Los obispos de Haití: «Una Navidad marcada por los grandes males que afectan a nuestro país».

Navidad en Haití

Los obispos de Haití: «Una Navidad marcada por los grandes males que afectan a nuestro país».

Corrupción generalizada, impunidad, escalada de violencia, debacle económica, son algunos de los males que padece Haití, denunciados por la Iglesia Católica donde manifiesta que se debe hacer lo posible por detener la degradación del país y luchar por una cultura de verdad, lealtad y probidad.

(Agencia Fides) El fracaso de las instituciones estatales, la escalada de violencia, las pandillas armadas que actúan bajo patrocinadores poderosos, la creciente debacle económica que lleva a un empobrecimiento intolerable. Pero también la corrupción generalizada, la impunidad arrogante, la desconfianza, la falta de respeto por lo sagrado de la vida y el ataque descarado a la dignidad de la persona humana: estos son los muchos males que afectan a Haití y son denunciados con palabras fuertes por la Iglesia católica de Haití en el Mensaje de Navidad 2018 dirigido a sacerdotes, religiosos, laicos, hombres y mujeres de buena voluntad.

En un documento de 14 puntos enviado a Fides, la Conferencia Episcopal de Haití hace oír su voz sobre una situación alarmante y cada vez más trágica para el pueblo haitiano. Los obispos recuerdan que Dios «no permite que el hombre regrese al abismo del mal, viene en su ayuda para ayudarlo a salir de las profundidades de su caída».

Cuentan una realidad marcada de fracasos políticos y sociales y recuerdan los efectos de choques violentos entre grupos sociales: «¡Cómo no mencionar el horror y el terror que experimentamos cuando se encontró a algunas víctimas mutiladas y tiradas en la basura! Expresamos nuestra cercanía y esperamos que los perpetradores de estos horribles crímenes sean arrestados y llevados ante la justicia».

«La Iglesia requiere un diálogo sincero sin demagogia. La nación está cavando así el abismo de su aniquilación. Es sobre esta base de diálogo verdadero, sincero e incluyente que proponemos recuperar el expediente de PetroCaribe (causa de los enfrentamientos, nota del r.), a la que debemos dar un seguimiento concreto en el menor tiempo posible, tanto desde el punto de vista administrativo como jurídico».

Luego se dirigen a las autoridades:

«Ustedes, los funcionarios electos, en todos los niveles del estado, su responsabilidad, tal como lo exige el pueblo, es hacer todo lo posible para detener esta degradación preocupante de Haití. Ustedes son responsables de la protección de las personas y las instituciones democráticas del país; deben renunciar a los privilegios excesivos y extravagantes que disfrutan ante las necesidades primarias y vitales de las personas. Deben actuar antes de que sea demasiado tarde». Para ustedes que participan en partidos políticos y tiene el poder, continúa, «recordamos que el poder es un servicio, por lo que están llamados a silenciar las pasiones y ambiciones personales para que el país siempre gane».

Dirigimos una palabra a aquellos que manejan la justicia:

«Ustedes que están investidos con el poder judicial, están llamados a hacer que el imperio de la ley y la justicia prevalezcan en un sistema criticado y considerado corrupto. ¿Son ustedes realmente conscientes de esto? Hacemos un llamado a vuestra imparcialidad, integridad y coraje».

Luego, hacen un llamamiento a todas las personas:

«Ustedes, miembros de la sociedad civil, hombres y mujeres de buena voluntad, aman sinceramente a este país. Trabajen honestamente en su desarrollo. Su función es contribuir a la transformación de la sociedad. Además no hay que ceder a la Ceguera, presión, intimidación y manipulación».

Los obispos lanzan un sincero grito: «Hijos e hijas de Haití, todo lo que acabamos de decirles será una letra muerta y una palabra vana hasta que el veneno de la desconfianza altera y distorsiona nuestras relaciones. Debemos reconocer esto: la desconfianza generada por el miedo reina entre nosotros y obstaculiza el progreso de nuestro país. Hay que luchar. Y esta lucha pasa por la educación de la conciencia para una cultura de la verdad, lealtad y probidad. Nos permite convertirnos en ciudadanos responsables».

El texto concluye con un deseo para la Navidad de 2018 y el nuevo año de 2019, instando a «caminar hacia un verdadero pacto de confianza y luego a dar una nueva primavera a nuestra gente». A nuestra querida Madre, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, confiamos este deseo, para que a través de su intercesión ella pueda hacerse realidad.

4 comentarios

Lucía Martínez
¡Benditos y valientes obispos!
30/12/18 5:12 PM
Carmen Benavides
Misión difícil, que exige la vivencia del Evangelio, mucha oración, ayunos, penitencia, para que el Señor se manifieste, Él está MUY OFENDIDO, Y LA COPA REBOSA. Sorprende la foto que muestra máscaras feas, que habla mal de quienes las portan y surge la pregunta ¿Haití es católico o por menos de una mayoría católica?, porque las mascaras no muestran la catolicidad, por lo menos del grupo, y que muestra con letras rojas Navidad en Haití. Navidad es el Nacimiento del Hijo de Dios, el Nacimiento del Señor trae liberación, santidad en quienes le reciben.
30/12/18 8:17 PM
Francisco de malaga
Me imagino que saben que Haití es el único país del mundo consagrado DOS VECES al diablo.De ahí viene todo.Miren por ejemplo una foto aérea de un mapa de la isla.La parte de la República Dominicana es un vergel y la de Haití un desierto
31/12/18 2:27 PM
Spes
Iba a hacer el mismo comentario que Francisco de Málaga, y si éso es verdad, que parece que sí, porqué no se reúnen varios sacerdotes y hacen un exorcismo?, Porqué dejar que solo actúe el malo y no atacarlo con los Santos rituales, la pobrecita gente debe sufrir mucho, y los sacerdotes tienen un enorme trabajo, y riesgo por la gente mala
1/01/19 3:25 AM

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