La universidad española es de todos, también de los católicos

Los laicistas radicales argumentan que la universidad es un espacio público y laico. Naturalmente lo que pretenden es apropiarse de la universidad, intentando que en ella no tenga cabida ninguna expresión contraria a sus presupuestos ideológicos

Parece que últimamente se ha instalado entre ciertos grupos laicistas la moda de asaltar capillas universitarias. Como es conocido, desde noviembre de 2010 grupos de estudiantes boicotean la asistencia a la Misa que se celebra los miércoles en la facultad de Económicas de la Universidad de Barcelona.

Más recientemente, unas decenas de estudiantes entraron en la capilla de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid, gritando eslóganes con un megáfono e insultando a los presentes y rodeando el altar, donde las chicas se hicieron fotografías en topless. A estos hechos se une el sabotaje que grupos radicales hicieron en diciembre a la conferencia que el Cardenal Rouco iba a pronunciar en la Universidad Autónoma de Madrid, que fue tan vehemente que se tuvo que suspender el evento porque el gobierno no garantizaba la seguridad del acto.

A consecuencia de estos hechos violentos se ha levantado un debate sobre la presencia de los católicos en las universidades. Pero se debe tener en cuenta que la universidad pública es de todos. No se entiende que Juventudes Socialistas tenga un local en muchas facultades y los católicos no puedan tener una capilla. O que Ecologistas en Acción pronuncie conferencias en los auditorios de las universidades, y el Arzobispo de Madrid no pueda hacer lo mismo. O –en un insultante agravio comparativo– que el cómico Leo Bassi organice un espectáculo hiriente contra los sentimientos cristianos en el Paraninfo de una universidad pública, y se niegue a los católicos la posibilidad de celebrar Misas. Si todas estas instituciones y personas pueden usar los recursos públicos, ¿por qué se niega este derecho a los católicos?

Los laicistas radicales argumentan que la universidad es un espacio público y laico. Naturalmente lo que pretenden es apropiarse de la universidad, intentando que en ella no tenga cabida ninguna expresión contraria a sus presupuestos ideológicos. Pero les faltan argumentos: la Constitución Española –después de afirmar que ninguna confesión religiosa tendrá carácter estatal– indica que “los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones” (art. 16.3).

Sin embargo, a los laicistas radicales la Constitución no parece importarles demasiado. Por eso su actual estrategia incluye el uso de la violencia empleando medios que, dicho sea de paso, recuerda a los que se usaban en la Alemania de los años 30.

Ante estos desmanes la justicia y los demás poderes públicos deberían actuar con rapidez. No se puede permitir que unos pocos se apoderen a través de la violencia de universidades que son de todos. Está en juego mucho más que la celebración de una Misa: está en juego la garantía del ejercicio democrático de los derechos fundamentales y la libertad religiosa.

P. Pedro María Reyes Vizcaíno
Editor de iuscanonicum.org

5 comentarios

hidaspes
El artículo está soberbiamente fundamentado, y expone de forma harto clarificadora la batería de argumentos de índole jurídico-constitucional que nos asiste a los católicos para defender la presencia de nuestro culto en los espacios públicos, universidades inclusive, por supuesto.
Sin embargo, me temo que los grupos e instancias promotoras de esta nueva oleada de persecución a los católicos conocen de esa argumentación, esto es, son plenamente conscientes de lo antijurídico de sus planes y conductas. Se trataría de la propaganda por el hecho, de subvertir las bases constitucionales de la libertad de culto por el procedimiento de la coacción, la amenaza y la presión generalizada, todo ello bajo el paraguas de impunidad que les proporcionan las autoridades, tanto universitarias como gubernamentales (no quisiera tener que añadir las judiciales, pero me preparo para lo peor).
Con todo ello quiero decir que no estamos en el tiempo de la refutación argumental, ni de la defensa teórica de nuestros derechos constitucionales; es el tiempo de poner manos a la obra, de entablar todas y cada de las acciones que la Ley ponga a nuestro alcance para depurar las responsabilidades pertinentes, sean de la índole que sean (penales, universitarias, patrimoniales, etc). Querellas criminales inmediatas, concentraciones cívicas, manifestaciones, campañas de denuncia en la calle e Internet, denuncias ante organismos internacionales; de eso hablo.
17/03/11 11:38 AM
paco
A los laicistas radicales la Constitución no les importa porque no son demócratas sino revolucionarios fanáticos y sicarios de instancias subversivas cuyos objetivos estratégicos sería prolijo de explicar, aunque es evidente su intención de provocar el caos.

Estoy de acuerdo con el lector anterior, aunque también me parece de mucho interés una defensa razonada de peso como la que hace el autor, en lugar de las blandengues posiciones de otros.
Pero queda otro aspecto sin tratar, que es el de la acción directa. Para no entrar en detalles, sugiero ver el artículo de la profesora Teresa Puerto "UNIVERSIDAD COMPLUTENSE: PAYASAS (guarras) SIN FRONTERAS" en www.teresafreedom.com/modules.php?name=News&file=article&sid=341

Entre las sugerencias de los lectores figuran el arrancar los carteles ofensivos o tacharlos, acudir masivamente en defensa de la iglesia, cuando se produzca un asalto, mediante la programación de convocatorias por móvil, etc. Conviene evitar el ridículo que se está haciendo, que lleva a decir a alguna gente en los foros que la religión católica es la mejor para poner la otra mejilla y convertir a las personas en dóciles esclavos.

Es en realidad una acusación de cobardía ante la agresión injustificada, y la renuncia a la defensa propia. Y eso no es cristiano. No conviene confundirlo con el martirio y el perdón de los enemigos in artículo mortis, cuando no se puede remediar el mal. Pero cuando se puede evitar o parar la agresión hay que hacerlo. Cristo n
22/03/11 4:27 PM
Pedro Maía Reyes Vizcaíno
Estimado Néstor Daniel:

Yo no intento defender los derechos de Dios con la constitución, sino con los derechos fundamentales del hombre, los cuales -no olvide- tienen la misma fuente, que es Dios. Dios creó al hombre con su naturaleza, y fruto de ello es el derecho natural. Y no voy a dejar de lado el ordenamiento jurídico si es concorde con el derecho natural para defender los derechos de Dios.

No sé qué piensa Ud. de la democracia, pero yo estoy de acuerdo con la siguiente doctrina: "Merece alabanza la conducta de aquellas naciones en las que la mayor parte de los ciudadanos participa con verdadera libertad en la vida pública" (Const. Past. Gaudium et Spes, 31) y con su interpretación: "Las actuales sociedades democráticas, en las que loablemente todos son hechos partícipes de la gestión de la cosa pública en un clima de verdadera libertad..." (Democracia en el Magisterio de la Iglesia,
Nota doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, n. , citando el texto anterior).

No contesto a las alusiones personales por considerarlo improcedente, y si contesta a esta nota, le ruego se abstenga de hacerlo esta vez. No tengo por costumbre contestar a los insultos. Mi sotana no se va a manchar con sangre ni tampoco con insultos.
22/03/11 10:58 PM
Alejandro
Mensaje dado por la Virgen en el Escorial el 1-5-1981:
"Hija mía no dejéis de rezar el santo Rosario, diles que si no me escuchan habrá muchas muertes y la Iglesia irá decayendo y no habrá trabajo y habrá muchas miserias, sobre todo en España". Y me ha dicho: "Hija mía el santo Rosario rezado con devoción tiene mucho poder, os pido muy poquito, que recéis, que con vuestra oración y penitencia nos ayudaréis a mi Hijo y a Mí a salvar muchas almas que están errantes, esperando que alguien las salve.
Diles que si no me escuchan, en España habrá otra GUERRA y la Iglesia Española padecerá.
23/03/11 11:15 AM
Zarkov
He leído sobre estos ataques y como las autoridades competentes no hacen nada para detenerlas, en algunas univerdades los propios rectores las promueven, el solo hecho de entrar a una capilla y atacar física y verbalmente a los que asisten pacíficamente a ellas es un delito tipificado y los responsables deberían enfrentar el castigo que legalmente les corresponde, pero como ya he señalado las autoridades no hacen nada porque saben que los católicos no van a responder violentamente.
¿Que pasaría si los católicos fueran a las sedes sociales de esta gente para devolverles el favor?, lo mas seguro es que aparecería la policía, el ejercito, todo el aparato para juzgarlos en el sitio y sentenciarlos a multa o cárcel, con agravamiento si les encuentran rosarios.
28/11/11 12:09 PM

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