Aforismos 28. Espiritualidad y vida interior.

Los siguientes aforismos fueron tomados de un trabajo que consta de aproximadamente 16 000 aforismos que he redactado limitándome a un aproximado de 140 caracteres cada uno, en un lapso de cinco años a partir de agosto de 2011. La mayoría de ellos pertenecen al patrimonio de la Cultura Universal.  Algunos de ellos han sido recogidos de la sabiduría de los grandes pensadores de la civilización greco-latina y cristiana-católica de los últimos 2400 años de historia de la humanidad, aun cuando gran parte de ellos han sido modificados. Muchos otros constituyen una aportación personal.

La intención ha sido reducir los conceptos a muy pocas palabras y con la mayor claridad posible para hacerlos accesibles a un mayor número de personas. También incluyen el intento de expresar un mismo concepto de distintas formas.

Este vigesimoctavo bloque está dedicado a algunos aspectos sobre espiritualidad y vida interior.

  1. La espiritualidad es la independencia intrínseca de la forma (alma) respecto de la materia.
  2. La espiritualidad se da en la vida que es consciente y libre.
  3. La espiritualidad se presenta en el hombre, en el ángel y en Dios.
  4. La persona humana no puede eludir la presencia y la contemplación de Dios hasta lo más profundo de su ser.
  5. El único ser espiritual del mundo material es el hombre. La persona humana.
  6. Los dos mundos, el material y el espiritual, están ordenados a su Fin, cada uno de acuerdo a su Naturaleza.

  7. El hombre ha recibido un alma espiritual y libre para poder glorificar a Dios de la manera más noble: por el conocimiento y el amor.
  8. Por el conocimiento y el amor, el hombre glorifica a Dios de modo análogo a como Él se glorifica a Sí mismo en su gloria esencial.
  9. Nada hay en este mundo tan semejante a Dios como el alma humana.
  10. Cuanto más respondamos a Dios, más y más dependeremos de sus iniciativas que nos llevan por el camino de la contemplación, el amor y el gozo.
  11. En las etapas iniciales de la vida espiritual, Dios interviene para arrancar el pecado y consolidarnos en el bien.
  12. La vida interior es la relación que tenemos con Dios en la intimidad de nuestra alma. Esa vida es fuente de frutos abundantes.
  13. La vida interior es la relación personal de amistad que tenemos con Dios y es la fuente inagotable de nuestra felicidad.
  14. Sin vida interior, es decir, sin vida de oración y de escucha en el silencio a Dios, la vida del cristiano está muerta.
  15. Por la vida interior, la persona conoce, sin perder la paz, su escasez de bien que corresponde a su indigencia entitativa.
  16. La vida interior es la relación íntima y personal que tenemos con Dios en la oración y la Eucaristía y que es el centro de toda nuestra vida.
  17. Sólo los seres espirituales, es decir, inteligentes y libres son capaces de vida interior.
  18. La vida interior en Cristo es fuente de muchos frutos.
  19. No instruirse en las cosas divinas es ignorar o despreciar la fuente de la vida sobrenatural y de la vida divina.
  20. La vida sobrenatural a la que estamos llamados depende de la divina virtud del Paráclito, principio fundamental del cristianismo.
  21. Sin un adecuado conocimiento y culto del divino Espíritu, el alma vegeta, se debilita y, muy difícilmente, llega a la virilidad cristiana.
  22. El que no se preocupa de conocer y adorar al Espíritu Santo opone entre Dios y su vida sobrenatural un obstáculo insuperable.
  23. Sin el Espíritu Santo, el hombre, habiendo sido creado para el cielo, no busca más que lo terreno, lo sensible se queda en la animalidad.
  24. El espíritu de pobreza y de caridad son gloria y testimonio de la Iglesia de Cristo.
  25. Vivir el celibato es como vivir muriendo y resucitando.
  26. La santa pureza es un regalo que nos hace palpar el amor de Dios.
  27. Es necesario llevar la mortificación de Jesús en nuestro cuerpo para que su vida se manifieste en nuestra carne mortal.
  28. Lo que Dios quiere de nosotros es que nos entreguemos totalmente a Él, que es el único que nos puede hacer totalmente felices.
  29. Dios, que es Infinito y Perfectísimo, puede cambiar de opinión. Por eso la oración puede lograr que cambien las cosas.
  30. Esperamos que, con la oración, el Espíritu Santo revierta las consecuencias de la libertad humana de una generación apóstata y rebelde.
  31. Hay que tener cuidado porque ahora no convive el trigo con la cizaña, sino que muchas veces se quita el trigo y se deja la cizaña.
  32. Dios nos llama y luego nos lleva al desierto en donde hay que abandonarse en sus manos.
  33. Jesús pone en crisis todo lo humano porque exige abandonarlo todo por Él y por su amor.
  34. La conversión dura toda la vida. Hay que levantarse una y otra vez y siempre.
  35. Nuestra vida, nuestra alegría, nuestra esperanza, nuestro amor… es Cristo.
  36. Señor Jesús queremos ser tuyos a pesar de nuestras miserias. Quítanos todo lo que nos estorba para cumplir completamente tu Voluntad.
  37. Señor Jesús nos duele que haya hermanos pobres, enfermos, con hambre, tristes y solos. Ayúdanos a ser más justos.
  38. Si miráramos más al cielo, este mundo se transformaría. Pero lo que vemos es resultado de que olvidamos a Dios.
  39. Terminemos el año orando, ofreciéndonos una y otra vez a Dios. Señor: ¿a quién iremos? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna.
  40. Es necesario pedir a Dios que se cumpla en nosotros su Voluntad.
  41. Cuando entra Dios a nuestra alma y dispone de todo, todo se llena de ilusión, de alegría y de paz.
  42. Dios siempre tiene algo para nosotros: un plan, muchas sorpresas. Por eso hasta en el martirio el hombre encuentra alegría.
  43. No te entristezcas de hacerte viejo; prepárate bien para nacer.
  44. En nuestra miseria Dios muestra su grandeza. Sólo hay que desprenderse de todo y dejarse llevar.
  45. Dice Santo Tomás de Aquino que la tristeza es cansancio del alma.
  46. Definitivamente no es de Dios lo que roba la paz del alma.
  47. Nadie es dueño de nada. Dios es el único dueño y Señor.
  48. Dios no cambia ni se muda porque Dios es siempre lo mismo, sino que lo que aparece y desaparece son las creaturas.
  49. Las tormentas y los huracanes han de incrementar nuestro amor a Cristo y a su Iglesia y reavivar y fortalecer nuestra hermosísima fe.
  50. Se ha dado veneno a tu pueblo y los espíritus sangran y las almas se precipitan a la agonía. ¡Ven Señor no tardes!
  51. Los católicos no tememos porque sabemos que Cristo no abandonará a su Iglesia y que tiene ganada la guerra, por eso no perdemos la paz.
  52. Que las almas buenas y sencillas sean confirmadas en su fe. Y las almas buenas y eximias tengan claridad en los sucesos y confianza en Dios.
  53. Señor danos gracia para no rechazar la gracia que Tú nos das.
  54. El crecimiento espiritual depende de que no se pongan obstáculos a las gracias, por eso la perfección cristiana exige la vida de oración.
  55. En la oración siempre encontramos la claridad y la paz que necesitamos.
  56. La palabra oración significa elevación del espíritu a Dios.
  57. Para orar se requieren tres cosas: 1. Elevar el alma a Dios, 2. Postular o pedir algo o decir algo y 3. La razón para alcanzar lo que se pide.
  58. La oración puede definirse, como lo hizo San Juan Damasceno, como la elevación de la mente a Dios.
  59. La oración tiene diversos grados que corresponden a los grados de la perfección cristiana o de la contemplación mística.
  60. Los grados de oración comienzan con los de la etapa predominantemente ascética.
  61. La oración también puede definirse, en segundo lugar, como la petición a Dios de lo que nos conviene.
  62. En el segundo grado de oración está el predominio de la mística, cuyos grados son contemplativos.
  63. Dios ha dispuesto conceder una cosa si se le pide. La oración es una causa segunda condicional.
  64. Cuando oramos no cambiamos la Voluntad de Dios sino que entramos en sus planes eternos.
  65. Con la oración se ejercita la humildad del hombre.
  66. El desprendimiento de todo lo que nos aleja de Dios, el ayuno, la oración y los sacramentos son camino de felicidad.
  67. Sin oración y sacramentos no puede haber desarrollo de las virtudes intelectuales y morales indispensables para la santificación.
  68. La falta de oración produce efectos negativos graves, como el aumento de confianza en uno mismo y la falta de confianza en Dios.
  69. La falta de oración produce efectos negativos graves, como maximizar lo que hacemos y minimizar lo que hace Dios.
  70. El que no ora difícilmente puede entender la gratuidad del Amor misericordioso de Dios.
  71. Orar es vivir en Dios y para Dios.
  72. El hombre sin Dios se reduce a nada.
  73. Mientras más faltas cometamos, más debemos orar.
  74. Nunca hay que dejar de orar y menos cuando cometamos una falta.
  75. Dejar de orar es dejar de vivir.
  76. Nunca debemos desanimarnos ni alejarnos de la oración.
  77. El que no ora busca en las criaturas lo que sólo puede dar Dios.
  78. Hay cosas que sólo se pueden entender en la oración.
  79. La oración une, atrae, integra, da vida, ubica…
  80. Gracias a la oración se ejercita la humildad en el hombre reconociendo la dependencia de Dios.
  81. Mediante la oración el hombre puede expresar su agradecimiento a Dios y tener familiaridad con Él.
  82. La mejor oración es aquella en la que nuestra voluntad se hace una con la Voluntad divina.
  83. Para hacer una buena oración se requiere silencio exterior pero, sobretodo, interior. Callar para poder escuchar la voz interior de Dios.
  84. La esencia de la vida mística consiste en la actuación de los dones del Espíritu Santo.
  85. La perfección cristiana se da en la mística, de modo que el llamado universal a la perfección, es a la unión mística con Dios.
  86. La mística comienza con el bautismo y permanece en todas las almas en gracia.
  87. El desarrollo de la mística corresponde al desarrollo de la gracia.
  88. Todo cristiano participa, de algún modo, de la mística.
  89. Lo místico debería de ser precisamente lo normal en todo cristiano, y lo es, de hecho en todo cristiano perfecto.
  90. La contemplación mística infusa es una simple intuición de la verdad que termina en el afecto.
  91. El éxtasis místico y la unión transformativa son los dos grados más altos de la contemplación mística.
  92. El conocimiento de sí debe conectarse con el conocimiento de Dios. De lo contrario, se cae en el desaliento e incluso en la desesperación.
  93. El Reino de los cielos puede entenderse como el principio de la sabiduría perfecta cuando empieza a reinar el Espíritu en las almas.
  94. El mero saber de Dios sin conocerse a uno mismo, puede llevar a la maloliente soberbia o a la presunción.
  95. A veces Dios nos comparte dolores extraños que no entendemos. ¡Y es que somos tan limitados!
  96. Todos, absolutamente todos, estamos llamados a la santidad, es decir, a la perfección y a la felicidad perfecta con Dios.
  97. Cuando cargamos una cruz, Jesús está más cerca de nosotros.
  98. Jesucristo es la Santidad perfecta; la Santidad misma de Dios.
  99. La santidad no es cosa de unos cuantos. Todos estamos llamados a la santidad.
  100. Ser santo es realizarse plenamente en todos los aspectos naturales y sobrenaturales.
  101. En esta vida o nos santificamos o nos frustramos.
  102. Una sola cosa es importante: alcanzar la santidad.
  103. Sólo Dios puede saciar todas las expectativas del hombre.
  104. Sin Dios lo único que nos esperaría es la nada.
  105. No educar para la santidad es deseducar.
  106. El camino humano de la santidad está expresado en los misterios de Cristo.
  107. El anhelar la santidad ya es acción del Espíritu Santo.
  108. Alcanzar la santidad es la única finalidad que tenemos en este mundo. Todo lo demás se subordina a ella.
  109. Cuanto más se aspira a la santidad, más se ensaña el malo.
  110. La arrogancia es síntoma de falta de humildad y santidad porque proviene del egoísmo que es un amor desordenado a nosotros mismos.
  111. Si con la edad no crecemos en el amor a Dios, hemos perdido el tiempo.
  112. Todo lo que no lleva a Dios es pérdida de tiempo.
  113. El hombre sin Dios se deshumaniza.
  114. Dios quiere algún bien para cada uno de los entes existentes.
  115. El cristiano debería dolerse de verse tan poco instruido y tan poco digno de un Dios tan grande.
  116. Sin Cristo todo es muerte.
  117. Si no encontramos la paz en la oración, es que no estamos orando bien.
  118. La tristeza es sed de Dios.
  119. No hay que detenerse en el pecado desanimados como si no supiéramos qué hacer, hay que levantarse de inmediato y seguir sin vacilar.
  120. Es necesario pedir a Dios el amor con el que debemos amarle y amar a sus creaturas.
  121. El amor a las creaturas es un peldaño importante para amar a Dios.
  122. Quien no ama lo creado difícilmente puede amar al Creador.
  123. En la creación, Dios nos muestra su Amor y su camino para llegar a su Amor.
  124. El maltrato a la creación es un signo de intento de organizarse al margen de Dios.
  125. Bajo una religiosidad idolátrica y malentendida, el mundo contemporáneo ha pretendido organizarse al margen de Dios.
  126. Amar bien es lo contrario a la idolatría, mientras que amar mal siempre es idolatría.
  127. El maligno siempre se disfraza de algo bueno. Y lo sabe hacer tan bien que muchas veces es casi imposible descubrirlo.
  128. El budismo es contrario al Cristianismo porque niega el amor y el odio; busca evitar el dolor y, por tanto, el Amor.
  129. El yoga es anticristiano porque niega la apertura con el otro, busca el encuentro de sí mismo negando al otro.
  130. El yoga es anticristiano porque es el repliegue sobre sí mismo y no la apertura al dolor y al otro, a Dios y al prójimo.
  131. Las terapias energéticas son prácticas de ocultismo que buscan manejar energías ocultas para curar y, por tanto, contrarias al cristianismo.
  132. Las terapias energéticas cambian de lugar el síntoma pero no curan; son prácticas de ocultismo que consienten que demonios trabajen.
  133. Las terapias energéticas requieren la colaboración de demonios para trabajar planos ocultos de energía.
  134. El trabajo con entidades ocultas o demonios produce una enajenación sutil.
  135. El yoga y las terapias energéticas asfixian el alma y agotan el cuerpo.
  136. El ateo tarde o temprano se amarga, se marchita, se pudre. Por eso no debemos dejar de orar por los ateos.
  137. El pecado nos desgasta, nos agota… pero nunca hay que desistir de levantarse.
  138. El que no conoce a Cristo no sabe prácticamente nada de lo que es el Amor.
  139. Es excelente defender a los fieles con armas espirituales contra los errores de los herejes y las tentaciones de los demonios.
  140. Todo lo que hace la Iglesia debe moldearse sobre el ejemplo de Cristo.
  141. Cualesquiera que sean las obras que realiza el hombre, sin la gracia de Dios, conseguida por Cristo, no le justifican, no le salvan.
  142. Pidamos a Dios que transforme todos nuestros afectos desordenados y nuestros amores impuros en amor de caridad.
  143. Mientras la vida contemplativa se refiere al fin, la vida activa se ocupa de los medios.
  144. El amor de caridad para con el prójimo debe ser en Dios, por Dios y para Dios.
  145. Dios mismo es el premio y el fin de todos nuestros trabajos.
  146. La gracia actual es tan preciosa que puede obrar en el peor de los pecadores sin bautizar transformando totalmente su alma, si él lo permite.
  147. No hay nada más importante que agradar a Dios.
  148. Ganamos el mundo y perdemos nuestra vida.
  149. Acerquémonos a Dios con humildad, porque sin Él somos menos que polvo.
  150. El cristiano está llamado a conformarse (identificarse o hacerse conforme a) con Cristo.
  151. Hasta en la más baja, desordenada e inmunda pasión humana se encuentra el anhelo infinito que el hombre tiene de Dios.
  152. En el olvido más radical de Dios y de sí mismo en que está el hombre actual, Dios lo sabe encontrar. ¡Animo!
  153. Amar a Cristo es morir y resucitar con Él.
  154. En esta vida hay que vivir pidiendo a Dios que nos permita ver nuestros errores y, si es posible, prevenirlos.
  155. Jesús, no permitas que el pecado me separe de ti.
  156. Los actos que tienen por objeto el bien espiritual del alma hacen más bien al prójimo que los que se ordenan al bien corporal.
  157. Las limosnas espirituales son más excelentes que las corporales porque la distancia entre lo corporal y lo espiritual es muy grande.
  158. Las virtudes infusas sólo pueden alcanzar su perfección con la actuación de los dones del Espíritu Santo y por tanto en la vida mística.
  159. Sin Cristo no puede haber auténtico desarrollo.
  160. La pobreza espiritual es mucho más perjudicial que la pobreza material aunque hay que combatir las dos.
  161. En muchas ocasiones los pobres espirituales son causa de la pobreza material de otros a los que utilizan para enriquecerse.
  162. Hay quienes son pobres espiritualmente y materialmente o económicamente.
  163. Sólo la Verdad puede hacernos libres. Pero si nos da pereza o negamos la capacidad de la mente para conocerla ¿cómo va a liberarnos?
  164. Cuando el cristiano tiene miedo de ser rechazado y pretende encender una vela a Dios y otra al diablo, acaba confundido y confundiendo.
  165. Dios ordena y dirige desde toda la eternidad y eficazmente a las creaturas al Fin de su gloria.
  166. Para entender la situación de la Iglesia Católica frente a la modernidad, es necesario comprender a Cristo crucificado y no abandonarlo.
  167. Si el destino del hombre es el de asemejarse con Cristo, el Espíritu mueve al hombre al encuentro y amistad con Cristo.
  168. El remordimiento de conciencia es un dolor del alma muy saludable por la gracia que nos ayuda a arrepentirnos y a reconciliarnos.
  169. Si Cristo me sigue amando después de tantos errores que he cometido es que no hay nadie que no sea amado por Él.
  170. Una sola cosa es importante en esta vida: cumplir la Voluntad de Dios.
  171. Sólo el amor de Dios cada vez más intenso puede conducir a la persona humana a la cumbre de la perfección.
  172. La persona humana tiene la obligación de amar a Dios con amor de caridad sobrenatural por ser el Bien Absoluto del que deriva todo bien.
  173. Debemos estar siempre dispuestos a renunciar a familiares y amigos si representan un obstáculo para el amor a Dios.
  174. Hemos de amar a Dios con todas las fuerzas y de todos los modos posibles con que se pueda amar.
  175. A veces Dios permite la enfermedad para purificarnos y para hacer un alto en el activismo que nos tiraniza y nos devora.
  176. Es importante que se usen confesionarios adecuados para respetar el derecho de los fieles y evitar exponerse a situaciones inconvenientes.
  177. Los fieles tienen derecho al anonimato en la confesión.
  178. El hombre busca que el mundo le reconozca mientras Dios busca que se transmita la Verdad para la salvación de los hombres.
  179. El alma buena se complace siempre con el bien aunque no siempre pueda ajustarse a él. El alma mala repudia el bien.
  180. El alma abandonada en Dios tiene una paz profunda en la tribulación.
  181. Un amor que no es en Cristo, por Cristo y para Cristo no es verdadero amor porque acaba siendo egoísmo.
  182. La paz como bienaventuranza pertenece al don de la sabiduría. “Bienaventurados los pacíficos, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt. 5,9).
  183. El carisma de discreción de espíritus permite distinguir el espíritu bueno del malo, lo que viene de Dios y lo que tiene otro origen.
  184. Lo que no viene de Dios puede venir de las inclinaciones desordenadas de la naturaleza o de los engaños del demonio.
  185. Los pensamientos de los corazones no pueden ser alcanzados por el hombre de manera cierta e infalible si no es por modo sobrenatural.
  186. A Dios hay que amarlo. Y es así como se va dejando conocer.
  187. Jamás se expresaron pensamientos más sublimes y conceptos más profundos con menos palabras que en la sublime doctrina de Cristo.
  188. El alma espiritual es capaz de conocer su semejanza con los otros y, por tanto, de amarles de un modo más perfecto.
  189. Sólo en Cristo se desvela la verdad más profunda sobre el hombre.
  190. En esta vida el ser santo implica levantarse una y otra vez: humildad, paciencia y perseverancia.
  191. Perdóname Señor por despreciar tu Amor y no saberte amar como Tú debes ser amado. Dame el amor y la gracia necesaria para que yo te ame.
  192. No hay que temer ni estar tristes. Aunque estemos en una batalla, Dios está presente.

1 comentario

  
jose de maria
Maravilloso trabajo. El Señor continue bendiciendote.


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Muchas gracias.
MOP.
17/12/17 1:30 AM

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