Sor Patricia defiende a Sor Margarita
Sor Patricia ha salido a defender el buen nombre de Sor Margarita. La primera es presidenta del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de las Américas. La segunda es religiosa de dicho instituto y ayer fue objeto de una notificación de la Congregación para la Doctrina de la Fe debido a las barbaridades que escribió en su libro “Just Love. A Framework for Christian Sexual Ethics“.
Antes de ir a lo que Sor Patricia ha dicho, conviene que le echemos un vistazo a la notificación del dicasterio vaticano. Aunque la enumeración de las desviaciones doctrinales en materia de moral sexual puede ser más llamativo, lo más importante para mí de la nota es la siguiente afirmación:
La autora no entiende correctamente el papel del Magisterio de la Iglesia, que es expresión de la autoridad de los Obispos para enseñar en comunión con el Sucesor de Pedro, que guía a la Iglesia a una comprensión siempre más profunda de la Palabra de Dios que se encuentra en la Sagrada Escritura.(…) Sor Farley trata argumentos de carácter moral ignorando la enseñanza constante del Magisterio, y cuando ocasionalmente lo menciona, lo trata como a una opinión más.
El 100% de todas las herejías y desviaciones doctrinales parten de ese error. Quien no acepta el papel del Magisterio de la Iglesia, acaba desviándose de sus enseñanzas. Da igual que te llames Arrio, Martín Lutero o Margarita. Si piensas que tu opinión personal vale tanto o más que la del magisterio, estás cruzando la puerta que marca la salida de la Iglesia de Cristo. Es cuestión de tiempo que salgas o te hagan salir.
Es innecesario decir que no todos los pronunciamientos del Magisterio obligan por igual. No existen miles de dogmas de fe que conlleven el anatema consiguiente a quien los niega pertinazmente. Y la Iglesia no puede estar catalogando como dogma de fe toda doctrina que es puesta en duda o negada por quienes no aceptan que su autoridad doctrinal llega a todo lo que pertenece al depósito de la fe. Recordemos, sin ir más lejos, que en relación a la autoridad de los obipos y el Papa, el Concilio Vaticano II dijo:
Los Obispos, cuando enseñan en comunión con el Romano Pontífice, deben ser respetados por todos como testigos de la verdad divina y católica; los fieles, por su parte, en materia de fe y costumbres, deben aceptar el juicio de su Obispo, dado en nombre de Cristo, y deben adherirse a él con religioso respeto. Este obsequio religioso de la voluntad y del entendimiento de modo particular ha de ser prestado al magisterio auténtico del Romano Pontífice aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se preste adhesión al parecer expresado por él, según su manifiesta mente y voluntad, que se colige principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la frecuente proposición de la misma doctrina, ya sea por la forma de decirlo.
Lumen Gentium 25
Una vez que sabemos que Sor Margarita piensa y escribe sin tener en cuenta que no puede ser católica y oponerse a las enseñanzas de la Iglesia, lo demás casi sobra. Es decir, ¿de verdad necesitamos que la Congregación para la Doctrina de la Fe nos recuerde que la masturbación, las relaciones homosexuales son pecado y el adulterio -divorciarse y volverse a casar- son pecado y que el matrimonio homosexual es inaceptable? Conste que no digo que la notificación sea innecesaria. Solo digo que basta con ir al Catecismo para darnos cuenta que la religiosa está apartada de la fe de la Iglesia. Eso sí, no es igual que tal cosa la diga un bloguero como yo a que lo haga el dicasterio al que se ha encargado la tarea de velar por la sana doctrina.
Si ya es grave que una monja vaya por libre en materia de moral sexual, más lo es que su superiora salga en defensa de su labor y arremeta contra la Congregación para la Doctrina de la Fe. La carta de Sor Patricia es una declaración de rebeldía abierta contra el Papa, que es quien ha autorizado y ordenado la publicación de la notificación sobre Sor Margarita. No sé, ni me corresponde decidir, cuál es la calificación canónica de ese acto, pero soy de la opinión de que la Iglesia debería de ordenar la retractación pública de la superiora de las Hermanas de la Caridad. Y de no darse dicha retractación, proceder a la sanción canónica correspondiente.
Todos los fieles estamos de acuerdo en que es necesario que la Iglesia muestre la verdad y corrija a quienes se separan de sus enseñanzas. Pero somos muchos los que opinamos que no basta con notificar que una monja escribe en contra de la moral sexual católica. Pensamos que además se ha de exigir su rectificación pública. El arrepentimiento nos alegra a todos. La obstinación en el error, sobre todo si es pública, daña al bien común de los fieles si queda sin disciplinar. La pregunta no es cómo es posible que una monja escriba lo que escribe Sor Margarita. La pregunta es cómo es posible que se le permita seguir siendo monja.
Luis Fernando Pérez Bustamante
26 comentarios
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LF:
Sí la leen, pero les da lo mismo lo que leen. O mejor dicho, les da lo mismo lo que la Iglesia diga sobre la Biblia.
Saludos y ánimo. Muchos valoramos su labor.
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LF:
Es que ya había tenido que borrar TRES comentarios sobre ello. De no ser por eso, no habría dicho nada.
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LF:
Mejor que se conviertan. Para Dios no hay nada imposible.
Pero la ideología, de la que se ha hecho hábito interpretativo y vital, no lo facilita.
A mí me entristecen estas ideas, y el modo en que penetran en las enseñanzas, y el daño que hacen a los demás. Pero es que si se enseñan, es que se las cree válidas. Con lo que, probablemente, viven según ellas. Malísimo.
Y que la superiora defienda a su "hermana" en los términos que lo hace, entristece doblemente: es posible que toda la congregación esté contaminada de lo mismo. Pésimo.
Una postura se paga con el reconocimiento y el halago humano y la otra con la cruz y el desprecio. Hay caminos anchos y estrechos.
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LF:
Es famosa por oponerse a la Iglesia. Si predicara lo mismo, no la invitarían tanto.
Luego de seis años de hacer daño, la CDF advierte públicamente este hecho. Lo que se espera es una retractación de la autora, suponiéndose su buena fe. Porque de lo contrario lo que corresponde, creo yo, es la inmediata sanción condigna.
Pero hete aquí que sorprendentemente (¿sorprendentemente?), en vez de la interfecta habla su superiora, para ¡¡"solidarizarse"!!.
Esto a mi juicio demuestra dos cosas:
Una, que YA NO ES POSIBLE SUPONER LA BUENA FE DE LA MONJA, especialmente si con su silencio otorga consentimiento a la actitud de rebeldía de su superiora.
Otra, que la actitud "política" de la cabeza de su congregación muestra una deriva gravísima de neto corte protestante.
Vamos, que está más que claro que ya no hay nada que salvar aquí y que sólo resta la excomunión fulminante ( o sea, antes de otros seis años, digo...). No a la monja -que no ha dicho ni mú- pero sí a su superiora y quizás, a toda la congregación por extensión, si no se deslindan expresamente a título personal.
Es posible que la Curia vaticana esté totalmente extorsionada con vaya a saber cuántos documentos copiados a hurtadillas desde quizás muchos años ha. Que algunos hayan sido publicados es un buen síntoma de que no se ha cedido a las exigencias del chantaje. Dios quiera que sigan por esa senda y no les tiemble la mano cuando se trate de defender la integridad de las enseñanzas de NSJC.
Y nosotros, a redoblar las oraciones; hagamos al menos nuestra parte.
Porque la excomunión es la medicina más fuerte que emplea la Iglesia para evitar que el excomulgado se pierda, al hacerle notar de manera sensible el rechazo de Dios, que él por su insensatez o necedad no es capaz de percibir.
Y por supuesto que también la excomunión preserva el derecho de los fieles a la integridad doctrinal. Pero lamentablemente pareciera que ésto poco importa últimamente, pues prima una tendencia cerradamente garantista hacia los derechos del infractor. Sea, aún en este supuesto vale la excomunión, pues su primer "derecho" es salvarse.
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LF:
Estoy de acuerdo, pero no creo que sea la tendencia garantista sea mala en sí misma.
Muy oportuno el primer comentario, me ha librado de un pecado :-)
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LF:
Me va usted a permitir que diga que quien no acepta la autoridad doctrinal de la Iglesia, por pura coherencia personal, no puede considerarse a sí mismo miembro de la misma. Y a eso añado que cuando tal persona además se dedica a combatir públicamente las enseñanzas de la Iglesia, lo lógico es que se le exija una retractación pública. Y si no acepta, se le declara públicamente fuera de la comunión eclesial.
Decir eso no es ser talibán. Es mostrar sentido común.
Que si no lo admitimos, nos vemos obligados a suponer que la demora fue por morosidad o incompetencia. Porque las barbaridades condenadas no son nada sutiles y los EEUU no están en los confines del mundo conocido.
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LF:
Obviamente una cosa es abogar por las máximas garantías y otra que se vaya muy lento. Ahora bien, conozco lo mucho que se trabaja en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Y tienen tal cantidad de trabajo acumulado, que por más que nos desesperemos, es complicado que los temas vayan más deprisa.
Sería ideal que determinados asuntos los arreglaran los obispos en sus propias sedes sin necesidad de que Roma interviniera.
En el caso de los religiosos, a veces no queda más remedio que pedir la intervención de la Santa Sede
Y luego reclamo a los medios católicos mejor atención a las persistentes campañas anticatólicas de medios evangelico-protestantes, cuando en realidad los peores daños los suframos tal vez desde dentro.
Los frentes de combate cada vez son más amplios.
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LF:
No da uno a basto con tantos frentes.
Por cierto, cuidado con los frentes no vaya a darte alguno.
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LF:
Bueno, intentaré hacer caso a lo que dice San Pablo en Efesios 6,10-18
La Dirección General de Tráfico (DGT), tras seis años de lectura y análisis del tratado, ha publicado una nota manifestando que las cosas que enseña sor Margarita están alejadas de lo que enseña el Código de circulación.
Sor Patricia, superiora de sor Margarita, ha emitido una nota contenida pero firme, en la que expresa su profundo pesar por la nota de la DGT al respecto de su libro "simplemente conducir: una guía para la buena conducta al volante". Ha recordado que sor Margarita ha compaginado su estudio del código de la circulación, que la ha enriquecido profundamente, con su trabajo de más 50 años en las carreteras, conociendo también la opinión y el trabajo diario de camioneros, amas de casa, conductores con prisas y adolescentes al volante. recuerda que la fidelidad al código de circulación debe compaginarse con el diálogo a las diversas circunstancias, realidades y necesidades de las personas que circulan por las vías públicas. sor Patricia manifiesta su profunda tristeza por el largo y arduo proceso de revisión de su libro iniciado por la Dirección General de Tráfico.
No ha comentado nada sobre los muertos y heridos en accidentes de tráfico.
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Este tipo de noticias aparecen con cierta regularidad. Yo, personalmente, hace tiempo que he dejado de preocuparme, o indignarme. En mi caso personal, gracias a muchas buenas personas y buenos maestros, mi propio interés, y sobre todo la Gracia de Dios, tengo muy claro cual es la fe que profeso, porqué soy católico y a dónde quiero que vaya mi alma y mi vida, por ese orden.
Una preocupación menos (supongo) para mi párroco y mi obispo.
Ahora observo como espectador, y trato de entender y aprender (o no) qué entienden los pastores del rebaño de Cristo por gestionar bien las realidades humanas y trascendentes de una comunidad de fieles.
O por decirlo en plan cheli, si tiene alguna idea de como dirigir el chiringuito.
No lo tengo claro.
No es tan difícil, me parece a mí. Y es más honrado: implica admitir que no puedes seguir unos principios y normas en las que ya no crees. Y esta gente ya no cree. Hasta tengo serias dudas de que crean en Dios.
El caso de estas dos monjas, siendo una de ellas, además, superiora, es muy grave, efectivamente. Dios quiera que la Iglesia reaccione ante todo esto. Y que esas dos monjas se conviertan.
SI fuese por Vd. y por otro talibanes, madre mía...
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LF:
Aaah, ya veo, ya.
Oiga, su comentario anterior ha causado mucha juerga en twitter. Estoy por añadir este otro que acaba de escribir.
EN FE DE LO CUAL, suscribo la presente de mi propia mano este primer día de junio del Año del Señor 2012 y 236 de la Independencia de los Estados Unidos de América.
BARACK OBAMA
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LF:
¿Y?
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LF:
Dios jamás aprobará el pecado y sospecho que será mucho más severo con quienes justifican el pecado. Que es el caso de esa religiosa.
Editado
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LF:
¿Usted sabe la diferencia entre afirmar algo o "sospechar" algo?
A ver, no insista. Voy a seguir escribiendo lo mismo hasta que el Señor me retire de circulación. Tengo el apoyo explícito de mi editor y del consejo de redación de InfoCatólica. Y son multitud los seglares, sacerdotes, obispos y arzobispos que me animan a seguir desarrollando la labor que hago en este portal y en este blog. Hasta ahora solo un arzobispo, de diócesis no española, me ha dicho que no haga esto. Y mejor no digo lo que opinaron sus colegas de episcopado cuando les informé del tema.
Al que no le guste lo que escribo, que no me lea. Así de simple.
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LF:
Tus argumentos los han repetido otros mil veces. Y ya me he cansado de responder explicando por qué hago lo que hago.
Como quiera que soy yo quien decido los comentarios que se publican y los que no, pues se acabó la discusión.
Vuelvo a repetir. Al que no le guste lo que escribo, que no me lea. Y al que no le guste como modero el blog, que no entre ni comente nada.
Isaías 5:20
"Ay de los que á lo malo dicen bueno, y á lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!"
Proverbios 17:15
"El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación al SEÑOR."
Este último proverbio deberíamos grabarlo y no dejar de repetirlo durante un par de años para hacer frente al veneno del "buenismo".
Son legión los cristianos que se creen "mejores" por andar perdonando -ellos- a todo pecador, pero la Palabra misma dice que son abominación. Obviamente hacen el trabajo de Satanás frente a la Justicia.
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LF:
Geniales ambas citas.
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