Los confesores deben defender el secreto de confesión «hasta derramar la sangre», recuerda el Vaticano en nuevo documento

Reafirma la inviolabilidad del secreto de Confesión que no admite excepciones ni en el ámbito eclesial ni en el civil

Los confesores deben defender el secreto de confesión «hasta derramar la sangre», recuerda el Vaticano en nuevo documento

La Penitenciaría Apostólica ha publicado una Nota que sale al paso de la intención de varios gobiernos de que los confesores rompan el secreto sacramental. Fechada en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, fue firmada por el Papa el 21 de junio.

(InfoCatólica) La Penitenciaría Apostólica, ha hecho pública una nota firmada el pasado 29 de junio, con el objetivo de recordar y aclarar la doctrina católica respecto al sigilo sacramental o secreto de confesión y lo relativo al fuero interno. Está firmada por el penitenciario mayor, el cardenal Mauro Piacenza.

La Penitenciaría Apostólica es un tribunal de la Santa Sede al que compete todo lo que se refiere al fuero interno, también no sacramental, y a la confesión y el uso de las indulgencias, salvo lo que concierne a la doctrina sobre las mismas, que corresponde a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El tribunal sale al paso de las pretensiones de varios gobiernos, que con la excusa de la lucha contra los abusos sexuales y el encubrimiento, presionan para que los sacerdotes rompan el secreto de confesión.

Inviolabilidad de derecho divino

El documento reafirma la inviolabilidad del secreto de Confesión y subraya que no admite excepciones ni en el ámbito eclesial ni en el civil, ya que «proviene directamente del derecho divino revelado y está enraizado en la naturaleza misma del sacramento».

Afirma la Nota que «toda acción política o iniciativa legislativa dirigida a forzar la inviolabilidad del secreto sacramental constituirían una inaceptable ofensa a la libertad eclesial».

Constituiría, además, «una violación de la libertad religiosa, jurídicamente fundadora otras libertades, incluida la libertad de conciencia de los ciudadanos, tanto penitentes como confesores».

Prejuicios anticatólicos

En la Nota de la Penitenciaría se pone de relieve que «el creciente progreso técnico-científico» favorece una situación en la que «el mundo de la comunicación parece volverse sustituir a la realidad, ya sea condicionando la percepción, ya manipulando su comprensión».

«De esta tendencia, que puede asumir los rasgos perturbadores de la morbosidad, no está inmune, por desgracia, la misma comunidad eclesial, que vive en el mundo y, en ocasiones, asume sus criterios», se advierte.

Incluso, «también entre los creyentes, con frecuencia, se gastan energías valiosas en la búsqueda de ‘noticias’, o de auténticos ‘escándalos’, adaptadas a la sensibilidad de determinada opinión pública con finalidades y objetivos que no pertenecen realmente a la naturaleza teándrica de la Iglesia».

Toda esta situación «va en detrimento del anuncio del Evangelio», por lo que «es necesario reconocer humildemente que, ni siquiera las filas del clero, hasta la más alta jerarquía, están exentos de esta tendencia».

En este contexto, «parece que se reafirma un cierto preocupante ‘prejuicio negativo’ hacia la Iglesia católica, cuya existencia se presenta cultural y socialmente, por un lado, a la luz de las tensiones que puedan ocurrir dentro de su misma jerarquía y, del otro, de los recientes escándalos de abusos horriblemente perpetrados por algunos miembros del clero».

Defender el secreto sacramental «hasta derramar la sangre»

Por ello «la defensa del secreto sacramental por parte del confesor, si fuese necesario hasta derramar la sangre, representa no sólo un acto de lealtad hacia el penitente, sino mucho más: un necesario testimonio, un martirio, directamente vinculada con la unicidad y la universalidad salvífica de Cristo en la Iglesia».

En su afán por aclarar estos conceptos, el cardenal Piacenza señala que «la defensa del secreto sacramental y la santidad de la confesión no se podrán constituir nunca en alguna forma de connivencia con el mal, al contrario, representan el único antídoto verdadero contra el mal que amenaza al hombre y al mundo entero».

Firme propósito de enmienda

«Ante pecados que supongan un delito, no está permitido nunca poner al penitente, como condición para la absolución, la obligación de entregarse a la justicia civil, debido al principio natural, recogido en todo ordenamiento, según el nemo tenetur se detegere», principio jurídico según el cual nadie está obligado a reconocer su culpabilidad, afirma la nota.

Pero a su vez recalca que «pertenece a la naturaleza del sacramento de la Reconciliación, como condición para su validez, el sincero arrepentimiento, junto al firme propósito de enmendarse y de no reiterar el mal cometido».

18 comentarios

jk
El secreto de Confesión es inviolable aunque sea la dictadura china quien lo demande.
1/07/19 6:45 PM
Saulo
Es la persecución de siempre , un abrazo.
1/07/19 6:51 PM
Vladimir
«pertenece a la naturaleza del sacramento de la Reconciliación, como condición para su validez, el sincero arrepentimiento, junto al firme propósito de enmendarse y de no reiterar el mal cometido».
Preste atención Amoris Laetitia.
1/07/19 7:08 PM
maru
Efectivamente, es perseguir a la Iglesia como sea. El secreto de confesión es inviolable, por eso es ''secreto de ...'', si no,.de qué valdria tu confesión si luego sse fuera a publicar?
1/07/19 7:08 PM
Jordi
Magnífico, reconoce el fuero interno y la

libertad de conciencia de los ciudadanos, tanto penitentes como confesores
1/07/19 7:56 PM
José
El secreto de confesión ha permitido en parte el mantenimiento de los delitos sexuales dentro del clero. El sabefor de delitos te hace cómplice.
1/07/19 10:05 PM
José
Una cosa es perdonar los "pecados" y otra encubrir delitos.
1/07/19 10:08 PM
Jk
José: hay países donde la sodomia es delito que puede llevar cárcel o muerte; ¿entonces un católico viviendo en uno de esos países que llegue a confesar eso debería de ser denunciado por su confesor? Tu mismo eres defensor de la sodomia y de otro montón de cosas nada católicas en los comentarios de este sitio web pero hoy por una vez mas llevar la contraria te metiste autogol.
2/07/19 12:32 AM
JCA
José:

Ni hablar: en la confesión el sacerdote representa la persona de Cristo en la Confesión. No es cómplice de nada, sólo faltaría.

Por muy graves y asquerosos e incluso delictivos que sean los pecados, es un asunto exclusivo entre Cristo y la Iglesia por un lado y el penitente por el otro. afirmaba Santo Tomás: «lo que se sabe bajo confesión es como no sabido, porque no se sabe en cuanto hombre, sino en cuanto Dios».

En la práctica, si se empieza a imponer una excepción, se acabarán imponiendo todas las que al poder político de turno le dé la gana. ¿Acabamos como en la URSS o en el III Reich, con agentes disfrazados buscando disidentes y traidores en los confesionarios? De hecho, estoy en contra también de la violación de la confidencialidad médico-paciente, lo único que conseguirá es que los pervertidos ni intenten curarse. En España se limitó la confidencialidad abogado-cliente en ciertos casos, y mira cómo lo aprovechó el juez Garzón en sus intrigas.

Además, por si acaso no lo sabías, la Iglesia ha precisado que incurre también en excomunión quien capta mediante cualquier instrumento técnico, o divulga las palabras del confesor o del penitente, ya sea la confesión verdadera o fingida, propia o de un tercero. Así que ojito.
2/07/19 1:50 AM
Adriana
Jose: el sacramento de la confesión tiene una serie de actos del penitente: Segun el catecismos de la Iglesai Católican en los números 1455 a 1460, ademas la confesión del pecado, existe la satisfacción y la penitencia. En la satisfacción si se ha hecho daño al prójimo hay que repararlo, por lo que el penitente debiera denunciarlo a quien corresponda y hacer todo lo posible por reparar el daño, así incluya ir a la policia. Y la penitencia es ya la búsqueda del bien espiritual del penitente. Lo que ha fallado en casos de abusos es la satisfacción.
2/07/19 3:31 AM
Miguel Hinojosa
Es complejo, siempre se puede intentar que cambie de padecer y animar a la persona a que pida perdòn y en su caso entregarse a la policia si es necesario. Pero el secreto de confesiòn es el pilar de este sacramento y por tanto es inviolable.
2/07/19 8:38 AM
Silencio
El Sacramento de la reconciliación es inviolable. El problema ,es que hay algunas parroquias ; no sé si muchas o pocas ; donde el Sacramento brilla por su ausencia. Y porque en una ocasión denuncie a la revista Alfa y Omega ,y al Señor Obispo de la Diócesis ,que el confesionario se había convertido en cuarto de limpieza ; no de los pecados de los filigreses de la Parroquia; sino de la limpieza material del templo. Allí se guardaban todos los utensilios necesarios para limpiar la iglesia.

Por esta razón me he acarreado la enemistad ,en algún caso,y algo más que enemistad en otros casos, de los sacerdotes y fieles de la Parroquia.

De todas formas; la obsesión compulsiva de los sacerdotes,es que todo el mundo participe de la eucaristía. El sacerdote extiende la mano, ,y haciendo un giro semicircular,invita a todos los filigreses a participar : " tomad y comed ".

Me niego rotundamente a participar de la comunión ; prefiero ir a Madrid a la Iglesia de Los Paules de Garcia de Paredes ,o a la Parroquia de Nuestra Señora de Los Ángeles en Bravo Murillo. Las dos Parroquias están muy vinculadas a Revelación de la Obra de Dios ; hijo varón de la Iglesia.

Qué el Espíritu Santo asista al Remanente Fiel.
2/07/19 9:48 AM
Luis
En confesión, así lo aprendí en la catequesis, es Dios quien escucha, juzga y perdona a través del sacerdote.
Lo que sí puede hacer el cura es aconsejar que repare el daño causado: acuda a la justicia, reintegre lo robado, etc...
A lo largo de la historia habrá habído muchos curas indignos, pero no se recuerda que rompieran el secreto de confesión.
2/07/19 10:55 AM
irma
La Iglesia será atacada en distintos” flancos”, el fin del demonio es destruirla allí desde sus principios más sagrados, como es el secreto de confesión y se valdrá de argumentos muy sensibles, como lo es la violación de menores. Pero nadie puede obligar a un sacerdote violar este pilar de la fe Católica, que constituye la manera en que el penitente arrepentido en su miseria, busca la Misericordia Divina.
Las leyes podrán imponer muchas cosas, pero ellas no están sobre la conciencia de los hombres y mujeres
2/07/19 3:41 PM
Vladimir
Para obtener la absolución, el penitente NO ESTA OBLIGADO, a acusarse ante la autoridad civil.
La satisfacción por los pecados cometidos y confesados, no obliga a hacer públicos esos pecados.
2/07/19 4:18 PM
Vladimir
Aconsejar al penitente, que se entregue a la justicia, es algo que está fuera de la competencia del Sacramento de la Confesión.
El confesor solamente debe asegurarse, en lo que cabe, de que el penitente realmente está arrepentido y de que lo mueve un verdadero propósito de enmienda. El confesor, además, debe proponerle una penitencia que lo ayude en el camino de la conversión. Lo que pase de ahí no pertenece al Sacramento.
Se ha ido metiendo, en la misma Iglesia, la mentalidad de que este Sacramento es un auxiliar de la justicia civil, lo cual es erróneo desde todo punto de vista.
2/07/19 7:06 PM
Humberto Aguilera Aldana
Que no busquen en donde no hay mayor información, que se preocupen por acabar con las bandas del comercio de personas, pequeños y adultos que forman verdaderas mafias .
3/07/19 12:58 AM
Vladimir
Aconsejo leer el documento completo.
Entre otros, me llama sobre manera la atención, este párrafo:
"El sacerdote, en efecto, llega a conocer los pecados del penitente «non ut homo, sed ut Deus − no como hombre, sino como Dios»[7], hasta el punto de que simplemente “no sabe” lo que se le ha dicho en sede confesional, porque no lo ha oído en cuanto hombre sino, precisamente, en nombre de Dios. El confesor podría, por eso, hasta “jurar”, sin ningún perjuicio para su propia conciencia, “no saber” lo que sabe solo en cuanto ministro de Dios"
3/07/19 11:07 PM

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