El Papa entrega los premios de Teología de la Fundación Ratzinger

La razón que busca la verdad guiada por la fe puede conocer el rostro de Dios, la Verdad misma

Benedicto XVI presidió esta mañana la entrega de los premios Ratzinger de Teología de la Fundación Vaticana que lleva su nombre, a Olegario González de Cardedal, Manlio Simonetti y Maximilian Heim. El Papa invitó a responder al «desafío intrínseco a la naturaleza de la teología», a su punto central: «¿Es verdad lo que creemos o no?», sin refugiarse o detenerse en la historia, la sociología o la psicología.

(Zenit / InfoCatólica) En la Sala Clementina del Palacio Apostólico el cardenal Ruini, presidente del comité científico de esta fundación y miembro del jurado del premio, dijo que es “una contribución a la promoción de la conciencia y del estudio de la teología en una época en la cual –como vuestra santidad subrayó repetidamente– la prioridad que está sobre todas las demás es hacer presente a Dios en este mundo y abrir a los hombres el acceso a Dios”. 

El presidente de la fundación, el monseñor Giuseppe A. Scotti, dirigió unas palabras de saludo al Papa, en las que destacó que “Dios no es un peligro para la sociedad” y que “no debe estar ausente de los grandes interrogantes de nuestro tiempo”.

En nombre de los premiados, habló el más joven de ellos, el abad Maximilian Hein. Recordó que hoy existe una gran oportunidad: “Como teólogos podemos buscar sin temor la verdad, desde el momento en que el teólogo no forma la verdad, sino más bien es la verdad la que forma al teólogo”. “No podríamos por lo tanto buscar la verdad si no la hubiéramos ya encontrado”, añadió, por lo que resulta necesario “el apoyo de los grandes teólogos de la historia de la Iglesia, especialmente de los Padres y Doctores de la Iglesia”. 

Los teólogos premiados

En su discurso, Benedicto XVI se refirió brevemente a los premiados. Recordó su amistad con el profesor González de Cardedal, “un camino común de muchas décadas” que “ambos iniciamos con San Buenaventura y de él nos dejamos indicar la dirección”.

“Durante su larga vida de estudioso, el profesor González ha tratado todos los grandes temas de la teología, y ello no sólo reflexionando o hablando desde un punto de vista teórico, sino enfrentándose siempre al drama de nuestro tiempo, viviendo e incluso sufriendo de forma totalmente personal las grandes cuestiones de la fe y, con ellas, las cuestiones del hombre de hoy. De esta forma, en sus obras, la palabra de la fe, lejos de ser algo perteneciente al pasado, se vuelve realmente contemporánea nuestra”. 

Sobre el segundo premiado, Benedicto XVI afirmó que el profesor Simonetti, “al mostrarnos desde el punto de vista histórico, con precisión y atención, lo que dicen los Padres, éstos se convierten en personas contemporáneas nuestras, que hablan con nosotros”, dijo.  A continuación citó al tercer premiado, el padre Maximilian Heim, recientemente “elegido abad del monasterio de Heiligenkreuz de Viena, e invitó a “desarrollar aún más esa teología monástica que siempre ha acompañado a la universitaria, formando con ésta el conjunto de la teología occidental”.

¿Es posible una ciencia de la fe?

¿Qué es verdaderamente la teología?, se interrogó Benedicto XVI, y aún más: ¿la ciencia de la fe es realmente posible o es una contradicción?, ¿ciencia no es lo contrario de fe? Según el Papa, esta problemática “con el moderno concepto de ciencia se ha vuelto aún más impelente y a primera vista aparentemente sin solución”. 

“Se entiende así –señaló– por qué, durante la Edad Moderna, en muchos ambientes la teología se replegara principalmente en el campo de la historia, con el fin de demostrar en él su seria cientificidad”, o cómo pasó a “una segunda fase centrada en la praxis, con el fin de mostrar cómo la teología, puesta en relación con la psicología y la sociología, es una ciencia útil que da indicaciones muy valiosas para la vida”. 

Estas vías, sin embargo, no son suficientes, advirtió el Pontífice. “Por útiles e importantes que sean, se convertirían en subterfugios si la pregunta verdadera quedara sin respuesta. Dicha pregunta es la siguiente: ¿Es verdad lo que creemos o no? En la teología está en juego la cuestión acerca de la verdad, que es su fundamento último y esencial.”, advirtió el Pontífice. 

La fe cristiana y el nexo entre fe y razón

La gran diferencia del cristianismo respecto a las religiones paganas, recordó el Papa citando a Tertuliano, es que éstas, “conforme a su naturaleza, no eran fe, sino ‘costumbre’ : se hace lo que se ha hecho siempre; se observan las formas cultuales tradicionales, esperando mantenerse así en la justa relación con el ámbito misterioso de lo divino”. En cambio “el aspecto revolucionario del cristianismo en la antiguedad fue justamente la ruptura con la ‘costumbre’ por amor de la verdad”, subrayó Benedicto XVI. 

Por ello “la fe cristiana, por su misma naturaleza, debe suscitar la teología, había de interrogarse sobre la razonabilidad de la fe, aun cuando, naturalmente, el concepto de razón y el de ciencia abarquen muchas dimensiones, por lo que la naturaleza concreta del nexo entre fe y razón debía y debe siempre sondearse, una y otra vez”. 

Citando a san Buenaventura, el Papa recordó la existencia de “la violentia rationis, el despotismo de la razón, que se convierte en juez supremo y último de todo. Este tipo de razón es ciertamente inviable en el ámbito de la fe”, es como querer someter a Dios “a un interrogatorio” a “un procedimiento de prueba experimental”, señaló.

Esta modalidad de uso de la razón, típica en el ámbito de la ciencia, llega a su cumbre en la Edad Moderna, y aparece hoy “como la única forma de racionalidad declarada científica”, lamentó. “Y lo que científicamente no puede ser verificado o falsificado cae fuera del ámbito científico”, añadió, reconociendo que con este planteamiento impostación fueron realizadas obras grandiosas “en el ámbito del conocimiento de la naturaleza y de sus leyes”. 

La recta fe orienta a la recta razón

El Papa precisó que “existe un limite a tal uso de la razón: Dios no es un objeto de experimentación humana; El es el Sujeto, y se manifiesta solamente en la relación de persona a persona”. En esta perspectiva, explicó, Buenaventura “indica un segundo uso de la razón, que vale en el ámbito de lo ‘personal’, en las grandes cuestiones del ser humano: El amor quiere conocer mejor a quien ama” porque “el verdadero amor no vuelve ciegos sino videntes”.  

La recta fe, por lo tanto, “orienta la razón a abrirse a lo divino, para que ésta, guiada por el amor a la verdad pueda conocer a Dios más de cerca”, destacó, y añadió que “la iniciativa de este camino la tiene Dios, que ha puesto en el corazón del hombre la búsqueda de su rostro”.

Benedicto XVI aseguró que el hombre necesita el desafío inherente a la naturaleza de la teología, que “nos empuja a abrir nuestra razón interrogándonos acerca de la Verdad misma, acerca del rostro de Dios” y concluyó recordando que “la razón, cuando recorre la pista trazada por la fe, no es razón enajenada, sino razón que responde a su altísima vocación”.

28 comentarios

daniel
Muy bien redactada la exposición de la noticia. Se agradece descubrir que el Papa Benedicto XVI conoce desde hace años la persona y la obra teológica de Don Olegario González de Cardedal. Con sus palabras en la entrega del premio, el Papa, demuestra que conoce la Obra de Don Olegario y que toda ella es meritoria, aparte de ser incuestionable su catolicidad.
Con sus palabras, el Papa acalla algunas voces que, quizás, no deberían haber hablado. El premio, las palabras del Papa, son un acto de justicia y de veracidad.
30/06/11 11:38 PM
frederario
No estaría mal que tanto Iraburu como Sayes pidieran disculpas ante el inequívoco espaldarazo del Papa a la obra teológica de Olegario. Se pasan la vida apelando al "Roma locuta", pues ya ha hablado Roma: aplíquense el cuento y hagan exámen de conciencia: teológica y también de la otra. Saludos.
1/07/11 12:01 AM
Beatriz
Parece que Daniel y Frederario no saben que en la Iglesia hay temas opinables, y éste es uno de ellos.

Porque el Papa le da un premio a un teólogo yo no tengo que caer rendida a los pies de ese teólogo y aceptar a ciegas su teología, en cuanto lo lea formaré mi propia opinión, y podría darse el caso que no esté de acuerdo con la opinión favorable que tiene el Papa sobre este teólogo. ¿Me convertiré en una hereje? para nada.

El culto a la personalidad es cizaña que hay que arrancar.
1/07/11 12:56 AM
frederario
Beatriz: naturalmente que nadie está obligado a apreciar una obra teológica porque reciba un premio de manos del Papa. La cuestión es que Iraburu y Sayes han sembrado dudas sobre la ortodoxia de Olegario, y ahora vemos que el Papa respalda con llamativos elogios esa teología; ese es el problema. Como siempre, los que se creen en posesión de la verdad y reparten salvoconductos de ortodoxia, cuando se ven claramente desautorizados por quien es la máxima autoridad magisterial (¿o no?), callan y no tienen la nobleza de disculparse. No confunda usted la perspectiva. Un saludo.
1/07/11 8:27 AM
Bruno
Frederario:

No termino de decidir si habla usted en serio o en broma.

En primer lugar, el premio no lo da el Papa. Lo entrega físicamente el Papa, que es otra cosa. Quien da el premio, es decir, quien elige a quién se le da es una comisión.

En segundo lugar, la teología no funciona así. Un buen teólogo no es quien no se equivoca nunca (porque de esos no hay), sino el que profundiza en la fe de la Iglesia y, cuando le hacen ver que se ha salido de lo correcto, lo acepta con humildad. Un elogio a un teólogo, como señala Beatriz, no implica en lo más mínimo que toda su obra sea correcta. Hay muchas cosas que decía Ratzinger hace cuarenta años que hoy las rechaza Benedicto XVI.

En tercer lugar, la "máxima autoridad magisterial" aquí no tiene nada que ver, porque pretender que la entrega de un premio es un acto magisterial es tan absurdo que se acerca a lo ridículo. Si en algo ha ejercido el magisterio el Papa es en lo que ha dicho sobre la fe y la razón que, por cierto, es precioso.

En cuarto lugar, los libros de Olegario son pesadísimos e innecesariamente oscuros y se puede apostar a que el Papa no se ha leído ni una centésima parte de ellos (si es que ha leído alguno) y lo mismo se puede decir de la comisión que ha entregado el premio.

En quinto lugar, si el premio puede entregarse a teólogos no católicos, es imposible sostener que constituye una certificación de la ortodoxia del premiado, ya que un no-católico, por definición, no es ortodoxo.

En sexto lu
1/07/11 8:43 AM
Bruno
(...)

En sexto lugar, los argumentos clarísimos señalados por el P. Iraburu y por Sayés contra algunas afirmaciones de Olegario siguen siendo los mismos hoy que hace un año. Si quiere, responda a esos argumentos, en lugar de escaparse por la tangente, ignorando lo importante.

En séptimo lugar... lo dejo porque ya cansa.

Saludos.
1/07/11 8:45 AM
Yolanda
I-

Pero, ¿el "salvoconductos de ortodoxia" quién lo expide? ¿lo expide el Papa, una comisión de nosequé, el P.Sayés, Bruno Moreno Ramos...? ¿o quién?

Porque decir:

"En su obra, la palabra de la fe se convierte en plenamente contemporánea"

No es una afirmación Magisterial. Pero tampoco lo es un artículo cabreadillo del P. Sayés, por ejemplo.

Y lo que es escaparse por la tangente es decir que "el premio no lo da el Papa, sino que lo entrega físicamente el Papa, que es otra cosa” y que “quien da el premio, es decir, quien elige a quién se le da es una comisión"

¡Vamos, por Dios! ¿El Papa va como un monigote a "entregar físicamente" lo que le dicta una comisión con la cual ni está ni deja de estar de acuerdo? ¿Presta su nombre y "su físico" para que le metan un gol? ¿Hace un espléndido discurso para la entre del premio dictado por una comisión?

"Si el premio puede entregarse a teólogos no católicos, es imposible sostener que constituye una certificación de la ortodoxia del premiado" Claro, claro: que es un premio y no una certificación de ortodoxia se le alcanza a cualquiera: no es un salvoconducto de ortodoxia... pero se le parece mucho, eh.
1/07/11 10:08 AM
Yolanda
II-

Porque es el caso que no se le ha dado a un ortodoxo o a un luterano por un trabajo meritorio en sentido ecuménico, por ejemplo… ¡ sino que se ha dado a un teólogo católico, del que dice el Papa que "en su obra, la palabra de la fe se convierte en plenamente contemporánea"!¿A lo mejor, el Papa, donde dice "plenamente contemporánea", en realidad quiere decir "pesadísima e innecesariamente oscura" ? ¿Y eso por qué?, ¿por que lo dice Bruno Moreno, adalid de la ortodoxia, medida universal de todas las verdades?

¿Se podría, Bruno, "apostar a que el Papa no se ha leído ni una centésima parte de los post del P. Iraburu (si es que ha leído alguno) acerca de lo peligrosa que es la cristología del premiado? ¿Se podría decir lo mismo de la obra, incluidos los artículos de pataleta, del P. Sayés?. Va a ser eso y, si el Papa se hubiera leído “argumentos clarísimos señalados por el P. Iraburu y por Sayés contra algunas afirmaciones de Olegario” que desvelan los terribles peligros ocultos de la cristología de Olegario Glz. de Cardenal, no se habría prestado a “poner su físico” para esa entrega de premios. Va a ser eso.

¡Si es que “el que se escapa por la tangente” es el Papa!

A los que tanto os molesta este premio: vale, el premio no es un certificado de ortodoxia, ni el discurso espléndido del Papa es un acto de Magisterio Infalible. Pero se dan un aire.

Y eso irrita y pone muy a prueba algunas soberbias.
1/07/11 10:09 AM
Bruno
Yolanda:

Creo que es fácil solucionar la cuestión. Basta con que nos dejes tu Cardiognoseador (patente pendiente de concesión) que te permite conocer lo que hay en el interior de los corazones de los demás, como la soberbia, y así sabremos lo que piensa el Papa, lo que piensa la comisión, lo que piensa el P. Iraburu, lo que piensa Olegario y lo que pensaba una hormiguita que pasaba por ahí y a duras penas se salvó de ser pisoteada.

Observo, Yolanda, que no respondes a ninguno de los argumentos.

Nada tiene que ver que el Papa haya leído o no a Iraburu o a Sayés.

No creo que Sayés pretenda que sus artículos o libros sean magisterio, pero incluye en ellos argumentos sacados directamente del magisterio que son los que habrá que responder, cosa que nadie parece dispuesto a hacer. Por algo será.

No puede parecerse en nada (ni siquiera un poquito) el premio a un salvoconducto de ortodoxia, porque se puede otorgar a teólogos no católicos, que son los sin-la-más-mínima-duda no ortodoxos. Ergo premiará otra cosa, digo yo.

Ser contemporáneo, hasta donde yo puedo ver, no tiene absolutamente nada que ver con acertar o no en asuntos teológicos. La chica con tatuajes y piercings que se dedica al estilismo en la tienda de debajo de mi casa y cuya idea del Cristianismo no tiene nada que ver con la realidad es plenamente contemporánea. Es significativo que ése haya sido el único elogio del Papa (además de su reconocimiento de la vida entregada por Olegario a la Teología, cosa
1/07/11 10:42 AM
Bruno
Yolanda:

...(además de su reconocimiento de la vida entregada por Olegario a la Teología, cosa que nadie duda, que yo sepa).

Ser contemporáneo no excluye escribir de forma pesadísima y oscura. Es más, casi podría decirse que lo requiere como un requisito al menos importante. :)

El Papa no es un monigote, pero cualquiera entiende que una cosa es que el Papa enseñe con su autoridad que todo lo que dice un teólogo está muy bien y otra muy diferente que entregue un premio en un acto protocolario. ¿Crees que el Príncipe se ha leído los libros de los autores a los que entrega el Príncipe de Asturias de las Letras?

Como yo no he hecho ninguna alusión a mi (inexistente) autoridad doctrinal, el pretender burlonamente que lo hago es injusto, maleducado e indigno de una discusión racional. Y, por cierto, no me molesta en lo más mínimo que hayan dado el premio a Olegario.

El discurso del Papa ha sido estupendo. Ya lo he dicho yo. Es llamativo que no ha comentado en él las posturas teológicas de los premiados, sino que ha hablado en general (y con gran profundidad) de la razón y la fe.

Y me pregunto: Si no has leído a Olegario, ¿qué sentido tiene que defiendas su obra?

Saludos.
1/07/11 10:44 AM
Ana_MS
Bruno:

Por supuesto no pretendo hablar por todo el mundo, pero creo que a la inmensa mayoría nos ha quedado claro que si el Papa le ha otorgado ese premio a Olegario, es que su obra es perfectamente ortodoxa -no olvidemos que es un teólogo católico-. ¿Se puede suponer que los responsables (incluido el Papa) inducirían al error alegre e irresponsablemente a los fieles con este acto?. Yo creo que no, y además, no veo la razón de esa suposición de que el Papa no ha leído la obra de Olegario.

Lo siento, pero me fio mucho más del criterio del Papa y del Vaticano.

Un cordial saludo.
1/07/11 11:01 AM
Bruno
Ana:

Es que no se trata de fiarse de nadie. El argumento es muy sencillo. Si el premio se le puede dar a alguien que no es católico, eso implica necesariamente que el premio no asegura que la obra del premiado sea perfectamente ortodoxa, sino que premia otra cosa. Y no me digas que el teólogo lo único que tiene que ser para que le den el premio es fiel a la postura de su propia Iglesia o confesión, porque eso sería un relativismo inadmisible para cualquiera pero sobre todo impensable en este Papa. Si tu argumentación fuera correcta, al dar el premio a un luterano se estaría "induciendo al error" de las doctrinas luteranas "alegre e irresponsablemente a los fieles". No, el premio premia otra cosa: la investigación, la dedicación a la Teología, etc., pero no canoniza una teología.

De hecho, la teología no funciona así. No es un magisterio, sino una investigación de la fe revelada. Y, como toda investigación, mete la pata muchas veces. Cuando eso sucede, se corrije y ya está. Las mismas obras de Ratzinger cuando era un simple teólogo tienen unas cuantas meteduras de pata que Benedicto XVI sería el primero en señalar. Y no pasa nada.
1/07/11 11:23 AM
Bruno
Ana (II):

Como ya sabrás, existen las llamadas herejías materiales y herejías formales. Casi todos decimos de vez en cuando alguna herejía material, es decir, algo que es incorrecto según la fe católica creyendo que es correcto. Es evidente que los errores de Olegario son de ese tipo. Es decir, errores sin mala fe, sin pretender separarse de la doctrina católica. Otra cosa es la herejía formal, de alguien que sabe que una postura es contraria a la fe católica pero aún así la mantiene. Eso es inexcusable y, sobre todo, mucho más evidente.

Saludos
1/07/11 11:24 AM
jose bascones
Como dice Bruno, el premio no es un juicio sobre la ortodoxia teológica de los premiados, sino un reconocimiento a su dedicación, trabajo y esfuerzo en la teología durante su vida.

En las obras teológicas de los premiados podrá haber grandes aciertos, pero puede haber también grandes errores. El Papa no entra a discernir el grano de la paja en los contenidos teológicos de los premiados, ni el mismo premio supone un salvoconducto de ortodoxia total a dichos contenidos. Es, mas que nada, un reconocimiento al trabajo teológico de los premiados, sin entrar en el detalle de los contenidos en cuanto a su ortodoxia o heterodoxia.

Por tanto la apreciación de la ortodoxia de los contenidos sigue estando a la libre discusión de los teólogos y no quedan por ello invalidadas o refutadas las opiniones que sobre algunos de esos contenidos han hecho Sayés y Iraburu, con los que, aunque ello sea irrelevante, estoy de acuerdo.

Como también estoy de acuerdo con la concesión del premio a Gonzalez de Cardedal, pues evidentemente es un infatigable trabajador teológico, con sus grandes aciertos pero también con sus grandes errores.
1/07/11 12:23 PM
Yolanda
(II)
Y claro que "es significativo que ´contemporáneo´ haya sido el ¿único? elogio del Papa" ¡Significativísmo, sí! Pero, ¿de verdad crees que el adjetivo "contemporánea" se predica de la palabra de fe que manifiesta la obra de Olegario G.C. en el mismo sentido en que puede predicarse la chica de los piercinsgs? ¿Pretendía el Papa decir que "en su obra, la palabra de la fe luce estilísticamente en plena consonancia con la estética del piercing y el tatuaje"?

En cuanto a parecerse o no un premio a un salvoconducto de ortodoxia en relación con la posiblidad de que el premio se otorgue a un no católico, sí me he referido y muy claramente a ello:

Puesto que es el más imporante premio en la materia, puesto que lleva el nombre del Papa, puesto que lo entrega el Papa, puesto que el premiado SÍ es católico, el premio no es, pero se parece mucho, mucho a un certificado de ortodoxia. De hecho, quienes anden muy alejados de estas batallitas, la inmensa mayoría de los fieles, pensarán con toda lógica que si el Papa premia a un teólogo, éste no dice herejías (ni materiales ni formales, distinción en la que tampoco gasta ni medio minuto la inmensa mayoría de los fieles).

Lamento mi frase irónica sobre tus juicios de la ortodoxia ajena: lo creerás o no, pero antes de pulsar intro, me pareció haberla borrado, era mi intención tras una relectura, pero se ve que creí haberla borrado y no lo hice. Retiro el componente sarcástico y me disculpo por ello.
1/07/11 1:26 PM
Bruno
Yolanda:

Ni idea, aquí no modero yo.

- "es el más imporante premio en la materia" Es un premio que acaba de crearse. Es imposible valorar su importancia (más allá del marketing de los creadores, con lo del "nobel de teología"). En cualquier caso, los aciertos de una teología no se deciden por los premios, gracias a Dios.

- "lleva el nombre del Papa" Irrelevante.

- "Lo entrega el Papa". Muy poco relevante y nada que ver con su aprobación magisterial. El Papa entiende que la teología no es magisterio y que elogiar a un teólogo no es dar el nihil obstat a absolutamente todo lo que escribe. Precisamente este Papa lo sabe perfectamente.

- "Se parece a un certificado de ortodoxia" Falso. No has dado ningún argumento que relacione el premio con la ortodoxia, ni menos con la ortodoxia de toda la obra.

- "La inmensa mayoría de los fieles" Dos matizaciones. 1) La inmensa mayoría de los fieles ni ha leído ni leerá a Olegario, fuera de algún artículo suyo en el periódico. Sus libros son un ladrillo y yo diría que (casi) ni siquiera son leídos por teólogos, sino sólo por estudiantes a los que obligan a leerlos. 2) Si la mayoría de los fieles piensa eso es porque no entienden lo que es la teología, pero la culpa no es del papa, sino de tantos teólogos que se han constituido en magisterio paralelo en las últimas décadas.
1/07/11 2:48 PM
Bruno
Yolanda(II)

- Eso sí, recononciendo, como dices, la impresión que puede dar a quienes no han estudiado teología y tienen una idea poco clara de lo que es la investigación teológica, yo creo que habría sido mejor no elegir a Olegario para el premio (aunque me alegro mucho por él).

- "¿de verdad crees que el adjetivo "contemporánea" se predica de la palabra de fe que manifiesta la obra de Olegario G.C. en el mismo sentido en que puede predicarse la chica de los piercings?" Sí. Contemporáneo es contemporáneo. Y, sin duda, Olegario hace bien en querer usar la filosofía (o ausencia de filosofía) contemporánea y las formas de expresión de su tiempo para describir la fe católica, como la chica usa los piercings para intentar estar guapa. Aquí no hemos discutido en nada de eso (aunque daría para una buena discusión), sino de si esa expresión de la fe con categorías contemporáneas que hace Olegario es adecuada en todos sus aspectos. Y aún no he visto a nadie que refute las críticas.

- Quien desprecia la distinción entre herejía material y herejía formal (con el vocabulario que quieras usar) forzosamente tendría que condenar por herejes a millones de fieles que se equivocan de buena fe en cosas de doctrina. Y sin embargo los fieles no lo hacen, señal de que sí que tienen en cuenta esa distinción, aunque usen otras palabras como "equivocarse de buena fe", "obediencia", "humildad de reconocer un error", "falta de formación" o lo que quieras.
1/07/11 2:51 PM
Beatriz
Coincido con Yolanda, sí es relevante que el Papa entregue el premio y que lleve su nombre: Premio Ratzinger. Para el común de los fieles es una aprobación a la ortodoxia del teólogo.

No entiendo el sentido de crear una fundación para reconocer la labor de un teólogo. Se puede reconocer la labor de un teólogo por medio de una carta, sin tanta parafernalia. En "el mundo" hay infinidad de Fundaciones: Fundación Ricky Martin, Fundación Bill y Melinda Gates, Fundación Josep Carreras. La de Shakira al menos no lleva su nombre: Fundación "Pies descalzos".

En fin, ya está hecho.

Ultimamente estoy pidiendo al Señor que recoja a todas esas personas que hacen daño en la Iglesia y fuera de ella. Que sea El quien nos libre de todo mal.
1/07/11 4:03 PM
jose bascones
El primer Papa, San Pedro, cometió una falta importante al obligar o imponer que se circuncidasen los gentiles que se convertían al cristianismo.

Por ello San Pablo no dudó en encararse con Pedro afeándole su proceder. ¡Si ni siquiera a los judios que se convierten al cristianismo se les obliga a que se circunciden, cuanto menos a los gentiles que no tienen nada que ver con la tradición judía!

Por ello, hay antecedentes de que los Papas por el mero hecho de serlo no siempre actúan acertadamente y que hay cosas en que son reprensibles, como lo fué el mismo Papa Pedro para el Apóstol Pablo.

Me pregunto si tal vez el actual Papa no haya cometido un acto reprensible al conceder un premio teológico a un teólogo cuya doctrina, cuando menos, es dudosamente ortodoxa en materia de cristología.

No debemos tener miedo a ejercer la corrección fraterna hacia Pedro, cuando haya razonables motivos para ello. También debemos imitar al Apóstol Pablo, el cual no duda en decirnos que seamos sus imitadores, y de tal imitación no excluye la corrección al Papa cuando sea preciso.

Pedro no es siempre infalible. Puede tener sus debilidades humanas y ser mal aconsejado por los que le rodean.
1/07/11 4:40 PM
Trajano el Romano
Jose Bascones:
El primer Papa, San Pedro, cometió una falta importante al obligar o imponer que se circuncidasen los gentiles que se convertían al cristianismo.


Tú no has leído mucho la Biblia, ¿verdad?

Anda, lee en Gálatas las razones reales por las que San Pablo le leyó la cartilla a San Pedro en Antioquía.
1/07/11 5:38 PM
Luis Fernando
Beatriz, te envié un correo electrónico a la dirección de email que pones en tus comentarios.
1/07/11 6:31 PM
jose bascones
Trajano el Romano:

He leído la Epístola a los Gálatas y en ella se dice:

"Los que quieren gloriarse en la carne, ésos os fuerzan a circuncidaros sólo para no ser perseguidos por la cruz de Cristo. Ni los mismos circuncidados guardan la Ley, pero quieren que vosotros os circuncidéis para gloriarse en vuestra carne."

De lo cual resulta claro que en la Iglesia de Jerusalen, con la aprobación de Pedro, se obligaba a circuncidar a los gentiles que se conviertiesen al cristianismo. La razón, San Pablo mismo la señala:
"Para no ser perseguidos por la cruz de Cristo" y "Para gloriarse en vuestra carne."

Por eso dice San Pablo que Cefas "se había hecho reprensible", "porque obliga a los gentiles a judaizar", es decir, a circuncidarse.

Por tanto, es un hecho que Pedro o Benito pueden incurrir en conductas reprensibles, sea por las razones que sean.

No siempre tienen que darse las mismas razones: a diversas conductas reprensibles bien pueden corresponderles distintas razones o motivos, aunque en definitiva todas confluyen en lo mismo: no ser totalmente fiel al Evangelio de Cristo.

El motivo o razón por el que Pablo reprende es guardar la fidelidad a Cristo, el cual sólo nos salva por su Crus y no por los ritos judaicos de la circuncisión.

Pero bueno, no es mi deseo insistir en este tema. Sólo poner un ejemplo histórico de que también Pedro puede incurrir en conductas dignas de reprensión fraterna.
1/07/11 6:40 PM
Trajano el Romano
Jose Bascones, la reprensión de San Pablo a San Pedro era por la cuestión de los alimentos, no porque Pedro quisiera que los gentiles se circuncidaran. De hecho, en el concilio de Jerusalén es Pedro quien zanja el debate doctrinal afirmando dogmáticamente que somos salvos por gracia y que no era necesario que los gentiles se circuncidaran y guardaran la ley para salvarse.

Si quiere le cuento el caso de un papa del siglo pasado quese las vio con un cardenal que se las tuvo que ver con un cardenal que le reprochaba su actitud sobre un tema concreto. El cardenal apeló a lo ocurrido en Antioquía entre San Pablo y San Pedro. ¿Sabe lo que le contestó el papa?:
"Aquí está Pedro, pero no veo a Pablo por ningún lado".

Los papas pueden hacer cosas incorrectas, y la historia es testigo de ello, pero no todos somos apóstoles o lo suficientemente santos como para tener la autoridad suficiente para echárselas en cara.
1/07/11 10:29 PM
jose bascones
Trajano el Romano:

Sea por la cuestión de los alimentos o de la circuncisión, el caso es que Pedro se había vuelto reprensible (al decir de Pablo) porque "obliga a los gentiles a judaizar."

Lo único que pretendía demostrar es que un Papa puede, a veces, actuar de modo no correcto, en cuyo caso la corrección fraterna nos obliga a imitación de Pablo, que nos dice él mismo que le imitemos: "Sed imitadores míos"

En el caso de la concesión de un premio papal a un teólogo de dudosa ortodoxia, habiendo tantos ortodoxos que también se lo merecen, me asalta la duda razonable, como a muchos otros, de si el Papa ha actuado bien o mal. No me atrevo a juzgar: simplemente me quedo perplejo.
1/07/11 11:20 PM
Nacho
Bruno:

1. Eso de que los libros de Olegario son oscuros y pesadísimos es una opinión tuya, que parece ser no tienes la suficiente formación para entenderlos.

2. El P. Iraburu, el P. Sayés y tú no sois el Magisterio de la Iglesia y, por lo tanto, no tenéis autoridad para decir de nadie que no haya sido declarado como tal que sea un hereje.

3. Me he leído lo que el P. Iraburu dice sobre algunas afirmaciones de Olegario. Saca las frases de contexto y se nota que no ha entendido el fondo de las cuestiones que Olegario trata de iluminar con ese lenguaje que tú llamas oscuro y pesadísimo.

4. Nadie contesta con argumentos a lo que dicen el P. Iraburu y el P. Sayés, porque no hay nada que contestar a una mala interpretación de unos textos teológicos. Es que las afirmaciones que hacen no tienen ni pies ni cabeza.

5. Yo sí me he leído libros de Olegario, estudié Teología con él y con otros, he estudiado el Catecismo, el Denzinger y otra serie de documentos magisteriales, y no he encontrado nada contrario a la doctrina católica, por más que el P. Iraburu y el P. Sayés digan lo que digan.

6. Los que tenéis que demostrar su falta de ortodoxia sois los que la negáis. Ninguna autoridad magisterial se ha pronunciado sobre la heterodoxia de Olegario. Es más, ha recibido un premio muy importante de manos del Papa (aunque eso no sea magisterial).

7. ¿No será acaso que los que tanto critican a Olegario no le tienen envidia?
1/07/11 11:34 PM
Luis Fernando
Nacho:

1- Él no lo dirá por humildad, pero yo sí. Bruno tiene exactamente los mismos estudios que un sacerdote.

2- Todo el mundo tiene derecho, e incluso el deber moral, de señalar los errores o ambiguedades doctrinales de cualquier autor.

3- El P. Iraburu cita frases de Olegario sacadas de su texto, que es la práctica común en toda recensión crítica, aprobatoria o reprobatoria. ¿No querrás que reproduzca "todo el texto" del libro recensionado, para de este modo no desfigurar en nada el pensamiento del autor? Cita frases enteras, o partes de frases largas, etc. Es la práctica común en todas las recensiones.

4- Si al menos hicierais un mínimo intento de refutar los argumentos del P. Iraburu, el P. Sayés y los sacerdotes del Opus que han escrito sobre la cristología de Olegario, a lo mejor nos creeríamos que os interesa algo la cuestión cristológica.

5- Pues como sabes tanto, empieza por explicarme dónde está en el Catecismo, en el Denzinger o en los documentos magisteriales que la divinidad de Cristo es "la forma concreta en que existe un hombre cuando es distendido hasta el borde máximo permisible a su finitud". Espero con ansia tus explicaciones sobre la forma de congeniar con la fe de la Iglesia esa teoría de Olegario.

6- Aquí nadie tiene que demostrar nada. Unos teólogos dan su opinión sobre otro teólogo y punto. El magisterio no se ha pronunciado sobre Olegario de la misma manera que no lo ha hecho sobre tantos otros que son sin duda heterodoxos.
2/07/11 1:42 AM
Luis Fernando
y...

7- ¿No te da un poco de vergüenza sugerir eso? O sea, Iraburu y Sayés se mueren de envidia respecto a Olegario y por eso... ¿qué? ¿se inventan herejías suyas?


Anda, déjate de argumentos absurdos e intenta explicarme al menos lo del punto 5. Demuestra tu sapiencia teológica.
2/07/11 1:45 AM
Luis Fernando
A ver si os queda clara una cosa. No vamos a admitir faltas de respeto a los teólogos que han analizado la cristología de Olegario.

Así que a partir de ahora, todo comentario que incluya el más mínimo indicio de tal cosa no será publicado.
2/07/11 8:29 AM

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