Argentina, tierra de misión

Argentina, tierra de misión

Desgraciadamente, ya desde mediados de la década del sesenta, del siglo XX, la politización debida a la Teología de la Liberación, y al así llamado Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo, hizo estragos entre los jóvenes de Acción Católica, lo mismo que de Pastoral Universitaria.

Ha llegado a mi conocimiento que, próximamente, en marzo o abril, un equipo integrado por nueve personas: dos sacerdotes, dos religiosas, un matrimonio, y tres laicas, por iniciativa de la Comisión Episcopal de Misiones, y de las Obras Misionales Pontificias, marchará a una región de la Amazonia peruana, con el objeto de desarrollar allá tareas de misión. Supongo que la iniciativa cuenta con el acuerdo y el apoyo de las autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), ya que interviene en ella uno de sus organismos. Entiendo que, de este modo, se responde al movimiento determinado en la Iglesia por el sínodo de los obispos, que en su reunión de 2019, tuvo por tema, precisamente, los problemas de la región Amazónica en sus múltiples aspectos, incluyendo los religiosos. Las necesidades pastorales de aquella amplia zona son innegables. Sería la que comento una realización de la vocación ad gentes, que siempre se ha vivido en la Iglesia; así se expresa su unidad inspirada por el Amor (agápē), y su universalidad.

  Me ha llamado la atención que se diga que es preciso «crear una Iglesia con rostro amazónico»; se me ocurrió pensar con algo de suspicacia ¿por qué no una Iglesia con rostro chinesco, o indiano? De todos modos, corresponde alegrarse, con una satisfacción que procede de la Fe, y también en nuestra compleja actualidad, ante el hecho que los fieles católicos, especialmente si están consagrados en el Sacerdocio, o la profesión religiosa, se preocupen y se empeñen en la extensión de la Iglesia, a zonas que podríamos considerar «vacantes»; donde quizá muchas personas desean y esperan recibir la Palabra de Dios, y los sacramentos que comunican su Gracia.

  Al reflexionar sobre esta generosa iniciativa, me invadió la perplejidad. Y por casa, ¿cómo andamos? Sobre este asunto he escrito muchas veces, afirmando que no es posible ocultar las carencias religiosas de nuestro país, y el constante retroceso de la Iglesia en él. Ya no solamente debemos lamentar la secularización de la cultura, y la descristianización de la sociedad, que tienen raíces históricas, por obra del laicismo y la masonería; creo que no exagero si digo que la religión católica, en lo que tiene de más esencialmente elemental, se encuentra en plena retirada. Más concretamente: muchas iglesias despobladas, seminarios semivacíos, casas religiosas diezmadas por la ausencia de vocaciones, disminución del número de casamientos, y bautismos, y otras situaciones penosas. El Gran Buenos Aires es nuestra Amazonia. Los grupos evangélicos van ocupando los lugares que la Iglesia abandona por falta de recursos, humanos, y supongo que también económicos. La Patagonia es tierra de nadie. ¿Qué pensará Don Bosco, aun en el gozo inalterable del Cielo? Alguien puede argüir que en algunas diócesis hay gente muy activa. Sí, ¡grupúsculos!, con una liturgia devastada, convertidas en ruidosas alharacas de pocos participantes. Hay excepciones, lo sé. Pero la falta de exactitud, solemnidad, y belleza en la Misa, hacen que no pocas personas añoren lo que el motu proprio Traditiones custodes, ha desplazado.

  La Iglesia ha perdido a la juventud. En un tiempo, ya pretérito, la Acción Católica logró reunir un contingente juvenil significativo: no faltaba la formación doctrinal, y espiritual, junto con el cultivo del afán apostólico. A modo de homenaje, quiero recordar la obra de Monseñor Jorge Carreras, como párroco de Nuestra Señora de Balvanera, en la Capital Federal; y, luego, como obispo auxiliar de Buenos Aires, y como diocesano de San Justo, que fue padre de numerosas vocaciones sacerdotales; su lugar de trabajo era el Confesionario. Desgraciadamente, ya desde mediados de la década del sesenta, del siglo XX, la politización debida a la Teología de la Liberación, y al así llamado Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo, hizo estragos entre los jóvenes de Acción Católica, lo mismo que de Pastoral Universitaria: el marxismo, con careta peronista, ganó la opinión y la acción de muchos. Hubo excepciones, sin duda, pero estas fueron siempre minoritarias. En la actualidad, no se encuentra un movimiento generalizado de la juventud católica; pertenecer a él carece de todo interés, como para concitar la pasión, y el entusiasmo de profesar una fe conquistadora de los individuos, las familias, y la sociedad.

  La liturgia, en nuestro país –reincido en un tema que considero fundamental-, ha caído en la banalidad, cuando no en situaciones peores; la falta de exactitud, solemnidad y belleza se extienden, sobre todo porque no existe una buena formación litúrgica en los futuros sacerdotes. En este contexto, muchas personas, que no cuentan para el oficialismo eclesiástico, añoran un cambio, todo lo contrario de lo que se ha impuesto despóticamente en Traditiones custodes.

  La acción social, que debería inspirarse en la Doctrina Social de la Iglesia, se limita a algunos campos de sostenimiento de los más pobres, pero no aspira al cambio que es urgente instrumentar: liberar a la democracia del electoralismo, que la esclaviza al medro de la casta política. Hay algo peor aún de orden cultural: los «nuevos paradigmas», adoptados como deseables en los centros oficiales de la vida católica, responden incautamente a los postulados del Nuevo Orden Mundial, sostenidos por el imperialismo internacional del dinero.

  Podría continuar con la descripción de lo que considero nuestros males. Hace ya cuatro años que he pasado a la condición de emérito, y me asombro al contemplar desde afuera del oficialismo episcopal la situación religiosa de la Argentina; algunas declaraciones ostentan la preocupación de adherir a lo que se considera la orientación del actual pontificado. Es notable: esas declaraciones no tienen nada que ver con la realidad, la cual marcha aceleradamente por sus propios caminos. Si quiero resumir en un título la situación que sólo parcialmente he esbozado, tengo que decir: religio depopulata.

  Me he acostumbrado a seguir –con gusto y, a la vez, con pena- la prédica de algunos pastores evangélicos, que hablan de lo que ya en la Iglesia no se escucha: la primacía de Dios, y de Cristo; el demonio y su astuta actividad en nuestros días; el pecado, causa de tantos otros males espirituales, y materiales; la necesidad de conversión; y el testimonio que corresponde dar al cristiano, en referencia a la actitud de la Iglesia naciente, ante la sociedad pagana. El catolicismo carece de los espacios más modestos en los medios de comunicación, que hoy se extienden al universo de «las redes».

  Hago una observación que me parece explicar, en buena medida, la situación religiosa del país, como la de otros países otrora católicos: el moralismo que encierra la difusión de la fe, y el entusiasmo pastoral, en el ámbito kantiano de la Razón práctica. Entonces, la Palabra de la Fe ya no resuena con el vigor que impulsa a la conversión. La dimensión profética de la misión eclesial, resulta obturada, rebajada. Ante la pandemia, por ejemplo, solo se atina a recordar la «obligación moral» de vacunarse; no la de convertirse mediante la oración y el ayuno para que, como en tantas ocasiones se muestra en la Escritura, el Señor intervenga y detenga la mano del Exterminador. La Fe está primero. Sin ella, los arbitrios morales no serán verdaderamente cristianos.

  Vuelvo al comienzo. Podríamos alegrarnos si en la riqueza de fe ardiente, y del fructuoso seguimiento de Cristo, que se reflejasen en la cultura y en la vida de la sociedad argentina, decidiéramos compartir esos bienes con otros pueblos, en la universalidad de la Iglesia. Pero no parece razonable ceder a una ocurrencia, a un arrebato romántico, o ideológico, cuando aquí perduran y se agravan los ancestrales problemas religiosos. Resta, oficialmente, lo que la masonería no tiene dificultad en apoyar, porque coincide con su propio moralismo de exaltación de la Humanidad. Dios y Cristo no serían necesarios. El cristiano debe preocuparse del cuidado de la «Casa Común», la justicia en el reparto de los bienes de la Tierra, la deforestación, el cambio climático, y todo aquello que hace falta para «pasarla mejor» en este mundo.

  Rezo para que esa misión en la Amazonia peruana alcance los resultados que se han propuesto sus organizadores. Y a estos les sugiero que, cuando regrese aquel contingente, se decidan a intentar una misión en Argentina. Pero, claro está, antes deberán advertir la inmensa falta que hace.

+ Héctor Aguer, arzobispo emérito de La Plata

Académico de Número de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.

Académico de Número de la Academia de Ciencias y Artes de San Isidro.

Académico Honorario de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino (Roma).

Buenos Aires, martes 1º de marzo de 2022.-

 

27 comentarios

El gato con botas
Efectivamente y por lo que veo en programas desde el tercer mundo, hay un abandono de la evangelización sustituida ahora por obras sociales sin acompañamiento de la fe. tipo ONG como cáritas y Manos Unidas, o las misiones de tantas instituciones católicas.
2/03/22 11:12 AM
Paco Roa
No cabe un análisis con una mayor lucidez y acierto como el que ha hecho el perspicaz arzobispo emérito de La Plata el cual, con muy poquitos matices, sería posible hacer extensivo, desgraciadamente, a la situación de la Iglesia católica universal. Entresaco algunas de las consideraciones principales que hace el prelado y con las que no puedo estar más de acuerdo:
«crear una Iglesia con rostro amazónico»; ¿para terminar adorando a la Pachamama?
“la religión católica, en lo que tiene de más esencialmente elemental, se encuentra en plena retirada”. Así es, a lo que apunta el arzobispo cabría añadir la ya nula influencia de la Iglesia en la sociedad, cuya voz apenas tiene ya eco.
“con una liturgia devastada, convertidas en ruidosas alharacas de pocos participantes”. Los templos agredidos, algunos ya convertidos en museos y los que todavía cumplen con la función para la que fueron creados, es a pesar de contar cada vez con más bancos vacíos.
“La Iglesia ha perdido a la juventud” Clero y fieles muy envejecidos y en decreciente número; no hay remplazo.
“el marxismo, con careta peronista, ganó la opinión y la acción de muchos” Tal cual, el marxismo con la careta del ecologismo y de la ideología LGTB, se ha infiltrado en la Iglesia universal.
“los «nuevos paradigmas», adoptados como deseables en los centros oficiales de la vida católica, responden incautamente a los postulados del Nuevo Orden Mundial” Nadie tiene más entusiasmo por la Agenda 2030 que la Iglesia católica.
“la
2/03/22 11:28 AM
Vladimir
"¿Qué pensará Don Bosco, aun en el gozo inalterable del Cielo?"
Sí, ... EL GOZO DEL CIELO ES INALTERABLE.
2/03/22 1:35 PM
Luis Piqué Muñoz
Por desgracia los Evangélicos ¡los mismos musulmanes! ¡Ay! están más cerca de Dios y de la Ley Natural que la Iglesia Católica moderna ¡es un Escándalo, pero un puñado de autoridades católicas ateas están alejando a la Iglesia de Dios ¡si en las Escuelas Católicas se sigue a rajatabla la Corrección Política Nazi! nadie se atreve a Denunciar la Tiranía democrática ¡la Iglesia defiende la Democracia como único y bendecido Sistema! el Nuevo Nazismo Feminista ¡la Iglesia es Feminista! ¡ay! y el satanismo mediático ¡al que Teme la iglesia como la bicha! ¡la Trinidad del Mal! ¡Viva el Papa! ¡Viva la Iglesia! ¡Viva Dios!
2/03/22 1:36 PM
Pacomio
Una voz que clama en el desierto.
Dios lo proteja...
2/03/22 1:40 PM
Peregrino
Muchas gracias por su artículo, Mons. Aguer. Los católicos, especialmente en Argentina, es importante que lo mediten porque es conocido su celo por la Iglesia, y se debe considerar la postura de cada uno, porque lo que viene del Mal, trae mal, a la larga o a la corta. Es innegable.
El alineamiento al NOM, incauto o por corrupción, la presencia de la masonería, el endiosamiento de gobernantes, la esperanza puesta en la política y el obrar humano, la creencia en la verdad en boca de científicos y expertos, en lugar de la Revelación.
La televisión (y todo portal por Internet relacionado a medios oligopólicos) están en el rubro ocultismo. Evitarlos a toda costa.
2/03/22 1:48 PM
Esteban
Qué buen artículo.
2/03/22 2:17 PM
Mariano
Cuando en el Imperio Romano la religión cristiana fue aceptada como lícita, muchos se hicieron cristianos bautizados, pero en realidad el nivel de religiosidad cristiana había bajado bastante aunque fuera más masivo.

Ahora parece que el proceso es al revés, hay aparentemente menos practicantes, pero la promesa de Jesús resucitado permanece vigente para siempre: "Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo".
2/03/22 2:24 PM
Rubén
Acertado análisis, humildemente agregaría que los evangélicos también están en retirada. Vamos a una sociedad atea, siguiendo la europea.
2/03/22 2:45 PM
Alberto Ramón Althaus
Lo que no avanza retrocede porque lo que no crece en santidad y amor, disminuye.
2/03/22 3:32 PM
Paco Roa
Termino mi comentario que quedó cortado:
...“la prédica de algunos pastores evangélicos, que hablan de lo que ya en la Iglesia no se escucha: la primacía de Dios, y de Cristo; el demonio y su astuta actividad en nuestros días; el pecado, causa de tantos otros males espirituales, y materiales; la necesidad de conversión; y el testimonio que corresponde dar al cristiano, en referencia a la actitud de la Iglesia naciente, ante la sociedad pagana.” Con razón, pues, los protestantes nos están comiendo la merienda.
2/03/22 3:39 PM
Valentin
'desde mediados de la década del sesenta, del siglo XX, la politización debida a la Teología de la Liberación, y al así llamado Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo, hizo estragos entre los jóvenes de Acción Católica, lo mismo que de Pastoral Universitaria.'

Mosneñor, tiene ud. razón, el MSTM y la Teología de Liberación hicieron estragos entre los jóvenes católicos, pero, ¿tras el Proceso de Reorganización Nacional quedó alguno vivo?

2/03/22 5:10 PM
Manuel Caceres
nada de teologia de la liberacion, ni sacerdotes del tercer mundo, son flojos los obispos, no les enseñana a los jovenes en el seminario a evangelizar, obispos preocupados en trepar y hacer carrera eclesistica, obispos burocratas y se olvidaron del pueblo de Dios, los parrocos muy poco pueden hacer...preparar catequistas, pastoral juvenil, diaconos casados y laicos comprometidos, eso deben ocuparso los obispos.
2/03/22 10:23 PM
Lohengrin
Sí, es verdad que la Teología de la Liberación y el Movimientos de Sacerdotes para el Tercer Mundo hicieron mucho daño, pero...
1) El movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo se disolvió en 1973 (hace 49 años este año, ya van para los 50 años). Vale aclarar, además, que aún mientras existió, nunca fue un movimiento mayoritario entre el clero argentino.
2) Como dice un comentarista anterior, muchos de los que participaban en esos movimientos, con posterioridad a esa fecha o bien no sobrevivieron físicamente al llamado proceso de Reorganización Nacional o se secularizaron, ya sea para integrar grupos guerrilleros, para dedicarse a la política aunque sea en forma pacífica o simplemente para casarse. Si bien es una completa exageración decir que no quedó ninguno vivo.
3) El Episcopado argentino, desde los años 1970 y en forma absolutamente mayoritaria, hasta entrado el siglo XXI, fue bien hostil a todos esos movimientos. Al menos mientras duró la influencia de los cardenales Quarracino y Primatesta.
4) De octubre de 1978 hasta marzo de 2013 (casi 35 años) hubo 2 pontificados abiertamente hostiles a las dos corrientes mencionadas.
5) En realidad, también hubo pastores protestantes (especialmente metodistas y luteranos) partidarios de la teología de la liberación en esos años. No era algo exclusivamente católico.
2/03/22 10:29 PM
Iñaky López
Excelente. Tal cual. Gracias Monseñor Aguer !!!
2/03/22 11:26 PM
Imanol
El problema es simple monseñor! Faltan predicadores del kerigma!!! Basta de sacerdotes que solo saben dar sacramentos! Si la iglesia le pide al Espíritu Santo el Padre bueno lo dará!!! Con la misa quieren volver a antes del concilio y otros a hacer payasadas, hagan lo que hay que hacer y punto!!! Luego se pueden organizar predicaciones y cultura con musica centrada en Dios, y mucha apologetica!!! La promesa es para Su iglesia, no para las sectas... A confiar y dejar que el Espíritu Santo nos renueve y de valentia!!!
3/03/22 2:05 AM
Fermin
En España es así, aunque en lugar de evangélicos o pentecostales, el hueco lo ocupa mayorítariamente el ateísmo beligerante o indiferente.
Explícale a un ortodoxo ruso, a los que conozco, que la iglesia verdadera es la católica, llevándolo a una misa dominical de barrio español, de 30 min, que vea el teatrillo que se montan muchos sacerdotes de buen rollete. Y luego te lo llevas a una misa tridentina, en la catedral de la ciudad. Es mi caso. Y te dirá, pero que habéis hecho??. Efectivamente el humo de Satanás está en vuestra Iglesia. Ese ortodoxo ruso es en realidad mi mujer, cuando éramos novios. La misa católica novus ordo hecha como se hace en el 90% de las ocasiones, no convierte a nadie, al revés, lo aleja y es un obstáculo. Inspiran más devoción las "misas"metodistas, o las anglicanas. Es tristisimo el destrozo litúrgico, pero se hizo o se diseño con un propósito y desde luego ha dado sus frutos.

Hay una iglesia evangelica en mi barrio, hacen el culto a las 6 de la tarde del domingo, dura 2 horas!! .. Nadie protesta, cantan, leen la biblia, suelo pasar por delante y curioseo un poco. Haz una misa dominical de 1h y los parroquianos le montan el pollo al cura, habría que escuchar las quejas jajaja.

Los que destruyeron nuestra liturgia sabían muy bien lo que hacían. Mientras tanto unos pocos retrógrados, cismaticos, fascistoides, ultras, y todo tipo de bonitos adjetivos, seguimos asistuendo a nuestra liturgia de siempre, defendiendo la con nuestra presenc
3/03/22 5:48 AM
Andres Forastiero
TOTALMENTE DE ACUERDO CON MONSEÑOR AGUER. PERTENECI A LOS JOVENES DE ACCION CATOLICA.EN LA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACION, CON LOS PADRES AGUSTINOS RECOLETOS.MISA DE 8 HS.DOMINGOS. 100 JOVENES EN MISA, LUEGO DESAYUNO COMINITARIO Y FUTBOL.Y TUVE LA BENDICION DE QUE EL QUERIDO PADRE CARRERAS FUE MI DIRECTOR ESPIRITUAL.LUEGO LO NOMBRARON OBISPO DE SAN RAFAEL MENDOZA, PERO SEGUI CON EL UNA RELACION EPISTOLAR. GRAN SACERDOTE Y COMO DICE MONSEÑOR AGUER, SE PASABA HORAS CONFESANDO Y SUCITANDO MUCHAS VOCACIONES SACERDOTALES.
3/03/22 5:59 AM
Amparo
En respuesta a Monseñor Aguer y a todos los que han reconocido en su artículo una situación escalofriante. Sobre todo es una alerta que Dios nos transmite para que ahora que entramos en la Cuaresma, nos pongamos las pilas del sacrificio.

Que la fe que esperamos de los jóvenes, y que no existe, la pongamos nosotros al servicio de esa juventud que en el fondo está deseando encontrarse con la verdad, la verdad que les va a liberar del mal del mundo.

Sabemos que Dios quiere la salvación de los hombres. Para esto fuimos creados. Sabemos que Dios dirige nuestros pasos, siempre y sobre todo, cuando actúa para la conversión del otro, cuando nosotros, los cristianos, nos dejamos dirigir.

No será que no somos lo santos que esta sociedad necesita para su conversion o lo que es lo mismo: no será que nuestra fe no es tanta como para dejarnos gobernar por Dios?, O que nuestro amor a Dios y a los hermanos es pequeño, insignificante?

Hay que ponerse de cara a Dios con el sacrificio constante y la oración de comunión con su voluntad
3/03/22 8:11 AM
Manuel Rodríguez Blanco
Muchísimas gracias desde España. Aquí igual que en Argemtina.
3/03/22 9:02 AM
Peregrino
Los de cultos evangélicos no son ejemplo para los católicos. Sabemos de donde vienen y que montón de verdades de fe reniegan.
Sino sería una burla para con los buenos pastores, pastores solo son los de la verdadera Iglesia, donde está la salvación.
Hay que renegar para otro lado, donde está el poder.
3/03/22 3:09 PM
gustavo perez
Cómo aspiramos a que se multiplican voces en la Iglesia como las de Mons. AGUER. Qué falta hacen estas denuncias en la doctrina y en la praxis litúrgica, por no hablar de los grandes escándalos promovidos por pastores réprobos y degenerados en niños abusados...¿Qué falta hace el profetismo en la Iglesia actual; algo tan exigido en la literatura y en la predicación del posconcilio!
5/03/22 3:55 PM
Rosa Maria Parodi
Excelente diagnostico, y valiente reflexion de la realidad de la vida espiritual de la Iglesia Catolica Apostolica Romana, en nuestra Patria.
Recuerdo que en el año 1989 se realizo una mision nacional con el Cristo Peregrino, domicilio por domicilio, y luego de esa mision, la Iglesia Catolica entro en silencio, enfriandose toda propuesta de misionar en territorio argentino. Los feligreses de nuestra Iglesia Catolica son analfabetos de las verdades de nuestra Santa Iglesia Catolica, aun habiendo recibido los Sacramentos, descreidos totalmente de la eficacia de los mismos. No conocen los tesoros que guarda nuestra Santa Iglesia, y ante los ataques de sus enemigos, no saben como defenderla, y terminan aceptando la version esgrimida por ellos. Por eso es urgente volver a evangelizar a los fieles que estan sedientos de nutrirse de la Palabra de Dios y de la Tradicion de la Iglesia.
Gracias por su reflexion Monseñor Aguer, que Dios lo bendiga.
5/03/22 6:41 PM
Rodolfo
¡ ADMIRABLE ! como siempre ... Bendito sea Dios ...
5/03/22 9:47 PM
Vivi
Se me pusieron los pelos de punta de tanto leer comentarios de halago hacia los herejes protestantes y demás sectas económicas, perdón, evangélicas. Nosotros somos La Iglesia, la única Iglesia, y N.S. Jesucristo no la va a abandonar jamás.
7/03/22 1:52 AM
antonio
Excelentes todos sus articulos Monseñor, en mi opinión se deberia reconsiderar en la iglesia, la jubilación a los 75 años, hay muchos hombres de Dios perfectamente lucidos, como usted en sus artículos, que brillan por la ortodoxia. Estamos Heridos por el pecado original, somos malos y nuestra naturaleza caida con pecados que solo Dios conoce San Juan de la Cruz, necesitamosa Dios y la ortodoxia!!!



Que La Resantsima Virgen María, la Santisima Trinidad, los Santos Padres, lo bendigan y lo hagan con la iglesia.
8/03/22 2:48 PM
hornero (Argentina)
Y bien, habría que empezar por misionar en la Santa Sede.

No nos alarmemos, si el NOM, esto es, E.U. y la OTAN caen ante el desafío de Rusia, la Santa Sede será aplanada junto con Europa.

El caos del "primer mundo" está a las puertas, y ninguna nación se salvará de sus funestas consecuencias, incluido el Vaticano.

Que el Papa y los señores Cardenales estén atentos, para que los acontecimientos no los sorprendan.

Y estemos atentos todos los fieles católicos, porque se vienen tiempos durísimos, Quizás sea una tribulación que nos libre del oprobio del NOM corruptor.

Oremos.

11/03/22 12:49 AM

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