(Catholic Leader) Los padres de Queensland que se declararon culpables de tratar el autismo de su hijo de cinco años con aceite de cannabis, recientemente salieron de la corte en lo que el juez describió como un caso «casi único».
Jamie Blake 31, y Stephanie Mackay 26, se enfrentaron a una sentencia en el Tribunal Supremo de Rockhampton por varios delitos relacionados con drogas, incluido el suministro agravado de drogas peligrosas a un menor, pero recibieron pequeñas multas y ninguna condena.
La policía allanó la casa Calliope de la pareja al sur de Gladstone en noviembre del año pasado y encontró tres plantas de cannabis, así como otros materiales de producción ilegales.
Blake lanzó una petición en línea, con el respaldo del Medical Cannabis Advisory Group, Queensland, instando al Departamento de Procesamiento a retirar los cargos, y una página de recaudación de fondos que recaudó más de $ 10,000 para cubrir sus costos legales.
Al emitir sus sentencias el 10 de diciembre, el juez Graeme Crow aceptó una presentación de la pareja que estaba «tratando de hacer lo correcto» por su hijo, y la burocracia que dificulta que las familias como la suya accedan al cannabis medicinal pronto podría ser eliminada.
«Su ofensa proviene de objetivos altruistas: que ustedes aplicaron tratando de cuidar a su hijo», dijo el Juez Crow.
«Esa ley podría cambiarse el próximo año y, si lo fuera, entonces, por supuesto, usted tendría acceso al tratamiento médico permitido por ley para ayudar a su hijo como lo haría cualquier padre».
Acceso limitado
Se estima que 100,000 australianos actualmente consumen cannabis con fines medicinales, obteniéndolo de fuentes subterráneas para tratar el dolor crónico, la epilepsia, las náuseas de la quimioterapia y el autismo.
Sin embargo, el acceso al cannabis en Australia sigue siendo limitado y requiere un largo procedimiento para solicitar una receta médica.
Se requiere que un profesional médico complete una solicitud en línea ante la Administración de Productos Terapéuticos en nombre de un paciente.
Las cifras muestran que el mes pasado, la TGA había aprobado 2339 solicitudes de acceso especial para el cannabis medicinal, incluidas 568 aprobaciones solo el mes pasado.
Solo unos 50 médicos en todo el país están aprobados como prescriptores autorizados.
Eso no es suficiente, de acuerdo con el Dr. Bastian Seidel, presidente del Real Colegio de Médicos Generales, quien se siente frustrado de que tan pocos pacientes tengan la opción de acceder al cannabis medicinal y tan pocos de los 38,000 médicos en Australia lo están recetando.
En junio le dijo al programa de 7.30 de ABC que la marihuana medicinal aún era «bastante inaccesible» para quienes la necesitan.
«Los obstáculos aún están en su lugar», dijo el Dr. Seidel.
«Es frustrante para nosotros porque el cannabis medicinal podría ser una opción de último recurso para los pacientes en los que hemos probado absolutamente todo en el libro».
«Si su médico de cabecera piensa que usted se beneficiaría con el cannabis medicinal como tratamiento de último recurso, entonces su médico de cabecera debería poder prescribirlo».
Australia confía en el cannabis medicinal importado para satisfacer las demandas de los pacientes, y eso está demostrando ser un obstáculo importante para la oferta.
La legislación que permite el cultivo legal de cannabis con fines medicinales se aprobó en Australia en febrero de 2016, y solo ahora los gobiernos están respondiendo a los posibles resultados de salud para los pacientes y las comunidades, pero también reconocen las oportunidades de negocios que se estiman en $ 1,000 millones para 2025.
El Ministro de Industria y Habilidades del sur de Australia, David Pisoni, dijo el mes pasado al simposio sobre el cannabis medicinal del futuro que su estado vio el potencial del cannabis medicinal y que se extendió mucho más allá del cultivo.
«No se trata solo de cultivar cannabis, sino de que Australia del Sur esté en una posición perfecta para participar en la producción, procesamiento, fabricación y comercialización sofisticados de un producto de calidad farmacéutica», dijo.
«Hay un gran interés público y apoyo para el uso medicinal de cannabis y productos derivados de cannabis que surgen de informes de beneficios sintomáticos en una variedad de condiciones médicas».
El productor de cannabis medicinal LeafCann Group ya está comprometido a satisfacer la demanda interna y entrar en el lucrativo mercado internacional.
«Nuestra visión es establecer el sur de Australia como el centro de excelencia para la educación, la investigación, la innovación de la industria y el desarrollo para el sector mundial del cannabis», dijo la fundadora y directora general de LeafCann, Elisabetta Faenza.
Mercados mundiales
En todo el mundo, el cannabis medicinal es uno de los mercados emergentes más rápidos, valuado en US $ 7,7 mil millones en 2016, por la firma de investigación de mercado Brightfield Group.
Además de Australia, los países que han legalizado el uso médico del cannabis incluyen el Reino Unido, Canadá, Chile, Colombia, Alemania, Grecia, Israel, Italia, los Países Bajos, Perú, Polonia y Sri Lanka.
Uruguay y Canadá son los únicos países que han legalizado completamente el consumo y la venta de cannabis recreativo en todo el país.
En 2012, Uruguay anunció que sería el primer país en el mundo en legalizar el uso recreativo de cannabis, un movimiento en parte, destinado a reemplazar los vínculos entre el crimen organizado y el comercio de cannabis con una regulación estatal más responsable.
Desde entonces, Canadá también ha legalizado completamente el consumo y la venta de cannabis recreativo.
En los Estados Unidos, 10 estados y el Distrito de Columbia han legalizado completamente el cannabis.
¿Qué dice la Iglesia sobre el cannabis medicinal?
El arzobispo Mark Coleridge: «El uso terapéutico de un medicamento es el uso de una sustancia química para resolver un problema físico».
No hay ningún problema con el uso de cannabis medicinal si se usa en un «proceso médico genuino», le dijo al Arzobispo de Colisban, Brisbane, a The Catholic Leader.
El arzobispo Coleridge dijo que los profesionales de la salud deben tener en cuenta los riesgos potenciales del cannabis medicinal de la misma manera que podrían considerar los riesgos de prescribir otros medicamentos potencialmente adictivos.
«El abuso del uso de la misma droga es el uso de una sustancia química para resolver un problema que en su esencia es espiritual».
«Eso nunca funciona. Siempre termina siendo destructivo.»
«La Iglesia continúa orando por quienes sufren y da la bienvenida a cualquier nueva forma de medicación comprobada médicamente que pueda ofrecer alivio».
