Última catequesis sobre la obra de Santo Tomás de Aquino

El Papa anima a los fieles a enamorarse de la Eucaristía

Dirigiéndose a los miles de fieles y peregrinos presentes ayer en la Plaza de San Pedro para la Audiencia General, Benedicto XVI les exhortó a «enamorarse» de la Eucaristía. El Papa comenzó la catequesis sobre Santo Tomás de Aquino que en su obra monumental, la Summa Theologiae, «la aplicación de la inteligencia humana a los misterios de la fe procede con claridad y profundidad».

(RV/InfoCatólica) Hablando de los Sacramentos –recordó el Pontífice– Santo Tomás se detiene de manera particular en el Misterio de la Eucaristía, por el que “tenía una grandísima devoción, hasta el punto que, según los antiguos biógrafos, solía acercar la cabeza al Sagrario, como para poder oír palpitar el Corazón divino y humano de Jesús”. Una devoción y un acercamiento que el Papa ha exhortado a seguir.

“¡Participando en la Santa Misa con recogimiento, para obtener los frutos espirituales, alimentémonos del Cuerpo y de al Sangre del Señor, para estar incesantemente alimentados por la Gracia divina!”, dijo el Santo Padre. Y añadió: “¡Detengámonos voluntaria y frecuentemente, de tú a tú, en compañía del Santísimo Sacramento!”

Actualidad de la enseñanza de Santo Tomás de Aquino

Estas fueron las palabras del Papa en castellano:

“Concluyo en el día de hoy las catequesis dedicadas a Santo Tomás de Aquino. Como afirmaba mi amado Predecesor el Papa Pablo Sexto, las enseñanzas de este gran teólogo mantienen hoy toda su vigencia y, en cierta manera, todos los hijos de la Iglesia “podemos y debemos ser sus discípulos.

“La obra cumbre de Santo Tomás es la Summa Theologiae, donde expone de manera precisa, lúcida y pertinente las verdades de fe que brotan de las Sagradas Escrituras y de las enseñanzas de los Santos Padres. En la Summa, Santo Tomás parte de que hay tres modos diversos de la existencia de Dios. El primer modo: Dios existe en sí mismo, es el principio y el fin de todo, y todas las criaturas proceden y depende de Él. El segundo: Dios se hace presente a través de la Gracia en la vida del cristiano, de los santos. Y el tercero y último: Dios está presente de manera especial en la Persona de Cristo y en los Sacramentos, donde se perpetúa su misión redentora. Bajo este triple esquema, se articula esta obra monumental.

“Así mismo, todo lo que Tomás ilustró en su pensamiento teológico, lo expuso en su predicación. Por ejemplo, algunos de sus sermones han quedado recogidos en un libro titulado Opúsculos. En él, el Santo explica el Símbolo de los Apóstoles, interpreta el Padre Nuestro, ilustra los Mandamientos y comenta el Ave María. Por lo tanto, la actualidad de su pensamiento queda patente cuando comprobamos que el esquema de los Opúsculos coincide casi en todo con la actual estructura del Catecismo de la Iglesia Católica.

“Saludo a los grupos de lengua española, en particular a los miembros de la Asociación pública de Fieles “Hogar de la Madre”, así como a los demás fieles provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Os invito a todos, a imitación de Santo Tomás de Aquino, a profundizar, mediante el estudio y la oración, en los grandes misterios de la fe”.

4 comentarios

Miguel Serrano Cabeza
Las liturgias de guitarra y pandereta no facilitan la adoración eucarística. Y nuestras queridísimas y estimadísimas eminencias reverendísimas no facilitan precisamente la celebración de la liturgia gregoriana, en la que el acto esencial es la adoración eucarística.

Así pues, sólo queda la adoración antes o después de las Misas. Sin embargo, fuera del horario de misas, la inmensa mayoría de los templos permanecen escrupulosamente cerrados.

Es entonces cuando uno, no pudiéndolo evitar, despotrica interiormente. Entonces empieza lo peor de todo: el calvario de la búsqueda de un sacerdote para recibir el Sacramento de la Penitencia.

Y luego va un párroco, abre todo un día la parroquia, se sienta una hora en el confesionario y se admira de que no acuda nadie.

Una catequización tan intensa durante dos generaciones por la vía del hecho pastoral no se borra ni con los esporádicos buenos actos pastorales de algún párroco, ni con las buenas palabras del Santo Padre.

Ambas cosas son necesarias. Pero ninguna de las dos es suficiente. Hace falta algo más que buenas palabras y actos pastorales esporádicos para que los fieles se enamoren de la Eucaristía.

Eso lo sabemos todos. Nuestros obispos también. La pastoral de nuestras diócesis está en sus manos. De ellos depende.

Roguemos a los sacratísimos corazones de Jesús y María que el Espíritu Santo inflame los corazones e ilumine las inteligencias de nuestros pastores con el celo por el culto eucarístico.

IN CORDIBVS
24/06/10 10:41 AM
Diego
Yo creo que la guitarra es un instrumenyo muy digno para participar en la Eucaristía. Por supuesto bien usado, lo mismo que un coro gregoriano que desafine , por muy gregoriano que sea, no lo es.

Para enamorarse de la Eucaristía primero deberíamos sentirnos atraidos por ella. Y para que suceda esto quizas sobren sermones de 30 minutos que te invitan a desconectar, curas que hablan y no se les entiende, homilias para teólogos bajadas de internet que nadie comprende,...
La predisposición del asistente a veces se ve mermada por la calidad de nuestros sacerdotes que después de tres misas la cuarta la hacen de carrerilla para terminar su jornada laboral cuanto antes.
24/06/10 12:46 PM
susi
Creo que tienen razón los dos comentarios anteriores,pero:
lo más positivo y efectivo es empezar por uno mismo, incluso con la iglesia cerrada podemos adorar a Jesús en la Santísima Eucaristía. Si cada uno de nosotros intentamos ser santos- con la gracia de Dios- cambiaremos el mundo.
24/06/10 11:08 PM
Javier
Quiero que sepáis que estando el gran guitarrista Andrés Segovia en Granada -esta es una anécdota muy conocida por aquí- alguien le preguntó qué le parecería tocar la guitarra durante la celebración de la Misa en la Santa Catedral, a lo que el insigne músico respondió: "Jamás se me ocurriría ofender de tal modo al Señor". ¡Y lo decía Andrés Segovia ni más ni menos! La guitarra es un instrumento musical digno, pero si se toca en una iglesia, dentro o fuera de la celebración eucarística, se convierte en un instrumento indigno y diabólico. Así de claro. Desde que entraron las guitarras en las iglesias, se ha devaluado el culto, ha sido una concesión vergonzosa a unos jóvenes que al cabo de poco tiempo, cuando han 'ligado' con alguna compañera, se van para no volver más a pisar el templo. No se atrae a los jóvenes hacia Cristo dejándoles que toquen la guitarra (¡que la toquen en su casa!), sino haciendo que amen a Jesús Sacramentado con el culto adecuado a su Divinidad. La guitarra es un insulto al Señor y al buen gusto.
24/06/10 11:39 PM

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