Mons. Parolin, un Secretario de Estado tradicional

El Papa Francisco ha realizado el primer gran nombramiento de su pontificado. Mons. Pietro Parolin, hasta ahora Nuncio en Venezuela, pasa a ser el Secretario de Estado, puesto que tiende a ser considerado como el segundo en importancia para el gobierno de la Iglesia tras el propio Papa.

El arzobispo italiano es un hombre de amplia experiencia en las relaciones diplomáticas. Y conoce bastante bien la Curia, ya que fue subsecretario de la sección para la relación con los Estados de la Secretaría de Estado. Que Benedicto XVI le enviara como Nuncio a Venezuela demuestra bien a las claras la confianza que tenía en él, ya que todo el mundo sabe lo complicadas que eran las relaciones entre la Iglesia y el régimen de Chávez.

Una de las cosas que llama la atención es su edad. Tiene exactamente los mismos años, 58, que tenía Juan Pablo II cuando accedió al pontificado. Estamos por tanto, y siempre que el Señor le dé salud, ante un prelado que jugará un papel destacado en la Iglesia durante las próximas décadas. Seguramente será creado cardenal en el próximo consistorio que convoque el papa Francisco.

No tendría sentido que hiciera un análisis pormenorizado de la figura del nuevo Secretario de Estado. Apenas he leído algunas intervenciones suyas, aunque lo que he visto me hace pensar que estamos ante el típico obispo italiano, moderado en las formas, firme en el fondo y capaz de cumplir fielmente las tareas que le encomienda la Iglesia.

Por otra parte, la intención del Santo Padre de reformar la curia hace que no se sepa todavía bien cuáles serán las funciones del nuevo Secretario de Estado. Aunque las personas son importantes, la verdadera reforma afectará al modo en que la Curia ha de servir al Papa y al resto de la Iglesia. Lo que sí es ya evidente es que los que esperaban una reforma radical que pusiera todo patas abajo no acertaron de pleno. El Santo Padre ha elegido a un italiano “tradicional” -no tradicionalista- para ser su mano derecha en el gobierno efectivo.

La Secretaría de Estado queda en manos de un diplomático. Pero eso no significa que estemos ante un hombre poco ducho en ser testigo de la fe católica. Por ejemplo, así finalizó su mensaje a la Conferencia Episcopal de Venezuela en julio del año pasado:

El valor de la fe y del amor. La fe y el amor que vencen al mundo (cf. 1 Jn. 5, 4), entendido como “mundo” tentado por o sometido al Maligno. Y así lo afirma el Santo Padre: “Por el momento la Iglesia y todos nosotros nos encontramos entre dos campos de gravitación. Pero desde que Cristo ha resucitado, la gravitación del amor es más fuerte que la del odio; la fuerza de gravedad de la vida es más fuerte que la de la muerte” (Benedicto XVI, Homilía de la vigilia pascual, 11 de abril de 2009).

Que María, mujer de fe y de amor, y por eso, mujer de valor, interceda por los trabajos de esta Asamblea, por todos nosotros, aquí presentes.

Y me parece sumamente interesante lo que dijo sobre la educación en su discurso al recibir la orden Rafael Belloso Chacín:


Empieza en el minuto 24 pero les recomiendo que escuchen a partir del 35. No tiene desperdicio.

Pidamos todos al Señor que ilumine a Mons. Parolin en la alta responsabilidad que el Papa le ha encomendado.

Luis Fernando Pérez Bustamante

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Luis Fernando
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31/08/13 12:57 PM

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