(30) Otra vez, epidemia teológica en Argentina -vacuna y casco para las doctrinas anticatólicas de Anselmo Grün- (I)

“Si éstos callan, gritarán las piedras” (Lc 19,40).
GrunArg Figurémonos una Academia de Gastronomía, y frente a ella, una notoria Panadería. Y resulta que en los recipientes de “polvo para hornear”, esa pobre (?) gente coloca veneno para ratas, pero con un envoltorio más atractivo y elegante que todos los demás. ¿Qué les parece la “travesura”?… ¿Qué debe hacer una autoridad sanitaria frente al hecho? ¿Y qué actitud cabe a quienes han visto los efectos de intoxicación de sus familiares o amigos, ante la desidia corriente para corregir la cosa? Por mi parte pienso que no cabe jamás la resignación ante la pasividad generalizada en una epidemia, sino la acción diligente y enérgica para que se proteja cuidadosamente la “salud de la población”.

¿Y si este mismo ejemplo lo trasladamos a la esfera espiritual…?

¿Y si alguno cree que es más importante la salud del alma que la del cuerpo, dando crédito sincero a la Palabra de Dios, que nos pide temer más a los que matan el alma que a los que matan el cuerpo(Mt.10,28)?.

A quienes crean que el ejemplo es burdo, les respondo que no tiene ni una pizca de exageración, frente al hecho de que por ejemplo en Buenos Aires, la librería que está justamente frente al Seminario Arquidiocesano, exhibe orgullosamente todos los títulos del monje hereje junto a la invitación a sus “conferencias” en su próxima visita a nuestro país. Luego los pobres fieles se sorprenden de que los sacerdotes salidos de este Seminario sean por lo menos dudosos en doctrina católica, confundiendo a más de uno, y los obispos se preguntan por qué muchos jóvenes con fe firme y vocación sacerdotal, eligen cualquier otro sitio para responder al llamado de Cristo, de modo de poder conservar no ya la vocación, sino incluso la fe íntegra. Sí; ya sabemos que no es la única librería ni el único seminario, pero no creo que sea sano ni psíquica ni espiritualmente, el acostumbrarse a este estado de cosas…

De las librerías que lo promueven, manteniendo atrevidamente el adjetivo de “católicas”, pues, no podemos sino repetir el vulgar refrán “por la plata baila el mono”, pero a ello se suma, lamentablemente, el coro de obsecuentes que por quedar bien con una moda -aunque ésta lleve muchas almas a alejarse de la fe verdadera- no dudan en ventilar lo que manden los apóstatas. Es el caso lamentable de catequistas, profesores, padrinos, y hasta instituciones, como la agencia de noticias católica argentina, que no entendemos cómo no ha calibrado el daño que hace a tanta monjita y laico desprevenido publicitando esta ingratísima visita, quemando con ello incienso a los ídolos, en vez de servir con fidelidad a la Iglesia, quien más que como empresa o empleador, deberíamos servir como a Madre. Dios les perdone, pues a juzgar por la propia nota, la plaga “grüniana", en Argentina al menos, ha llevado ya a más de 30.000 personas (¿católicos “desaparecidos” como tales?) a sus presentaciones en las 3 visitas anteriores.

El caso es que este monje “verde” vuelve a visitarnos, a ver cuántas almas católicas arrastra esta vez a la heterodoxia, herejía o apostasía, y yo espero, filial y humildemente, que los fieles puedan contar con palabras contundentes de sus pastores, advirtiendo sobre el veneno, con nombre y apellido, como lo hiciera Fray Nelson en su momento, valiente, paternal y cortésmente, a los colombianos.

-¿Y por qué tanto bochinche y guerra contra este famoso benedictino con cara de dulce de leche barbado e inofensivo?

- Porque de inofensivo tiene poco más que la barba, y como lo expresa con tan magistral y caritativa sintaxis el p. Guadalix: “Un católico bobo, un religioso bobo, un sacerdote cantamañanas acaban, si Dios no lo remedia, en un tsunami de proporciones inimaginables. Dentro del colectivo de religiosos, religiosas y curas del común abunda el espécimen, sobre todo porque nos han enseñado a ser buenos pero hubo gente que faltó a la clase donde se explicaba el arte de colocar el listón en el sitio ese justo donde acaba la bondad y comienza el hacer el canelo.”

Intentaremos recorrer, pues, los puntos más sobresalientes de la doctrina del benedictino, mostrando su franca oposición con la sostenida por la Iglesia Católica, a fin de que se comprenda el motivo de este artículo: son incontables los católicos desprevenidos que terminan siendo una gran cantidad de veces alistados para bregar entre las huestes del enemigo, y ni siquiera se han enterado de que estamos en guerra.

*La fuente que se nutre de pozos ciegos, no dará agua de manantial: parece verdad de Perogrullo, pero lo cierto es que un dato relevante para saber la fiabilidad de un escritor espiritual es el tipo de lecturas con que se ha formado. Si es católico, lo menos que se espera de él es que maneje fuentes católicas.

Sin embargo, como señalara ya Mons. Héctor Aguer, toda la espiritualidad difundida por Grün es una especie de transcripción pseudoespirtual de la simbología de Jung, abundantes en el gnosticismo, calificando al monje de “perniciosísimo” eco de la cultura New Age. Mons. Antonio Marino, obispo de Mar del Plata, ha señalado por su parte la decepción que provoca el presunto intento de conciliar la psicología con la espiritualidad cristiana: “Tengo la convicción de que no posee una sólida formación en teología ni tampoco conoce a fondo las riquezas de la historia de la espiritualidad. De allí que la espiritualidad queda en el simple nivel de la autoayuda”.

En efecto, el propio Grün dirá:

“He leído toda la obra de C.G.Jung además de muchos otros libros de Peter Schellenbaum, John Bradshaw y Ken Wilber. Precisamente la psicología transpersonal que vincula las experiencias místicas con la psicología actual, me interesa e inspira para comprender e interpretar de una manera nueva los textos místicos”. (J.PAULAS-J.SEBEK, Anselm Grün, reportaje comprometido, Bonum, Bs. As, 2003,78)

Es decir que siguiendo a Jung, Grün interpreta los textos de los más reconocidos autores místicos de la Iglesia, empezando por la propia Sagrada Escritura, como veremos más adelante.

Freud-Jung-Grun

I - KARL JUNG: Recordamos los aspectos más preocupantes del pensamiento de Jung, a través de sus propios textos, que probablemente más han influido en nuestro autor:

- Inmanentismo subjetivista: “Para mí [Dios] es la energía psíquica en general, la líbido quien crea la imagen de la divinidad utilizando los modelos arquetípicos, y el hombre en consecuencia rinde honor a la fuerza activa en él. Llegamos así a la conclusión de que la imagen de Dios sería ciertamente un fenómeno real, pero en primer lugar subjetivo”. “La figura de Dios es en primer lugar una imagen psíquica, un complejo representativo de naturaleza arquetípica que la fe identifica con un ‘ens’ metafísico”.

-Sincretismo relativista: Si yo dijera «creo en tal o cual Dios» esto sería insignificante; (pues) mis modelos psicológicos de comprensión están fuertemente apoyados por las representaciones colectivas de todas las religiones y no veo porqué una confesión debería poseer la verdad, única y perfecta”.

“La Iglesia se me convirtió gradualmente en una tortura pues allí se hablaba abiertamente -casi diría: desvergonzadamente- de Dios: lo que El quiere, lo que El hace…Yo estaba seguro de que éste era un camino equivocado para llegar a Dios”. Así “la religión teologica no podía servirme para nada pues no correspondía a mi experiencia de Dios”. (Jung: “Recuerdos, sueños, pensamientos”, Seix Barral, 2002)

-Idea perversa de Dios Padre: “en su omnisciencia lo dispenso todo de tal modo que los primeros padres deban pecar. Fue pues la intencion de Dios que ellos pecaran”.

-Idea de Cristo determinado por su destino, no libre: “Empecé a desconfiar de “her” (Señor) Jesús. Perdió su aspecto de pájaro grande acogedor y benévolo y quedó asociado a los enlutados y tétricos hombres de levita con sombrero de copa y relucientes zapatos negros que se ocupaban de la caja negra (ataúd)”.

“En el fondo tampoco El se comprendió a sí mismo: solo sabía que debía sacrificarse tal como le fue ordenado desde su interior. Su sacrificio le fue impuesto como un destino”.

-Odio luciferino a la Iglesia: Hay en efecto, una cita descaradamente blasfema que da cuenta de la cloaca interior de este hombre, que el benedictino confiesa preferir para “alimentar” su teología:

“Hice acopio de todo mi valor como si tuviera que precipitarme en el fuego infernal y dejé volar mi imaginacion: ante mis ojos surgió la hermosa catedral, sobre ella el cielo azul, Dios sentado en trono dorado en la cumbre del mundo y bajo el trono cayó una gran cantidad de excrementos sobre la cúpula de la Iglesia; la destrozaron y despedazaron los muros del templo. Esto era pues. Experimenté un gran alivio y un indescriptible consuelo. En lugar de la esperada condenación me llegaba la gracia y con ello una inexpresable dicha como nunca había experimentado”. (Ibidem, p.56)

Señala el p. Gabino Tabossi, en su oportuno análisis (“Y dijo el Hombre: «Hagamos a Dios a nuestra imagen y semejanza»” -Una aproximación a la teología de Anselm Grün-) que hemos usado en gran parte para este artículo:

“Otras musas inspiradoras para nuestro autor han sido teólogos vanguardistas del progresismo y filósofos como Bloch y Gadamer, marxista el primero y hermeneuta heideggeriano el segundo quien, al endiosar el lenguaje derivado de la conciencia, -a su vez está condicionada por la historia- termina por identificar lo real con el ser percibido en la conciencia: la verdad no existe en sí, sino en mí.

Rahner fue un autor que me interesó especialmente. Leí sus escritos y en mi examen doctoral escribí sobre él. Durante ese tiempo también leí una serie de libros psicológicos y comencé con la lectura de C.G.Jung. (…) Leí asimismo autores evangélicos. (…) También a Hans Küng y a Urs von Balthasar. Me importaba más la correcta interpretación del cristianismo que las exigencias morales. Leí también a filósofos como E. Bloch y H.G.Gadamer que enriquecieron mi teología. Con respecto a Teilhard de Chardin yo no solo lo apreciaba por sus esfuerzos por vincular las ciencias naturales a la teología; también creó –a mi entender- una teología mística que tiene su fundamento en una nueva relación con la creación” (Anselm Grün, Reportaje comprometido, 30-32).

Al decir Grün que le “importaba más la correcta interpretación del cristianismo que las exigencias morales” hace patente su poca estima por la moral y su mucho aprecio por la fe, bien al estilo luterano.

Dice finalmente haber encontrado en la filosofía existencialista del ateo Martin Heidegger ideas que han fecundado la teología porque tal pensamiento, más que ningún otro, ha “respondido a las preguntas del hombre moderno” (cf. Ibid., 26-27).”

Esta declaración es francamente indignante…Quizá Grün lamente que Jesucristo no haya podido contar con el asesoramiento de algunos existencialistas para comprendernos mejor…

Este espacio no nos permite detenernos en el análisis de cada uno de los autores que “enriquecieron” (sic) su teología (de algunos se ha ocupado el p. Iraburu en la serie “Mala doctrina”, de su blog) pero por ejemplo, acerca de Hans Küng, a quien sancionado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Iglesia debió quitarle la licencia para enseñar, afirma Grün que

“Para mí personalmente, Küng no es en absoluto un teológo que esté fuera de la Iglesia. Él no formuló tesis alguna que esté fuera del dogma [de la infabilidad pontificia]. Su demanda es más bien práctica. Su obispo G.Moser intercedió a favor de Küng. Detrás de todos los puntos de vista y en este caso es posible ver también rivalidades personales, concretamente entre él y Ratzinger. Detrás de todas las acciones [conflictivas] en la Iglesia también se esconden resentimientos personales. Por otra parte, no todo lo que se refiere a la cátedra [¿de Pedro?] está siempre fundado dogmáticamente” (J.Paulas-J.Sebek, Anselm Grün, reportaje comprometido, Bonum, Bs. As, 2003, 32-33).

El párrafo precedente no sorprende si se tiene en cuenta que Grün sostiene una particular concepción de la Iglesia, en que se advierte muy bien la huella de sus modelos:

-“La Iglesia ya no puede presentarse autoritariamente, como representarse exclusiva de la verdad” (Reportaje comprometido., 152)”.

-“La Iglesia católica no debe identificarse con la Iglesia católica romana y su estructura, sino en que lo verdaderamente católico radica en que la Iglesia está abierta para todas las experiencias espirituales, que respeta a las otras religiones con sus conocimiento y experiencias, y que quisiera incorporarlas todas a la plenitud que Cristo representa para ellas. -No es la Iglesia la plenitud. “Ni el cristinismo en su figura histórica ni la Iglesia pueden pretender absolutidad”.

“Como cristianos, no tenemos la verdad absoluta. Absoluto es solo Jesucristo. Pero nuestra forma de hablar de él no representa la plenitud que él representa. (…)Todo lo que digo de Jesús está marcado por mis puntos de vista limitados y siempre condicionados por la historia de vida. Por lo tanto sólo podemos hablar de la absolutidad de Jesucristo en una nueva modestia y, al mismo tiempo, en una confianza profunda, pero no de la absolutidad del cristianismo, de cómo se muestra concretamente y de cómo se representa en su dogmatismo”.

“El cristianismo es el cumplimeinto del anhelo humano, tal como se expresa en muchas religiones. Cumplimiento no es algo exclusivo sino inclusivo.” (ANSELM GRÜN, La fe los cristianos, San Pablo, 2007, 138-152).

Si quedara alguna duda sobre el juicio que le merece la Iglesia como Madre y Maestra a este “hijo” suyo, leemos:

“Los hombres desean hablar abiertamente de la sexualidad. Odian la moralina que a menudo se introduce en la perspectiva de la Iglesia sobre la sexualidad. La Biblia habla de la sexualidad masculina con toda naturalidad. El lenguaje bíblico no está todavía contaminado por la moral sexual romana.” (Luchar y amar, 22)

“En la década de 1980 se habló en la Iglesia alemana de los ancianos enojados. Se pensaba en los teólogos como Rahner y Heinrich Fries. Estos hombres, que no tenían ya nada que perder, no repararon en manifestarse públicamente contra el dogmatismo romano. El anciano enojado tiene sin duda una importante función tanto en la Iglesia como en la sociedad.”

Frente a esta arrogante impiedad, cabría oponerle a Grün las figuras ancianas de la Madre Teresa o del Beato Juan Pablo II, entregados fielmente hasta el fin, y como telón de fondo la cita “La vejez venerable no es la de largos días, ni se mide por el número de años. La prudencia es la verdadera sabiduría, la vida intachable es la honrada vejez”(Sab.4,8-9).

Sobre la profesión de la fe católica, los hijos de la Iglesia tenemos por el contrario, la convicción de que “Cristo y la Iglesia no se pueden confundir pero tampoco separar, y de que entre ellos existe una continuidad histórica” (cf.“Dominus Iesus”, n°16,§1,3).

Recordamos aquí algunos pocos puntos del Catecismo referidos a nuestra fe en la Iglesia:

85 “El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo” (DV 10);

88 El Magisterio de la Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo cuando define dogmas, es decir, cuando propone, de una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de fe, verdades contenidas en la Revelación divina o también cuando propone de manera definitiva verdades que tienen con ellas un vínculo necesario.

93 «El Espíritu de la verdad suscita y sostiene este sentido de la fe. Con él, el Pueblo de Dios, bajo la dirección del Magisterio […]

811 “Esta es la única Iglesia de Cristo, de la que confesamos en el Credo que es una, santa, católica y apostólica” (LG 8). Estos cuatro atributos, inseparablemente unidos entre sí (cf. DS 2888), indican rasgos esenciales de la Iglesia y de su misión. La Iglesia no los tiene por ella misma; es Cristo, quien, por el Espíritu Santo, da a la Iglesia el ser una, santa, católica y apostólica, y Él es también quien la llama a ejercitar cada una de estas cualidades.

812 Sólo la fe puede reconocer que la Iglesia posee estas propiedades por su origen divino

Con respecto a los vínculos de unidad que deben reinar entre los miembros de la Iglesia, nos dice el Catecismo que entre ellos se halla na misma fe recibida de los Apóstoles.

Y más adelante (816) señala, con referencia a su necesidad para la Salvación, citando el decreto sobre Ecumenismo del Concilio Vaticano II: «Solamente por medio de la Iglesia católica de Cristo, que es “auxilio general de salvación", puede alcanzarse la plenitud total de los medios de salvación. Creemos que el Señor confió todos los bienes de la Nueva Alianza a un único Colegio apostólico presidido por Pedro, para constituir un solo cuerpo de Cristo en la tierra, al cual deben incorporarse plenamente los que de algún modo pertenecen ya al Pueblo de Dios» (UR 3).

Con respecto a plena incorporación a la Iglesia:

837 «Están plenamente incorporados a la sociedad que es la Iglesia aquellos que, teniendo el Espíritu de Cristo, aceptan íntegramente su constitución y todos los medios de salvación establecidos en ella y están unidos, dentro de su estructura visible, a Cristo, que la rige por medio del Sumo Pontífice y de los obispos, mediante los lazos de la profesión de la fe, de los sacramentos, del gobierno eclesiástico y de la comunión. No se salva, en cambio, el que no permanece en el amor, aunque esté incorporado a la Iglesia, pero está en el seno de la Iglesia con el “cuerpo", pero no con el “corazón"» (LG 14).

Sobre la Verdad, en la luminosa y bellísima encíclica Veritatis Splendor, el beato Juan Pablo II, señalaba el vínculo indisoluble entre el conocimiento de la Verdad y la moral católica, es decir, entre Bien y Verdad, exhortando insistentemente a los obispos a que ejerzan fielmente su misión, y recordándoles su “deber de declarar la incompatibilidad de ciertas orientaciones del pensamiento teológico, y de algunas afirmaciones filosóficas, con la verdad revelada.” (VS, 30)

Nos preguntamos entonces, ¿Anselmo Grün está plenamente incorporado a la Iglesia, profesando y enseñando una fe tan alejada de la católica? Y la pregunta ya mil veces formulada, sin cansancio: ¿Por qué se permite que siga enseñando en nombre de la Iglesia, a quien NO posee su doctrina, tentando, confundiendo y engañando a los fieles?

NvaEra ……………………………

II -EUGEN DREWERMANN: el punto de apoyo en la exégesis bíblica.

Desde una posición tácitamente protestante, en que ni la Tradición ni el Magisterio tienen la menor cabida (desafío a que nos presenten al menos 20 citas tomadas de la Obra Completa de Grün, en que se tengan sinceramente en cuenta una o el otro), el punto de apoyo es la Sola Scriptura, para cuya interpretación acude a las fuentes arriba mencionadas, sobre todo psicológicas.

El p. Horacio Bojorge s.j. nos ofrece en su blog Toma y lee, una clara exposición acerca de los sentidos bíblicos, entre los cuales existen abusos en que se acomoda el texto bíblico presentando una intención ajena a su sentido literal y auténtico tal como ha sido siempre interpretada por la Iglesia y según la fe católica. Entre estos sentidos acomodados, el p. Grün es experto, utilizando la Sagrada Escritura como “libro de autoayuda”, siguiendo el ejemplo de otro de sus maestros alemanes. Señala allí el p. Bojorge una importante advertencia:

“En efecto el propio Grün, en su obra “Evangelio y psicología profunda” (1988) reconoce, sin ahorrarle elogios, que su fuente de inspiración es la obra del sacerdote alemán Eugen Drewermann: “en todo cuanto sigue utilizo los dos tomos de Drewermann Psicología profunda y exégesis, a los que debo interesantes puntos de vista, y un libro de Sanford , discípulos ambos de Carl G. Jung, en el que el autor hizo ya hace veinte años [hacia 1968, contemporáneamente a Gabriel Morán] una exégesis bíblica desde el punto de vista de la psicología profunda”.

Tres años después de este elogio, el obispo de Paderborn separaría al P. Eugen Drewermann de su cátedra, y al año siguiente le prohibiría predicar, apartándolo del ejercicio del sacerdocio (Grün, Evangelio y Psicología Profunda, Narcea Ediciones, Madrid 2003), debido a que Drewermann sostenía una interpretación psicologista del mensaje bíblico y evangélico, descalificando las interpretaciones católicas tradicionales como erróneas. Sus tesis eran una plasmación de la doctrina modernista de la revelación de Dios inmanente al alma en forma de fenómenos psicológicos, en la línea de las doctrinas de Sigmund Freud y Carl Jung.

Anselm Grün, entonces, ya no hace lo mismo, ya que se hubiera expuesto a la misma suerte que Drewermann, si se hubiera topado, con un pastor celoso como el Arzobispo de Paderborn, Mons. Johannes Joachim Degenhardt, quien soportó la tormenta desatada en los medios por su intervención en el caso Drewermann. Juan Pablo II reconoció el coraje meritorio del Arzobispo y lo promovió al cardenalato.

Anselm Grün, aunque manifiesta sus simpatías por los enfoques de Drewermann citándolo en su bibliografía, se guarda de imitar la brutal sinceridad de su maestro.

Lo que hace Anselm Grün no es negar de plano, como Drewermann, la interpretación tradicional del Evangelio y proponer sustituirla por una interpretación psicologista de corte entre analítico y junguiano. Su método apunta a una sustitución pragmática sin entrar en una refutación teórica.

Grün presenta las interpretaciones bíblicas correctas, pero las yuxtapone, a sus interpretaciones psicologistas afirmando que son equivalentes: “o también". Grün baraja sentidos bíblicos reinterpretados en sentido acomodado o traslaticio. El confiado lector se encuentra con el relato evangélico y su sentido literario tradicional que le es familiar, pero también se le sirve, en el mismo plato, la acomodación psicológica, como si fuera igualmente válida.”

Los arquetipos junguianos sirven a Grün para distorsionar completamente toda exégesis bíblica. Vemos así, por ejemplo, la descripción del Santo patriarca Abraham, “padre de todos los creyentes”(Rom.4, 11-18), a quien la Iglesia ha definido como “gigante paradigma en el arte de la obediencia”(Catecismo, 144), como un neurótico impotente y filicida:

“Mientras Abraham utiliza a su mujer para conseguir un determinado objetivo, ésta no le puede dar ningún hijo. Sólo cuando tres hombres visitan a Abraham [tres hombres misteriosos en los que la Tradición eclesial ha visto una imagen profética de la Trinidad] y le regalan su protección, queda capacitado para recibir de Sara un hijo. (…) [Hoy dia] son muchos los hombres que sufren de impotencia. Abraham necesita de energía masculina de tres hombres para hacerse fecundo. De igual modo, los hombres necesitan la comunión con hombres que les protejan, que les transmitan su propia fuerza”.

“El sacrificio de Isaac por parte de su padre se puede interpretar de diversas maneras. Una interpretación sería ésta: Quien ordena a Abraham sacrificar a su hijo no es Dios, sino la enfermiza imagen que Abraham tiene de Dios. El ángel del Señor impide a Abraham que sacrifique a su hijo. Le da a conocer otra imagen de Dios. Pero la escena puede entenderse también desde el punto de vista psicológico. Desde esta perspectiva, la historia refleja la oculta tendencia de muchos padres hacia la aniquilación de su propio hijo.”(Luchar y amar, San Pablo, 2006, 32-36)

Nos encontramos, pues, con una franca sacralización de la psicología –o mejor dicho, del psicoanálisis- , de neto cuño New Age. iso desempolvar un interesante documento de los Consejos Pontificios de la Cultura y para el diálogo religioso acerca de la Nueva Era para comprender la relación entre muchos desaciertos del benedictino:

La tendencia a intercambiar la psicología y la espiritualidad fue retomada por el Movimiento del Potencial Humano cuando éste se desarrolló a finales de los años sesenta en el Instituto Esalen de California. La psicología transpersonal, fuertemente influida por las religiones orientales y por Jung, ofrece un camino contemplativo donde la ciencia se encuentra con la mística. El énfasis que se pone en la corporeidad, la búsqueda de métodos para expandir la conciencia y el cultivo de los mitos del inconsciente colectivo eran todos acicates para buscar al « Dios interior » dentro de uno mismo. Para realizar el propio potencial había que ir más allá del ego individual a fin de convertirse en el dios que uno es en lo más hondo de sí mismo. Esto se podía llevar a cabo escogiendo la terapia adecuada: la meditación, las experiencias parapsicológicas, el uso de drogas alucinógenas. Todos estos eran los caminos para lograr « experiencias cumbre », experiencias « místicas » de fusión con Dios y con el cosmos. (2.3.2)

En este contexto, las dos “caras” del misterio de la Redención (Pecado original y el mismo Jesucristo), son gravemente distorsionadas.

En el siguiente post nos ocuparemos, Dios mediante, de estos aspectos.

25 comentarios

  
J. C. Polavieja
Mucho has debido sufrir estudiándote a este espantapájaros. Por desgracia es sólo uno más de la corte que prepara al Anticristo. En España tenemos otros varios grunes "dando catequesis" con bendiciones episcopales. Lo importante es estar atentos y obedientes a la Stma. Virgen, porque sin Ella no hay ya resistencia posible, por mucha ortodoxia y "sentir con la Iglesia" que se tenga.
28/02/14 10:53 AM
  
Martin Ellingham
Anselmo Grumo contó con muy destacados promotores en Buenos Aires. Se trata de hechos de público conocimiento... Saludos.
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V.G.:La paciencia todo lo alcanza. Y más si es rezada.
28/02/14 12:40 PM
  
Strauch
Gracias, María Virginia, excelente artículo, espero con impaciencia el siguiente.

Que un sacerdote, benedictino, o de cualquier otra orden, profiera y sostenga teorías notoriamente contrarias a la doctrina católica es un hecho lamentable y triste, aunque desgraciadamente no infrecuente a lo largo de la historia.

Pero ocurría antes que los pastores, que sabían perfectamente que "un poco de fermento corrompe toda la masa" (Gal 5,9) estaban vigilantes, y no permitían a las ovejas de su rebaño la convivencia con el error, en forma de "profanas palabrerías y contradicciones de la mal llamada ciencia" (1 Tim 6,20), o de "artificiosas palabras" (2 Pedro 2, 2), o de "pomposidades hueras" (2 Pedro, 2,18).

Por ello, me resulta, hoy, in-com-pren-si-ble ese silencio, esa falta de parresia, esa negligencia, esa indiferencia por parte de quienes alto, claro y sin complejos deberían hablar para que todo ese veneno no se esparciese a manos llenas en nuestras mismas narices.

¿Señor, hasta cuándo?


MARANATHA!

28/02/14 1:00 PM
  
Juan de los Palotes
Siempre me pregunto por qué los herejes y heterodoxos son los que más predicamento tienen. Especialmente entre las señoras.
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V.G.: Se repite la escena del Edén, Juan. Toda mujer puede ser Eva, o Hija de María Sma.
28/02/14 2:29 PM
  
Mark
Estimada María Virginia
En mis tiempos de mayor ignorancia espiritual compre varios libros de este herje. Ahora que Dios me está dando la gracia de conocer cada vez más la verdad me doy cuenta del error que cometí. Ahora, dentro de mi ignorancia siempre hubo "algo" que no me gustava de Anselm Grün.
1) Es un autor Intragable, no se le entiende nada. Y lo poco que se entiende no me dice nada.
2) Nunca me gustó la referencia a Jung y tampoco las constantes referencias al filósofo nazi Martin Heidegger.
3) Lo inconsistentes y superficiales de sus teorías.

Ahora te pido un consejo:
¿Que hago con tanta bazofia literaria?
Si me voy a un canje de libros corro el riesgo de exponer al veneno espiritual de este hereje a otros hermanos.
Si los tiro a la basura, igual.
¿Me recomendás quemar los libros de Grün como un sacrificio en esta cuaresma? Aconsejame por favor.
Que Dios te Bendiga y la Santísima Virgen María te Protejan
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V.G.: A riesgo de que me coman cruda un par de lectores, le aconsejo de corazón usarlos para avivar el guego en invierno, o para preparar un buen asado, y pedir algunas misas por la conversión de su autor. Las primeras opciones (venderlos o tirarlos) llevan el peligro que ud. señala, por supuesto, y está tan regado el mundo con sus libros, que tampoco vale la pena guardarlos para algún apologista. Un saludo cordial, en María Reina.
28/02/14 2:36 PM
  
abc
Yo empecé a sospechar de este benedictino cuano , en mi sonsez, leí un libro suyo sobre los Angeles. Y me quedé sorprendido viendo que él no cree en los Ángeles. Y luego, además metía a Young para sus interpretaciones. Así que decidí no leerlo nunca jamás y he cumplido mi decisión. Pero me eztrañé mucho de que Radio María lo llamara para dar conferencias. Yo no entiendo nada. Pero que leerlo, jamás lo leeré, eso lo tengo bien claro.
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V.G.: Si sólo descreyera de los Angeles..!
28/02/14 2:57 PM
  
Leonardo
El problema, como siempre, es que se permite vender los libros en librerías católicas. Desde el punto de vista de la integridad espiritual de los fieles, es mucho más riesgoso en sentido formativo leer a Grun que leer a Wilber o a Jung. Estos ni son cristianos, ni lo quisieron o quieren ser, las teorías budistas de Wilber (gran actualizador de la filosofía del budismo) sobre el Bardo Thodol, un dios sociable y la ecología de las sociedades viajan a años luz del Cristianismo, y el inmanentismo arquetípico y la simbología soteriológica de Jung, idem.
Realmente, mejor vendieran la revista "paparazzi". Haría menos daño.


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V.G.: Completamente de acuerdo.
28/02/14 3:16 PM
  
Martín Buteler
Muy bueno el artículo! Semanas atrás ingresé a una librería céntrica de Buenos Aires, y al manifestar mi sorpresa ante la descarada promoción de los libros y la próxima visita de un autor cuestionado por voces autorizadas dentro de la Iglesia, me respondieron que Roma no se había pronunciado al respecto....No sé quién queda peor parado en semejante respuesta, si la librería "católica", que no es capaz de advertir el peligro en las obras de un autor solo porque no está "condenado", o quienes efectivamente no ha tomado cartas en el asunto....Existirá la posibilidad al menos de aunar fuerzas entre los católicos argentinos a los efectos de disminuir el daño que se sigue de esto? Saludos.
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V.G.: Estas líneas llevan esa esperanza, Martín. Por lo menos, estimular la alerta.
28/02/14 4:20 PM
  
María-Ar
Ma Virginia
Como siempre sus artículos muy esclarecedores, necesarios y de suma utilidad!
Dios le dio un Don y lo sabe aprovechar.

In Iesu et María!
28/02/14 4:51 PM
  
Néstor
Muy buen artículo, muchas gracias.
28/02/14 5:06 PM
  
sergio
Me gusto su artículo pues no conocía a este autor, ahora lo voy a leer y veré lo que él dice y sacaré yo mis propias conclusiones, ahora bien, en sus palabras no veo fe, veo que se aferra al árbol de la doctrina, posiblemente porque ahí se siente segura, pero le da la espalda al bosque de la fe, que es a donde debemos ir.-
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V.G.: Le agradezco su observación, Sergio. Pero le respondo que mi fe es inseparable del "árbol de la doctrina" como es inseparable el pensar en mi familia en mi Hogar: no es sólo un edificio, una casa, sino el ámbito donde se desarrolla armónicamente la "vida familiar", y que trasciende toda circunstancia. Del mismo modo, el Credo que profesamos no es meramente una "doctrina" sin más, sino la pura y absoluta Verdad, a la que podemos conocer por la razón, pero no podemos amar profundamente si no estuviésemos animados con la luz de la Fe. Le aconsejo que lea a Sta. Teresita, y le pida a ella que le haga comprender este misterio maravilloso e insondable.
28/02/14 6:09 PM
  
¿Loqué?
¡Gracias por el artículo!

Hace más de un año que no escucho más esa emisora que han dado en llamar Radio María Argentina, pero durante mucho tiempo este muchacho Grün constituyó un referente infaltable en las llamadas catequesis del Padre Soteras, director de la misma. Y no creo que la situación haya mejorado en nada.

Incluso periódicos católicos bastante ortodoxos -al menos en temas de moral- difunden las conferencias de este monje. Yo creo que ni están enterados de sus derrapes.
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V.G.: Pues sería cuestión de ayudarlos a que se vayan enterando...
28/02/14 6:54 PM
  
luis de argentina
Excelente Virginia!. El dueño de la librería Agape, a sabiendas de la condición herética de monje-empresario-editor modernista alemán , continua su propio negocio de editar y difundir la perversa obra del fraile-defensor-del-estilo-de-vida-homosexual sin importarle el daño que hace! ( Si el gran San Benito se levantara, qué no haría con el uno y el otro!)
28/02/14 11:32 PM
  
María Rosa
Excelente artículo Virginia. Te felicito y espero la segunda parte. Ya conocía los aportes de Fray Nelson y el P.Bojorge. Pero mucho me preocupa la gente que lo sigue al monje barbado, sobre todo las religiosas y los catequistas. Además agrego como dato que la editorial que lo difunde en Argentina es la misma que reeditó libros de Chesterton y una colección de catequesis de los miércoles de Benedicto XVI. En una conocida librería "católica" de Lomas de Zamora, justo a la vuelta de la Catedral se encuentran en la misma estantería a Grün, Chesterton y Mons. Fulton Sheen además del infaltable Tony de Mello. Es muy surrealista, salvo que el Espíritu Santo permita que quien busca un libro de Anselm Grün se tropiece con La Nueva Jerusalén de Chesterton o El primer amor del mundo de Mons. Sheen y se obre el milagro, los caminos del Señor son infinitos.
01/03/14 1:10 AM
  
Ricardo de Argentina
Muy buen artículo, Virginia.
Hace ya varios años atrás con mi familia distribuíamos la Revista Cristo Hoy en parte de mi ciudad. De pronto me encuentro con la promoción de libros de este monje hereje, y hasta de sus conferencias. Fue en la misma revista donde el P. Torres Pardo -fundador de Ins. Cristo Rey - salió abiertamente a oponérsele con una serie de cartas, las cuales fueron refutadas una y otra vez por el Director, con argumentaciones la mar de vaporosas.

Como no queríamos ser vehículo de confusión entre los suscriptores decidimos suspender la colaboración con la revista, agregando en el último número que repartimos una nota aclaratoria de las razones que nos movían a tomar esa determinación.
01/03/14 2:10 AM
  
Ricardo de Argentina
María Rosa, las librerías católicas son "Cambalache".
Poner a Grün al lado de Chesterton beneficia al primero y denigra al segundo.
01/03/14 2:14 AM
  
MariCris de Jesús, ocds
A mi modesto entender, mis compatriotas poco saben de los peligros que ofrece Ansel Grüm, y nuestros sacerdotes no alertan sobre el tema. Por otro lado somos bastante cholulos y nos gusta participar de cuanta conferencia se haga respecto a nuestros intereses (cualesquiera que éstos sean) y después pavonearnos de que hemos participado. Y las librerías, que sacan buen partido económico de la venta de sus libros, lo ponen por todo lo alto. En fin... que somos muy pocos los que no nos hemos contaminado, por gracia de Dios innegablemente, con los dichos o escritos de Anselmo, como bien le llamas. Dios te bendiga abundantemente.
01/03/14 3:46 AM
  
Fray Martín
+
María Virginia. También Monseñor Antonio Marino, obispo de Mar del Plata habló del tema.
Busquen su comentario en internet que no puedo poner un link aquí.
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V.G.: Agradezco mucho su valioso aporte, fray Martín, y lo incorporo al texto. El link que encuentro es éste:http://tomaylee-sagradasescrituras.blogspot.com.ar/2012/05/opina-sobre-la-obra-de-anselm-grun-el.html
01/03/14 3:59 AM
  
Juan de Alcaraz
Muchas gracias, María Virginia. Excelente artículo. Me sumo a su pregunta: ¿qué esperan los obispos argentinos para definirse más en estas cuestiones? Me da la impresión de que hay demasiadas ocupaciones que los entretienen, y no digo que sean malas. Pero si hay teólogos que pueden tener peso doctrinal serio, ¿por qué no encomendar a ellos la evaluación sopesada de lo que estas propuestas bibliográficas de gran taquilla están dando a nuestra gente, por demás, y lo digo sin ánimo de ofender sino por constatación, ignorantes de la doctrina de la Iglesia y sus por qués?
Y una vez que los pastores tengan las conclusiones de las evaluaciones de los teólogos, ellos mismos podrían expresar al pueblo fiel, según el carisma de la verdad y de la fidelidad a la misma, su dictamen pastoral, y el pueblo hallaría el camino de la verdad que nos hará libres. ¿Quién me garantiza que lo que me enseña la Iglesia es la verdad sino la fidelidad de los sucesores de los apóstoles a la misma verdad, confirmada por Pedro? ¿Quién me garantiza la fidelidad de los sucesores de los apóstoles sino su misma decisión de subir desnudos a la cruz desnuda con Cristo desnudo crucificado en ella por amor a todos, para salvarnos a todos? No es cómodo ser obispo, ya se sabe. Hoy nuestro martirio está en la fidelidad.
Siga con la misma valentía y claridad para mostrar, al pueblo creyente que quiere formarse, cuáles son las luces falsas que hoy se presentan y se venden (y lo que es peor, se compran) como la panacea del conocimiento de Dios. Me acuerdo de San Juan de la Cruz, algo que marcó absolutamente mi vida: "Si quieres llegar a saberlo todo, no quieras saber algo en nada". Ante el misterio, EL MISTERIO, Dios bendito, no se puede uno desviar por ningún conocimiento por interesante que resulte que oculte el misterio de Dios. Dios nos libre de la confusión del Mentiroso.
01/03/14 6:44 AM
  
Silvia Ines
Bravo M.Virginia!! Hacen falta muchos con tu claridad de juicio y valentía para despabilar las conciencias adormecidas!
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V.G.: Gracias a Dios, hay gente con mucha, mucha mayor claridad y virtudes, Silvia; yo me limito a aprender de ellos, que Dios me da la gracia de conocer, valorar y difundir. Todo lo bueno que hagamos, es pura gracia.
02/03/14 2:24 AM
  
Mariano
Virginia,
Una diputada porteña dijo que un obispo le había recomendado los libros de Ansel Grum, en el año 2010. Esto sumado a lo que cuentas de la librería de Seminario de Buenos Aires,...
creo que voy entendiendo todo lo que está pasando en la Iglesia.
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V.G.: Todo tiene una causa, y también un fin (no sólo cronológico sino teleológico), Mariano.
Pero no olvidemos jamás que Dios nunca está "distraído"; a nosotros nos toca rezar intensamente y anunciar todo lo que contribuya a la verdad y bien de las almas, como hijos de la Luz.
02/03/14 9:04 PM
  
Miguel Grosso (desde Argentina)
No sabia de tu existencia, compatriota. Me alegro de ello. Excelente artículo. Dios te bendiga.
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V.G.: Muchas gracias Miguel. Igualmente! Un saludo en María Reina.
03/03/14 1:01 PM
  
José DeMaría
¿Hasta cuándo tendremos que soportar creyentes supuestamente ilustrados, que nos vienen a enseñar fábulas. ¿No basta lo que el documento "JESUCRISTO, PORTADOR DEL AGUA DE LA VIDA -Una reflexión cristiana sobre la “Nueva Era”- ha dicho abiertamente sobre Jung?. No pierdo el tiempo leyendo a Grun, y menos yéndolo a ver, prefiero por lejos el magnífico texto titulado "Psicología y psiquiatría. Textos del Magisterio pontificio" BAC;
José.

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V.G.: No, José; parece que a muchos no les basta (ni "les convence") la doctrina magisterial. Deberemos hacerle más propaganda, ¿no cree?...
05/03/14 3:10 AM
  
Cristina Hincapié
Buenas tardes María. Quisiera saber si tú tienes formación como psicóloga o como teóloga. Soy psicóloga, junguiana, y actualmente realizo una maestría en Teología y considero que estás muy equivocada en ambos casos, y eso es peligroso. Por malas interpretaciones como la que tú estás haciendo han existido conflictos innecesarios, guerras, muertos y exiliados en el mundo del pensamiento. Actualmente los teólogos buscamos un mundo donde la tolerancia y el diálogo ecuménico e inter -religioso sea posible, sin necesidad de atacarnos por el simple hecho de pensar diferente, y donde todas las ciencias y pensamientos que propendan por una unidad amorosa y una vida más plena para el individuo puedan aportar a la conformación de las estructuras teológicas. Lo que dices de Jung además, es una lectura parcializada y poco rigurosa, pues si profundizas y estudias realmente su obra, encontrarás que nada de lo que dices lo has entendido como él lo fundamentó en una obra bastante larga y compleja, que te recomiendo estudies para que puedas hablar con certeza sobre sus postulados.

Es una lástima que los católicos y cristianos, y sobretodo quienes tenemos a nuestro cargo la formación del espíritu religioso de nuestros jóvenes, generemos discusiones donde la Iglesia está procurando sanar heridas que llevan miles de años haciéndonos sangrar como especie.
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Buenas noches Cristina. Le agradezco su sincera intervención, y le respondo:
- Mi formación la puede ver muy someramente en el lado derecho de la pantalla y si necesita le puedo dar mi número de documento. Modestamente creo tener mejor formación teológica que ud., pero no por el modernismo académico que se me inculcó muy bien, sino por pura gracia de Dios, sin duda, y una buena dosis de sentido común y lecturas “sanas”. Le recuerdo, de paso, que Lucifer (creáme, no es un símbolo) es Doctor en Teología también, y entonces creo que es mejor hacer caso al padre Castellani (cuya formación académica dudo mucho que pueda sobrepasar su defendido), quien sentenciaba a menudo que “quien se salva, sabe, y quien no, no sabe nada”.
-“Actualmente los teólogos buscamos…”: ¿así que se han agremiado? Creí que lo que nos unía era la profesión del Credo, algo más elevada, pero allá uds., si prefieren quedarse en bagatelas y se lo pierden, pues como dicen, “la libertad es libre”.
“Ciencias y pensamientos que propendan por una unidad amorosa y una vida más plena para el individuo”. Suena bien, pero le diré sin más vueltas que lo que yo busco es la salvación suya, mía, y hasta de los teólogos desnortados, en unidad con los analfabetos del mundo, y no concibo más salvación que bajo el reinado de Cristo.
Juzgue ud. si estamos usando el mismo alfabeto, y entonces podremos dialogar.
- “Sin necesidad de atacarnos” 1) señalar las severas contradicciones entre la doctrina católica rectamente entendida y las acomodaciones psicologistas de un monje no es atacar sino corregir el error, es decir, cumplir en conciencia y caridad, con una de las más soslayadas obras de misericordia en este tiempo de tan proclamado “misericordeo”; 2) “por el simple hecho de pensar diferente”: aquí le diré que si ud. quiere imaginar que las vacas vuelan alineándose junto a los dragones, está en todo su derecho si se va a dedicar a la literatura fantástica, y lo celebraremos juntas, pero si se piensa dedicar a la teología como católica, sepa que no puede “pensar diferente”, en materias fundamentales, de lo que piensa la Santa Madre Iglesia, que debe ser su principal Maestra.
Le aconsejo por mi parte, observar detenidamente la Instrucción sobre la vocación eclesial del teólogo, de la Sda. Congregación para la Doctrina de la Fe. En ella leemos:
“El fenómeno del disenso puede tener diversas formas y sus causas remotas o próximas son múltiples.
“..Entre los factores que directa o indirectamente pueden ejercer su influjo hay que tener en cuenta la ideología del liberalismo filosófico que impregna la mentalidad de nuestra época. De allí proviene la tendencia a considerar que un juicio es mucho más auténtico si procede del individuo que se apoya en sus propias fuerzas. De esta manera se opone la libertad de pensamiento a la autoridad de la tradición, considerada fuente de esclavitud. Una doctrina transmitida y generalmente acogida viene desde el primer momento marcada por la sospecha y su valor de verdad puesto en discusión.
(…) Una de las tareas del teólogo es ciertamente la de interpretar correctamente los textos del Magisterio, y para ello dispone de reglas entre las que figura el principio según el cual la enseñanza del Magisterio -gracias a la asistencia divina- vale más que la argumentación de la que se sirve, en ocasiones deducida de una teología particular. En cuanto al pluralismo teológico, éste es legitimo únicamente en la medida en que se salvaguarde la unidad de la fe en su significado objetivo.”


-Le agradeceré que haga uso de toda su psicología/ismo para comprender que si ud. se siente tan herida porque una desconocida no interpreta cabalmente a su “maestro” Jung, con mucho más derecho, cualquier católico que reconoce como Maestro a Nuestro Señor, se sienta más que molesto cuando alguien que ya es demasiado conocido “interpreta” a piacere la Verdad revelada arrojando más tinieblas que luz con sus divagaciones. No ver esto, es lo que constituye a mi modo de ver, la verdadera lástima.
-Sobre su último párrafo, no me termina de quedar claro lo del “sangrar como especie”…como diría Unamuno, yo he visto sangrar a los hombres con nombre y apellido, y en todo caso, hay Uno que sangró hasta la última gota por todos y cada uno. Por ud. y por mí, pero no ha sido por incomprensiones psicológicas, sino por algo que tanto su defendido como ud. parecen olvidar: el pecado.
- Finalmente, por si le parecen muy frías y agresivas mis líneas anteriores, le pido disculpas y se lo digo más “simbólicamente”: concibo el Amor más como fuego, que como un balde de mermelada.
Que María Reina la bendiga siempre y nos reúna algún día en el Cielo.

14/03/14 8:52 PM
  
carlos
Heterodoxias, y más heterodoxias que impiden la acción de Dios, en Nuestras Almas, y comprometen nuestra salvación, nuestra coherencia.El bien que la Iglesia le puede, realmente hacer a la Humanidad.
En busca de la acción de Dios en las periferias de Nuestras Almas, la sensibilidad.El hacer el bien, nos miramos a nosotros mismos.Somos Mijajas caidas de la mesa del creador, san Juan de la Cruz.Sofistica del humanismo actual.
Que esta es la bajeza de nuestra condición de vida;que como nosotros estamos,podria haber dico queremos que estén los otros,y no de afuera,saliendo el juicio,y comenzando de nosotros mismos y no de afuera...pero a la Veradad cualquier bién del hombre.entre otros la objetividad,que nos une ,define,dirije,relaciona y destina viene de Dios y el hombre de suyo ninguna cosa buena pude hacer,con verdad se dice que nuestro levantamiento es de Dios Ll,4,8 san juan de la Cuz..Leer Fides et Ratio, Juan pablo II, Magisterio.
A Cristo por Maria y con el Papa.
15/03/14 3:30 PM

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