Santa Rosa de Lima «se identificó hondamente con los cristos azotados del Perú»

PATRONA DEL PERÚ

Santa Rosa de Lima «se identificó hondamente con los cristos azotados del Perú»

Rosa, fue servidora para mostrar el rostro servidor en un mundo de injusticia y maltrato hacia los indios y negros. Sentía a Dios como su amado y a este en los indios. Desarrolló una sensibilidad de mujer laica, criolla y creyente desde su ser.

(ECCLESIA digital) Isabel nació en Lima, en 1586, décima de los 13 hijos de los Flores de Oliva, de origen noble español afincados en Perú. El nombre de Rosa se debe a su belleza desde pequeña – según algunas fuentes fue su mamá la que empezó a llamarla así y según otras, una criada india-. Con el nombre de Rosa recibió la confirmación y a los 20 años vistió el hábito de la Tercera Orden de Santo Domingo, como Santa Catalina de Siena, su modelo de vida.

Se le atribuyen mortificaciones y castigos corporales de todo tipo, pero también tantas conversiones y milagros. Uno, entre ellos, la fallida invasión de piratas holandeses en Lima, en 1615. Cuando estaba viva aún, Rosa fue examinada por una comisión mixta de religiosos y científicos que juzgaron sus experiencias místicas como verdaderos «dones de gracia». Cuando murió, debido a su fama de santidad, una gran multitud de personas acudió a su funeral, Rosa ya era santa. Murió sólo después de haber renovado sus votos religiosos, repitiendo varias veces: «¡Jesús, que estés siempre conmigo!». Era la noche del 23 de agosto de 1617.

Después de su muerte, cuando su cuerpo fue trasladado a la Capilla del Rosario, la Virgen de la estatua ante la cual la Santa había rezado tantas veces, le sonrió por última vez. La multitud de personas que estaba presente gritó al milagro. En 1668, Rosa fue beatificada por el Papa Clemente IX y canonizada 3 años más tarde. Es la primera Santa canonizada del Nuevo Mundo y es la patrona del Perú, de América, de las Indias y de Filipinas. Es invocada como patrona de los floristas y jardineros, contra las erupciones volcánicas y en caso de heridas o para solucionar conflictos familiares.

Santa Rosa: entre el enraizamiento y el misticismo

En la fiesta litúrgica de esta Santa Peruana compartimos la reflexión teológica que Mons. Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, publicó en 2017 en un artículo acerca de la figura mística de Santa Rosa de Lima, religiosa peruana que vivió́ entre los siglos XVI y XVII.

El presente documento – disponible de forma gratuita en PDF en la página web del Arzobispado de Lima – está estructurado en 2 partes: en la primera parte se explican algunos elementos del contexto social, humano y religioso donde Rosa estaba enraizada, a la luz de valiosas investigaciones históricas y antropológicas de fines del siglo pasado e inicios del presente siglo, que muestran una Lima a inicios de la colonización española: opulenta y frívola, pero carente de sentido humano y «triste». En la segunda parte, se precisa, a partir de estos elementos, algunos escritos de Rosa de Lima e investigaciones sobre ella, el tipo de misticismo que vivió: un misticismo criollo de servicio, es decir, un criollismo servidor de Jesucristo en los indios.

Rosa de Lima: santidad sencilla, profunda e intensa

Asimismo, Mons. Carlos Castillo, interviniendo en junio de 2017 en el auditorio del Colegio Santa Rosa del Cuzco, como parte de las celebraciones por el 400 aniversario de la muerte de Rosa de Lima dijo que, para hablar de Rosa conviene que «entendamos el siglo en el que vivió (XVII)». Lima en aquel entonces gozaba de grandes beneficios derivados de la explotación minera, «y como sucede cuando sobra la plata», primaba la frivolidad de vida y la indiferencia de los españoles y criollos que «imponían el sufrimiento de los pobres, especialmente de la población india en todo el país».

Lima en tiempos de frivolidad e indiferencia

El Arzobispo de Lima se pregunta: ¿Qué había ocurrido? Había acontecido una crisis, «una crisis producto de situaciones muy graves que le tocó vivir a Rosa de Lima». Por este tiempo, las ambiciones pecuniarias de los españoles y criollos conllevaron a que se cometan «graves injusticias», sometiendo a pueblos indígenas a «largos males, confiscando sus tierras, y pretendiendo la perpetuidad de la propiedad indígena. Los hicieron trabajar en sus haciendas y los obligaron al trabajo forzado de las minas».

Lima era una sociedad «rica hasta el hartazgo», sin otro propósito de la riqueza por la riqueza, ausente de sentido, «especialmente de sentido humano con las poblaciones indias y negras». Ante esta dificultad, Rosa decidió hacer experiencia y aceptó vivir su condición de criolla «con ojos y corazón abiertos e interpelados por los pobres indios y negros, en quienes percibió la presencia de su amado Esposo Jesús». Así, Rosa «encarnó una defensa de los indios en su vida cotidiana y en su religiosidad, promoviendo una forma de inculturación del evangelio que dura hasta hoy».

Rosa desarrolló una sensibilidad de mujer laica, criolla y creyente desde su ser, siendo consciente de lo que acontecía en el contexto limeño. Uno de los sectores limeños más golpeados fueron las mujeres, que ya desde antes, en el siglo XVI «habían sido prohibidas de usar saya y manto –las tapadas– y en varias oportunidades, en el siglo XVII fueron humilladas con muy diversos maltratos».

La santidad profunda de Rosa de Lima

«Una santa es un don de Dios que emerge mediante la fe y la inspiración espiritual, en medio de circunstancias complejas, es decir, un don enraizado». En ese sentido, Rosa «se dejó interrogar por las circunstancias en medio de las cuales agudiza su vivir en enamoramiento pleno, semejante al artista, al poeta, al músico, al pintor, que expresan su vocación en cada gesto, en cada verso, en cada nota, en cada línea y color».

«Un místico es un sensor de Dios en el mundo complejo. Ese es el caso de Rosa, quien, sin vivir a espaldas de la realidad, sintió sus golpes y sus esperanzas en lo hondo del alma»

Rosa fue servidora para mostrar el rostro servidor en un mundo de injusticia y maltrato hacia los indios y negros. Por eso decimos que se «identificó hondamente con los cristos azotados del Perú».

«En medio de esta difícil y compleja realidad Rosa se atrevió a «sentir a Dios». Dios era para Rosa lo que sugiere en un poema César Vallejo: «mustia un dulce desdén de enamorado, debe dolerle mucho el corazón». En efecto, Rosa sentía a Dios como su amado y a este en los indios».

 

11 comentarios

José María IRABURU LARRETA
Muy negra ve Mons. Castillo la Iglesia que vivió Santa Rosa...

Lima, la Ciudad de los Reyes, un siglo después de su fundación (1535), ya pudo ser mejor llamada la Ciudad de los Santos, pues asistió en cuarenta años a la muerte de cinco santos: el arzobispo Toribio de Mogrevejo (1606), el fran­ciscano Francisco Solano (1610), y los tres santos de la familia domini­cana, Rosa de Santa María (1617), Martín de Porres (1639) y Juan Macías (1645).

Estos santos, y tantos otros, como la ya citada quiteña Mariana de Jesús (1618-1645) o la dominica sierva de Dios, Ana de los Ángeles Monteagudo (1606-1686), peruana de Arequipa, son quienes, con otros muchos buenos cristianos religiosos o seglares, grabaron el Evangelio en el corazón de la América hispana meridional.

No se entiende tantos santos en una Iglesia que se describe como podrida por la riqueza, la injusticia y el abuso de los prójimos. El Everest y los demás ochomiles no se alzan en el desierto, sino en la cordillera del Himalaya.
25/08/19 6:47 PM
Saulo
El testamento de Isabel la Católica es muy claro, si hubo abusos, nunca fue la política del Imperio, es triste que el clero, utilice Los Santos para difamar, fueron virreinatos nunca colonias, mismos derechos y obligaciones, con el 80 por cien de los recursos se construyen las catedrales, universidades, etc etc EVANGELIZARON

25/08/19 6:49 PM
pacomio
Reduccionismo ideológico puro.
25/08/19 8:16 PM
Luis
Es demasiada la muerte de la Creación de Dios a manos del endiosado ser humano. Es demasiada la soberbia del mundo y el trabajo de las riquezas utilizadas para el mal, en vez de haberlas utilizado para el desarrollo humano y su dignidad. Fabrican dinero pero para unos pocos y los muchos - todos somos iguales ante DIOS - se ven afectados de pobreza a causa de la avaricia y codicia de esos pocos ricos. Es demasiado el mal que se extiende por el mundo propagando ideologias contrarias a la sensatez y desarrollo transcendente de la criatura de Dios. Es demasiado el pecado en donde hay muchisimas criaturas humanas que son explotadas para el vicio y la degración de otros humanos. Es demasiada el hambre que provocan las omisiones de políticos y ricos, que sólo utilizan al ser humano como un número, sólo destinado al consumo y a la alienación, sin dejarles vivir una existencia hacia la salvación.

Ha llegado el momento en que DIOS aumente la espiritualidad de unos pocos - los suficientes, según su Providencia - destinados a dar testimonio y ser testigos de DIOS en la tierra ¡¡¡ los santos imposibles ¡¡¡, y muestren que la FE y la esperanza en DIOS son lo único verdadero, y que la oferta actual es hijo de la mentira, o sea, del diablo. Y serán elegidos de entre los más humildes de corazón.



25/08/19 10:53 PM
Benigno Soto
.........."Frivolidad e indiferencia... Lima era una ciudad 'rica hasta el hartazgo', sin otro propósito de la riqueza por la riqueza, ausente de sentido"... "Las mujeres, humilladas con muy diversos maltratos"... "los cristos azotados del Perú"...

.........Santa Rosa, vestida de teología de la liberación. Denigración de la evangelización hispana de América.
Indigenismo nacionalista... Arzobispo de Lima y Primado del Perú. Se explica.
25/08/19 11:40 PM
Mercedes Sangay
Santa Rosa de Lima, te pido ti intersección por el Amazonas, para que se apaguen los fuegos y para que esté lejos de la codicia del comercio, la minería, el petróleo y otros. Libra a los animales y a la foresta de la crueldad y muerte.
26/08/19 12:02 AM
ppp
También Santo Toribio de Mogrevejo estaba espantado por los abusos y la corrupción .
La Reina Isabel anticipó lo que iba a pasar .
26/08/19 1:16 AM
Graliro
La mita era una institucion incaica precolombina por la cual los plebeyos debian trabajar en lasinas en beneficio del inca y la nobleza incaica. El yanaconazgo era igualmente incaico y consistia en la servidumbre obligada de los plebeyos en la agricultura. Aqui se les endilga a los españoles. Este articulo es marxista antiespañol y anticatolico.
26/08/19 6:51 AM
Jacinto
Castillo, hay que ser muy mal fulano para instrumentalizar tan mezquinamente a Santa Rosa para soltar tus cagarrutas.
26/08/19 9:01 AM
Chico
Pero muchos se quedarán en lo de “contra español” y lo tragarán como revelado. En cambiola verdad del asunto lo despreciarán . A este Obispo hay que darle a leer a santa Teresa de Jesús que dice que para todo es menester sabiduría y discreción. Y también : Dios nos libre de clérigos iletrados....”que harto daño me hicieron”. Tal , esté Obispo.
26/08/19 2:00 PM
Luis Ignacio
Estoy leyendo la Historia de la Iglesia en el Virreinato del Perú, escrita por un jesuita de los de antes, el peruano Rubén Vargas Ugarte. Qué gloriosas páginas escribieron los misioneros católicos, muchos de ellos españoles. Poco que ver con lo que nos cuenta Mons Castillo. ¿Estulticia? ¿Ignorancia? Yo creo que las dos cosas. ¡Da pena ver como están dilapidando este legado histórico de fidelidad y santidad! Pero el Señor sigue siendo el dueño de la historia. Confío en Tí.
26/08/19 8:09 PM

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