Comienza el proceso de apelación de la condena contra el cardenal Pell

Condenado en primera instancia por abuso sexual de dos menores

Comienza el proceso de apelación de la condena contra el cardenal Pell

Ha comenzado hoy en un tribunal de Melbourne el proceso de apelación a la condena contra el cardenal australiano George Pell, prefecto emérito de la Secretaría de Economía del Vaticano. El cardenal siempre se ha declarado inocente de las acusaciones por las que está encarcelado.

(Aica) En marzo de este año, el purpurado australiano fue sentenciado a seis años de cárcel, tras ser declarado culpable del delito de abuso sexual de dos menores en 1996.

La defensa del cardenal –constata una nota de CNA- dividió la apelación en tres temas. El primero se refiere a que la decisión unánime del jurado podría haberse generado sin haber llegado al nivel que «va más allá de la duda razonable», ya que existía evidencia exculpatoria de 20 testigos durante el juicio.

El segundo se refiere a la decisión del juez Peter Kidd de excluir un video que los abogados defensores querían presentar. Con esta prueba, indican, se habría probado la inverosimilitud de la narrativa de la víctima.

El tercero tiene que ver con una cuestión procesal, ya que la comparecencia del cardenal no se realizó adecuadamente ante un jurado, algo que la defensa considera una «irregularidad fundamental».

Si los jueces que dirigen el proceso de apelación aprueban el primer punto sobre la referida injusticia del veredicto del jurado, el cardenal Pell sería liberado. Si se acepta el segundo o el tercero, lo que sucederá es que se realizará un nuevo juicio.

Si los jueces rechazan los tres puntos y ratifican la condena contra el cardenal, sus abogados no intentarán disminuir el tiempo de prisión, pero les quedará la posibilidad de apelar a la Corte Suprema de Australia.

Cuestionamientos a la condena

El abuso por el que se le acusa al cardenal Pell, habría sucedido tras una misa celebrada un domingo entre agosto y diciembre de 1996, en la sacristía de la catedral de Melbourne en un momento en el que el templo y este espacio habrían estado llenos de gente.

Los abogados defensores precisaron además que, en ese período de tiempo, el cardenal Pell celebró misa en la catedral, solo en dos ocasiones. En una de esas ocasiones, señalan los testigos, todos pudieron ver a Pell públicamente; y en ambas oportunidades, todo el coro al que pertenecían las víctimas estaba participando en los ensayos para la grabación de un álbum de Navidad.

George Weigel, biógrafo de San Juan Pablo II y escritor católico, denunció lo que denominó un proceso legal «de mal gusto» impulsado por «la histeria pública, la venganza política y la agresión de los medios».

En una columna del 27 de febrero en First Things, Weigel defendió al cardenal Pell, de quien fue amigo durante más de 50 años, diciendo que «algo está muy, muy mal» en la forma en que se manejó el caso.

El caso contra el cardenal Pell, dijo Weigel, se basó en varios cargos imposibles de probar, incluida la inexplicable ausencia en la sacristía, después de la misa, de un maestro de ceremonias, monaguillos, sacerdotes concelebrantes y sacristán, cuando se alegó que ocurrió el abuso.

«Antes del juicio, uno de los denunciantes murió después de haberle dicho a su madre que nunca había sido agredido. Durante el juicio, no hubo corroboración de los cargos del demandante sobreviviente», dijo en el National Review.

La Santa Sede espera el resultado de la apelación

Desde que se anunció la condena del cardenal Pell, la Santa Sede evitó pronunciarse públicamente sobre la resolución del caso, pero recordó el derecho del purpurado a defenderse.

«Esperamos ahora el resultado del recurso de apelación, recordando que el cardenal Pell ha reiterado su inocencia y tiene el derecho a defenderse hasta la última instancia», indicó Alessandro Gisotti, director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede en una declaración el 26 de febrero de este año.

Durante todo este proceso, las autoridades de la Iglesia en Australia prohibieron al cardenal Pell el ejercicio del ministerio sacerdotal público así como cualquier contacto con menores. Estas restricciones siguen vigentes.

La condena del cardenal Pell abrió un intenso debate en Australia. Mientras que muchas personalidades la aplaudieron, otros presentaron serios cuestionamientos. Uno de los puntos del debate se refiere al hecho de que la condena se basa en el testimonio de una sola víctima.

Por su parte varios obispos manifestaron el deseo de no hacer comentarios sobre la condena o la apelación del cardenal Pell hasta que se completara el proceso legal.

El arzobispo de Brisbane y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Australia, monseñor Mark Benedict Coleridge, cuando se supo la sentencia, emitió un comunicado para decir que la noticia de la condena «conmocionó a muchos en Australia y en todo el mundo». «Los obispos están de acuerdo en que todos deben ser iguales ante la ley y respetamos el sistema legal australiano. El mismo sistema legal que emitió el veredicto considerará la apelación que presentó el equipo legal del cardenal. Nuestra esperanza, en todo momento, es que a través de este proceso, se haga justicia», precisó el prelado.

11 comentarios

Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Llámenme ingenua, si quieren, pero yo confío en su inocencia. Pienso que todo ha sido armado, para sacarlo del medio.
Rezo por él, para que se llegue a la verdad y alcance la paz.
5/06/19 8:26 PM
Generalife
Que resplandezca la verdad , que se haga justicia y que se repare
5/06/19 8:41 PM
Adriana
Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio, contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium.
Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae coelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen.

Magnificat anima mea Dominum;
Et exultavit spiritus meus in Deo salutari meo,
Quia respexit humilitatem ancillae suae; ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generationes.
Quia fecit mihi magna qui potens est, et sanctum nomen ejus,
Et misericordia ejus a progenie in progenies timentibus eum.
Fecit potentiam brachio suo;
Dispersit superbos mente cordis sui.
Deposuit potentes de sede, et exaltavit humiles.
Esurientes implevit bonis, et divites dimisit inanes.
Sucepit Israel, puerum suum, recordatus misericordiae suae,
Sicut locutus est ad patres nostros, Abraham et semeni ejus in saecula.
5/06/19 10:05 PM
José Ignacio.
(Lc.12-12) »Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir».
5/06/19 10:18 PM
Emilio
Espero con ansiedad y deseo vivamente que se demuestre la inocencia del cardenal aunque sólo sea para poner a sus detractores (y a otros) en el sitio que les corresponde. No todo vale.
5/06/19 10:27 PM
Ricardo Paredes
Es una lastima lo que esta pasando el Cardenal Pell, espero que esta apelación termine siendo aceptada y se demuestre su inocencia.
Les recomiendo ver un debate entre el ateo Richard Dawkins y el cardenal Pell.
5/06/19 11:16 PM
mtbrsg
“Por su parte varios obispos manifestaron el deseo de no hacer comentarios sobre la condena o la apelación del cardenal Pell hasta que se completara el proceso legal“. Perdonen por esta expresión, que se puede censurar, pero como en tantas otras cuestiones los obispos “se la cojen con papel de fumar”.
Tal y como está redactada la noticia (y por lo que veo en otros medios es así) esto ha sido una caza de brujas contra el cardenal Pell. El Señor le ayudará y dará fuerza en este trance. Aquí el demonio está muy contento. Y los señores Obispos ..... a verlas venir. ¡¡¡Qué falta de arrojo!!!
5/06/19 11:30 PM
Luis Yabrudy
Hasta cuando los detractores de la Iglesia van a seguir con su afan de destruirla y los jueces vendidos los apoyan. Pidamoles a Dios que pronto la verdad brille.
6/06/19 2:08 AM
Fuenteovejuna
Además de los tres puntos técnico-jurídicos en los que la defensa basa su estrategia para revertir la sentencia condenatoria, es posible que existan otros puntos oscuros que también podrían ser importantes para explicar esta encrucijada que hoy le toca vivir al Cardenal Pell.
En primer lugar, Roma ha puesto en práctica una política sinuosa en el tratamiento de la homosexualidad en la Iglesia, que más que servir para aplicar tolerancia cero -como muchas veces se ha dicho- en realidad parece que sirvió para hacer todo lo contrario.
En segundo lugar, por su actitud crítica frente a la homosexualidad y su defensa de la ortodoxia doctrinaria, el Cardenal Pell siempre resultó una presencia incómoda para las altas cumbres de la Santa Sede.
Y en tercer lugar, tal vez algunos nunca le perdonaron la "imprudencia" de haber revelado en su momento que encontró 800 millones de euros que no figuraban en los libros contables y que bien pudieron servir para sanear el rojo del Banco del Vaticano. ¿De dónde salió esa fortuna de la que nadie quiere hablar?
Por los motivos expuestos, su condena podría resultar del agrado de muchos que no ven con buenos ojos su regreso al grupo de los nueve cardenales que asesoran al Papa.
6/06/19 2:24 AM
maru
Visto el proceder de los jueces, está claro que no buscan la verdad, sino que lo que quieren es condenar al cardenal Pell. Este, no es un juicio justo.
6/06/19 10:51 AM
Juan Caballero
La Iglesia tiene su propio sistema de justicia que es soberano y a mi juicio es un error garrafal que no haya procedido a examinar el caso sin haber esperado a que el tribunal canguro australiano haya dictado sentencia en la apelación. La Iglesia ha de juzgar estos casos según procesos canónicos que no tengan nada que ver con los tribunales civiles. Es más, eso de proceder a la destitución de obispos como es el caso de McCarrick, de los dos obispos chilenos Cox y Ordenes basados simplemente en un proceso administrativo es gravísimo. Además, lo de imponer sanciones orales a McCarrick bajo Benedicto XVI sin que mediara ningún decreto es otra barbaridad. Eso no lo digo yo, en una entrevista en EWTN, en Cardenal Burke, uno de los mejores canonistas en la Iglesia, se quejó de este tipo de procedimiento. Hay un dicho canónico que proviene del Cardenal Gaspari, el arquitecto del Código de Derecho Canónico de 1917 que reza: "Quod non est scriptum non est in hoc mundo". Lo que no está escrito, no existe. Es urgente que se vuelva a la auténtica aplicación de las normas canónicas en la Iglesia para que de verdad haya justicia y buen orden en la Iglesia.
6/06/19 3:18 PM

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