14.03.17

Uno solo es vuestro maestro, el Mesías

Evangelio del martes de la Segunda semana de Cuaresma

Entonces Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame rabbí. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar rabbí, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Mat 23,1-12

Todos, absolutamente todos estamos sujetos al magisterio y la autoridad de Cristo. Y es Cristo quien manda hacer caso a los que enseñan conforme a la ley divina, pero sin tener en cuenta su mal ejemplo en caso de que se produzca. Desde luego no pide obedecer a quienes manipulan sus palabras, a quienes convierten en nada sus mandamientos.

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13.03.17

No hemos escuchado a tus servidores los profetas

Primera lectura del Lunes de la segunda semana de Cuaresma:

¡Ah, Señor, Dios, el Grande, el Temible, el que mantiene la alianza y la fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos!
Nosotros hemos pecado, hemos faltado, hemos hecho el mal, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y tus preceptos. No hemos escuchado a tus servidores los profetas, que hablaron en tu Nombre a nuestros reyes, a nuestros jefes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.
¡A ti, Señor, la justicia! A nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como les sucede en este día a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos, en todos los países adonde tú los expulsaste, a causa de la infidelidad que cometieron contra ti.
¡A nosotros, Señor, la vergüenza reflejada en el rostro, y también a nuestros reyes, a nuestros jefes y a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti!  ¡Al Señor, nuestro Dios, la misericordia y el perdón, porque nos hemos rebelado contra él!
Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, para seguir sus leyes, que él puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas.
Dan 9,4b-10

Preciosa oración del profeta Daniel, que intercede ante Dios por todo su pueblo. Pueblo rebelde que había sido castigado con la deportación a Babilonia.

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12.03.17

Salvos por elección divina antes de los siglos

Segunda lectura del Primer domingo de Cuaresma

… antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó con una vocación santa, no por nuestras obras, sino según su designio y según la gracia que nos dio en Cristo Jesús desde antes de los siglos, la cual se ha manifestado ahora por la aparición de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que destruyó la muerte e hizo brillar la vida y la inmortalidad por medio del Evangelio.
2Ti 1,8b-10

Gran misterio el de la predestinación. Los que se salvan fueron elegidos para tal fin antes de todos los siglos por pura voluntad divina. Por tanto, no podía haber nada que hicieran los elegidos para merecer semejante elección, aunque ciertamente el Señor preparó las buenas obras que han de hacer (Ef 2,10) y les capacita para llevarlas a cabo (Fil 2,13), a fin de que el juicio final sea justo: vida eterna para los que obran bien y condenación para los que obran mal (Jn 5,29 y Rom 2,6-8).

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