¿En qué emplea la Iglesia el dinero recibido?

Millones de contribuyentes marcarán «X» en la casilla destinada a la Iglesia católica

Desde 2008, el sostenimiento de la Iglesia "depende exclusivamente de la aportación de los católicos y de todas aquellas personas que reconocen su labor", ya que no recibe ninguna cantidad de los Presupuestos Generales del Estado ni goza de privilegios fiscales. Así lo ha recordado monseñor Antonio Algora, obispo de Ciudad Real y responsable de la Secretaría para el Sostenimiento de la Iglesia, de la Conferencia Episcopal Española. Al marcar la casilla de la Iglesia católica en su Declaración de la Renta, un 0,7% de sus impuestos se dedicarán a la labor que desarrolla en la sociedad. ¿En qué se emplean las aportaciones que los contribuyentes destinan a la Iglesia?

(ABC/InfoCatólica) «Todo lo que la Iglesia católica recibe se transforma en servicio social y ayuda a los demás». Estas palabras de monseñor Antonio Algora, obispo de Ciudad Real y responsable de la Secretaría para el Sostenimiento de la Iglesia, de la Conferencia Episcopal Española (CEE), encierran el sentido de la decisión de millones de contribuyentes al marcar con una «X» en su Declaración de la Renta la casilla destinada a la Iglesia católica. Desde 2008, el sostenimiento de la Iglesia «depende exclusivamente de la aportación de los católicos y de todas aquellas personas que reconocen su labor», ya que no recibe ninguna cantidad de los Presupuestos Generales del Estado ni goza de privilegios fiscales.

Quienes libremente quieran hacerlo pueden marcar la casilla de la Iglesia católica en su Declaración de la Renta y así un 0,7% de sus impuestos se dedicarán a la ingente labor que desarrolla en la sociedad. Este gesto no supone para nadie ni pagar más ni que le devuelvan menos. Al mismo tiempo y sin menoscabo alguno, se puede marcar la casilla «otros fines sociales». Ambas no se excluyen sino que se acumulan.

El nuevo sistema de financiación de la Iglesia acordado con el Gobierno socialista en 2006 —con efectos a partir de 2007— supuso que la contribución del IRPF se elevara hasta el 0,7% desde el 0,52%. A esta aportación tributaria, que supone el 25% del presupuesto total, se unen las colectas, los donativos, los legados o las suscripciones de quienes desean contribuir así a la labor de la Iglesia, unas formas de colaboración que se consideran «absolutamente indispensables» y que significan, junto a otras fuentes menores como rendimiento del patrimonio, el 75% restante del total de los recursos.

Balance positivo

El balance de la Iglesia sobre la asignación de los contribuyentes para sus fines es positivo, ya que en los últimos años ha registrado una importante subida. El 2008, marcaron la casilla correspondiente medio millón más de españoles que en 2007. La CEE espera que en la campaña de la Renta en curso «se superen las cifras de 2008» cuando 8,5 millones de españoles aportaron el 0,7% del IRPF a la Iglesia, lo que se tradujo en 241,3 millones de euros. Estas cifras garantizan a la Iglesia seguir desarrollando sus actividades «en niveles de eficacia y austeridad semejantes a los que siempre han sido habituales». En los resultados de este año puede influir la delicada situación económica, que ha incrementado el número de parados y de personas sin obligación de declarar.

Ante esta realidad no son pocos los que se preguntan en qué se emplean las aportaciones que los contribuyentes destinan a la Iglesia.

Dicen las encuestas que el 76% de la población española se declara católica, pero la Iglesia no limita su acción social y caritativa a quienes profesan su fe, sino que va mucho más allá. Enfermos de sida, personas con discapacidad, huérfanos, inmigrantes, indigentes, ancianos, presidiarios y, en estos momentos de crisis, parados y familias en apuros que no llegan a fin de mes reciben su ayuda por diversos caminos.

Los recursos obtenidos por la asignación tributaria se emplean para contribuir al pago de Seguridad Social, salarios de sacerdotes y obispos, mantenimiento de los templos y actividades pastorales y caritativas de las 69 diócesis que existen en España. Además se debe atender la ingente labor que las organizaciones eclesiásticas realizan con los más desfavorecidos en España y en territorios de misión.

Ancianos y enfermos

Así, cada día miles de personas atienden más de 200 centros hospitalarios, 876 casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad. Asimismo, en 900 centros se tutela a huérfanos y niños sin hogar; más de 300 guardarías y 365 centros especiales de educación o reeducación social se extienden por diferentes lugares, además de 144 centros de caridad y sociales y 300 consultorios y centros para la defensa de la vida y la familia. Y cerca de 18.000 sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares dedican su vida a los demás como misioneros en 147 países de todo el mundo. Sólo Cáritas, la institución social y caritativa por excelencia de la Iglesia católica, presta anualmente asistencia a cerca de un millón de personas.

1 comentario

JOSE REQUENA LOPEZ
Al estado le corresponde atender a los fines sociales. Los administradores de la Iglesia ya son conocidos a través de Caja Jaén y el Arzobispado de Granada, cuyo déficit ha pasado de 1,2 a 28 millones.
¿Existe un tribunal de cuentas que administre los bienes e inversiones de la Iglesia Católica?
4/06/10 12:32 PM

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