No se puede reinventar la rueda del carro de la santidad

El carmelita Bruno Secondi ha protagonizado dos hechos en la última semana. El primero, sin duda el más importante, dirigir los Ejercicios espirituales del Papa y de la Curia. El segundo, conceder una entrevista a Religión Digital. Pues bien, tras leer dicha entrevista manifiesto mi honda preocupación por lo que el religioso nos cuenta. 

Valgan estas dos respuestas:

¿Hay una nueva forma de entender la santidad?

Los viejos modelos de santidad siguen teniendo todavía espacio y suscitando atención, sobre todo a través de las numerosas beatificaciones y canonizaciones de personas que vivieron en otro universo cultural y en otro modelo de Iglesia. Pero no suscitan interés en empeñarse por seguir este caminoHay que repensar profundamente estos modelos, acogiendo nuevos recorridos guiados por el Espíritu, que sigue operando con mucha creatividad. Hay que cambiar incluso el léxico. Por ejemplo, hablar de virtudes ‘heroicas’, un término que no evoca el lenguaje bíblico, sino el lenguaje mítico helenístico. Jesús no fue un ‘héroe’ y tampoco María ni los apóstoles. Fueron ‘zaddiq’, es decir justos y píos, términos bíblicos que indican cosas diferentes a las del héroe, que exalta incluso el esfuerzo personal, la unicidad aislada, el ’superman’. Y de esta santidad ordinaria y normal hay muchos ejemplos alrededor de nosotros, algo que recuerda a menudo el Papa Francisco.

Yo juraría que el modelo de santidad no es una cosa que el hombre propone. Yo juraría que el modelo de santidad es algo que emana de Dios y de su gracia. Yo juraría que Dios sabe muy bien lo que tiene que hacer, y ha hecho, para convertir en santos a sus hijos. Y yo juraría que es una temeridad afirmar que aquello que ha servido para llenar la tierra y el cielo de santos hoy necesita ser repensado.

Que estemos, sin la menor duda, ante una crisis de santidad -la proliferación de canonizaciones es como el dedo que intenta tapar el sol- no significa que el camino para ser santo haya cambiado. El problema no está en el modelo, que Dios ha marcado, sino en que una masa ingente de cristianos ha decidido que están más cómodos actuando como mundanos que como hijos fieles de Dios y de su Iglesia. El problema es que hay una ausencia tremenda de la predicación sobre la gracia, lo que nos ha llevado a la extensión, como plaga nefasta, del semipelagianismo y/ o el pelagianismo rampante. Y si a la gente no se le enseña a vivir en la gracia, ¿cómo va a poder hacerlo? Ya es milagroso que Dios, a pesar de esa carencia espiritualmente criminal, siga suscitando vocaciones a la santidad, tanto en la vida consagrada como en la seglar.

No está de más recordar que las congregaciones que están viviendo un resurgir de vocaciones, siguen un modelo bastante tradicional, anclado precisamente en aquello que dio resultado siglos atrás. Los responsables del fracaso que hemos padecido en las últimas décadas suelen mirar con malos ojos esa circunstancia. Debe ser difícil de aceptar que el modelo que ellos se inventaron no funciona y sí lo hace la vuelta a las sendas antiguas de las que hablaba el profeta Jeremías(Jer 6,16):

Esto dice el Señor: Paraos en los caminos a mirar, preguntad por las rutas antiguas: dónde está el buen camino y seguidlo,  y así encontraréis reposo. Pero dijeron: «No lo seguiremos».

En todo caso, no resulta casual que hoy tengamos un día sí y otro también noticias de nuevos mártires que riegan con su sangre la tierra por fidelidad a Cristo. Y es que, se ponga como se ponga el P. Secondin, hay cosas que no cambian.

Es más, precisamente llevamos más de medio siglo en el que el Espíritu Santo ha puesto en marcha herramientas de santificación para los seglares. Nunca antes en la historia las órdenes y congregaciones religiosas han sufrido una crisis tan espantosa como la actual, cuando su secularización interna les ha llevado a una situación catatónica, de esterilidad espantosa y que puede acabar con la desaparición de muchas de ellas. Y, por mucho que tengan elementos que necesitan ser corregidos, nunca antes en la historia han aparecido tal cantidad de movimientos enfocados en los seglares para ayudarles a santificarse. Ninguno de esos movimientos se ha inventado la rueda para seguir el camino de la santidad. Siguen el mismo modelo que ha funcionado durante veinte siglos.

Por poner un ejemplo, lo de la santidad ordinaria y normal ¿se parece a lo que nos habló, y mucho, ese santo y profeta de nuestro tiempo llamado San Josemaría Escrivá de Balaguer? Y sin embargo, no creo que a la santidad se le pueda llamar “ordinaria y normal", pues ser santo es un don de Dios y no tiene, en este mundo, nada de ordinario y de normal. Al contrario, es algo extraordinario y sobrenatural, sin por ello dejar de ser humano.

Por otra parte, los grandes santos de la historia de la Iglesia siguen atrayendo hoy a muchos fieles. Sin salir del sigo XX, ahí está San Pío Pietralcina, cuya devoción en Italia es inmensa. Por tanto es falso que la santidad de toda la vida no suscite interés. Quizás no lo suscite a los que han enterrado su fe bajo el fango de la apostasía, el neopaganismo y la indiferencia religiosa. Pero los santos son y serán luz segura para todos los que entiendan que el cristianismo no es un elemento decorativo en sus vidas, sino su verdadera identidad como seres humanos redimidos por Dios.

¿Cómo traducir en el lenguaje actual los ‘pecados capitales’?

Plantea usted, precisamente, uno de los problemas (junto a otros muchos) del lenguaje moral y espiritual. Necesitamos primero deconstruir el lenguaje, de lo contrario nadie entiende nada. Necesitamos hacer un nuevo ejercicio de creatividad lingüística y simbólica. Vivimos repitiendo viejas antropologías con el uso de términos que ya casi nadie entiende. El Papa Francisco está ayudando a la Iglesia a cambiar el lenguaje. Él mismo inventa palabras nuevas, como enfermedades curiales, alzheimer espiritual, etc. Y no sólo sus palabras, sino también con sus gestos, con su estilo, con sus visitas, con sus abrazos…muchas cosas se tornan nuevas.

Dedico un solo párrafo a lo que dice del Papa. En cuanto a gestos, estilo, visitas, etc, el papa Francisco no está haciendo nada que no hayan hecho otros papas anteriores a él. San Juan Pablo II, sin ir más lejos, atraía a la gente con su mera presencia. Abrazaba niños, abuelos y enfermos como el que más. De los viajes no hace falta que hable porque los tenemos en la memoria. Y no llevaba un estilo de vida suntuoso. Que Francisco use palabras presentes en la vida cotidiana es lo más lógico. También hay ejemplos relativamente recientes, si se tiene en cuenta que llevamos viente siglos de historia del cristianismo. Sin ir más lejos, San Pío X, cuya santidad en vida era tan evidente que el Señor obraba milagros por él como en tiempos de los apóstoles, habló del modernismo, que era un término inexistente en el medievo o la era patrística. En todo caso, la cuestión no es tanto la palabra que se use sino el significado y contenido de lo que se quiere decir.

El problema, por no hablar de drama -que lo es-, es que se lleva mucho tiempo ocultando al pueblo de Dios, no digamos al mundo, una serie de términos que han servido para transmitir la doctrina y la moral católica de manera que todo sabían lo que se decía. Hoy hay muchos católicos a los que las palabras gracia, santificación, justificación, penitencia, atrición, propósito de enmienda e incluso pecado y conversión les suena igual que a un gallego el chino cantonés. Pero la solución no es deconstruir el lenguaje que la Iglesia siempre ha usado, sino reconstruirlo y usarlo de nuevo para que vuelva a ser instrumento efizcaz que transmita la fe. Los cristianos del siglo XXI no somos indigentes intelectuales incapaces de comprender las palabras que sirvieron a otros cristianos para entender la Revelación y andar por caminos de santidad. A lo sumo somos semianalfabetos de ese lenguaje, pero no por ignorancia culpable sino por la sencilla razón de que no nos lo han enseñado. Y los que no nos lo han enseñado, ¿van a ser capaces de inventarse un nuevo idioma comprensible para los bautizados? Permítanme que lo ponga en duda.

El lema “Santidad o muerte” sigue hoy tan vigente como siempre. Pero la santidad no se alcanza por medio nacidos de la ocurrencia de los seres humanos, sino por medio del camino que el Señor ha marcado a lo largo de la historia de la Iglesia. Si lo despreciamos, si nos creemos más listos que Dios, acabaremos siendo el pámpano desgajado de Cristo que acaba siendo pisoteado y arrojado al fuego.

Luis Fernando Pérez Bustamante

56 comentarios

  
María
Pues que santifiquen a los señores de las ONGS que yo no discuto que hagan mucho bien, pero están a sueldo. Y el Espíritu pues como no les gusta como sopla, pues se inventan ellos que les ha soplado a la oreja algo y ya están, en cuanto a desconstrucción dle mensaje, pues lo entenderá él, porque yo cuando voy a los retiros entiendo muy bien lo que me dicen, pero al Papa lo entenderá él y eso que habla español, así que no me imagino cuando le tienen que traducir.

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LF:
Siendo cardenal, el Papa dirigió unos ejercicios espirituales a los obispos españoles y por lo que me han contado algunos de los que asistieron, salieron todos encantados. Así que vamos a tomarnos las cosas con calma.
28/02/15 12:48 PM
  
Joaquín Simó Caballer
Jajaja! claro que se están gestando una clase nueva de santos que todavía están en estado embrionario. Y su santidad superará a los antiguos como los cedros del Líbano a los arbustos -parafraseando a San Luis María Grignion de Montfort-. Y esos santos nuevos que está formando María es profecía de San Luis María para los tiempos de hoy, que por algo San Juan Pablo II tomó como lema el Totus Tuus, pues así firmaba siempre el santo nacido en la región de La Vendée...
Y en estos términos se expresó el Cardenal Ivan Dias -como enviado del Papa- en Lourdes el 8 de diciembre de 2007 en el 150 aniversario de las Apariciones y para inaugurar el Año Jubilar mariano.

tp://idd0098d.eresmas.net/IVANDIAS.HTM
Dijo entre tantas cosas:
"Después de las apariciones de Lourdes, la Santísima Virgen no ha dejado de manifestar su viva preocupación materna por la suerte de la humanidad en sus diversas apariciones en el mundo entero. En todas partes, ha pedido oración y penitencia por la conversión de los pecadores, pues Ella preveía la ruina espiritual de algunos países, los sufrimientos que el Padre Santo tendría que padecer, el debilitamiento general de la fe cristiana, las dificultades de la Iglesia, el ascenso del Anticristo y sus tentativas para reemplazar a Dios en la vida de los hombres: tentativas que, a pesar de sus fulgurantes éxitos, estarían sin embargo destinadas a fracasar.
Aquí, en Lourdes, como por todas partes en el mundo, la Virgen María está tejiendo una inmensa red de hijos e hijas espirituales para lanzar una fuerte ofensiva contra las fuerzas del Maligno, para encerrarlo y preparar así la victoria final de su divino Hijo, Jesucristo.
La Virgen María nos invita hoy una vez más a formar parte de su legión de combate contra las fuerzas del mal. Como señal de nuestra participación en su ofensiva, pide entre otras cosas la conversión del corazón, una gran devoción a la Sagrada Eucaristía, la recitación diaria del Rosario, la oración incesante y sin hipocresía, la aceptación de los sufrimientos por la salvación del mundo."
LEAN Y RELEAN ESTAS PALABRAS UNA Y OTRA VEZ. Y HÁGANSE FOTOCOPIAS Y PÉGUENLAS EN LAS PAREDES DE SU CASA HASTA QUE NO LAS OLVIDEN.
(perdonen las mayúsculas, la longitud del texto y el subidón de tono)
Gracias Luis Fernando por tu espacio.
28/02/15 1:35 PM
  
Francisco José Delgado
Si la TL era un intento de hacer teología desde la base retorcida del marxismo, la teología que se desprende de las palabras de este señor brota claramente del posmodernismo. No seré yo quien diga que es obligatorio ser tomista, pero cada día se demuestra lo difícil que es hacer una teología sana sobre una base distinta que Santo Tomás. Desde luego parece que basándose en Derridá lo que sale es este bodrio.
28/02/15 1:56 PM
  
Gabriela de Argentina
Mi tia abuela, española de la región de Zaragoza, aprendió a leer a los 60 años. A los sesenta! Porque enviudo y temía que la timaran los vivillos de siempre. Pero ello no le impedía participar de la misa en latin, conocer historias de los santos, saber del infierno y del purgatorio, en fin de temas que hoy parece que están pasados de moda o que "no se entienden". Que no subestimen a la gente. Lo que no se entienden son los discursos ambiguos. Lo que hay que "deconstruir" es la ambigüedad en aras de la claridad y volver a llamar "al pan, pan y al vino, vino". Con eso es suficiente.

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LF:
Tremendo tu comentario. Gracias.
28/02/15 1:58 PM
  
María de las Nieves
Hay tanta santidad en la gente sencilla que se fia del Señor, hay tanta santidad en familias cristianas ambos padres que transmitieron la fe y un modo de vivir con el Señor y dar esa misma hospitalidad paterno/ materna a otros aunque no fueran hijos.
Hay tanta santidad en viudas jóvenes con 10 hijos pequeños y sacarlos todos adelante y que vivan en la fe.
Hay santidad en jóvenes que van creciendo y son fieles al evangelio, hay santidad en personas que salvan a otras de la muerte y pierden su vida, hay santidad en grupos que viven en común la fe se fian unos de otros adoran al Señor y lo hacen centro de su vida siempre.
Hay santidad en los misioneros que dejaron todo por amor a Jesucristo y ayudaron a otros a crecer humana y cristianamente,.
Hay santidad en tantos catequistas hoy, que desinteresadamente por Amor al Señor y a los niños les enseñan el camino al cielo, hay santidad en sacerdotes que como el Santo Cura de Ars velan por las almas de sus fieles.
Hay santidad en los monasterios que viven orando por los demás y acogiendo con hospitalidad a peregrinos.
Hay santidad en religiosos/as que con sus colegios cristianos difunden la humanidad y la fe en padres e hijos.
Hay santidad de todas aquellas personas que viven de la fe y de la gracia de Dios y enseñan con su ejemplo y testimonio de vida a amar al Señor y a su madre y venerar a los Santos.

La Santidad es un don que nos da el Señor Jesús, cuando nos lleva con Él, nos cubre de Él y nos hace como Él. Se desea la Santidad, pero es otorgada por el Señor como regalo, no lo merecemos, Él nos la regala ,pero nos pide que lo amemos, que sigamos su Camino, que escuchemos su Palabra, que la guardemos en el corazón, que nos convirtamos a Él .Y la Santidad es difusiva para todos los cristianos, comunión de los hermanos en el amor, seremos como Él santos con Jesucristo y con Dios Padre,con una vida plena llena de sentido y amor,en la plenitud de la vida y amor trinitarios.
La llamada universal a la santidad en LG5 es la vida cristiana.
28/02/15 2:58 PM
  
jj
Normalmente a las revoluciones ideológicas les acompaña una revolución del lenguaje. Es cierto que si presuponemos sensatez a este carmelita podemos ver en sus comentarios parte de verdad. Pero el problema está en los excesos o en la estigmatización del lenguaje católico tradicional. A veces desechamos la tradición (con minúscula) con mucha ligereza y sin darnos cuenta de las consecuencias que tiene su desprecio.
28/02/15 2:58 PM
  
Palas Atenea
Deconstruir el lenguaje me parece tremendo porque tal cosa nos alejaría para siempre de tradición y de los Padres de la Iglesia. ¿No sería mejor enseñar ese lenguaje? Yo estoy de acuerdo con Gabriela, también mi abuela entendía perfectamente el lenguaje de la Iglesia sin necesidad de ser letrada (aunque mi abuela fue a la escuela y sabía leer y escribir desde niña). Rezaban en latín pero eso no les confundía, se atrevían con palabras como Espíritu Paráclito, y contra pereza, diligencia, sin que eso les perturbara para nada. Estaban educados en un lenguaje cristiano que transmitía verdades cristianas sin problemas. Mi abuela, como la tía abuela de Gabriela, estaría mucho más perdida ahora que lo que, gracias a Dios, estuvo en vida aunque rezara en latín: "Causa nostrae letitiae, ora pro nobis".
28/02/15 3:18 PM
  
DavidQ
Lo que Bruno Secondi está diciendo no difiere de lo que dice LF, excepto quizás en el tono. Nadie está hablando de vaciar el santoral y llenarlo de gamers para estar a tono con la moda, solo se trata de una actualización del lenguaje que no tiene nada de malo.

Yo cada día leo la historia de un santo (el del día) y ciertamente me resulta difícil trasladar aquéllas vidas de claustro, oración y guía espiritual a mundo actual donde sólo una de esas es accesible para la mayoría de la gente. Pero por supuesto hoy uno puede tener claustros virtuales y guías escritas que eran inaccesibles hace mil años. La santidad no cambia, cambian los medios.

Si nos aferramos al modelo clásico de santidad, el de un mundo donde una vocación tardía llegaba a los 16 años, un santo se ordenaba sacerdote a la avanzada edad de 28, y entregaba su vida a Dios después de una larga y penosa misión a los 53, estamos dejando fuera al 70% de la población que a los 21 todavía vive en casa de sus papás y no consigue trabajo.

Si hacemos eso, ya no es el pueblo el que se seculariza, sino somos nosotros los que los excluimos. ¿Qué esperanza puede tener de santificarse un chico que descubre la vocación a los 25 años, si sólo le decimos que a esa edad Santo Domingo Savio ya llevaba diez años muerto? ¿Qué hace el abuelo de 70 que descubre a Dios, se arrepiente, enmienda su vida pero ya no puede recluirse en una trapa a los 14?

¿Realmente puede vivir al grito de "santidad o muerte" el oficinista con tres hijos que vive ajustado al presupuesto de cheque en cheque? Sin duda habrá personas con virtudes heroicas, pero para la mayoría pareciera ser que la opción es santidad o que sus hijos coman un día más. Y todos sabemos cuál elegirían.

Surge entonces la necesidad de replantear el lenguaje para que sea comprensible al empleado de cuello blanco de ahora. La misión ya no llega al Matto Grosso, sino al escritorio de recepción; el sacrificio ya no es dejarse crucificar sino dejar de ganar una jugosa comisión, el Carmelo no es una cueva con fieras sino un cubículo con colegas.

Es lo mismo. Sólo el lenguaje cambia.

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LF:
¿Realmente puede vivir al grito de "santidad o muerte" el oficinista con tres hijos que vive ajustado al presupuesto de cheque en cheque?

Sí, sin la menor duda. Sin necesidad de gritarlo.
28/02/15 3:35 PM
  
José Luis
"El problema, por no hablar de drama -que lo es-, es que se lleva mucho tiempo ocultando al pueblo de Dios, no digamos al mundo, una serie de términos que han servido para transmitir la doctrina y la moral católica de manera que todo sabían lo que se decía. Hoy hay muchos católicos a los que las palabras gracia, santificación, justificación, penitencia, atrición, propósito de enmienda e incluso pecado y conversión les suena igual que a un gallego el chino cantonés."

¿Y qué problema hay? Un pigmeo del áfrica central puede alcanzar la santidad, por muy reducida que sea su cosmovisión y su capacidad de sintetizar conceptos. Ahora, para explicar esa fe, intentar racionalizarla -en la medida de lo posible- y de transmitiarla a los demás se requiere de la teología. Por tanto: razón y fe. Fe: santidad, vivencia interior, verdadera comunión con Dios y con los hermanos y razón: teología. Pero por favor, ¡no neguemos la santidad a personas por el mero hecho de no conozcan el significado de atrición y propósito de enmienda! Sólo Dios conoce todos los corazones y no necesita dar explicaciones a nadie.

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LF:
Si a mi abuela viene alguien y le dice "For God sent not his Son into the world to condemn the world; but that the world through him might be saved", le hubiera respondido "y tu padre por si acaso".
Se entiende que a la gente conviene hablarle en un lenguaje que entienda. Pero hasta un pigmeo entenderá lo que significa la atrición si se le explica usando las palabras de su idioma. Y si no existen las palabras para ello, se procurará usar las más cercanas.

Pero resulta que en español, y en inglés, alemán, francés, etc, sí tenemos palabras capaces de llevar el mensaje. Pero claro, si no se enseñan, la gente no podrá entenderlas. Lo ABSURDO es inventarse otro lenguaje que... también hay que aprender.
28/02/15 3:41 PM
  
susi
Pues lo de vivir las virtudes en grado heroico para ser santo, a mí me suena ganial.
Sí, la santidad exige heroismo. Casi siempre en cosas pequeñas, pero día a día y hora a hora, con la gracia de Dios y los mismos medios que tuvieron todos los católicos-oración y sacramentos- llegaremos a la santidad. Heroica, sí señor.
28/02/15 4:10 PM
  
antonio
Y yo juraría que es una temeridad afirmar que aquello que ha servido para llenar la tierra y el cielo de santos hoy necesita ser repensado.Es de locos, pero no me asombra para nada, un carmelita, niega a San Juan de la Cruz,,junto a Santa Teresa, libros de cabecera. Está totalmente falto de Fe y el daño que hace!!!!!!!!y que hacen!!!!, evidentemente el Seglar, hoy, es su responsabilidad si es creyente, debe buscar la verdad por sus propios medios, no por lo que diga,está autoridad Y/O otra, el que tiene la AUTORIDAD TOTAL, es el Señor que está en la EUCARISTÏA, los Santos Padres, la Tradición Viva,la Fe como la vivierón los Santos, el codigo de derecho canónico, el Denzinger, está lleno de burros.Por eso la apostasia es muy grande.
Muchas personas pasan del integrismo a movimientos pseudortodoxos, semipelagianos, peudo tradicionalistas, pero muy luciferinos, donde la libertad interior no existe, a uno le lavan la cabeza, y el unico que puede hacerlo Es Dios.y enzima olfas.
28/02/15 4:29 PM
  
Percival
¡Carmelita! (si lo oyesen los santos Teresa y Juan...). Y fue profesor mío en la Gregoriana. Ya entonces hedía de modernismos y mundanizaciones, que el tiempo suavizaría. Pero por lo que leo, para él, la traducción de "santidad", sencilla y asequible a todos, sería "efectividad social solidaria, de matriz bíblica". Y así por el estilo, toda la renovación del lenguaje sobre la santidad...
Un seguidor fiel de Higinio. Con sabor italiano.
28/02/15 4:31 PM
  
Fran Salvadoreño
"Vivimos repitiendo viejas antropologías con el uso de términos que ya casi nadie entiende. "
Esto porque tenemos ciertos religiosos que no los explican o los deforman con ambigüedades para pretender caer bien. No hay nada mejor que ser claro y directo. Es como que me dijera "hoy dia la Biblia ya nadie la entiende" entonces que hay que hacer ¿escribir otra Biblia?
28/02/15 4:44 PM
  
Martina
Luis Fernando
No te preocupes por lo que dice la entrevista al P. Secondin. Esta bien lo que comenta, hay que ir al Antiguo Testamento para entender bien el Nuevo Testamento y aprender con la Lectio Divina, orar, meditar, aplicar la Palabra. Vino nuevo en odres nuevos es lo que aconseja el Evangelio.
Hasta ahora lo valido ahí esta, pero no plantean quitarlo, lo que dicen es re-pensarlo, re-novarlo, guiados por el Espíritu Santo que hace todas las cosas nuevas.
Vamos haciendo el camino, como los discípulos de Emaus, preocupados por los acontecimientos y necesitamos que Cristo nos acompañe para salir del desánimo.
El P. Secondim se refiere a los zaddiq, los justos de siempre, los que caminan delante del Señor con corazón sin doblez y que también caminan detrás de El para imitar sus atributos: su misericordia, rectitud, justicia... Orando e intercediendo por amigos y enemigos. Pidiendo fe, fidelidad a sus mandatos, la gracia para no pecar y cumplir su voluntad. Honrarlo no de una manera religiosa-natural sino adorando a Dios en espiritu y en verdad. De este tipo de santidad es de la que habla. No solo buenas obras, que están bien, sino de una rendición total de todos al Señor.
Yo me apunto con la gracia de Dios a empezar cada día de nuevo hasta que Dios nos ponga en su reino tal como debemos de estar
Con esto es con lo que contamos. Así que permaneceremos vigilantes pero tranquilos.



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LF:
A mí no me preocupa personalmente ese religioso. Me preocupa el resultado de sus teorías en los que ni saben ni parece que vayan a saber porque no tienen intención de enseñarles. Pero más les ama Dios que yo, así que mi preocupación es limitad.
28/02/15 5:05 PM
  
Alberto
Igual que atender enfermos el sabat no era pecado aunque dijeran los fariseos que atentaba contra el mandamiento "Santificarás las fiestas", que se casen personas gays no atenta contra la indisolubilidad del matrimonio (no podrán divorciarse) ni tampoco contra la fecundidad (podrán adoptar niños como los matrimonios heterosexuales estériles). Igual que reconocer que matromonios no fueron válidos (nulidad) no atenta contra la indisolubilidad porque realmente no hubo matrimonio, es como el divorcio laico pero versión eclesiástica. Lo mismo que abortar es un derecho constitucional e internacional que no atenta contra la vida, porque no se puede matar algo que no ha nacido y, por consiguiente, no goza de vida, ¿o no es así?; insisto, sea cuando fuere el momento del aborto, no ha nacido ningún ser humano, luego no hay persona y se puede abortar (otra cosa es en el momento en el que nace la vida, a saber, cuando el niño respira por primera vez oxígeno con sus propios pulmones, fuera del vientre materno y con vida propia). Y finalmente, que un divorciado vuelto a casar tome la comunión no es pecado de sacrilegio porque evidentemente se le concederá un perdón especial, una especie de nulidad matrimonial que le exonerará de sus anteriores compromisos matrimoniales que la Iglesia reconocerá como nulos; solo tendrá que reconocer que esos matrimonios fueron una farsa, un capricho de amor.

Pura lógica artistotélica, aderezada con sentido común y una pizca de ingenio.

Vamos a rejuvenecer la iglesia, a quitar la caspa, a ser como niños y a escuchar el "dejad que los niños se acerquen a mi y no se lo impidáis". Nadie podrá parar la revolución franciscana porque procede del mismísimo Dios que está harto de la casta farisaica. Nadie será discriminado, excluido o marginado porque así lo quiso Jesús. Y lo que más os molesta es que el propio sucesor de Pedro está con nosotros.


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LF:
Usted y yo no profesamos la misma fe. No tiene sentido que pertenezcamos a la misma Iglesia. Ni tiene sentido que dedique tiempo a replicar las barbaridades que ha dicho en su comentario. Más que nada porque llevo decenas de artículos replicando a quienes sostienen algo parecido
No se moleste en replicar lo que le digo. No lo daré paso.
28/02/15 5:59 PM
  
Feri del Carpio Marek
Me parece que es innecesario oponer lo que dices tú, Luis Fernando, a lo que dice el P. Secondin, ambos dicen cosas que no se excluyen. No es aut-aut, sino et-et. Para decirlo de una manera brillante y concisa, citemos a San Agustín: "Oh Belleza siempre antigua, siempre nueva". Ambas cosas pueden ocurrir sin excluirse. O, mejor todavía, podemos citar a Jesús: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo». (Mt 13,52)

Lo que dice el P. Secondin sobre la santidad, es lo mismo que, expresado de otra manera, dice por ejemplo el P. Jaques Philippe en su excelente libro "En la escuela del Espíritu Santo":

«La santidad no consiste en la práctica de un determinado modelo de perfección que sería idéntico para todos: es el brote de una realidad absolutamente única, que nadie más que Dios conoce y sólo él sabe cómo hacerla manifestar. Nosotros ignoramos en qué consiste nuestra propia santidad, eso se va revelando, poco a poco, a lo largo del camino y, con frecuencia, es algo distinto de lo que podríamos imaginar. Hasta el punto de que el mayor obstáculo para la santidad es, quizás, el de "aferrarnos"a la imagen que nos hacemos de nuestra propia perfección...»

O lo que dice Santa Teresita de Lisieux:

«Mi constante deseo ha sido siempre llegar a santa, mas ¡ay! cuantas veces me he comparado con los santos, he constatado siempre que entre ellos y yo existe la misma diferencia que observamos en la naturaleza entre una montaña cuya cumbre se pierde en las nubes y el obscuro grano de arena, pisado por los viandantes.

En vez de desalentarme, me he dicho: Dios no inspira deseos irrealizables; puedo, pues, a pesar de mi pequeñez, aspirar a la santidad. ¡Engrandecerme, es imposible! He de soportarme tal como soy, con mis innumerables imperfecciones; pero quiero buscar la manera de ir al cielo, por un caminito muy recto, muy corto, por un caminito enteramente nuevo. Estamos en un siglo de inventos; hoy día, no es menester ya fatigarse en subir los peldaños de una escalera; en las casas ricas hay un ascensor que lo sustituye con ventaja. Quiero también encontrar un ascensor para re montarme hasta Jesús, puesto que soy demasiado pequeña para subir por la ruda escalera de la perfección.»

O, si queremos la voz del Magisterio, lo tenemos a Benedicto XVI:

«La santidad se ofrece a todos; naturalmente no todos los santos son iguales: de hecho, como he dicho, son el espectro de la luz divina. Y no es necesariamente un gran santo el que posee carismas extraordinarios. En efecto, hay muchísimos cuyo nombre sólo Dios conoce, porque en la tierra han llevado una vida aparentemente muy normal.

Precisamente estos santos "normales" son los santos que Dios quiere habitualmente. Su ejemplo testifica que sólo cuando se está en contacto con el Señor se llena uno de su paz y de su alegría y se es capaz de difundir por doquier serenidad, esperanza y optimismo.»

«La santidad, la plenitud de la vida cristiana no consiste en realizar empresas extraordinarias, sino en unirse a Cristo, en vivir sus misterios, en hacer nuestras sus actitudes, sus pensamientos, sus comportamientos.

¿Cómo puede suceder que nuestro modo de pensar y nuestras acciones se conviertan en el pensar y el actuar con Cristo y de Cristo? ¿Cuál es el alma de la santidad? De nuevo el concilio Vaticano II precisa; nos dice que la santidad no es sino la caridad plenamente vivida. «“Dios es amor y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él” (1 Jn 4, 16). Dios derramó su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos ha dado (cf. Rm 5, 5). Por tanto, el don principal y más necesario es el amor con el que amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo a causa de él. Ahora bien, para que el amor pueda crecer y dar fruto en el alma como una semilla buena, cada cristiano debe escuchar de buena gana la Palabra de Dios y cumplir su voluntad con la ayuda de su gracia, participar frecuentemente en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, y en la sagrada liturgia, y dedicarse constantemente a la oración, a la renuncia de sí mismo, a servir activamente a los hermanos y a la práctica de todas las virtudes. El amor, en efecto, como lazo de perfección y plenitud de la ley (cf. Col 3, 14; Rm 13, 10), dirige todos los medios de santificación, los informa y los lleva a su fin» (Lumen gentium, 42). Quizás también este lenguaje del concilio Vaticano II nos resulte un poco solemne; quizás debemos decir las cosas de un modo aún más sencillo. ¿Qué es lo esencial? Lo esencial es nunca dejar pasar un domingo sin un encuentro con Cristo resucitado en la Eucaristía; esto no es una carga añadida, sino que es luz para toda la semana. No comenzar y no terminar nunca un día sin al menos un breve contacto con Dios. Y, en el camino de nuestra vida, seguir las «señales de tráfico» que Dios nos ha comunicado en el Decálogo leído con Cristo, que simplemente explicita qué es la caridad en determinadas situaciones. Me parece que esta es la verdadera sencillez y grandeza de la vida de santidad: el encuentro con el Resucitado el domingo; el contacto con Dios al inicio y al final de la jornada; seguir, en las decisiones, las «señales de tráfico» que Dios nos ha comunicado, que son sólo formas de caridad. «Por eso, el amor a Dios y al prójimo es el sello del verdadero discípulo de Cristo» (Lumen gentium, 42). Esta es la verdadera sencillez, grandeza y profundidad de la vida cristiana, del ser santos.»

Con lo del lenguaje también, el volver a explicar con claridad los conceptos oscurecidos, que es absolutamente necesario y urgente, no excluye el usar nuevas formas de comunicación, que hagan que la gente entienda lo mismo de una manera más adaptada a su lenguaje cotidiano (en el que lamentablemente no se encuentran las palabras gracia, contricción, penitencia, santidad, novísimos, etc.).

Un hermoso ejemplo de que ambas cosas pueden ir juntas, y es conveniente que lo hagan, nos lo da, en este mismo portal, Néstor, en su primer post sobre gracia y libertad:

«Si quisiéramos ponerle un acápite a la enseñanza trasmitida en este punto por el Magisterio, se podrían usar las palabras del Papa Francisco: “Dios nos primerea”.»

Lo mismo que quiere decir el P. Secondin, lo dice también don Eudaldo Forment:

«A la juventud de hoy no basta explicarle las cosas, ampliándole su saber en extensión y en profundidad. Hoy en día hay que comenzar todo desde el principio. Incluso podría decirse desde antes, porque hay que disipar todos los errores y prejuicios, que independientemente de la educación que reciben, los han absorbido de lo que podría denominarse la educación ambiental, y que han llenado de tinieblas su entendimiento y enfriado su corazón, perdiendo muchas veces la alegría y la esperanza.

Hay que enseñar de nuevo todo desde los principios del sentido común, siguiendo por la sana filosofía, por los preámbulos de la fe, por todos los contenidos de la doctrina cristiana, hasta llegar a la escatología o los novísimos de toda la doctrina cristina.»

Es bueno buscar lo que hay de bueno y verdadero en lo que las otras personas dicen, para no anteponer el enfrentamiento al entendimiento, para no generar hombres de paja, y combatir, donde desde un principio nos podríamos haber dado cuenta que no nos contradecimos, sino que nos complementamos. Por lo demás, era éste el espíritu de Santo Tomás de Aquino, y que San Juan Pablo II resalta para que lo imitemos:

«Es imposible que el conocer humano y las opiniones de los hombres estén totalmente privadas de toda verdad. Es un principio que Santo Tomás toma de San Agustín y lo hace propio: "Nulla est falsa doctrina quae non vera falsis intermisceat" (S. Th. II-IIae, q. 172, a. 6; cf. también Impossibile est aliquam cognitionem esse totaliter falsam, sine aliqua veritate" S. Th. II-IIae, q. 172, a. 6; cf. también S. Th. I, q. 11, a. 2, ad 1).

Esta presencia de verdad, aunque sea parcial e imperfecta y a veces torcida, es un puente que une a cada uno de los hombres a los otros hombres y hace posible el entendimiento, cuando hay buena voluntad.

En esta visual, Santo Tomás ha prestado siempre respetuosa escucha a todos los autores, aun cuando no podía compartir del todo sus opiniones; aun cuando se trataba de, autores precristianos o no cristianos, como, por ejemplo, los árabes comentadores de los filósofos griegos. De aquí su invitación a acercarse con optimismo humano incluso a los primeros filósofos griegos, cuyo lenguaje no resulta siempre claro ni preciso, tratando de llegar más allá de la expresión lingüística, todavía rudimentaria, para escrutar sus intenciones profundas y su espíritu, no cuidando de "ad ea quae exterius ex eorum verbis apparet", sino de la "intentio" (De Coelo et mundo, III, lect. 2, núm. 552), que los guía y anima. Luego, cuando se trata de grandes Padres y Doctores de la Iglesia, entonces busca siempre de encontrar el acuerdo, más en la plenitud de la verdad que poseen como cristianos, que en el modo, aparentemente diverso del suyo, con que se expresan.»

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LF:
Sería et et si no se viera un claro desdén hacia el lenguaje de siempre de la Iglesia. No es el caso. Es más, de hecho la respuesta del religioso es aut aut. Niega que lo de antes convenza a la gente. Y me sorprende que no captes la condición claramente pelagiana de las palabras del carmelita.

Por cierto, no escribas comentarios tan largos. Es parte de las reglas de netiqueta para los blogs comunes a todo internet.
28/02/15 6:13 PM
  
Ptolomeo
LF eres lo más grande. Ya hasta le enmendas la plana al director espiritual del Papa!!
En este anhelo de paladín de la ortodoxia creo que te estás pasando.

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LF:
¿El director espiritual del Papa? No hombre, no. Hablamos del director de unos ejercicios espirituales. Cada año eligen a uno distinto.

No soy paladín de nada. En todo caso, resulta que el editor de este portal ha escrito un post sobre el mismo tema. Se ve que andamos en un mismo espíritu, aunqua usted no le guste.
28/02/15 6:28 PM
  
javier dolid
Me permito reseñar la frase final del post: "si nos creemos más listos que Dios, acabaremos siendo el pámpano desgajado de Cristo que acaba siendo pisoteado y arrojado al fuego".
Después de tantos años desde la condena del pelagianismo, éste sigue presente en el pensamiento íntimo de muchos cristianos de hoy, mucho más que en otros tiempos, que estamos convencidos de que avanzar en el proceso de santificación es una tarea nuestra, que depende de nuestro esfuerzo, y llevados de la inquietud sincera que se deriva de ese pensamiento, nos empeñamos en buscar nuevas fórmulas, nuevos lenguajes, nuevas palabras que, a la postre no sirven al propósito de la santificación porque con tanto creacionismo gestual y expresivo que sólo satisface nuestro ego. Así, satisfechos en nuestro interior y tranquilizada nuestra conciencia por prácticas buenistas de solidaridad humanitaria, nos olvidamos del hecho fundamental que desgajados de la vid no podemos producir verdaderos frutos de santidad.
Y así, desgajados de la vid, Cristo, nos empeñamos en trazar y andar nuestros propios caminos, desatendiendo la advertencia del Señor. "Mis caminos no son vuestros caminos".
28/02/15 6:54 PM
  
Gregory
Confieso que me hubiera gustado estar en ese retiro con el papa y los miembros de los Curia, ciertamente existen términos que empleamos como virtudes heroicas cuyo significado es prácticamente el mismo de "santidad o muerte", ahora si el termino correcto es decir el termino es Zadiqq que viene a ser justo o pío no veo que problema hay con ello en verdad, salvo el de querer aferrarnos a términos que consideramos más apropiados o mucho más familiares.
28/02/15 7:10 PM
  
Hermenegildo
Tras el Concilio se introdujo en la Iglesia la corriente de pensamiento según la cual la Teología Católica estaba demasiado influida por la Filosofía griega y era preciso volver a la mentalidad y al lenguaje judaicos, que es el propio de la Biblia.
28/02/15 7:24 PM
  
antonio
No está de más recordar que las congregaciones que están viviendo un resurgir de vocaciones, siguen un modelo bastante tradicional, anclado precisamente en aquello que dio resultado siglos atrás. Los responsables del fracaso que hemos padecido en las últimas décadas suelen mirar con malos ojos esa circunstancia. Debe ser difícil de aceptar que el modelo que ellos se inventaron no funciona y sí lo hace la vuelta a las sendas antiguas de las que hablaba el profeta Jeremías(Jer 6,16):
Gracias a Santa Teresa, y siguiendo su camino en la oración, es muy importante, lo que dice la Santa Pensaba que el alma no tenia ojos.
Es una forma de orar, que se verifica la exiistencia del alma, y la de Dios, si bién eso es el comienzo.
Y San Juan de la Cruz sigue, dando catedrá de espiritualidad, aún afuera de la Iglesia.Siempre
De todas maneras, hay Carmelos Observantes, que siguen a la Madre Maravillas, que siguén a Santa Teresa y San Juan de la Cruz, y hay engendros como estos!!Si bién en infocatólica al Superior del Carmén, lo leí ,y dijo claramente que hay que volver a las fuentes.
San Juan Pablo II, era un místico, que seguia, un seglar en Polonia, que fue canonizado, le enseño a San Juan de la Cruz, y pueden leer lo que nadie, en general, muy pocos siguierón sus documentos magisteriales.En La Novo Millennio Ineunte , habla de la oración pero cita a esos Santos del Carmelo san Juan de la Cruz, y Santa Teresa.
Que nuestras iglesias debén ser escuelas de oración,.
El Catecismo Universal de la Iglesia que es Cristo, habla en su último capítulo de la oración.Estamos viendo que los mamarrachos siguen sueltos y haciendo daño.Gracias a Dios conozco expertos de Espiritualidad.
28/02/15 7:30 PM
  
Antonio1
Yo creo que si se quiere entender con buena fe lo que dice este señor es plenamente ortodoxo, plenamente necesario y plenamente cierto. Vivir el cristianismo de siempre, el Kerigma de siempre, las verdades de siempre en las realidades, contextos y con las formas comunicativas de hoy.

Lo contrario es aferrarse a las formas mundanas de otros tiempos, lo que nos impide acercar lo divino inalterable al tiempo de hoy.
Pero algunos persisten en una suicidar actitud más propia de amantes de las máquinas del tiempo.

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LF:
Es que el padre Iraburu y yo tenemos muy mala fe. Eso nos pasa, sí. No sé porqué algunos que tenéis tan buena fe asomáis por aquí a contaminaros. Eso debe de ser hasta pecado.

El caso es que yo no le he llamado hereje... Me estaré ablandando.
28/02/15 7:32 PM
  
pierre
Disculpa mi ignorancia pero logro comprender exactamente que quieres decir con "la proliferación de canonizaciones es como el dedo que intenta tapar el sol" porque me viene a la cabeza algunas cosas, pero quisiera que aclararas que dices tu. Gracias

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LF:
Quiero decir que llevamos décadas con muchas beatificaciones y canonizaciones, pero la mayor parte de ellas son de beatos y santos que casi no pueden ser llamados coetáneos nuestros. Y no parece que hoy abunden muchos de los que se pueda llegar a decir que van a morir en olor de santidad. A excepción de los mártires, claro.
28/02/15 8:02 PM
  
clara
No sé qué tiene contra los héroes este señor...
28/02/15 9:16 PM
  
Feri del Carpio Marek
Es verdad que el P. Secondin comete el error de despreciar lo anterior. Pero la respuesta no debe ser cometer el mismo error, y despreciar lo nuevo. En cuanto a captar la condición pelagiana en la las palabras del P. Secondin, francamente no la capto. Más bien veo que es precisamente viendo un peligro pelagiano en la expresión "virtud heroica" que el P. prefiere el término "zaddiq", según él mismo lo explica (resaltaré con mayúsculas):

Por ejemplo, hablar de virtudes 'heroicas', un término que no evoca el lenguaje bíblico, sino el lenguaje mítico helenístico. Jesús no fue un 'héroe' y tampoco María ni los apóstoles. Fueron 'zaddiq', es decir justos y píos, términos bíblicos que indican cosas diferentes a las DEL HÉROE, QUE EXALTA INCLUSO EL ESFUERZO PERSONAL, LA UNICIDAD AISLADA, EL 'SUPERMAN'. Y de esta santidad ordinaria y normal hay muchos ejemplos alrededor de nosotros, algo que recuerda a menudo el Papa Francisco.

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LF:
¿Y quién comete el mismo error? Porque precisamente yo hago lo contrario en el post.

Lo que dice sobre el uso del término virtudes heroicas es GRAVE porque está arremetiendo contra lo que la Iglesia ha hecho SIEMPRE desde la era patrística. Asumir lo mejor de la sabiduría clásica para iluminarla con el lenguaje de la Revelación. El P. Secondín apela precisamente un argumento clásico, basado en la falsedad del lema Sola Escritura, que usan los apologetas protestantes que atacan la fe católica.

Así que mira, mejor déjalo estar o acabaré teniendo que escribir otro artículo.



28/02/15 9:56 PM
  
Feri del Carpio Marek
Lo dejo, Luis Fernando, no escribas otro artículo por mi culpa. Estoy de acuerdo contigo con que el P. Secondin se equivoca. Lo que yo quería, no era justificar la idea de abandonar el término virtud heroica, sino resaltar que el P. Secondin precisamente está preocupado con una interpretación pelagiana del mismo. Concuerdo con que no se debe abandonar el uso de virtud heroica, sino explicarlo. Pero tampoco se debe excluir su sugerencia de recuperar el término zaddiq.

Saludos, y ya no sigo más.

28/02/15 10:24 PM
  
Alan_
Hebreos 12:14 Dice que sin santidad nadie vera al Señor... Y como dice en Proverbios que el temor de Dios es el principio de la sabiduría. Si no hay un temor de Dios reverente no se puede ser santo. La pregunta es, ¿Que es el temor de Dios, temor a que? y ¿Hay temor de Dios entre los que se dicen cristianos?

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LF:
http://www.corazones.org/articulos/temor_de_dios_necesario.htm
28/02/15 10:25 PM
  
jb
Me quedo con la Acotación que haces del profeta Jeremías en (Jer 6,16):

Esto dice el Señor: Paraos en los caminos a mirar, preguntad por las rutas antiguas: dónde está el buen camino y seguidlo, y así encontraréis reposo. Pero dijeron: «No lo seguiremos».
Pues eso señor ´Alberto´, tampoco usted y yo profesamos la misma fe. Ha decidido usted unirse a los que dijeron «No lo seguiremos» Mejor párese de nuevo, vuelva a preguntar,
Saludos.
28/02/15 11:58 PM
  
Victor Somovilla
Saludos LF cada vez estoy mas convencido de todo lo contrario a lo que dice este carmelita. Ha sido cuando la Iglesia cambio el lenguaje cuando dejaron de entendernos cuando nuestra palabra ya no traslucia la grandeza divina fue que comenzo la apostasia.
Ahora por supuesto que habra que explicarlo y reexplicarlo pero el fondo no se puede cambiar y esto no lo digo solo por que es una obligacion doctrinal(que ya valdria) si no por que en terminos practicos es de suma eficacia.Si se hablara del infierno y el cielo del purgatorio de Satanas y los diablos de los angeles del poder de la confesion ,.... si se colmara el ansia que todo hombre lleva dentro por conocer las verdades eternas otro gallo cantaria.Una Iglesia ong panfila e insulsa no interesa a nadie
28/02/15 11:59 PM
  
JUAN NADIE
Por cierto, ¿y porque no desconstruimos el lenguaje de las matemáticas?
total es incluso mas antiguo que el evangelio. Puestos a decir majaderías.

¿Es consciente este señor de que si descontruimos el lenguaje también desconstruimos el mensaje, y que ese es un legado que no es de su propiedad?

Estoy harto de falsos misericordiosos que pretenden regalarme lo que no es suyo, lo que estan robando a otros, incluido a mi mismo.

Lo que queremos es doctrina, magisterio, enseñanza, luz, evangelio, pero católicos y reales, y de Cristo no de los hombres.
01/03/15 12:48 AM
  
JUAN NADIE
ALBERTO, haztelo mirar, porque yo creo que con tu definición de aborto, tu carces de vida, vamos que ni has nacido, porque si no no dirías esas sandeces. Si tu quieres crear la nueva iglesia reformada de Alberto, alla tu, pero por favor no insultes nuestra inteligencia con majaderías como que el aborto no es matar. Yo creo que tu ni respiras, ni sientes ni padeces.
01/03/15 12:55 AM
  
DavidQ
"Y no parece que hoy abunden muchos de los que se pueda llegar a decir que van a morir en olor de santidad."

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Ese es un error de percepción, tan común que la Iglesia siempre ha pedido que se espere a menos 5 años antes de canonizar a un individuo. Técnicamente le llamamos "efecto de halo", que no tiene nada que ver con el que llevan los santos en las pinturas.

Se trata de que cuando estamos inmersos en una realidad, nuestra percepción se distorsiona al punto que no podemos ver más que lo que más ruido hace. Por ejemplo, en una discoteca diríamos que no abundan mucho los grillos, porque no podemos oírlos.

Estadísticamente deben haber tantos grillos en la discoteca como siempre ha habido y tantos santos en el mundo como siempre ha habido. Si no fuera así, tendríamos que decir que la santidad no es una gracia de Dios sino un producto puramente humano, lo cual es absurdo. Sin ir más lejos, yo conozco tres santos, de los que hacen milagros y todo, que siguen con vida y posiblemente jamás sean canonizados. Por supuesto, están inmersos en un mundo tan lleno de música estridente que es difícil verlos, pero allí están.

Para decir con certeza que no existen en el mundo quiénes vayan a morir en olor de santidad, tendríamos primero que esperar a que estos tres amigos mueran -cosa que espero sea dentro de muuuucho tiempo-, dejar pasar los cinco años para que se despeje la música de fondo y el llanto de los funerales y entonces examinar su vida y milagros. Yo he tratado de llevar registro de algunos, pero ciertamente no es fácil y lo más probable es que estos santos mueran sin que nadie sepa que lo fueron.

Esa perspectiva temporal es muy dañina, si no para la fe al menos sí para el sentido común y el hígado. No es bueno vivir a saltos y trompicones entre el titular del periódico de hoy y el de mañana. Santos hay, y muchos. Quizás se parezcan más a San Martín, con una escoba en la mano, que a San Jerónimo, recitando en latín, pero allí están. Casi ningún santo ha sido reconocido como tal en vida, muchos incluso han sido repudiados no solo por el pueblo sino por la misma Iglesia; pero con el correr de los años y hasta siglos más tarde, se ha reconocido su virtud. Decir que "no hay santos hoy en día" es muy común, siempre lo ha sido, pero nunca ha sido cierto.

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LF:
En principio yo no estoy a favor de las canonizaciones exprés. No me refiero a eso. Lo que digo es que no hay aroma de santidad salvo en zonas de martirio. Cuando el P. Pío Pietralcina vivía, OLÍA a santo. Cuando el P. Rivera vivía, OLÍA a santo. Idem con la M. Teresa de Calcuta. Pues bien, o mucho me equivoco u hoy no se puede decir lo mismo de nadie. Por supuesto que hay muchos santos "ocultos", que apenas nadie conoce. Eso siempre ha sido así. Pero dada la ausencia de predicación correcta de la vida en la gracia y dado el desprecio patente a antiguas prácticas religiosas que fueron instrumento de santidad, es lógico que se produzca una "crisis" de santidad. Aun así, la santidad la da Dios y solo Él sabe cuando se superará esta crisis. De momento, los mártires están cubriendo de sobra el hueco.
01/03/15 1:10 AM
  
Rosío
Alberto: La Iglesia se "rejuvenece" porque unos cristianos mueren y otros nacen... Pero nunca podrá rejuvenecer en el sentido que usted lo dice. El mensaje que nos dejó Jesucristo nadie lo puede manipular a su antojo, ni antes, ni ahora, ni nunca. El que vino a dar su vida por nosotros, no se "moderniza".
01/03/15 1:28 AM
  
Juan Martín
Estimado Luis Fernando: ante la pregunta "¿Cómo traducir en el lenguaje actual los ‘pecados capitales’?", yo quisiera saber cómo se podría "deconstruir el lenguaje" que ya nadie entiende según esta entrevista y cómo se podría plantear un "nuevo ejercicio de creatividad lingüística y simbólica" de todo el Magisterio de la Iglesia. Veamos un sólo ejemplo: en el caso de la aceptación de la homosexualidad sin la intención de cambiar de vida. Dice San Agustín: "Pues así, los pecados que son contra naturaleza, como fueron los de los sodomitas, siempre y en todo lugar deben ser detestados y castigados; y aún cuando todas las gentes los cometieran, serían igualmente culpables ante la ley divina, que no hizo a los hombres para que de tal modo usasen unos de otros. Porque se destruye la misma sociedad que con Dios debemos tener, cuando la misma naturaleza de que El, es autor, se amancilla con la depravación de la lujuria". (Confesiones, 2da Ed. Ed. Paulinas, México, 1957, p.73). Cómo se traduciría en el lenguaje actual esta sentencia agustiniana referida a los pecados capitales? Muchas gracias Luis Fernando por mantenernos informados y formados a la vez.
01/03/15 2:57 AM
  
pepe
Nuevo lenguaje? Si nuevo significa ambiguo, sálvennos de ese peligro por favor. Lo último que necesitamos es más confusión. Pero con los vientos que corren, es muy posible que este carmelita sea un potencial obispo y muy posible cardenal. Dios nos guarde
01/03/15 3:04 AM
  
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Excelente post, Luis Fernando. Muchísimas gracias.

El carmelita Bruno Secondi dice: "Los viejos modelos de santidad siguen teniendo todavía espacio y suscitando atención... Pero no suscitan interés en empeñarse por seguir este camino…Hay que repensar profundamente estos modelos, acogiendo nuevos recorridos guiados por el Espíritu, que sigue operando con mucha creatividad. Hay que cambiar incluso el léxico".

Yo le digo: Por mí no se tomen el trabajo ni gasten las neuronas en "repensar profundamente modelos de santidad ni cambiar el léxico". Hay un afán enfermizo de ver todo desactualizado (incluso las palabras y mandatos de nuestro Señor Jesucristo). Los modelos de santidad no han quedado desactualizados; somos nosotros los que no tenemos las agallas necesarias para emprender el camino que lleva a la santidad, y en lugar de pedir a Dios la gracia que necesitamos para recorrerlo, preferimos rebajar nuestras aspiraciones y elegimos la mediocridad. Eso es cobardía.

Yo elijo lo seguro y lo desde antiguo comprobado, esto es, el modelo de santidad que emana de Dios y de su gracia, el que ha servido para llenar la tierra y el cielo de santos. Y Jesús nos ha enseñado la forma de conseguirlo: "Pedid y recibiréis". Mediante la oración obtenemos la gracia y la fuerza que necesitamos para seguirlo.
01/03/15 4:13 AM
  
antonio
Hay que leer libros, que transmitan unción, por aqui paso el Espiritu Santo, los que enfrian el alma, hay que rapidamente desercharlo.
Sinceramente después de leer a San Juan de la Cruz, puede haber algo superior, a las obras completas de la Bac, con un ideario al final exepcional.
La Llama de amor viva está superada.El Cantico espiritual, puede haber tanta belleza en una obra.
Aparte siguiendo al Gran Garrigou, no hay que tener muchos libros, los que claramente a uno le hayan hecho bién leerlos una y otra vez.Tener muchos libros, que los tengo, pueden disipar, el conocimiento de uno mismo, y el conocimiento de Dios..
01/03/15 9:54 AM
  
Renée
LF, ¿no será que RD manipuló la entrevista, como acostumbran?

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LF:
No creo. José Manuel Vidal no llega a lo que llegó a hacer el otro con una entrevista.
01/03/15 4:05 PM
  
rmartinhe
Alberto ¿realmente usted cree que podría estar en este mundo si suprimimos de su vida los 9 meses que pasó en el vientre de su madre?. Simplemente sería "nada", porque habría suprimido usted la VIDA, que existe desde el momento de la concepción. Por cierto, si suprime sólo ese primer momento, en el que era mucho más pequeño aún, también sería lo mismo. " Nada".
01/03/15 4:22 PM
  
DavidQ
"Cuando el P. Pío Pietralcina vivía, OLÍA a santo. "

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Durante diez años, el padre Pío vivió aislado del mundo porque no constaba la sobrenaturalidad de sus actos y la Madre Teresa sufrió graves crisis de fe. Ciertamente no todo el mundo los miraba como santos.

Repito: es algo muy común y no tiene nada de malo, pero es falso. Al mismo Cristo le pasó (Lc 4,24). Nada puede evitar que no percibamos un basurero, un profeta o a un santo cuando pasa a nuestro lado, sobre todo si vivimos con él por mucho tiempo. Pero si realmente tenemos fe y podemos ver a Cristo en el pobre, también podemos ver al santo en el abogado, el carpintero y el jesuita. Lo que no podemos esperar es verlos caminando en el aire ni con aureolas en la cabeza. Más de alguno dirá palabras duras o que no se comprenden en su momento y sin duda todos son pecadores, pero como siempre ha sido, son santos adaptados a su época, no son reliquias de un pasado inexistente, como solemos verlos en las hagiografías.

Así como Benedicto XVI veía una semilla de santidad en el peor pecador, estamos llamados a ver la santidad de la gente corriente y a buscarla para nosotros mismos. Pero no por la única vía de la reclusión y las órdenes sagradas, sino por los actos de cada día.

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LF:
San Pío olía a santo sí o sí. Y Teresa de Calcuta también. Con crisis -muchos santos han pasado por su Sinaí- o sin ellas. Por supuesto que no todo el mundo les miraba así. Eso es común a todo los santos.

Y después de lo que he dicho de San Josemaría, no me tienes que explicar que se puede ser santo siendo operador de teléfono en teletienda o consejera delegada en una multinacional de energías alternativas. Pero me temo que tampoco abundan.
01/03/15 6:55 PM
  
juan manuel ramilo costas
Deconstruir el lenguaje, creatividad lingüística, términos que recuerdan aquello que decía Orwell de que si se quiere manipular a las personas se empieza por manipular el lenguaje.Lagarto, lagarto.Y un carmelita, orden en descomposición, detrás de esto...
01/03/15 7:24 PM
  
Rexjhs
Mi pueblo perece por ignorancia... deliberada, añadiría yo
01/03/15 8:52 PM
  
Joaquín Simó Caballer
La santidad es un camino y una meta, no tiene nada que ver con la noche oscura del alma o altibajos en la Fe. La Caridad siempre queda y acumula. El que persevere en estos tiempos será un gran santo.
Las canonizaciones son un asunto de gobierno por parte de la Iglesia en las que se tienen en cuenta muchas consideraciones por ejemplo políticas o para dar un particular impulso evangelizador. La mayoría de los santos de todas las épocas son unos desconocidos para el mundo. Y vaya que hay gente buena hoy en día, gente guapa, gente bella que sufre con gallardía, y reza y aguanta carros y carretas. Cuántas viudas hay como la que atendió a Elías!! y más y más ...
01/03/15 9:45 PM
  
Apolinar
El modelo es Cristo y los que siguieron y siguen a Cristo: Su Madre, Pedro, Juan, María Magdalena... Si los santos trascienden su época y van más allá de su "universo cultural" es porque se entregaron a Cristo y nos ayudan a llegar a Él. Santa Teresa de Jesús, el Cura de Ars, Sor Faustina Kowalska, el Padre Pío... siempre serán actuales.
01/03/15 9:53 PM
  
Lucas Moura
Estoy sorprendidísimo, su discurso LF es ligeramente delirante, se pasa usted de frenada... ¿Qué no hay gente viviendo la autenticidad de la Fe actualmente en la Iglesia Católica? Vamos a ver, por ejemplo, para irse a China con la family a vivir como cristiano como hacen muchos señores del Camino Neocatecumenal, con una mano delante y la otra detrás...¿No hace falta Fe? ¿Acaso no son "candidatos" a santos? Por Dios, que las canonizaciones se hacen después de entrar en el nicho, no antes... pero tampoco hace falta mucho ojo clínico o canonizador para detectar candidatos.

¿Fracaso de la Iglesia? Bueno, hay ramas que no dan frutos y los pocos que dan están podridos (no citaré ninguna para evitarle a usted el editado, señor LF), muy cierto. Y comparto el 90% de su pesimismo, querido LF, porque veo muchas ramas podridas. Pero déjeme, por Dios, un 10% de optimismo, unas gotas de Esperanza. Porque ahora bien, no todas las ramas están podridas; no nos pasemos, hay sitios donde se trabaja muy bien. Y solo hace falta ver el número de cristianos que dan su vida en las nuevas ramas, modernas y actuales pero sin licuar la Fe, como el Opus Dei o el Camino Neocatecumenal, surgidas ambas al calor del Concilio Vaticano II.

Tenga por seguro que el cuerpo de Cristo, por muy gangrenado que lo hayamos dejado (y lo estamos haciendo y hay que denunciarlo), incluso con algunos miembros amputados, volverá a su esplendor y a su plenitud como si nada hubiera ocurrido.

Santidad o muerte.

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LF:
Me dice que le deje un 10% de optimismo. Pues hombre, lea usted de nuevo el post y se encontrará esto:
No está de más recordar que las congregaciones que están viviendo un resurgir de vocaciones, siguen un modelo bastante tradicional, anclado precisamente en aquello que dio resultado siglos atrás.


Y

Es más, precisamente llevamos más de medio siglo en el que el Espíritu Santo ha puesto en marcha herramientas de santificación para los seglares...
Y, por mucho que tengan elementos que necesitan ser corregidos, nunca antes en la historia han aparecido tal cantidad de movimientos enfocados en los seglares para ayudarles a santificarse.


Me habla del Camino y del Opus, y resulta que he mencionado a San José María Escrivá. Así que admítame un consejo: es bueno leer todo antes de comentar, :D
01/03/15 10:02 PM
  
manuel
Por cierto, deconstruyendo lenguaje, ¿es correcto decir olor de santidad o se debe decir loor de santidad?.
01/03/15 10:03 PM
  
Chimo de Valencia
LF, muchas gracias por el artículo. Y el comentario de Gabriela de Argentina, acertado y brillante en su sencillez.
01/03/15 10:05 PM
  
Antúnez
Si bien muchas congregaciones religiosas se han echado a perder, sin ir más lejos buena parte de los jesuitas por las reminiscencias y vestigios de esa plaga bíblica llamada teología de la liberación, en general los sacerdotes diocesanos, en su mayoría, me atrevo a afirmar sin miedo a equivocarme que tienen una Fe correcta, ajustada al Evangelio, sin herejías ni elementos de mácula de pecado.
Los más puristas me dirán que hay mucho cura suelto que no predica como Dios manda. Quitando frikis televisivos tipo padre Apeles o curas de los 60 que abrazaron el marxismo como forma de compromiso social y moral con los pobres, acción tan genuinamente loable por intención como perjudicial por sus terribles consecuencias, quitando estos dos caracteres del servicio pastoral, la mayoría de sacerdotes, especialmente las nuevas ornadas, son pocos pero más buenos que el pan.

Especialmente perjudicial para la salud moral y espiritual de los fieles resulta la contaminación de la atmósfera de las diócesis, y perdonen, con el apoyo tácito de los señores obispos. Ambigüedad, retirada de símbolos religiosos, fe licuada...

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LF:
El clero diocesano está mejor, pero según en qué diócesis está lejos de estar bien. En otras, por el contrario, da gusto.
02/03/15 12:00 AM
  
Ricardo de Argentina
Deconstruir el lenguaje es manipularlo semánticamente, de manera que las mismas palabras adquieran otros significados.
La primera grave consecuencia de esto es una ruptura con el pasado, o sea -en el caso de la Religión- con la Tradición, la Escritura y el Magisterio bimilenario.
¡Poca cosa!
02/03/15 1:44 AM
  
Forestier
Desde mi terna o no tan tierna infancia, hasta el día de hoy, no he dejado de escuchar a través de pseudointelectuales del clero o no, que la Iglesia "debe" reformarse", que la Iglesia "debe" buscar otro tipo de lenguaje, etc. ¿Y qué ha sido de toda ésta pléyade de pseudointelectuales que iban proyectando futuribles en la Iglesia? Pues la mayoría desaparecidos en combate, o llevando una mediocre existencia. Si Orwell, como recuerda Ramilo Costas, decía que el lenguaje puede ser una herramienta de manipulación, Wittgenstein escribía que el lenguaje es la mejor trampa para confundir a los hombres.
02/03/15 10:08 AM
  
Alonso Gracián
Es que realmente la deconstrucción del lenguaje bíblicotradicional es un medio para deconstruir la santidad, al dejarla sin Palabra. Callarla, dejarla muda. En el fondo, se quiere dejar callado a Dios, callando a sus santos.

El deconstruccionismo es un ataque brutal de las ideologías modernas contra el logocentrismo.

Que en teología no es otra cosa que un ataque a la centralidad del Logos Viviente y su razón ordenadora, por la cual todo fue hecho, y es el sentido mismo de la Ley Natural y las virtudes implicadas en ella con el auxilio de la gracia.

En definitiva, la propuesta nefasta supone un cambio de paradigma. En lugar de santidad cristocéntrica, Logocéntrica, una moralidad ideológica centrada en los intereses del hombre moderno.
02/03/15 10:50 AM
  
Ricardo de Argentina
Exactamente Alonso.
Eso ya estábamos acostumbradísimos a padecerlo a nivel educativo, cultural y mediático. O sea fuera de la Iglesia, descristianizando a las masas y dificultando hasta niveles insoportables la evangelización de las almas.
La novedad es que ahora lo vemos ¡en el corazón de la Iglesia!. O mejor dicho, en su cabeza.
02/03/15 11:58 AM
  
Isabel. Granada.
He llegado a la penosa situación de ver que la situación es mucho peor de lo que yo creía. La mayoría de la gente y debido sin duda a la proliferación de noticias negativas y contradictorias que vienen de la Iglesia, ha dejado de creer en esta y por tanto en el Dios que predican. Ayer tuve que oir "argumentos" tales como que la Iglesia no la fundó Cristo sino que se fundó en el siglo IV, que lo mismo da la religión a la que se pertenezca porque en todas ellas hay cosas buenas. A mi respuesta de que el Señor dijo "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida", que quién sabe si eso lo dijo Cristo. Acusaciones muy graves hacia una figura importante de la Iglesia granadina, y ya el colmo fue cuando ante la barbarie que están sufriendo los cristianos en diferentes países por el hecho de serlo, uno de los presentes dijo que los cristianos empezaron primero. Ante esto último, me levanté y me fuí.
Esto ocurrió entre personas con estudios universitarios, bautizados, y supuestamente educados.

No es la primera ni la única vez que me pasa. De todas partes, incluída mi propia familia, he tenido de alguna forma críticas y rechazo por ser cristiana practicante y coherente con mi fe y ya tengo fama de fanática e intolerante. Llegué a mi casa completamente abatida. Pero lo más grave es que incluso he oido testimonios de señoras de las que están a diario en la iglesia, que no tienen nada que "envidiarle" a los que puedan hacer cualquier líder de Podemos. He llegado a la conclusión de que para una mujer como yo, separada, con mis padres fallecidos y los hijos mayores, no hay sitio dentro de la sociedad, y aquí incluyo a la propia Iglesia y a los movimientos que hay en ella y esto lo digo con conocimiento de causa.

El Padre Guillermo Juan Morado habla en su último post de la posibilidad de retirarse a una Cartuja, por la deriva que ha tomado el mundo. Para las personas en mi situación, ni esa posibilidad hay. El mundo se ha vuelto para mí, en algo hostíl, frío y peligroso. Ya no sé qué hacer ni a donde acudir.



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LF:
Lo que debes de hacer, aunque seguramente ya lo haces en buena manera, es acudir a Misa todos los domingos -si puede ser a diario, mejor- confesarte habitualmente y rezar más. Y dejar que Dios se encargue del resto.
03/03/15 9:52 AM
  
Isabel. Granada.
Voy a misa todos los domingos y fiestas de guardar. Los miércoles me ofrecí como voluntaria ante la llamada del nuevo párroco que ha decidido abrir la iglesia durante todas las mañanas, y necesitaba personas que se comprometieran a hacer compañía al Señor a fín de que la iglesia no quedara sola, y si rezar es hablar con Dios, me paso el día rezando. Aún así me siento psicológicamente muy dèbil y desprotegida, hasta el punto de que estoy pasando por momentos en los que me resulta difícil todo y para colmo escenas como la de ayer no contribuyen a levantar mi ánimo sino todo lo contrario.
Me gustaría ser fría como el mármol y que nada me afectara. Pero entre mi extremada sensibilidad y la ansiedad generalizada que arrastro, según el doctor por los muchos sufrimientos que he tenido y que tengo que soportar, hacen que los bajones de ánimo se sucedan y me causen la profunda depresión que tengo en estos momentos. También veo una gran frialdad y desinterés por personas que pertenecen a la Iglesia y que tendrían que mostrar más comprensión y piedad para los hermanos que sufren. Para colmo me preocupan y mucho los negros pensamientos que me vienen.
Por todo eso es que los ataques hacia lo que yo creía tan firme y arraigado en la sociedad como es la fe y el temor de Dios, me afectan tanto hasta hacer que pierda totalmente el ánimo y toda ilusión por la vida, hasta llegar a pensar que nada merece la pena.

Gracias por tus consejos. Dios te lo pague.

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LF:
Lee menos noticias desdichadas sobre la Iglesia. Te vendrá bien.
03/03/15 11:38 AM
  
Jorgesth
Isabel. Granada: Cuando quedamos mayorcitos y solos, por la razón que fuera, es necesario reencontarnos con Dios, mediante la oración.
Tengo 79, leo y estudio mucho, pero tengo todos los días mis 60 minutos de conexión con CRisto y su Madre Santísima; leer dos paginitas de un libro como Las glorias de María o INtroduccion a la Vida Devota), rezar el Santo Rosario, alternandolo con la Coronilla de la Divina Misericordia, meditar en lo que Cristo nos dió. Es mi "recetita" que me ha servido para no caer en la depresión. Que algo parecido te sirva. Y pide a Dios que aumente tu fe, tu esperanza, tu caridad. Y no te preocupes por los que no quieren convertirse. Roguemos al Espiritu Santo para que ilumine a Francisco para que no traicione la doctrina que Cristo nos enseñó en su Evangelio.
04/03/15 11:32 PM
  
Isabel. Granada.
Jorgest: Gracias por tus buenos consejos, que sigo habitualmente. Aunque me separan 20 añitos de tí (que cómo dice el tango no son nada), la soledad ha sido siempre una compañera para mí, así que ya nos conocemos y nos toleramos. Es más, siempre me ha gustado estar sola, actitud que era muy criticada por mi madre, que en Gloria esté. Pero lo mío es mucho más grave. Es una soledad llena de malos recuerdos que asfixian a los pocos buenos que pudiera tener, y el sentimiento de que he sido engañada y estafada, no sólo por personas en quienes yo confiaba ciegamente, sino por la vida. Así que lo que queda en mí es un sentimiento de amargura, desolación y pérdida que nada consigue cambiar.

Desde mi separación, he tenido bastantes "pretendientes" aunque mi vida la tengo muy limitada, porque no me me gusta lo que hay fuera y me quedo en casa, salvo pocas y sanas excepciones. No hay hombres, (al menos yo no los conozco) capaces de ofrecer a una mujer una amistad sincera y desinteresada. Un psicólogo (católico por cierto) me dijo que no podría encontrar esa clase de amistad en un hombre. Sus palabras exactas fueron: "El hombre que se conformara con ser sólo amigo de una mujer cómo tu, estaría haciendo el papel de panoli". Y esto en momentos muy duros por los que estaba pasando cómo fueron la rápida e inesperada enfermedad seguida de la muerte de mi madre.

Así que ya lo he puesto todo en las manos de Dios. Que sea lo que Él quiera.

Gracias por tus buenos consejos y que Dios te bendiga.
05/03/15 9:31 AM

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