La meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas

Hoy he atendido a la celebración de la Misa por parte del P. Jorge González Guadalix, que la ha retransmitido en directo desde su cuenta de Facebook. Ha sido una Misa según el rito Novus Ordo ad orientem. Pueden verla ustedes haciendo click en este enlace.

En su homilía, D. Jorge ha destacado especialmente la frase final de la segunda lectura de hoy, Domingo de la Divina Misericordia:

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor, Jesucristo, que, por su gran misericordia, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha regenerado para una esperanza viva; para una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible, reservada en el cielo a vosotros, que, mediante la fe, estáis protegidos con la fuerza de Dios; para una salvación dispuesta a revelarse en el momento final.

Por ello os alegráis, aunque ahora sea preciso padecer un Poco en pruebas diversas; así la autenticidad de vuestra fe, más preciosa que el oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego, merecerá premio, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; sin haberlo visto lo amáis y, sin contemplarlo todavía, creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable y radiante, alcanzando así la meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas.
I Pedro 1,3-9

Como bien ha predicado D. Jorge, nada hay más importante en esta vida que alcanzar la salvación eterna. A ello debe dirigirse principalmente nuestro proceder así como la acción de la Iglesia. Todo lo demás, sin dejar de ser importante, es absolutamente secundario.

Por más que vivamos una larga vida, pongamos que 90-100 años, es infinitamente menos tiempo que un parpadeo de ojos comparado con la eternidad sin fin que nos espera tras abandonar este mundo. Dice la Escritura (Heb 9,27) que al hombre se le ha dado una sola vida y después de ella, el juicio. Nuestro destino eterno se determina mientas vivimos. No hay segundas oportunidades. O nos salvamos (cielo o purgatorio del que se sale siempre al cielo) o nos condenamos (infierno). Y tan eterno es el cielo como el infierno.

¿Cómo salvarme? es la pregunta que todo hombre debería hacerse. Vemos cómo responde Cristo sobre lo que hay que hacer para alcanzar la vida eterna

Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
Ellos le preguntaron: «Y ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».
 Respondió Jesús: «La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado».
Jn 6,27-29

La fe es un don de Dios que nos lleva a creer en Él. Y sin fe, como también dice la Escritura, no se puede agradar a Dios (Heb 11,6). Mas para que no caigamos en el error solafideísta, la epístola de Santiago nos advierte que “la fe, si no tiene obras, está muerta por dentro” (St 2,17) y que “el hombre es justificado por las obras y no solo por la fe” (Stg 2,24). De hecho, el propio San Pablo, a quien como dice San Pedro “los ignorantes e inestables tergiversan como hacen con las demás Escrituras para su propia perdición” (2 Ped 3,16), Dios “pagará a cada uno según sus obras: vida eterna a quienes, perseverando en el bien, buscan gloria, honor e incorrupción; ira y cólera a los porfiados que se rebelan contra la verdad y se rinden a la injusticia. Tribulación y angustia sobre todo ser humano que haga el mal, primero sobre el judío, pero también sobre el griego; gloria, honor y paz para todo el que haga el bien…” (Rom 2,6-10).

Es fundamental seguir el consejo o mandato del propio apóstol San Pedro en su segunda epístola, que nos recuerda que por poder de Dios se nos ha concedido ser partícipes ni más ni menos que de la naturaleza divina, y por ello mismo podemos y debemos añadir no pocas cosas a la fe:

Pues su poder divino nos ha concedido todo lo que conduce a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento del que nos ha llamado con su propia gloria y potencia, con las cuales se nos han concedido las preciosas y sublimes promesas, para que, por medio de ellas, seáis partícipes de la naturaleza divina, escapando de la corrupción que reina en el mundo por la ambición; en vista de ello, poned todo empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento, al conocimiento la templanza, a la templanza la paciencia, a la paciencia la piedad, a la piedad el cariño fraterno, y al cariño fraterno el amor.

Pues estas cosas, si las tenéis en abundancia, no os dejan ociosos ni infecundos para el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Y quien no las tenga es ciego y miope, que echa en el olvido la purificación de sus propios pecados.

Por eso, hermanos, poned el mayor empeño en afianzar vuestra vocación y vuestra elección; haciendo esto no caeréis nunca. Pues así se os facilitará muchísimo la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
(2 Pe 1,3-11)

Mas para que quede claro que nadie puede gloriarse de hacer lo que debe hacer para salvarse, como si por sus propias fuezas pudiera obrar conforme a la voluntad de Dios, conviene que recordemos que Cristo nos dijo que sin Él no podemos hacer nada (Jn 5,5) y que es Dios mismo quien produce en nosotros no solo el querer hacer su voluntad, sino el hacerla (Fil 2,13). Nuestras buenas obras son realmente nuestras pero antes son obra de Dios en nosotros, que actúa como causa primera de cualquier mérito que adquiramos.

Es hora, pues, de que clamemos a Dios que nos conceda hacer su voluntad y nos limpie de todo aquello que nos separa de Él. San Pablo nos pide que trabajemos por nuestra salvación con temor y temblor (Fil 2,12). Y nos advierte que “el que se crea seguro, cuídese de no caer” (1 Cor 10,12) , algo de lo que él mismo tuvo cuidado porque “no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado“. (1 Cor 9,27)

Cuéntanos, Señor, entre tus elegidos.

Luis Fernando Pérez Bustamante

14 comentarios

  
Sofonías
¡Excelente! No hay obra más provechosa que trabajar por la propia salvación y la de los demás. Ante esta finalidad, todo lo demás, si no ayuda a alcanzarla, debe ser desechado.
«¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si al final pierde su alma?» (Lc 9,25).
O como nos enseñaron de jóvenes:

La ciencia más acabada
es que el hombre en gracia acabe,
pues al fin de la jornada
aquel que se salva, sabe
y el que no, no sabe nada.

En esta vida prestada
do bien obrar es la llave,
aquel que se salva, sabe,
el otro no sabe nada.

19/04/20 4:32 PM
  
Octavio
Yo también vi la misa por facebook. Magnífico su artículo sobre la homilía.
19/04/20 5:06 PM
  
Pedro 1
La editorial Verbo Divino tiene un librito de 104 páginas, “El tesoro del escriba”, coordinado por don Santiago Guijarro Oporto, catedrático de Nuevo Testamento en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde se dice a propósito del juicio:

“Este momento culminante del encuentro con el Señor cara a cara aparece expresado en las Escrituras con imágenes humanas. En ellas se habla de un juicio ante un tribunal (Mt 5,25-26; Le 18,1-8), de una siega en la que se selecciona el trigo y la cizaña (Mt 13,24-30), de una liquidación de cuentas (Mt 18,22-35; 25,14-30), de la separación entre ovejas y de cabritos (Mt 25,33). Para el Antiguo Testamento, es el "día de Yavé", que se presenta como día de luz o de tinieblas en el que Dios manifiesta su dominio (Is 13; Sof 1,14-18).

Sería un error entender estas imágenes de una forma literal. A través de ellas los autores sagrados proclaman que la historia y la vida de cada persona tienen un sentido y que se encaminan hacia el encuentro con Dios. Al morir se da la gran síntesis de la vida: se verá con transparencia el sentido de todo lo que ahora nos parece, como el reverso de un complicado bordado, una maraña de hilos y colores en confusión. Pero después, cuando se produzca el encuentro personal con Dios, él nos hará comprender su pensamiento sobre el ser humano y la creación. Esta luz hará que aparezcan en sus debidas proporciones la pequeñez y la grandeza, la vida y la muerte, la gracia y el pecado.
Ante esa manifestación, la persona optará”. Página 95.

Para este catedrático, lo que hay después es "el no juicio." Habrá una charla de Dios sobre el ser humano y la creación. Y después decidiremos, optaremos por el cielo o el infierno, supongo. Con esta teología, el infierno y el cielo, vacíos. Una charla de Dios tiene que impresionar. Se puede ser muy malo, pero no tan tonto como para elegir el infierno cuando ya conoces su pensamiento sobre el ser humano y la creación. Parece como que sobra todo el catolicismo para este profesor.



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LF:
Ya se dará cuenta de su error. Me temo que demasiado tarde.
19/04/20 6:44 PM
  
Roberto
La meta de la fe es la salvación, de acuerdo.

El caso es que veo a mucha gente en todas partes que no es creyente pero es fiel a valores morales importantes que coinciden en parte con nuestro decálogo.
No soy yo quien para juzgar el porque unos hemos llegado a la fe y vamos "tirando" entre coherencias e incoherencias, entre luces y sombras; y otros, ni mejores, ni peores, no han llegado , por la razón que sea, a dar el paso de la fe.
Quiza por aquello de que la fe es para todos, pero no es de todos.

Solo Dios sabe lo que existe realmente en el alma de cada uno de nosotros. Hace tiempo que he renunciado a etiquetar, juzgar y clasificar a nadie.
19/04/20 6:59 PM
  
María de las Nieves
Este tiempo que para nosotros nos parece diferente es un tiempo de gracia para nuestra purificación ;aprovechemoslo y que todo sea para adorar y bendecir al Señor.

La Santa Misa Sacrificio perpetuo abre las puertas de la salvación y nuestras almas se purifican si acogemos al Señor que levantará lo oculto del pecado .

Le pedimos perdón con corazón contrito y humillado y el viene a sanar nuestras heridas.
para ser libres en el Espíritu Santo y acceder a moradas celestes.

La oración sin cesar; lectura y meditación Sagradas Escrituras; la Adoración y los Sacramentos son aquí en este tiempo de la Tierra nuestra los medios para la salvacion de nuestras almas.

Queda organizar en este tiempo de prueba como llegar a los hogares creando cenaculos de oración y adoración y plantear como los sacerdotes puedan llegar .Hay que habilitar ministros extraordinarios para la Comunión de enfermos y tb de fieles que no puedan salir de sus casas al igual que en hospitales.
El Real decreto 11 permite arbitrar medidas organizativas que las tendrá que disponer la autoridad eclesiástica.
Y recordamos lo que nos dijo el Papa no viralizar los Sacramentos -Jesucristo-ya que no son abstractos es comunidad viva concreta cuerpo místico.
Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre allí estoy yo.
19/04/20 7:19 PM
  
María-Ar
Exelente LF!
Lamentablemente el corazón del hombre ( algunos) es muy duro...
Haces bien en recordarnos estás advertencias...
+
19/04/20 8:43 PM
  
hornero (Argentina)
Luis Fernando: termino de participar espiritualmente en la hermosa Misa celebrada por el P. Jorge, mediante el video del que usted a tenido el mérito del enlace. He orado por todos nuestros hermanos de Infocatólica, blogueros y comentaristas, de modo particular por su esposa Lidia, nuestra hermana en el Señor. Excelente la Liturgia, sabia la homilía, enriquecen nuestra alma con la solemne Majestad del Señor. ¿No es un bien inmenso que en medio de nuestro obligado y necesario encierro, Infocatólica me permita transformarme en un parroquiano espiritual de La Serna, y seguir al P. Jorge? Si no es milagro, cerca le anda.




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LF:
Cerca le anda, sí.
Un abrazo
19/04/20 9:18 PM
  
Pedro 1
Por la fe, el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su ser, el hombre da su asentimiento a Dios que revela La sagrada Escritura llama «obediencia de la fe» a esta respuesta del hombre a Dios que revela.

Que una persona decida dar su asentimiento o no darlo no es algo irrelevante. Es muy importante que responda o no a Dios. Es lo más importante en la vida de una persona.

Yo tampoco quiero etiquetar a nadie, pero si alguna vez veo a alguien que me mira mal, lleva un cuchillo grande en la mano, y viene andando deprisa hacia mí, saldré corriendo. Además me gusta clasificar para no confundir un pato con una gallina, un perro con un gorrino, la gimnasia con la magnesia. Y siempre juzgo si algo está bien o está mal, si algo me gusta o me disgusta, si es igual un beso que una puñalada trapera o no, etcétera, etcétera.
19/04/20 9:30 PM
  
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
¡Excelente artículo, Luis Fernando! Muchísimas gracias por estas palabras, tan necesarias y clarificadoras en los tiempos que estamos viviendo. A mí, personalmente, me han movilizado muchísimo. Te agradezco todo el bien que me has hecho por medio de este artículo.

Que Jesucristo Resucitado te colme de bendiciones y el Espíritu Santo te siga iluminando para nuestro crecimiento espiritual.
19/04/20 9:33 PM
  
Carmen
Precisamente ayer y hoy, que he asistido virtualmente a la Misa que celebra D, Jorge, es lo que me ha impresionado de su homilía.
¡¡¡Todo es por la salvación de nuestras almas!!!.
Y no hay más, así de simple.
Esa es nuestra gran tarea en esta tierra, para eso estamos aquí.

19/04/20 9:46 PM
  
Peter
Hola,
LF, si es Dios mismo quien produce en nosotros no solo el querer hacer su voluntad, sino el hacerla (Fil 2,13), que hace el hombre?

Gracias

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LF:
El hombre redimido hace exactamente todo lo que Dios le concede hacer. Y lo hace verdaderamente. Como enseña Santo Tomás, Dios es causa primera y el hombre causa segunda. Pero ciertamente es también causa.
20/04/20 12:08 AM
  
María Elodia López Becerra de Colina
Luis Fernando Pérez Bustamante
El análisis que usted elaboró sobre la prédica de Fr Raniero Cantalamessa, del pasado Viernes Santo 10 de abril de 2020 –peculiar por el covid19 internacional- hace que surjan algunas dudas, sobre:
-La UNIDAD DE LA IGLESIA
-La CORRECCIÓN FRATERNA

Causa asombro y consternación el ATAQUE FEROZ que usted hace –ERRONEAMENTE- a FRAY RANIERO CANTALAMESSA.
Usted podría pedir a la persona indicada que sustituya al fraile y que lo ponga a usted que tiene
-BRILLANTEZ INTELECTUAL
-ELOCUENCIA MAGISTRAL
- Y EL SABER HACER POLVO A LOS HUMILDES

Soy una brizna de polvo, pero le doy mis datos:
MARÍA ELODIA LÓPEZ-BECERRA DE COLINA



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LF:
Por partes:

Unidad de la Iglesia:
Solo puede haber unidad en la verdad. Quien dice que el Padre no quiso el sacrificio del Hijo en la Cruz no profesa la fe católica en un punto esencial.

Corrección fraterna:
A mí ese fraile no me ha hecho personalmente nada. No tengo que ir a pedirle privadamente que se disculpe conmigo, que es como funciona esa corrección Su predicación fue pública. Pública es mi objeción a sus errores teológicos.

Este post fue revisado por el editor de InfoCatólica, el P. José María Iraburu. Mons. Barriola ha escrito en la zona de comentarios que es un artículo doctrinalmente inobjetable. Si usted es capaz de defender doctrinalmente las tesis de F. Cantalamessa partiendo de la Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, hágalo.

Me dice que hago un ataque feroz al Predicador de la Casa Pontificia. Resulta que él ha hecho un ataque feroz a la fe católica. Un ataque que puede poner en peligro muchas almas que crean esos errores teológicos que ha predicado. Pues bien, es la Escritura la que nos llama a COMBATIR por la fe (Jud 3). Mientras Dios me conceda que pueda hacerlo, lo haré.

PD: Retiré su email de los datos que ha dado. Corre el peligro de que le llegue mucho spam si lo hace público.
20/04/20 1:33 AM
  
Jaime Z
Pues bien, esto que debería ser lo más importante para un católico y lo que guíe su vida (copio y pego a continuación):

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nada hay más importante en esta vida que alcanzar la salvación eterna. A ello debe dirigirse principalmente nuestro proceder así como la acción de la Iglesia. Todo lo demás, sin dejar de ser importante, es absolutamente secundario.

Por más que vivamos una larga vida, pongamos que 90-100 años, es infinitamente menos tiempo que un parpadeo de ojos comparado con la eternidad sin fin que nos espera tras abandonar este mundo. Dice la Escritura (Heb 9,27) que al hombre se le ha dado una sola vida y después de ella, el juicio. Nuestro destino eterno se determina mientas vivimos. No hay segundas oportunidades. O nos salvamos (cielo o purgatorio del que se sale siempre al cielo) o nos condenamos (infierno). Y tan eterno es el cielo como el infierno.
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La primera vez que lo he leído ha sido en esta web. Nunca lo escuché en ninguna homilía y nunca lo escuché en los colegios a los que fui. Diferentes colegios de diferentes órdenes religiosas (años 80-90) y muchas iglesias de diferentes ciudades de España en donde he vivido y no he escuchado jamás algo así o que se le parezca.

Absolutamente toda mi educación "católica" en la escuela, homilías y enseñanzas de curas han sido las siguientes:

- Hay que ser bueno con el prójimo sin distinción de raza.
- La desigualdad, la pobreza en el mundo.
- El drama de los inmigrantes, los refugiados, las pateras.
- Dios no castiga, nos perdona a todos, el infierno no existe.
- Si Jesús volviera vendería las riquezas de la iglesia.

Todo giraba en torno a eso. Lo peor es que me temo que este discurso afecta al 90% de escuelas católicas de España y por lo menos al 75% de parroquias. ¿Cuántos católicos se ven privados de escuchar el verdadero mensaje?

Solo espero que la gente católica de buena fe que no conoce este portal, y que por mala suerte, toda su vida se han encontrado con este tipo de discursos adulterados, por aquellos que se supone han de cuidar de su fe, puedan hallar la respuesta.

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LF:
Lo que usted describe tiene un nombre: gran apostasía.
20/04/20 8:46 AM
  
Oscar de Caracas
Ayer una persona no católica pero que ""cree"" en Jesucristo me dice que no hay infierno porque lo ha dicho el Papa actual...le hago ver lo absurdo de su observación y sus consecuencias: Nuestra fé será entonces ridícula y no valdrá un comino...pero otra persona, y esta del camino neocatecumenal, me dice que Dios no castiga, la derivo a un cura que se lo explicó muy sencillamente y se retira de él trastornada. Vivimos una fé entonces de ¿canal de tv infantil? Donde todo lo ""feo"" se quita, no vaya a ser que se nos hagan budistas las criaturas. No por favor.

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LF:
Dígale a esa persona que el Papa actual no ha dicho tal cosa.
Y en cuanto al miembro del Camino, no me creo que eso se lo hayan predicado dentro de dicho movimiento eclesial.
20/04/20 11:41 AM

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