InfoCatólica / José Miguel Arráiz / Categoría: Evangelización

13.07.08

Evangelizar, ahora y ya!

Quiero hacer un paréntesis en mis reflexiones sobre la doctrina Trinitaria, para tocar un tema que me parece importante.

Recientemente en un foro donde suelo participar llegó una joven católica con una inquietud. Se encontró con un conjunto de testigos de Jehová que le echaron en cara que ellos predicaban de puerta en puerta, mientras los católicos en nuestra apatía habíamos abandonado la gran comisión.

Entre las respuestas que recibió de parte de foristas también católicos, no faltó quien intentó justificar la apatía de muchos de nosotros, incluso citando textos bíblicos donde supuestamente Cristo prohíbe predicar de casa en casa, a saber:

“Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. En la casa en que entréis, decid primero: “Paz a esta casa.” Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa.” Lucas 10,1-7

Sin mencionar que este texto no necesariamente debe ser interpretado como la única forma para evangelizar con las condiciones actuales en que vivimos, un análisis detenido del texto demuestra que allí Jesús no está prohibiendo predicar de casa en casa, sino que estaba dando instrucciones puntuales para que una vez los discípulos entrasen en una ciudad, permanezcan alojados en una sola casa. Podrían así tener un techo donde dormir en las noches mientras realizaban las labores de evangelización durante el día.

Tampoco faltó quien alegó que no podíamos imitar a las sectas, y que andar de casa en casa no era adecuado porque era una violación a la privacidad de las personas. Que no les gustaba molestar, y que un posible método más adecuado era mediante “procesiones”.

Si, seguramente vamos a solucionar todo a punta de religiosidad popular….

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