«Un pueblo que mata a sus hijos…»

Puesto que en este trascendental tema de la defensa de la vida el partido en el gobierno se ha quitado la careta atendiendo exclusivamente a incalificables cálculos electoralistas, los católicos debemos tener en cuenta que no existe un aborto malo del PSOE y uno bueno del PP.

El gobierno de la nación ha retirado el anteproyecto de ley para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada, un texto legal que era, en la práctica, una réplica de la ley de 1985 de Felipe González y de la de 2010 de José Luis Rodríguez Zapatero, es decir, una modificación de la ley actualmente vigente que, básicamente, permitía el aborto libre.

Desde que se aprobara la primera ley del aborto en 1985 más de millón y medio de mujeres ha abortado en España, la mayoría acogiéndose al llamado supuesto «terapéutico» (daños físicos y psicológicos para la madre) o, comúnmente, «coladero». Para abortar invocando este supuesto era necesario un informe psiquiátrico. La verdad es que, como han denunciado muchos psiquiatras, frecuentemente se falseaba la realidad y, recurriendo a un supuesto daño para la salud psíquica de la madre, en nuestro país durante muchos años se ha abortado independientemente del tiempo de gestación. Actualmente, casi un 90% de las mujeres que abortan lo hacen invocando su «derecho al aborto», derecho que recoge la ley de Zapatero.

Es necesario recordar que en el tema del aborto la mujer es una víctima que queda psicológicamente marcada de por vida. Un alto porcentaje de las que abortan lo hacen ante la falta de otras opciones y, con harta frecuencia, por desinformación, a lo que hay que añadir la socialización del aborto con la equiparación de éste a un supuesto derecho. El recordado Julián Marías, filósofo, escribió en Problemas del Cristianismo que «la ilicitud del aborto nada tiene que ver con la fe religiosa, ni aun con la mera creencia en Dios; se funda en meras razones antropológicas. Los cristianos pueden tener un par de razones más para rechazar el aborto; pueden pensar que, además de un crimen, es un pecado. En el mundo en el que vivimos hay que dejar esto -por importante que sea- en segundo lugar, y atenerse por lo pronto a lo que es válido para todos, sea cualquiera su religión o irreligión. Y pienso que la aceptación social del aborto es lo más grave que ha ocurrido, sin excepción, en el siglo XX».

Ante un embarazo vivido en una situación delicada, lo que necesita la mujer es apoyo, particularmente pero no sólo, económico, y que se facilite en nuestro país la adopción de niños cuyas madres no pueden sacarlos adelante. El espectáculo doloroso de matrimonios que se decantan por adoptar fuera de España por las dificultades insalvables que encuentran aquí debería hacernos reflexionar.

Puesto que en este trascendental tema de la defensa de la vida el partido en el gobierno se ha quitado la careta atendiendo exclusivamente a incalificables cálculos electoralistas, los católicos debemos tener en cuenta que no existe un aborto malo del PSOE y uno bueno del PP. Según la enseñanza de la Iglesia, «la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción […] Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral» (Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2270-2271).

En una entrevista concedida por el Papa emérito Benedicto XVI a los periodistas con motivo de una visita apostólica a Brasil (9 de mayo de 2007), y preguntado el Pontífice acerca de la excomunión que declararon los obispos mexicanos a los parlamentarios de la ciudad de México tras la aprobación de la ley del aborto, el Papa mérito respondió: «La excomunión no es algo arbitrario; está previsto en el Código. Por tanto, en el derecho canónico está claramente escrito que matar a un niño inocente es incompatible con ir a la Comunión, en la que se recibe el Cuerpo de Cristo».

Y los obispos españoles, en una Declaración de su Comité ejecutivo el 13 de septiembre de 1998, escribieron: «Apelamos a la responsabilidad de los legisladores y les rogamos que sopesen sin partidismo ni electoralismos las consecuencias de sus decisiones. Un pueblo que mata a sus hijos al amparo de leyes inicuas, pone en tela de juicio, no sólo el futuro, sino las mismas bases de su convivencia en justicia y libertad. Animamos a toda la sociedad, a cuantos reconocen la dignidad de la vida de todo ser humano, y especialmente a los católicos, a no permanecer impasibles ante estos hechos. Quebrantar el mandamiento divino «no matarás» y contravenir la ley natural, que nos pide respetar el derecho de todo ser humano a la vida, no sólo es una gravísima injusticia, sino un acto de despotismo. A la luz de una ética política elemental, los legisladores no pueden autorizar o permitir a nadie disponer de la vida de un ser humano inocente». Palabras estas dirigidas particularmente a los políticos católicos presentes en los parlamentos y en los gobiernos.

 

P. Gabriel-Ángel Rodríguez MillánVicario General de Osma-Soria

 

12 comentarios

Juan Mariner
Hubo una "aceptación social" del franquismo, de las matanzas de religiosos en los años 30, del nazismo, del comunismo, de la explotación infantil y de los trabajadores en general, del expolio de Tercer Mundo, de la esclavitud, del ninguneo de la mujer, de la monarquía, de la destrucción de la naturaleza, de la corrupción político-económica...¿por qué no la va a haber del aborto y del homosexualismo? A nosostros nos toca combatir esta aceptación social con nuestros medios y no darle cancha en las emisoras episcopales como mínimo.
17/10/14 9:55 AM
generalife
Pues es verdad, abortar siempre es matar y desgraciadamente los muertos están igual de muertos con unos que con otros
17/10/14 11:03 AM
Andrés-Eduardo Luis
"El aborto querido como fin o como medio". ¿Qué es 'querido' en esta frase?
17/10/14 11:55 AM
Alvaro
Juan Mariner:
¿Y yo que no veo el problema en que hubiera "aceptación social del franquismo"? Fue un régimen con un balance infinitamente más positivo que el cenagal hediondo que padecemos, al que algunos desinformados llaman "democracia".

¡Si hasta muchos de izquierdas reconocen que "con Franco vivíamos mejor"! (nunca en público, naturalmente)

Andrés-Eduardo Luis:
"El aborto querido como fin o como medio". ¿Qué es 'querido' en esta frase?
Significa "voluntario": no es pecado sufrir un aborto espontáneo (o accidental, aunque se derive de actos propios), sino provocar un aborto, bien como fin en sí mismo, bien como medio con el que alcanzar otro fin (de hecho, es también pecado el mero hecho de considerar seriamente el provocarlo, aunque finalmente decidas no hacerlo).

Un saludo.
17/10/14 1:46 PM
Alvaro
Por cierto, no puedo dejar de fijarme en que, con la ley anterior, figuraba que algo más del 90% de las mujeres que abortaban aducían que sus hijos representaban un terrorífico peligro para su salud psíquica, argumento que se ha repetido hasta la saciedad en los círculos progres.

Pero héteme aquí que cambian la ley y ese más de 90% de sufrientes mujeres cuya cordura pendía de un hilo... ¡se volatiliza! ¡Ya no son sufrientes ni de cordura amenazada! Ahora resulta que ese mismo "algo más del 90%" pasa simplemente a reclamar su "derecho".

Es decir, que nunca hubo el más mínimo peligro para nadie (cosa que ya se sabía pero que estos hechos refrendan nuevamente).

Se registran en España más de 110.000 abortos registrados, a los que habría que agregar una estimación de los abortos químicos y los que se pagan "en negro", de los que no queda constancia. Siendo que la natalidad ronda los 450.000 nacimientos al año... ¿No resulta que es abortado cerca de uno de cada tres niños concebidos?

Menudo genocidio.

Un saludo.
17/10/14 6:01 PM
Andrés-Eduardo Luis
Gracias Juan Mariner: querido como fin de salvar a la madre que, con toda seguridad cientifica, se desangra. Aborto terapéutico. Esto es querido como fin, salvar la madre.
17/10/14 7:44 PM
Andrés-Eduardo Luis
Gracias Álvaro, Perdón Juan Mariner.
17/10/14 7:54 PM
Juan Mariner
Álvaro: le guste o no, lo que padecemos es consecuencoa directa de una evolución controlada del franquismo, comandada por el retirado monarca borbónico restaurado que recibe el poder total del dictador militar.
17/10/14 8:18 PM
abc
Aquí no se trata de revisar, muy deficientemente por otro lado lo del tiempo de Franco. Porque no viene a cuento. Se trata de horrorizarnos otra ves dese casi medio millón de españoles matados legalmente. Eso es lo que clama al cielo y los espñaoles no debemos permitir se haga en España porque de lo contrario somo cómplices de ese asesinato.
18/10/14 4:57 PM
abuelajuana
Se matan a miles de niños. Mujeres enloquecidas quien sabe como gritan su derecho a matar a sus hijos. Los gobiernos se doblegan frente a poderes económicos fuertes que favorecen la matanza de niños. Mientras tanto el Capitalismo Salvaje nos anestesia con su propaganda. Vivimos hipnotizados por la TV y las miles de necesidades que nos inventan los medios. La gran mayoría no tiene ni ocasión de darse cuenta que está siendo manipulado y concientizado por unos pocos poderosos. Me pregunto ¿Cómo despertarnos? Antes de que la pesadilla nos devore a todos.
18/10/14 6:12 PM
Alvaro
Juan Mariner:
Efectivamente, lo que padecemos es la evolución del franquismo, o lo que es lo mismo, NO es el franquismo sino otra cosa surgida de él.

Así que esa España que con Franco era conocida como "la reserva espiritual de occidente" (también como "el milagro español", en lo económico), hoy es la vanguardia de la corrupción, la degeneración, la podredumbre y el contradiós (y el genocidio abortista, disfrazado de "derecho", ya que de eso va el artículo).

Corruptio optimi pessima est.

Un saludo.
20/10/14 10:01 AM
Luis Fernando
Señores, el artículo no es sobre el franquismo. Fin a los comentarios sobre esa cuestión.
20/10/14 12:49 PM

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