El ejemplo de Santa Mónica debería aparecer en el Sínodo

Hemos sabido que en el Sínodo han participado varios matrimonios. El testimonio de algunos ha sido impresionante. No hablaré de todos. Pero sí quiero señalar el caso de una pareja australiana. Leemos lo siguiente:

«Unos amigos nuestros estaban planeando su reunión familiar para Navidad, cuando su hijo gay les dijo que quería invitar a su compañero. Ellos creían profundamente en las enseñanzas de la Iglesia y sabían que a sus nietos les habría gustado ver que acogían a su hijo y a su compañero en la familia. Su respuesta podría ser resumida en tres palabras: “Es nuestro hijo”»

¡Qué bonito!, ¿verdad?

Bien, hace diecisiete siglos nació en Tagaste (en la actual Argelia) una niña a la que sus padres pusieron por nombre Mónica. Aunque siendo joven tenía intención de retirarse a una vida de oración, la esposaron con un señor que se llamaba Patricio, que no fue precisamente un dechado de sensibilidad y espiritualidad cristiano. Del matrimonio nacieron tres retoños. El mayor se llamaba Agustín. 

Cito de AciPrensa:

Cuando murió su padre, Agustín tenía 17 años y empezaron a llegarle a Mónica noticias cada vez peores, de que el joven llevaba una vida poco santa. En una enfermedad, ante el temor a la muerte, se hizo instruir acerca de la religión y propuso hacerse católico, pero al ser sanado de la enfermedad abandonó el propósito de hacerlo. Finalmente, se hizo socio de una secta llamada de los Maniqueos, que afirmaban que el mundo no lo había hecho Dios, sino el Diablo. Mónica que era bondadosa pero no cobarde, ni floja, al volver su hijo de vacaciones y empezar a oírle mil barbaridades contra la verdadera religión, lo echó sin más de la casa y le cerró las puertas, porque bajo su techo no quería albergar a enemigos de Dios.

La cosa no quedó así:

Pero sucedió que en esos días Mónica tuvo un sueño en el que vio que ella estaba en un bosque llorando por la pérdida espiritual de su hijo y que en ese momento se le acercaba un personaje muy resplandeciente y le decía :"tu hijo volverá contigo ” y enseguida vio a Agustín junto a ella. Le narró al muchacho el sueño tenido y él dijo, lleno de orgullo, que eso significaba que ella se iba a volver maniqueísta como él. Pero ella le respondió: “En el sueño no me dijeron, mamá ira a donde su hijo, sino tu hijo volverá contigo". Esta hábil respuesta impresionó mucho a su hijo, quien más tarde la consideraba como una inspiración del cielo. Esto sucedió en el año 437.

Eso ocurrió 9 años antes de la conversión del joven:

Por muchos siglos ha sido muy comentada la bella respuesta que un obispo le dio a Mónica cuando ella le contó que llevaba años y años rezando, ofreciendo sacrificios y haciendo rezar a sacerdotes y amigos por la conversión de Agustín. El obispo le respondió : “Esté tranquila, es imposible que se pierda el Hijo de tantas lágrimas”Esta admirable respuesta y lo que había oído en el sueño, la llenaban de consuelo y esperanza, a pesar de que Agustín no daba la menor señal de arrepentimiento.

El resto ya la conocen. San Agustín obtuvo la gracia de la conversión y se convirtió en uno de los más grandes santos de la historia.

Que los padres deben amar a los hijos, es claro. Que deban consentir y apoyar situaciones que les llevan a la condenación, no solo no es bueno. Es nefasto, espantoso, muestra de falta de amor verdadero por ellos. Y quien diga otra cosa, falta a la verdad y a la caridad cristiana. A veces el mayor acto de amor de un padre con un hijo ya adulto consiste en oponerse a él con toda su autoridad moral.

La complicidad con el pecado no es fruto del amor. La misericordia que justifica y consiente el pecado es a la verdadera misericordia divina lo que el adulterio y la prostitución es al matrimonio cristiano.

Luis Fernando Pérez Bustamante

52 comentarios

  
Franco
Buen artículo. ¿Qué le pasó al blog que se ve distinto?

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LF:
Que nuestro director técnico hace maravillas, :D
En breve todos lucirán igual de bien.
11/10/14 1:21 PM
  
María-Ar
Y si...LF, la Verdad,aunque duela.
El NO también es Amor!
Gracias y Bendiciones!
11/10/14 1:23 PM
  
JCA
Sí, el de santa Mónica está bien, pero sobre todo el de santa Rita, que viene ni de perlas: de hecho, deberían haber comenzado con ella. Claro está que a los kasperitas les habría dado un síncope.
11/10/14 1:38 PM
  
Gloria Irene ( Flavia )
¿Has visto la excelente respuesta del Cardenal Burke ante la experiencia del matrimonio al que aludes?

Léanla todos, por favor.
11/10/14 1:41 PM
  
Pacote
Incluso nuestro Señor prefería la separación de aquél que no pensaba como él, porque no eran los pensamientos de Dios, sino los de Satanás.
11/10/14 1:48 PM
  
Rexjhs
Deberían recordarle esto a Kasper y adláteres. Excelente artículo LF. Por cierto, te falta una "a" en el último párrafo: es "a" a la misericordia...
11/10/14 1:57 PM
  
Alejandro Galván
Hipótesis:

Una familia tiene un hijo que, después de cierta edad, se reveló adicto a sustancias estupefacientes. Al inicio, intentó luchar, se intentó desintoxicar, pero después de años de lucha y sufrimientos, se convenció que ser toxico-dependiente no era, para él, una cosa negativa. Con el tiempo, se concienció (actuó en conciencia) y se dio cuenta que era incluso bueno, a pesar de décadas de represión por parte de la sociedad, y pasó a hacer proselitismo de su modo de vida.
Su familia no pensaba lo mismo, pero era su hijo: así como le habían ayudado en su fútil intento de desintoxicación, lo quería mucho y respetaban sus actuales (y opuestas) convicciones.
Este año, en la tradicional fiesta de Navidad, que reunía a la familia todos los años, tenía una novedad: el "hijo pródigo" llamó a sus padres, diciendo que quería ir (ya hacía cinco años que no iba "porque no estaba cómodo". Ante la alegría de sus padres, les pidió que no le reprimieran en su libertad de conciencia: en el tiempo que estuviera en casa quería poder expresarse con libertad sobre sus ideas, consumir tranquilamente las drogas que estimara oportuno; ser "él mismo".
Los padres: qué pueden hacer? Cual sería la aplicación del amor cristiano en esta ocasión?
No es mucho mejor dar un testimonio de acogida integral, y así, sus nietos vean que sus abuelos son testigos de amor cristiano, que acoge y comprende, sin juzgar ni discriminar? No es mejor que tengan a su alcance, dentro de su familia, la realidad de la relación con las drogas, en vez de encontrarse con ella en ambientes "no idóneos"? No es todo esto mucho mejor para la educación cristiana de los nietos?
11/10/14 2:31 PM
  
María
Entonces el demonio nos ha ganado la batalla,Jesús a la samaritana, ¡vete y no peques má!. Pues ya aparte de todo las drogas no son buenas, luego lo cristiano es por todos los medios conseguir que el hijo deje de drogarse. En caso de un hijo promiscuo y que está casado y con hijos, el deber de los padres no es reirle las gracias, porque en juego están su matrimonio y los hijos, me parece a mí que bajo la falsa misericordia se pueden cometer muchas tropelías. Una vida ordenada siempre es más feliz que una vida desordenada, yo como madre deseo el bien supremo de mis hijos, y creo que ciertas conductas a la larga traen consecuencias desastrosas. Como madre deseo que mis hijos vayan al cielo o al menos al purgatorio.
11/10/14 2:58 PM
  
pepiño
Gracias por tu trabajo e información. Certero sin más.

Que Dios te lo pague.
11/10/14 4:30 PM
  
Eduardo Jariod
Uno de los mayores ejercicios de amor es el de la autoridad. Autoridad basada tanto en el amor como en la verdad, pues no hay verdad sin amor, ni amor sin verdad.

A su vez uno de los más bellos ejercicios de autoridad es transformar la fuerza del pecado o del error en fuerza para la santidad o del bien. Esos padres católicos del hijo gay deben mostrarle con afecto que, precisamente porque le quieren, no pueden dar por buena la vida que lleva. Para ello no es preciso mostrar actitudes violentas o agresivas, sólo firmeza en las convicciones, en la seguridad que proporciona conocer dónde se halla la verdadera felicidad. Y después ya sólo queda rezar, como Mónica.
11/10/14 4:32 PM
  
Inés
"Mónica que era bondadosa pero no cobarde, ni floja, al volver su hijo de vacaciones y empezar a oírle mil barbaridades contra la verdadera religión, lo echó sin más de la casa y le cerró las puertas, porque bajo su techo no quería albergar a enemigos de Dios."

Si, pero lo siguió a Roma aunque el la eludiera y además nunca le dijo "no sos mi hijo" por tener a su hijo Adeodato con su concubina.

La comparación que ha hecho es no sólo injusta para esas personas que han dado testimonio de su amor incondicional a su hijo homosexual sino incorrecta. No testimoniaron que lo recibieron a dormir en su cama con su pareja y les imprimieron las invitaciones al casamiento sino que lo siguieron considerando con amor su hijo, igual que santa Mónica con Agustín.

Bendiciones. Inés



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LF:
¿Tú crees?
Algún cardenal no piensa lo que tú...
11/10/14 4:41 PM
  
Yolanda
Santa Mónica "era bondadosa pero no cobarde, ni floja". Puede que otras madres sean cobardes y flojas, no faltas de amor ni mentirosas. A la vista está que santa Mónica acertó echando a su hijo de casa. Otras, no tan fuertes, más cobardes y flojas, pero amantísimas madres, no se atreverían a algo tan fuerte y, precisamente, pensando en el temor de que se perdiera aún más estando fuera de su casa.

No seas así de drástico. No es falta de amor ser " floja". Solo es eso, cobardía, pero no falta de amor.
11/10/14 5:28 PM
  
Joaquín
Pues esa misma pareja que tanto te desagrada elogió la "belleza" de la doctrina de la Humanae Vitae. ¡Las cosas no son tan blancas o negras!

Y hago notar que Jesús en ningún momento reprende a la Samaritana diciéndole "vives en pecado", ni tampoco a la adúltera diciéndole "debes morir por lo que has hecho", ni tampoco a Zaqueo llamándole "ladrón" (y Lucas insinúa que lo era).

Además, el caso de Santa Mónica no tiene nada que ver con el que aquí se cita: echó a su hijo por blasfemar y soltar herejías (cosa que no consta que ocurriera en el caso mencionado). Y hago notar que los resultados que obtuvo ella echando de casa a su hijo fueron más bien escasos porque Agustín no sólo no cambió sino que se volvió aún peor, como él mismo nos refiere en sus Confesiones.

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LF:
A mí no me desagrada esa pareja. Solo digo que no me convence eso de meter "en la familia" a alguien que jamás puede ser parte de la familia.
Y también digo que caben otros testimonios, como el de Santa Mónica. Hay más en esa línea. Qué menos que algo de variedad, ¿no?
11/10/14 6:20 PM
  
Franco
Me parece que a ese director técnico le faltan jugadores ;)
Hablando en serio, el nuevo formato no se ve del todo bien, al menos en este celular.

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LF:
Te mando un email con su email para que le cuentes el tema. Dile el tipo de celular que tienes.
11/10/14 6:25 PM
  
Francisco
Completamente de acuerdo, L.F. El ejemplo de Santa Mónica refleja la perseverancia en la oración y la confianza en Dios para la conversión de su hijo. Que mayor muestra de amor!!!.En nuestra época a veces callamos por evitar confrontaciones y lo que sucede es que no ayudamos a recapacitar a los que queremos de verdad. Que importa un enfado temporal si conseguimos una futura conversión.
Paz y bien
11/10/14 6:58 PM
  
Inés
No sabemos si Santa Mónica acertó echando a su hijo de su casa.
Sabemos que por sus lágrimas Dios le concedió la gracia de ver a su hijo convertido. Nada indica que Dios no le hubiera concedido la misma gracia si no lo echaba y sólo lo llevaba al patio y le decía con clara firmeza: no vuelvas en mi casa a hablar contra Dios. Por lo tanto la comparación y la suposición de que la madre que no echa de su casa a su hijo que peca es cobarde y floja es imaginación de LF.

Que un cardenal piense igual que él no significa más que ambos suponen algo que no está probado.

La Virgen los guarde.


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LF:
Lo tuyo es INCREÍBLE. Eres muy capaz de sugerir que eso que hizo Santa Mónica no está bien.

Si quieres te cuento ejemplos bíblicos de padres que no ejercieron autoridad espiritual sobre sus hijos. Y lo que dice la Escritura que hay que hacer. Bueno, no, no te lo cuento. Dirás que la Biblia quizás no acierta contándolo.

En todo caso, aquí nadie dice que hay que echar a patadas a los hijos pecadores. Pero si viven en pecado mortal, hay que decírselo. No he visto que eso sea lo que dijeron esos padres australianos. ¿También te parece bien que un padre mire para otro lado ante la posible condenación de su hijo y no le diga nada?
11/10/14 7:00 PM
  
José
ASí es, nos parece duro, e incluso falta a la misericordia. Solo debemos tomar en cuenta que se rechaza el pecado, no al pecador. El problema es que cuando el pecador no se arrepiente lleva consigo el pecado. Lo que santa Mónica hizo fue rechazar el pecado de su hijo, con firmeza y claridad, pero su hijo siguió siendo el centro de sus oraciones y lágrimas. El problema es cuando condenamos pecado y pecador, como si no hubiera posibilidad de conversión, saludos
11/10/14 7:30 PM
  
Luis Fernando
A todo esto, no sé por qué algunos se fijan tanto en el acto de la expulsión y no en las oraciones con lágrimas de la madre. Que sin duda son un ejemplo a seguir.
11/10/14 7:37 PM
  
Giordano Bruno
Se fijan en el comentario de la expulsión porque de lo escrito se infiere implícitamente que el autor está de acuerdo con esa medida.

Y en la Parábola del Hijo Pródigo, que sí es estrictamente evangélica, el mensaje es justo el contrario.

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LF:
En la parábola del Hijo Pródigo, el hijo vuelve arrepentido y contrito. Es decir, no tiene NADA que ver.

Lo mismo usted piensa que si el hijo hubiera vuelto acompañado de cuatro prostitutas o con un maromo amancebado, le habrían celebrado una fiesta igual.

Yo le aseguro que en mi casa un hijo mío no duerme en la misma habitación con una mujer que no sea su esposa. Y si fuera homosexual, jamás, por mucho que estuvieran "casados" civilmente.
11/10/14 8:22 PM
  
Francisco José Delgado
Si ponemos a Jesucristo como paradigma de misericordia, es cierto que Jesús acogió a pecadores y era criticado por comer con ellos. Sin embargo, los casos que reporta el Evangelio (Zaqueo, por ejemplo) relatan que los pecadores se convertían y se arrepentían de sus pecados.
Cuando Jesús tiene que clamar la urgencia de la conversión, lo hace con términos que muchos considerarían poco "misericordiosos".
En fin, Santa Mónica ganó para su hijo la conversión a fuerza de lágrimas y oración. ¿Qué ganaran para su hijo esos padres tan "misericordiosos"?
11/10/14 8:30 PM
  
Jorge Pérez
Echarlo de la casa seguro que no fue algo agradable a Mónica, que tanto quería a su hijo. Fue muy doloroso para ella también, como lo debe haber sido para Agustín. Lo demuestran las lágrimas que derramaba por él.
Por otro lado, el cardenal Bergoglio citó en un libro entrevista algo llamado la teología del fracaso y puso el ejemplo del padre misericordioso de la parábola. Mi interpretación sobre ello es que el padre no le dice al hijo, cuando éste le pide la herencia: "quédate y vive como tú quieras. Eres mi hijo, te amo y respeto tu estilo de vida"; me parece que por eso es que el hijo se quiere ir, porque está conciente de que el padre no le dejará vivir como él quiere. Esta interpretación no es una exégesis, naturalmente, pero si una bastante lógica.
Decirle al hijo: "no pruebo tu manera de vivir", no lo harían los padres desde la soberbia, sino desde el dolor que supone ver que su hijo vive en el pecado.
11/10/14 8:34 PM
  
Gregory
Las lagrimas de Santa Monica eran sin duda por amor y compasión, jamás de complicidad, sus oraciones fueron siempre porla conversión de su hijo.
11/10/14 8:37 PM
  
Inés
Ah, usted LF en realidad quería enfatizar las oraciones y las lágrimas de Santa Mónica y como esto colaboró con la gracia de Dios para que Agustín se convirtiera. Lo que pasa en que su nota comienza con que Santa Mónica lo echó de la casa y parecía comparar este acto de echar al hijo pecador con la recepción de la madre australiana de su hijo homosexual.

Nos sabemos si esa madre no le dijo a su hijo el pecado que comete y si no ha llorado y rogado por él como Santa Mónica. Tampoco sabemos si Dios no le concederá también la gracia que pide como a Santa Mónica aunque ella no lo haya echado sino lo haya recibido para la Navidad.



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LF:
No lo sabemos porque no lo han dicho. Si lo hubieran dicho lo sabríamos. Han dicho lo que han dicho. Y cuando un elige decir una cosa y no otra, es porque le parece más importante lo que dice que lo que no.
11/10/14 8:39 PM
  
Juan Francisco
Muy buen artículo, y estoy totalmente de acuerdo con el comentario de Eduardo Jariod. Como siempre, "caridad en la verdad" para hacer entender el porqué de la reprobación de determinadas conductas, y en caso de rebeldía explícita tomar las decisiones personales más adecuadas a la luz de la oración, y que Dios actúe. Lo que habrá sufrido pobrecita Santa Mónica todos esos años, al haberse dado cuenta que lo mejor para su propio hijo era alejarse de él para desaprobar su conducta.
11/10/14 9:15 PM
  
Giordano Bruno
Pues no lo diga muy alto, Luis Fernando, porque lo segundo le puede suceder, y a ver qué hace. Y lo primero no le digo ya que sea posible, sino que será muy probable, sea en su casa o en cualquier otra. Que una cosa es lo que podamos querer para nuestros hijos, y otra lo que hagan ellos.

Yo no echaría a un hijo de casa por eso. La fe es cuestión de libre elección personal.

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LF:
Lo digo muy alto porque tengo hijos mayores con novias y ya les he dejado muy claro eso. Y más claro aún se lo ha dejado mi mujer.
La fe no es una elección personal. Es ante todo un don de Dios. Pero las reglas en mi casa las ponemos mi esposa y yo. Y las cumplen todos. Mis hijos, los primeros.

11/10/14 9:19 PM
  
Rexjhs
LF está hablando de la falsa misericordia. A esa misericordia mundana según la cual "no os preocupéis, porque Cristo nos quiere a todos como somos", como tantas veces le he escuchado a algunos párrocos, ay, demasiadas veces! Con esto, quieren decir, heréticamente, que Cristo no tiene problema en que los homosexuales sean homosexuales activos, que una persona casada por la Iglesia, si ha fracasado "rehaga su vida" con otra persona, etc, etc. Es decir, vienen a decir que Cristo bendice los pecados de la gente, "porque Cristo es todo amor" y nos dice que lo importante es que "nos amemos los unos a los otros"...

Pues siento decir que NO, que quien piense eso ni se ha leído la Biblia, ni conoce el magisterio de la Iglesia desde los apóstoles hasta ahora. Cristo se juntaba con pecadores (prostitutas, recaudadores de impuestos corruptos, fariseos, saduceos, etc.) pero no lo hacía para tocarles las palmas y decirles que estaba muy bien lo que hacían, no. Les contaba, nada menos, que la parábola del Hijo pródigo, en la que un Hijo comete pecados gastando la herencia (la gracia) del Padre, acostándose con prostitutas, jugando a las cartas, etc, hasta que SE ARREPIENTE y vuelve a la casa del Padre, y se confiesa de sus pecados, diciéndole "Padre, perdóname, he pecado contra el Cielo y contra ti". Y el padre, cuando escucha este arrepentimiento de su hijo, entonces le restaura en su gracia original, y le pone un anillo, y le mata al ternero cebado. ¿Entienden? Cristo no bendice los pecados, espera arrepentimiento, confesión y cambio de vida. Es decir, el propósito de enmienda es exigido para que el cura nos pueda perdonar los pecados. El hijo pródigo no le pidió perdón a su padre para volver a irse de francachelas, sino para quedarse en su casa. El propósito de enmienda exige, por tanto, que si alguien vive en adulterio, deje a la persona con la que está cometiendo adulterio. Y que si es homosexual, que deje de hacer actos homosexuales. Por eso perdona a la adúltera diciendo "Yo tampoco te condeno", ya que en el encuentro que tuvo con la adúltera ella se le confiesa a Cristo y le confiesa que era adúltera. Y ante esa confesión Cristo la perdona y le dice "Yo tampoco te condeno", es decir (yo no te mando al Infierno, sino que escuchada tu confesión, te devuelvo a la gracia), vete, Y NO PEQUES MÁS (propósito de enmienda). La misericordia de Dios exige arrepentimiento, confesión y cambio de vida. Creo que está claro.

La misericordia de Dios, entiendan esto, habita en el confesionario, no en bendecir los pecados. ¿Qué tiene que ver Cristo con el pecado, Dios con Satanás? El problema de fondo es que los que defienden esta falsa misericordia, en el fondo, no tienen fe, no crean que exista el pecado mortal, ni el Infierno, ni el Demonio (que tantas veces nombra Francisco), y, por eso, creen que, al morir, todos iremos al Cielo. Son protestantes, realmente. Recemos por ellos. Pero que abran los ojos porque "Si no se arrepienten, todos perecerán" (Lucas 13, 3)
11/10/14 10:17 PM
  
Palas Atenea
Es un problema arduo. No sirven los ejemplos evangélicos como sugieren algunos porque la mayoría de ellos-Mateo, Zaqueo, las adúlteras que aparecen y otros se arrepintieron-el tema de la samaritana es distinto porque los samaritanos no eran judíos y no consta que ella le siguiera, sólo que hablaron. Para que en el Evangelio se hubiese dado un caso similar Mateo tendría que haber seguido cobrando a ganancia, Simón el Zelote pensando el cortarle el cuello a todos los idólatras, la adúltera continuar con su vida de pecado, etc... después de conocer a Jesús, pero no hay constancia de ello. Mateo el publicano y Simón el Zelote jamás habrían convivido juntos si no hubiesen cambiado radicalmente. Jesús habló con muchas personas que no le hicieron caso-hay constancia en los Evangelios- pero no constan entre sus discípulos.
Por lo tanto no hay evidencia en el Evangelio de que Jesús conviviera con pecadores contumaces que persistieran en el pecado tratando, además, de que Él aceptara sus puntos de vista.

11/10/14 10:26 PM
  
Isabel. Granada.
Luis Fernando, comparto tu forma de ver las cosas en relación con las conductas que unos padres cristianos, no tienen que consentir en su propia casa, por muy de moda que estén.

El cristiano debe ser coherente en todas y cada una de las cosas de la vida. Y resulta de una grave incoherencia admitir que los hijos cometan con el consentimiento de los padres, pecado mortal en su propia casa. Aunque en estos tiempos hablar de coherencia con la fe cristiana y de pecado mortal, sea motivo de burla, desprecio y rechazo, ante actitudes que los demás consideran fanáticas y antiguas.

Pero es igual. Hay que contentar a Dios antes que a los hombres.
11/10/14 10:37 PM
  
Juan
Para muchos el Estado del Bienestar y de Derecho, es el estado de mi bienestar y de mis derechos y donde no existen obligaciones. Decía Victor Frankl que si en la orilla este de EE.UU. se había erigido la estatua de la Libertad en la oeste había que erigir la de la Responsabilidad. Esta interpretación ha entrado también en la Teología, y así el Reino de Dios, sería el Estado Ideal y Máximo de Bienestar, y Dios el garante de mis derechos.
Vivimos muchos en el cristianismo de "mi estado del bienestar". Dios solo puede querer mi bien, es decir mi bienestar, porque es un Dios de Amor y comprensión para cualquier acto humano y mucho más si se trata de los hijos a los que en muchas ocasiones se les idolatra. El Dios que no admite mi conducta, que yo considero buena o justificada por las circunstancias bio-psicológicas, sociales, económicas, etc..., es el Dios del Sinaí no el del Monte de las Bienaventuranzas se nos dice. Este, todo lo entiende, todo lo acepta, nada condena. Y en caso de duda sobre la moralidad de un acto se aplica el himno : "Ubi caritas et amor, Deus ibi est" cual ungüento amarillo que todo lo cura : Si dos hombres, o dos mujeres se unen, pues como existe amor, ahí está Dios. Por eso la gente se escandaliza de que una madre, Mónica, expulse a su hijo, Agustín, porque al hacerlo malogra su estado de bienestar y comodidad, así como el de su hijo. Después de la expulsión del hogar, Santa Mónica tiene que tomar la Cruz del llanto y el dolor por el hijo que se pierde, y este se tiene que interpelar diariamente de por qué una madre tan buena ha tenido que proceder así. No aceptamos este ejemplo porque nos pone en evidencia, de cuantas veces, so pretexto del amor y la comprensión, según nuestros pensamientos y nuestros caminos, negamos la Cruz.
11/10/14 10:55 PM
  
Luis Fernando
Mensaje a lectores:
Si quisiera comentar o que se comentaran informaciones que no damos en Infocatolica, las pondría como noticia. Así que no os molestéis en citar lo que aparece en otros medios.
11/10/14 11:19 PM
  
Rexjhs
En refuerzo de lo que he dicho arriba, os dejo las palabras de San Pablo:

Romanos, 13: "8 Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
9 En efecto, lo de: "No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no
codiciarás" y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: =
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. =
10 La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley
en su plenitud.".

Es decir, la caridad es no cometer adulterio, y no como dicen muchos hoy, tolerar y consentir los adulterios como si eso no fuera pecado.
12/10/14 12:00 AM
  
Maga
Luis Fernando, has dado, como siempre, en el clavo. No puedo estar más de acuerdo contigo. Ahora, lo que pasa es que los padres que le dicen a sus hijos lo que está mal y hasta les meten un cachete están desautorizado s. Esta es nuestra sociedad y, sí, el amor lleva muchas veces a enfrentarse con quien quieres, diciéndole la Verdad.
12/10/14 12:01 AM
  
Bartimeo
Saludos.

Si mi hijo en lo referente al matrimonio no hiciera las cosas como Dios manda yo no los recibiría en mi casa (como si nada) ni aprobaría su conducta acudiendo a la suya (de ellos).

Esperaría que él respetase mis sentimientos y mis creencias, que se portase como un adulto ( o sea en una relación entre iguales) y no me pusiese en una situación que violentase mi conciencia.

Lo contrario me parece infantilismo, ¿por qué tiene que ceder un padre ante un hijo adulto? Si no se ejerce la corrección fraterna con el propio hijo ¿con quién se hará?

Hay quien piensa que lo importante es que el hijo sea feliz, aunque viva en situación irregular, sin darse cuenta de que no es posible ser feliz alejados de Cristo y desde luego si se le rechaza abiertamente no hay salvación. ¿Serán felices esos padres pensando en la condenación de su hijo?

Mi madre rezó mucho por mí (unos quince años). El día que le dije que había vuelto a la práctica religiosa se le saltaban las lágrimas de alegría. ¡Y es que hay mucha alegría por la conversión de un pecador!

Tenemos que rezar y hacer penitencia SIEMPRE y mucho por nuestros hijos (tienen muchos peligros y el peor es el del abandono de la fe), los hemos engendrado para el Cielo. Que la Virgen, Madre, los proteja y los lleve con ella al Paraíso. A Jesús por María.

Pax et bonum
12/10/14 2:01 AM
  
Luis M
Editado.

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LF:
¿Y a mí qué más me da lo que pienses de mí? ¿acaso me dedico a esto para agradar a los hombres? Si eso quisiera hacer, os regalaría los oídos con buenismos estériles.
Muchos no soportáis lo que escribo. Pero yo soy vil gusano que lo que le mandan hacer, hace. Y si no lo hiciera, lo harían otros. Lo de menos es quién. Lo de más es el qué. Y Dios y su misericordia verdadera - no esa ramera cómplice del pecado que algunos nos quieren hacer pasar como misericordia divina- no ha de quedarse sin portavoces y atalayas en esta generación.
12/10/14 2:54 AM
  
Monachus
Una petición de consejo, chicos, al hilo del tema: Estoy en un dilema de conciencia. En unos meses me huelo que mi hermana, atea convencida, víctima del tiempo que corremos hoy, anunciará su boda, por lo civil, por supuesto, con su novio. ¿Debo asistir?

Cuando uno asiste a una boda significa que se alegra por el paso de los novios, que los felicita, que se congratula, etc. ¡¡¡Yo no puedo festejar que mi hermana viva en concubinato!!! No puedo brindar con champán y gritar "¡vivan los novios!".

Por otro lado, nos podemos imaginar todos las consecuencias de no ir al "enlace": mi hermana dejará de hablarme, la familia entera se me echará encima, etc.

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LF:
Esa decisión es tuya. Solo tuya.
En todo caso, el problema principal de tu hermana es su ateísmo. No que viva en concubinato. Una boda por la Iglesia sería seguramente nula.
12/10/14 8:47 AM
  
Almudena
Yo aquí veo un error de principio. Lo que plantea esta pareja australiana es aceptar al compañero del hijo homosexual en una cena de Navidad. Para que esto ocurra, es decir, para que al susodicho hijo se le ocurra pedir que se invite a su novio, es que no ha habido ningún tipo de formación anterior en esa familia. Si a mi se me diese el caso, os aseguro que mi hijo jamás me propondría tal cosa, pues todos desde pequeños ya saben de sobra como pensamos y cuales son nuestros principios. Lo mismo que a ninguno se le ocurre pasar la noche con sus novios-novias en mi casa. Lo que hagan fuera ellos sabrán, pero tienen muy claro lo que pueden o no pueden proponernos. Y os aseguro, no falta la caridad con los defectos o debilidades de cada cual, sanamos heridas pero no se las procuramos.

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LF:
Así es.
12/10/14 9:52 AM
  
Almudena
Monachus, aún saliendose un poquito del tema, como pides opinión, con permiso del jefe, te doy la mía. Si tu hermana es atea lo que no debería hacer es casarse en La Iglesia. Ella está siendo consecuente y tiene la decencia de no querer tomar tus creencias a la ligera acudiendo a unSacramento en el que no cree. Ahora, la decisión de acudir o no, realmente es tuya. Pero si os queréis y os respetáis, yo iría, le daría un fuerte abrazo, y le haría saber que rezas y pides por ellos.
12/10/14 10:24 AM
  
Palas Atenea
En estos asuntos yo siempre me acuerdo de mi abuela. Sus ideas eran bastantes nítidas y, desde luego, no estaba dispuesta a que la familia estuviera por encima de la Ley de Dios. Una vez le oí decir que si alguno de sus hijos matara o robara a alguien su principal obligación no sería para ese hijo sino para sus víctimas; su deber no estaría tanto en visitar a su hijo en la cárcel, sino en visitar y ayudar a aquellos a los que hubiera dañado. Y, dado su carácter, desde luego lo habría hecho. Si hubiese tenido a un nieto etarra e irredento lo habría echado de casa, estoy segura. Eso no quita que tal cosa le costara lágrimas y oraciones. ¡Menuda era ella!
12/10/14 11:42 AM
  
Tomás Bertrán
Monachus, ante lo que expones una vez le expuse a un sacerdote el caso de asistir a una boda civil en el caso de que fuese la boda de un hijo mío, y me contestó que debía asistir ya que era mi hijo al que le debía amor, no sin decirle de antemano que no estaba conforme con tal proceder. El sacerdote me argumentó que si se casaban por la Iglesia sería un "paripé", lo más probable boda nula, y que al casarse por lo civil, por lo menos ante la sociedad, se afirmaba que la pareja era sólo de uno y que nadie debía meterse en medio, que ya se pertenecían mutuamente.
Voy a poner otro ejemplo ya que rizamos el rizo, y lo expongo en general. Matrimonio de un hijo por lo católico pero que usan de métodos anticonceptivos no naturales. O sea, sus actos sexuales son pecaminosos. ¿Los dejo dormir en mi casa?.
Echar a un hijo de casa es lo último que se debe hacer. No dejar que pequen en casa de uno es una cosa, y uno debe ser firme en esto. Pero echar al hijo-a de casa es otra cosa. Y si vienen a casa a celebrar santos o cumpleaños de alguien, pueden entrar pero "sin numeritos". Como hace la Iglesia, que niega la comunión a los divorciados vueltos a casar (adulterio), pero los invita a que asistan a Misa, o sea, no les niega la entrada en la iglesia, la casa de Señor.
12/10/14 12:35 PM
  
Juan Manuel
Muy bueno el ejemplo de Santa Mónica, en realidad Jesús muchas veces nos dice que debemos elegir que no podemos ser tibios incluso aunque provoque una ruptura en la propia familia Mt 10:21-38 también es muy interesante leer Lucas 12: 49-53 y la nota de Monseñor Straubinger "Esta es la explicación y el consuelo para los que están en inevitable conflicto con familia o amigos por causa del EvangeIio. Es necesario dice S. Pablo, que la división muestre quiénes son aprobados por Dios (1 Cor 11, 19)." y eso precisamente es lo que hizo la madre de San Agustín puede que a nosotros nos falte coraje pero distinto es decir que eso es también correcto. En mi humilde opinión otro ejemplo de familia y de matrimonio que se debiera incluir es el de la Beata Isabel Canori, un ejemplo para aquellos que piensan que el matrimonio es desechable ante cualquier pequeña o gran desaveniencia.
12/10/14 1:31 PM
  
antonio
La complicidad con el pecado no es fruto del amor., excelente, si me permitirías,con cualquier pecado, y agrego basta de mirar hacia atrás, como le digo a los que atiendo, que me perdonen las burradas, y mirar siempre para Adelante a la Iglesia, la sostiene Dios Nuestro señor.
Saludos al Estimado Padre Iraburu, oro por El, como oro siempre por todo el Cuerpo Místico, el de mi patria" El que no ama a su patria no ama a sus compatriotas, y por supuesto el del Mundo, y también por otras,por un montón de cosas que no voy a relatar acá, estó brota del amor de Dios, indudablemente.

Una vez un gran amigo me dijo con Cristo mayoría absoluta.
12/10/14 2:30 PM
  
antonio
Y que en todo se haga la santisima Voluntad de Dios.


Y afuera de la Iglesia, alegría y buen humor.
12/10/14 2:45 PM
  
Luis Fernando
Maga, eliminé tu comentario por error. La respuesta es: no lo sé.
12/10/14 2:53 PM
  
Rexjhs
Monachus, yo tengo clarísimo que no deberías ir. Visto desde los ojos del catolicismo, en una boda civil se exalta un pecado mortal: la fornicación, o puede que el adulterio (si uno de los cónyuges es un casado por la Iglesia y divorciado). ¿Si nos invitaran a un aborto iríamos? ¿A que no? Pues lo mismo. Y si eso te acarrea problemas familiares, bienvenido al club de los católicos fieles, a los que se nos persigue desde fuera y desde dentro, igualito que le pasó a jesús, fíjate.

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LF:
No se puede comparar un aborto con el matrimonio civil de ateos. De ninguna de las maneras.
12/10/14 5:26 PM
  
pablo velasco
"A todo esto, no sé por qué algunos se fijan tanto en el acto de la expulsión y no en las oraciones con lágrimas de la madre. Que sin duda son un ejemplo a seguir."

Mucha gente olvida lo que jesus hizo a los vendedores del templo... Los echó a latigazos... Para que no convirtieran su casa en una casa de ladrones.
El acto de expulsión también es un ejemplo a seguir, creo yo. Muchas veces se piensa que la misericordia anula cualquier forma de castigo, pero eso no es así.
12/10/14 7:17 PM
  
Ricardo de Argentina
Monachus, si tu hermana atea se casara también por Iglesia irías, ¿verdad que sí?
Entonces con mucha mayor razón debes ir a la boda civil.
En ambos casos se trata de un concubinato legal (pues la boda de un ateo es irremediablemente nula), pero en el segundo caso no hay burla deliberada del sagrado sacramento matrimonial.
12/10/14 7:57 PM
  
Isabel. Granada.
Gracias a Dios nunca he ido a una boda civil, pero ya que se está tocando el tema me gustaría decir lo siguiente:

Una boda civil es para un cristiano un concubinato legal, pero para el que es ateo o agnóstico es un matrimonio a todos los efectos tan legal cómo el religioso, puesto que no creen en Dios. Sólo se trata de regularizar una situación de parejal. Lo verdaderamente grave es que siendo ateo se case por la Iglesia.

Sin embargo en la actualidad se está dando el caso, ya muy numeroso, de cristianos que se confiesan cristianos, e incluso que pertenecen a diversas cofradías religiosas, que después de haberse divorciado de su esposo o esposa, se han casado por lo civil con otra persona y viven tan felices y tan seguros de que hacen lo correcto. Y la sociedad los admite. E igual admite que sus hijos o hijas duerman en la misma cama con sus novias o novios. Y que sus hijos o hijas tengan parejas homosexuales e incluso se casen con ellos civilmente, y lo admiten, y van a la boda, y la pareja de homosexuales o lesbianas duermen juntos en casa de sus padres. Y sin embargo esos padres se consideran cristianos. Y a nadie se les ocurra decirles que hacen mal, porque se te tiran a la yugular y por supuesto los que pensamos que esa permisividad está mal, sómos muy malos, por fanáticos, radicales y por falta de caridad para con el prójimo.

En segundo lugar, ha habido miles por no decir millones de matrimonios celebrados por la Iglesia en que uno o los dos contrayentes eran ateos o agnósticos, pero era el único matrimonio que se reconocía válido hace décadas, y sin embargo tenían el caracter de matrimonios perfectamente válidos para la sociedad, para la Iglesia y duraban para toda la vida.

Y además a no ser que uno de los cónyuges confiese ser ateo, a ver cómo sabe el cónyuge cristiano que se está casando con un ateo, aunque sus hechos posteriores avalen que está mucho más cerca de ser ateo (suponiendo que no lo sea), que de ser cristiano, ya que habitualmente no cumple con la mayoría de los Mandamientos y así durante décadas.
12/10/14 10:39 PM
  
Horacio Castro
Monachus. De encontrarme en tu caso yo aplicaría una 'pastoral'.
13/10/14 12:23 AM
  
Horacio Castro
Iría.
13/10/14 12:24 AM
  
luis r
Luis Fernando:

Cada vez estás más recalcitrante.
Ojalá Dios no te pague con la misma medida..


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LF:
Uy, todavía me queda mucho, muchísimo, para que en mí se cumpla esto:

Aún no habéis resistido hasta la sangre en vuestra lucha contra el pecado
Heb 12:4


Esa, entre otras, es mi lucha. Unos luchan para justificarlo y disminuir su gravedad. Otros, luchamos para combatirlo con la única arma que lo derrota y lo hace desaparecer: la gracia de Dios.
13/10/14 6:21 AM
  
Monachus
Gracias por los comentarios. Dada la disparidad de opiniones la solución no es nada fácil, no.
13/10/14 11:22 AM
  
Luis Fernando
Hasta nueva orden, de ahora en adelante la zona de comentarios de este blog permanecerá cerrada.
13/10/14 5:17 PM

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