Clausura del Congreso sobre la desaparición de los Progresaurios eclesialis

Roma ha sido el escenario del Congreso de Arqueología eclesial que ha tenido lugar del 10 al 15 de febrero del año 2080. Cuatro décadas después de la desaparición del último progresaurio eclesialis que quedaba en el planeta, el congreso ha abordado las causas de la extinción de una especie que asoló el catolicismo en el siglo XX y principios del XXI.

Ruperta Cromañonez, hija del insigne Apolonio Cromañónez, cerró el congreso con una conferencia magistral en la que repasó las diversas subespecies de la raza extinta:

- Pseudoprofetasaurios heresiartorix. Fruto de una mutación dañina de los profetasaurios de toda la vida, sus especímenes se caracterizaban por repetir cual loros y cacatuas una serie de consignas pelagianas que adornaban de soflamas contra la jerarquía eclesial. Para su desgracia, la mutación afectaba a su capacidad de dejar descendencia, lo que acarreó su irremediable desaparición.

- Jesuitaurios maleficus. Surgidos tras una degeneración genética de jesuitaruis comunes fueron una plaga que se extendió por toda la tierra, arrasando cualquier atisbo de catolicidad allá donde plantaban sus reales. Lo peor de todo fue su capacidad de infectar a los elementos sanos de la especie original, que sufrieron enfermedades tales como la mudez, la ceguera y la sordera, de manera que no hubo forma de salvarles. Dentro de los jesuitasaurios maleficus destacaron especialmente los masiadopulos rex, especializados en transmitir la enfermedad de la “bioerejía bubónica".

- Triceratops pagolensis. Su aparición en una región del norte de España fronteriza con Francia, sus elementos alcanzaron gran difusión en la península ibérica y toda la zona al sur del Río Grande del continente americano. Diversos especialistas han considerado que surgieron de un pozo de agua infectado de bultmanianismo en un valle guipuzcoano. Su intento de “descodificar” a Jesús afectó gravemente a la salud de los consumidores de sus detritus doctrinales.

- Queiruganodontes gallegensis. Partiendo de tierras gallegas, esta especie logró lo que ni los musulmanes habían conseguido en el año 711: conquistar España entera. También se han conocido la existencia de muchos ejemplares en Brasil. A pesar de su característica hediondez doctrinal, su capacidad de provocar modificaciones en el sentido del olfato provocó que multitud de ingenuos creyeran que su aroma era mejor que el perfume channel nº666.

- Religiosocus hindubudistozenarios. Los científicos no acaban de ponerse de acuerdo sobre cuál pudo ser la razón de la aparición de esta especie en el continente asiático, desde donde se trasladó al resto del planeta. Unos aseguran que todo empezó cuando un grupo de religiosocus sanadoctrinis empezaron a consumir la hierba mala “orientalus pseudooccidentalis“, mientras que otros dan por hecho que fueron ellos los que produjeron dicho vegetal. Sin embargo, todos coinciden en que la nueva especie se caracterizó por la pérdida de las alas que les permitían volar con agilidad, lo que les llevó a arrastrarse por la tierra cual gusanos. Ello ni impidió que se infiltraran por todas partes, provocando una plaga mortal entre los que tenían una fe débil.

- Vidalraptor Bastantex Aplaudensis. Expertos en camuflajes y en el deporte de “vamos a contar mentiras, tralará". De comillos venenosos, se especializaron en hacer creer que rebaños aislados de cabras eran manadas de ovejas. A pesar de no contar con muchos ejemplares, esta especie tuvo un papel destacadísimo debido a su capacidad de anular los anticuerpos de las ovejas, que perdían así su inmunidad contra las plagas provocadas por el resto de progresuarios eclesiales.

En España hubo una subespecie que sufrió procesos agudos de rouquitis y munillitis, mutaciones altamente molestas.

Por motivos que los cientificos no han sabido averiguar, los ortodoxicerontes magisterialicus sobrevivieron a todos los ataques de esa especie.

- Hanskungarios infalibilus. Especie centroeuropea que se caracterizaba por negar la infalibilidad al resto de las especies mientras que afirmaba con rotundidad la suya. Sufrían de erisipela aguda pseudoconciliaribus, lo cual acabó por provocar su extinción.

-Forcadopulos caramensis. Aunque su origen cabe situarlo en los alrededores de la Pampa argentina, fue en el nordeste de España donde más impacto causaron. A pesar de que su aspecto externo era idéntico al de las monjatradicionalis clausoribus, su obsesión por salir de su hábitat natural provocó una mutación que resultó fatal para su supervivencia.

- Devoratodus Igaununecius. Es quizás la raza que alcanzó mayor expansión y número de especímentes. Consumidores sin talento de cualquier cosa que pasaba por delante de ellos, sus últimos ejemplares acabaron sus días preguntándose por qué no se les avisó suficientemente de que no es bueno alimentarse de todo lo que está tirado por el suelo.

- Opcionarontes preferencialis porlospobrenarios. Especie realmente peculiar cuya característica era usar las ovejas escuálidas como escudos para arremeter contra los ortodoxicerontes magisterialicus.

En el Congreso también se ha anunciado la próxima celebración del “III Simposio de análisis de los Lefebvriorraptos cismaticaurios”, cuyo último ejemplar falleció el pasado verano.

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