Breves reflexiones (VII)
No se trata de que el cumplimiento de los preceptos de Dios nos cambie el corazón. Es más bien Dios quien nos cambia el corazón y, por tanto, nos capacita para cumplir sus preceptos, que pasan a ser nuestro deleite.
Si, como dice san Pablo, Cristo no consideró ser igual a Dios como cosa a la cual aferrarse, no oses apelar a tu presunta santidad como algo de lo cual presumir.
No tiene temor de Dios quienes desprecian el más pequeño de sus mandamientos. No aman a la Iglesia quienes la presentan como madastra por guiar a sus hijos por caminos de santidad.
Para quienes niegan la gravedad de los pecados, la ley divina es un estorbo a evitar, superar, transformar o enterrar. Para quienes viven en la gracia, la ley divina es inscrita a fuego, el del Espíritu Santo, en sus corazones.
La misericordia falsa que deja al alma esclavizada a los deseos de la carne es la música de los nuevos flautistas de Hamelín, que secuestran las almas de los niños y débiles en la fe.
Si ves en tu alma el más mínimo rastro de soberbia, implora a Dios que te la arranque, antes de que te consuma y te haga un despojo de cristiano.
No envidies la santidad del hermano. Da gloria a Dios por ella e implora que se te conceda la gracia suficiente para ser tú mismo santo.
Si Dios te concede ser maestro de otros es porque va a regalarte el don de ser su mejor discípulo, lo cual implica que seas humilde, paciente, sabio y piadoso.
La inmensidad redentora del sacrifico de Cristo en la Cruz da testimonio de la medida del poder de la gracia de Dios para transformar a los pecadores en santos.
Si Cristo venció a la muerte, no puede ser que no te conceda vencer al pecado cuya paga es muerte. No te engañes. En la resurreción hay señal inequívoca de tu victoria sobre tus pecados.
No despesperes ante tu debilidad carnal. Pero no la consideres invencible. Clama a Dios para que te dé fuerzas y espera confiado el milagro de tu verdadera conversión.
Dios ama a tu familia más que tú. Dios ama a su Iglesia más que tú. Dios te ama más que tú a ti mismo. Y te concede amarle más que a tu familia, a su Iglesia y a ti mismo. Que toda tu vida sea gratitud y adoración ante semejante don. No lo desprecies ni lo deseches.
El que estaba en la gloria con Dios Padre se hizo Niño. Aunque crezcas en santidad, ¿pretenderás alguna vez otra cosa que ser un niño en sus brazos?
Sobrevolar el camino de Cristo con las alas del Espíritu Santo para llegar al Padre. Ese es el destino de los elegidos.
Señor, haznos vislumbrar el peso de la eternidad para, por tu gracia, aprovechar el breve tiempo que pasamos en esta vida.
Santidad o muerte.
Luis Fernando Pérez Bustamante
Breves reflexiones (VI)
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Breves reflexiones (IV)
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Breves reflexiones (I)
13 comentarios
"La misericordia falsa que deja al alma esclavizada a los deseos de la carne es la música de los nuevos flautistas de Hamelín, que secuestran las almas de los niños y débiles en la fe."
Muy bello, eso de
"El que estaba en la gloria con Dios Padre se hizo Niño. Aunque crezcas en santidad, ¿pretenderás alguna vez otra cosa que ser un niño en sus brazos?"
Y así, a Amós le decían "16: “No profetices contra Israel, no vaticines contra la casa de Isaac. (Amós 7, 16)”.
Y a Isaías le decían: "«No veáis»; y a los visionarios: «No veáis para nosotros visiones verdaderas; habladnos cosas halagüeñas, contemplad ilusiones."...
Así está ocurriendo ahora de nuevo. El pueblo infiel no quiere oír la Verdad de Dios, porque no les conviene. Prefieren escuchar mentiras que les acaricien sus oídos y que nadie les eche en cara sus pecados, para pecar a gusto. Pero , ¡ay de ellos, ay del que se hace amigo del mundo, porque se hace enemigo de Dios.
Mientras tanto no me atrevo a acercarme a la Eucaristía.
Nadie puede seguir a Cristo si el Padre no se lo concede.
Luego tenemos que pedir a Dios esta gracia.
La desesperación ante la debilidad para mantenerse puro también es pecado, ¡ qué cerca estoy de este peligro !
Quiero volver al confesionario, pero me falla la confianza en no volver a cometer los mismos pecados una y otra vez. Hoy mismo, tal vez.
Mañana le abriremos...
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LF:
Muchos hemos pasado o pasamos por eso. La solución no es no acudir al confesionario, sino ir y pedir a Dios que nos ayude a dejar esos pecados persistentes. Antes o después, lo concede, si en verdad somos sinceros en la petición.
"No se trata de que el cumplimiento de los preceptos de Dios nos cambie el corazón. Es más bien Dios quien nos cambia el corazón y, por tanto, nos capacita PARA cumplir sus preceptos, que pasan a ser nuestro deleite."
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En efecto , no es primero el cumplimiento sino que el corazon este bien dispuesto y el disponerlo al Amor,corresponde a la Gracia de Dios.
Carga pesada es para el hombre natural la ley de Dios ,pero el que descansa en el corazon de Cristo ,ama lo que antes le cargaba; carga,porque el orgullo derribo al ser verdadero y descanso en el Amor,porque el SER de Cristo se ha cargado al falso orgullo.
Es el Amor del Crucificado el que cambia nuestro estado; donde no hay fuego no habra Luz y la Cruz ,es el incendio donde los cristianos han sido iluminados. Ahora, purificados,limpios de corazon,pueden ver la amabilidad indecible de la Verdad,el regalo impagable del descubrimiento de Jesucristo, el don inmerecidisimo de poder vivir para SU Gloria.
En esto sabemos que amamos a Jesucristo; en que morimos a nosotros mismos por vivir llenos de celo por SU Gloria. Lo unico que tiene valor para un cristiano es que Cristo sea conocido,amado ,alabado y adorado por todos los hombres ,este es su llamado; Dios Padre mismo le ha llamado a esta mision. Todo lo que hagamos ha de tener este fin ultimo.
Jesucristo y nada mas,porque Jesucristo es todo.
La Paz de Cristo.
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LF:
Cada cual, según el don que vaya recibiendo.
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Buena reflexión:
Esto le pasó a Cristo y lo crucificaron.
A saber de quién la culpa de creerse, o no creerse ser maestro,.. o el discípulo desagradecido que mata al maestro
Lo dicho que nadie s profeta en su casa.
España hace rato que comenta, y al abrir internet acá en Chile, lo primero que leo, tus palabras, me alegran, dan paz y acompañan mi fe a través del día.
En esta sociedad nuestra, en este país que corre veloz al despeñadero del paganismo y el aborto, lo que escribes es un estímulo a no callar, a no bajar los brazos. En Infocatólica me siento en casa. Como hermanos en la misma fe.
Gracias.
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