Nueva apelación al Papa. Las dudas católicas del «New York Times»

Hace algunos días le llegó al Papa Francisco, por una vía insólita, otra apremiante solicitud de pronunciarse con claridad sobre la dubia presentada por los cuatro cardenales sobre los puntos controvertidos de la AL. Dicha solicitud procede del periódico laico más famoso del mundo, «The New York Times».

En California, el obispo de San Diego, pupilo de Bergoglio, admite de hecho los divorcios y las segundas nupcias, como en cualquier iglesia protestante. De este noticia surge la pregunta: ¿se puede interpretar así «Amoris laetitia»?

Como es bien sabido, cuatro cardenales han pedido al Papa que se exprese claramente acerca de cinco «dudas» planteadas por los pasajes más controvertidos de «Amoris laetitia»:

Pero no han recibido respuesta y probablemente no la reciban nunca. Porque para el Papa Francisco piensa que es «en el flujo de la vida en donde hay que discernir», no a golpes de «blanco o negro», como algunos que «siguen sin comprender».

Sin embargo, hace algunos días le llegó, por una vía insólita, otra apremiante solicitud de pronunciarse con claridad. A ésta le será más difícil sustraerse.

Dicha solicitud procede del periódico laico más famoso del mundo, «The New York Times»,  y más concretamente de uno de sus editorialistas, el católico Ross Douthat.

El cual, a su vez, ha citado las instrucciones que mons. Robert W. McElroy, obispo de San Diego, en California, ha dado sobre «Amoris Laetitia» a su diócesis. En ellas, el abandono de la indisolubilidad del matrimonio y la admisión de las segundas nupcias son tan clamorosamente evidentes que obligan, de hecho, a la máxima autoridad de la Iglesia, y en concreto al Papa, a tomar una posición y a pronunciarse en contra, porque callar equivaldría a dar libre curso a una indudable y significativa ruptura con un fundamento de la fe católica de siempre:

Esta petición al Papa de expresarse claramente es incluso más urgente porque el obispo en cuestión, McElroy, es un predilecto de Jorge Mario Bergoglio, que lo ha promovido a la importante diócesis de San Diego precisamente para reforzar su peso entre los obispos de los Estados Unidos.

Pero, ¿qué dicen las instrucciones dadas por McElroy a su diócesis?

El texto íntegro se puede leer en la página web de la diócesis de San Diego:

Abrazando el disfrute del amor

Estos son los pasajes que rompen con la doctrina bimilenaria del matrimonio católico:

«Muchos católicos que se han divorciado y se han vuelto a casar concluyen, a causa de una serie de razones legítimas —muchas de las cuales surgen por la afectuosa preocupación de que un proceso de nulidad afecte a los sentimientos de los hijos de edad más adulta o del anterior cónyuge—, que no pueden iniciar este proceso de anulación. ¿Cuál es su estatus en la Iglesia?

“Amoris Laetitia” subraya que ninguna norma abstracta puede plasmar la gran complejidad de circunstancias, intenciones, niveles de comprensión y madurez que originalmente envolvieron la acción del hombre o de la mujer en su primer matrimonio, o que envuelven las nuevas obligaciones morales que surgen del cónyuge o de los niños del segundo matrimonio. Por lo tanto, el Papa Francisco rechaza la validez de cualquier afirmación general de que “todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante”».

«Esto no significa que no haya un gran nivel de contradicción en la vida de los católicos que se  han divorciado y vuelto a casar, como el Señor observó en el Evangelio de Mateo. Pero el Papa Francisco explica que incluso ante contradicciones fundamentales entre el Evangelio y la vida existencial del discípulo, la lógica inexorable de la gracia divina busca una reintegración progresiva en la vida plena de la Iglesia. […]».

«En conversación con un sacerdote, el creyente busca reflexionar con humildad, discreción y amor hacia la Iglesia y sus enseñanzas acerca de su nivel de responsabilidad por el fracaso del primer matrimonio, sobre su atención y amor por los hijos de ese matrimonio, sobre las obligaciones morales que han surgido en su nuevo matrimonio y sobre el posible daño que puede conllevar su vuelta a los sacramentos, minando así la indisolubilidad del matrimonio. Es importante subrayar que el papel del sacerdote es de acompañamiento, es decir, informando sobre los principios de la fe católica la conciencia de la persona que discierne. El sacerdote no tiene que tomar decisiones en lugar del creyente, porque tal como resalta el Papa Francisco en “Amoris Laetitia”, la Iglesia está llamada “a formar las conciencias, pero no a pretender sustituirlas”».

«Los católicos que participan de manera auténtica en este discernimiento de conciencia deben tener en cuenta la permanencia del matrimonio y la enseñanza de la Iglesia de que “la Eucaristía no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles”. Y lo más importante, este discernimiento debe situar siempre en el centro la pregunta: “¿Qué es lo que Dios quiere de mí ahora?”».

«Algunos católicos  que se involucran en este proceso de discernimiento concluirán que Dios les está llamando a volver a una plena participación en la vida de la Iglesia y la Eucaristía. Otros concluirán que deben esperar, o que su vuelta puede herir a otros».

«El Papa Francisco, al indicar el camino de la conciencia para los divorciados que se han vuelto a casar, no está indicando un elemento de la vida moral cristiana que es excepcional. Porque es en el ámbito de la conciencia donde el discípulo cristiano está llamado, precisamente, a discernir cualquier decisión moral importante que deba tomar».

Como observa Douthat en su columna del «The New York Times», de estas instrucciones han desaparecido tanto la palabra como la noción de «pecado», con excepción de una cita de «Amoris laetitia» recordada precisamente para excluirlo.

Desaparecen también la palabra y la noción de confesión sacramental. Toman su lugar una conversación con un sacerdote que ni juzga ni absuelve, sino que sólo aconseja, dejando la decisión final a la conciencia del individuo con el que dialoga.

Pero sobre todo desaparecen la indisolubilidad del matrimonio y la inadmisibilidad de las segundas nupcias cuando el primer cónyuge, con el que el matrimonio es aún válido, todavía vive. Las realidades que en cambio tienen importancia se convierten en la felicidad o menos de la nueva unión, con las «nuevas obligaciones morales» que ésta comporta, las exigencias del primer y del segundo cónyuge, el cuidado de los hijos del primer o del segundo matrimonio.

También recurrir a un proceso acerca de la validez del «primer» matrimonio debe estar subordinando a los sentimientos de las personas en juego, pasadas y presentes, a las que no hay que herir de ninguna manera. Ciertamente, el divorcio y un segundo matrimonio civil siguen estando en contradicción con las palabras de Jesús, pero el «Papa Francisco explica» que la lógica de la gracia divina alienta también en este caso a una reintegración en la vida plena de la Iglesia.

¿Y el acceso a la Eucaristía? Según estas instrucciones basta con que cada uno se pregunte sobre lo que Dios le pide en ese momento. Así, habrá quien se acerque a la comunión, quién la posponga para otro momento, quien valore el efecto sobre las personas. La cuestión, en resumen, ya no es «si» tomar la comunión, sino «cuándo» tomarla.

 Por lo tanto, la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, planteada así, ya no es una excepción para casos difíciles poco comunes y que están dentro de un recorrido sometido a la valoración de la Iglesia, como el propio cardenal Walter Kasper, el jefe de los innovadores, ha subrayado repetidamente y como el propio Papa Francisco ha mostrado entender en diversas ocasiones, bien con palabras suyas, bien por interpuesta persona como el cardenal Agostino Vallini, su vicario para la diócesis de Roma.

No. En el formato establecido por el obispo McElroy para la diócesis de San Diego, la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar entra plenamente en la normalidad. Una normalidad en la que el matrimonio, sin embargo, ya no es indisoluble, en la que las segundas nupcias están tranquilamente admitidas, en la que la confesión sacramental desaparece y en la que la comunión eucarística es accesible «ad libitum». Como en cualquier iglesia protestante.

¿Está todo esto incluido en las múltiples, y a menudo contrapuestas, interpretaciones y aplicaciones de «Amoris laetitia» que Francisco ha dejado convivir hasta ahora deliberadamente?

¿Se puede considerar también esta interpretación de «Amoris laetitia» compatible con la doctrina de siempre del matrimonio católico?

Estas son dos preguntas que difícilmente el Papa puede arrinconar.

Sandro Magister

29 comentarios

Rosita
Me da miedo pensar qué respuesta dará el Papa al periódico en cuestión.
No puede obviar la respuesta, me parece. Porque es cierto que nunca le resolverá las dubia a los cuatro cardenales, pero a un diario influyente como el NYT... algo va a tener que explicar. Ahora, otra dubia: ¿qué va a decir, por Dios?
6/12/16 5:30 PM
Creo que el buen Sandro Magister es un ingenuo si piensa que Francisco I contestará esta vez a lo que plantea Ross Douthat en su columna en el NYT del pasado día 1, en la que analizaba la instrucción del pupilo papal, el obispo McElroy de San Diego (California), para la aplicación de la Amoris laetitia, que califica de “El Fin del Matrimonio Católico”, título del artículo.

La ventaja de la instrucción de este obispo es que expone con meridiana claridad lo que está deliberadamente velado en AL. Sólo cabe esperar que los que todavía se empeñan en justificar lo injustificable abran los ojos, tomen conciencia de la “quinta columna” y sus objetivos, y se opongan con valor y confiando en el Señor a la protestantización de la Iglesia Católica, en definitiva que se opongan a su destrucción.
6/12/16 6:08 PM
Palas Atenea
No contestará y continuaremos así no quiero pensar hasta cuándo. No es tiempo de síes o noes sino de quizás, tal vez, puede ser, y recuerda la canción:
"Siempre que te pregunto
que cómo, cuándo y dónde,
tú siempre me respondes:
quizás, quizás, quizás"
6/12/16 8:44 PM
Néstor
El tema no es la diferencia entre la "excepción" y la "normalidad", sino que lo intrínsecamente malo no admite excepción, justamente. Si empezamos a hablar de "excepciones" le damos la razón a Kasper.

El tema es justamente que en esta pastoral del Obispo desaparece la noción de "acto intrínsecamente malo", que es esencial a la moral católica.

Se trata de actos malos por su misma naturaleza y que por tanto no pueden ser hechos buenos ni lícitos por ninguna circunstancia absolutamente hablando.

Lo contrario es el relativismo consecuencialista que es justamente lo que aparece en esas palabras del Obispo.

Saludos cordiales.
6/12/16 9:55 PM
vicente
cada Obispo en su diócesis debe hacer el correspondiente discernimiento.
6/12/16 11:02 PM
hornero (Argentina)
Opino que ni _Sandro Magister es un ingenuo, ni lo es el N.Y.T. Vivimos un tiempo excepcional, fácil de concebir como escatológico, los hechos deben ser analizados en este contexto. Hemos alcanzado un momento de inflexión en la vida de la Iglesia, momento largamente preparado desde siglos anteriores. Los tiempos de Dios no son los de los hombres, Somos testigos presentes del desenlace evidente de crisis que se anunciaban, que afloraban de modo discontinuo. No se trata de una cuestión limitada a un forcejeo de interpretaciones de un documento pontificio, sino de un verdadero y manifiesto enfrentamiento dentro de la Iglesia entre quienes defienden la Verdad y entre quienes pretenden destruirla. Que el Papa Francisco parezca pertenecer de modo alternativo y confuso a uno u otro bando, es asunto que no debemos perder de vista. Hasta hoy no cabe dudar de que es el Papa, lo que pueda suceder en el futuro, sólo Dios lo sabe y decidirá. No me quita el sueño pensar qué debo decidir al respecto, pues, Dios no nos ha dado esa responsabilidad a nadie en la Iglesia. Confiemos, pues Dios tiene la situación bajo su control y no nos abandonará en la confusión si somos fieles a Él. Permanece la cuestión del embate de las fuerzas del demonio contra la Iglesia, masonería y sus diversos instrumentos, cuestión que debemos examinar momento a momento, y procurar que llegue a la conciencia de los más, porque no debemos estar inadvertidos ante las astucias del enemigo. Basta hechar un vistazo a lo q
6/12/16 11:11 PM
Juan Andrés
Como gano Trump las elecciones y no pisará los EEUU mientras sea el presidente, nada contestará a la nota de ese diario norteamericano.
7/12/16 12:06 AM
Gregory
Insisto en que no creo que responda a estas preguntas, de todos modos la respuesta puede ser precisamente que los Obispos deben discernir la situación de cada pareja.
7/12/16 3:22 AM
Maricruz Tasies
Por más escandaloso que parezca, Amoris laetitia ha pasado a sustituir el poder y eficacia de la gracia. De ahora en adelante ya no necesitaremos del auxilio de Dios para discernir el bien del mal. Todo ha quedado diáfanamente claro, Mons. McElroy y amado papa Francisco.
7/12/16 11:33 AM
Almudena1
El Papa está en una grave encrucijada, recemos por el. Si no responde ante los hombres tendrá que hacerlo ante Dios, de esa no se escapa.
7/12/16 1:07 PM
Alberto
Han iniciado una cascada de acontecimientos en la que los que promovieron AL pareceran moderados al lado de lo que nos espera. Y eso les va a servir para engañar a muchos para para consolidarlo a mitad de camino, engañando a muchos que solo quieren que les engañen. Pero no se van a salir con la suya. Recemos.
7/12/16 4:33 PM
María de las Nieves
El matrimonio es indisoluble en Cristo Jesús ,es decir en la Eucarístía, Cristo se entregó por su Iglesia, Cuerpo, Sangre ,Alma ,Divinidad ,Glorificación, todo el Señor presente, para ser comido. Casi le obligan al Señor a admitir a todos los cónyugés en él,como bautizados si, sin pecado también ,individualmente también, pero en la ruptura matrimonial de los cónyuges uno quedó fuera del otro,pero no fuera del Amor del Señor y el Señor pide que lo amemos como Él nos amó, el matrimonio es indisoluble por el Creador, o sea el matrimonio natural, la ruptura no es del Señor, es nuestra, a ver como se une lo roto en el Señor sin pecar. Solo hay un camino, conversión, mandamientos y Sacramentos,nosotros somos los que rompemos la Unidad ,el matrimonio indisoluble está garantizado en Cristo Jesús ,no en nosotros que lo rompemos o hubo o no hubo matrimonio .Y no le demos mas vueltas ,el Señor no va a cambiar y si unió a dos en su cuerpo hay matrimonio sacramental , lo demás si no es válido la via es el Derecho Canónico .Y no hay Iglesia sin cabeza ,es cabeza Jesucristo, representada por el Papa, Obispos y Sacerdotes -la Sucesión Apóstolica y los fieles somos el Cuerpo, la conciencia es subjetiva, sin Cristo Jesús no hay reino ,no hay Iglesia ,será otra realidad. A la autoridad eclesial le debemos obediencia.
7/12/16 6:00 PM
Claudio
Que increíble que hasta la Eucaristía y cualquier Sacramento se vea como un "derecho" que debe ser adquirido por el solo hecho de serlo. Yo me pregunto: ¿Acaso no tiene el Señor "derecho" a ser recibido en Gracia por la persona?
Si miraran a la Eucaristía como Alguien y no como "algo", seria diferente. Pero pareciera que ya ni creen... "¿Quedará algo de fe?", se preguntaba el Señor hace 2000 años...
8/12/16 12:05 AM
hornero (Argentina)
Termino. Basta echar un vistazo a lo que ocurre en el mundo para advertir la tempestad de lodo perfectamente administrada con toda "pulcritud" por los responsables de esta ofensiva contra la Iglesia y contra la humanidad. .
8/12/16 3:13 AM
xaverius
Es falso que el punto 305 permita la comunión a los divorciados vueltos a casar. Se dice que una situación objetiva de pecado puede no tener una situación subjetiva de pérdida de la gracia, pero ello no implica directamente la recepción de la comunión eucarística si existe una ley eclesiástica que lo impida, como es en el caso de los divorciados vueltos a casar (léase la Declaración del Pontificio Consejo para los textos legislativos del 6 de julio de 2000). No ha habido pues cambio alguno, y, por otra parte, que pueda darse una situación de estado de gracia aun con un pecado objetivo grave es cosa afirmada por la Iglesia desde siempre (han de contarse siempre los componentes de plena advertencia y perfecto consentimiento) pero la evitación del escándalo -la inducción al error objetivo- y la imposibilidad de juzgar con certeza la conciencia subjetiva son también factores decisivos, como señala la citada declaración. La nota 351, por el mismo motivo, tampoco se puede aplicar a los divorciados vueltos a casar.
8/12/16 6:43 PM
jb
Pues yo, ando con vergüenza, no sólo ajena, pues no alcanzo a explicar tanto lío .
A propósito de lío, ¿es que S,S, Francisco se refería a esta engorrosa y bochornosa situación cuando decía que "hay que armar lío?
Virgen Purísima, Madre Siempre Llena de Gracia. No nos abandones.
8/12/16 9:37 PM
Jordi
Xaverius, es una buena interpretación, pero el Capítulo VIII está tan mal redactado, tan confuso hasta rabiar, que permite la interpretación contraria.
9/12/16 10:32 AM
Cayetano
xaverius, su interpretación es muy buena y aceptable, pero solo hay uno que lo debe aclarar, se llama Papa Francisco, sino lo aclara tenemos lo que buscaba en Río, es decir, lío........
9/12/16 2:25 PM
Rafael
El poquísimo católico The New York Times y un teólogo homosexual suspendido apoyando el sí o no sin "argumentación teológica" de los cuatro cardenales.
9/12/16 4:47 PM
carlos bockor
Rafael, por que escribes ganzadas. En Argentinas los principales filósofos están con los cardenales. Sacerdotes del Opus Dei, atendiendo a sus fieles devastados por las incongruencias de este Papa. Y así en la mismísima Catedral porteña, Sacerdotes que piden reserva están espantados.... Tu o eres masón. o fariseo, o zurdo falsario de la Doctrina de Cristo o simplemente un Judas... O peor aún....
10/12/16 1:23 PM
Sipán
Lo que propongo creo se llama hacer hermenéútica. Y es así: Cogemos los párrafos del cap. VIII de AL y los metemos en una caja dorada hermosa. Y los dejamos en un armario. Y en su lugar metemos en ella la Declaración del Cardenal Muller dada por mandato del Papa Francisco que es la del entonces Cardenal Ratzinger en tiempos de San Juan Pablo II Magno. Y se acabó el tema para siempre. Si no, vamos a estar eternamente dando vueltas al asunto que no tiene solución.
11/12/16 1:46 AM
Rosario
Nuestra Señora Desatanudos, ruega por nosotros y ruega por la Iglesia.
Que se desate el nudo de este gran lío.
11/12/16 3:44 AM
j
carlos bockor..
No sé por donde vas, estás seguro que lo que dices de masones y otras barbaridades es por Rafae´. Pues yo no comprendo prqué sacas esa conclusión. O lo explicas lo explicas o le pides disculpas.
11/12/16 6:53 PM
USOZ
El documento del obispo de San Diego es repugnante. No creo que alguien que conserve algo de fe católica lo pueda ver de otra forma...

Tiene, con todo, dos cosas buenas:

a),explica muy bien la extraordinaria abundancia de escándalos sexuales de los que son protagonistas los clérigos, y

b), como quiera que tal documento no sólo ve bien la fornicación, el adulterio, el divorcio y el matrimonio civil, sino también la bigamia (pues el primer matrimonio sigue siendo válido canónicamente), es claro que supone un importante avance en el diálogo interreligioso con la religión de la paz, es decir, con el Islam.
12/12/16 1:41 PM
Marisa
«Muchos católicos que se han divorciado y se han vuelto a casar concluyen, a causa de una serie de razones legítimas —muchas de las cuales surgen por la afectuosa preocupación de que un proceso de nulidad afecte a los sentimientos de los hijos de edad más adulta o del anterior cónyuge—, que no pueden iniciar este proceso de anulación..."
Que me perdone este señor obispo, pero esto es mentira. La verdad es que quien se casa por civil habiéndose casado antes por Iglesia y luego de un divorcio civil, no le preocupa en lo más mínimo lo que sienten sus hijos acerca de una posible nulidad. Y no le preocupa en lo más mínimo porque para pedir o iniciar un proceso de nulidad aún hace falta fe. Y quien tiene viva su fe, no se casa por civil en esa situación, porque la misma fe le dice con seguridad que estaría cometiendo un pecado grave. Pero, si aún así lo hubiese hecho, ¿qué no daría por aliviar su alma si supiera que su anterior matrimonio en realidad no fue tal, por ser declarado nulo por la Iglesia?
Más aún, quien creyera que una nulidad puede "dañar los sentimientos" de sus hijos, es que está poniendo los sentimientos por encima de la verdad y de la fe, pues entonces aquí no cabe hablar de Eucaristía, pues ya ni siquiera hay fe.
Que no me venga con eso!! Que no veo ningún bien en ese tipo de "preocupación afectuosa"!!! No veo ningún bien ni para los hijos ni para los padres!!! Es más, reitero, es un planteo falaz, un falso problema, porque plantea una situación que sólo "preoc
13/12/16 8:58 AM
Marisa
Sigo: es un planteo falaz, un falso problema, porque plantea una situación que sólo "preocupa" desde la fe, pero si hay fe, auténtica fe, no se daría ese caso.
13/12/16 11:35 AM
Ursula
Que el Señor nos asista y nos dé el discernimiento para poder comprender todo a la luz de la fe.
15/12/16 8:35 PM
Luis J.
Yo no he leído la AL, no estoy muy pendiente de ello, pero por lo que veo el papa la ha liado parda. Y parece que cuatro cardenales le presentan sus dudas, y con ellos unos cuantos intelectuales, y el tal diario norteamericano también, e infinidad de fieles parece que también tienen serias dudas para comprenderla....¿y dicen que el papa se niega a aclararles esas dudas?¿por que?. No lo entiendo, si yo escribiera algo con intenciones didácticas posiblemente lo que más me gustaría sería precisamente eso, que la gente lo leyera y me preguntaran las cosas que no han llegado a comprender y estaría encantado de ampliarles mis ideas y mis razonamientos. Hay algo que no pillo, es obvio, el papa tendrá sus razones para negarles a sus lectores las pertinentes aclaraciones, pero a un transeúnte despistado como yo se le escapan.
17/12/16 7:48 AM
Natalia Barraza de R.
Creo que el papa ya dio su veredicto al aceptar jubilosamente los Criterios básicos para la aplicación VIII de Amoris Laetitia, de los obispos de la Región argentinos. En el No. 6 de tal escrito dice: "Si se llega a reconocer que en un caso concreto, hay limitaciones que atenúan la responsabilidad y la culpabilidad (cf.301 - 302) particularmente cuando una persona considere que caería en una falta ulterior, dañando a los hijos de la nueva unión, Amoris Laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía (cf. notas 336 y 351) Por lo tanto es inútil pedir aclaración y/o respuesta, cosa que remite no a una simple aclaración sino a un YO ACUSO que por cierto ya fue hecho por una persona (no recuerdo su nombre) públicamente y enfrentar las consecuencias, lo demás es seguir el cuento de nunca acabar y aceptar el sacrilegio.
20/12/16 2:25 AM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.