El Papa firma el decreto del martirio de nueve religiosos asturianos y un seglar catalán
Mariano Mullerat Soldevila

Fusilados durante la II República y la Guerra Civil española

El Papa firma el decreto del martirio de nueve religiosos asturianos y un seglar catalán

El papa Francisco firmó los decretos de reconocimiento del martirio con los que se beatificará a ocho seminaristas y un sacerdote del Seminario de Oviedo fusilados en 1934 y al médico catalán carlista Mariano Mullerat Soldevila, asesinado en 1936 durante la Guerra Civil española.

(InfoCatólica) Comunicado de la Archidióceis de Oviedo:

Aprobado el martirio de nueve seminaristas asturianos

El Papa Francisco, con fecha 7 de noviembre, en la audiencia concedida al Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Becciu, ha autorizado a di­cha congregación a publicar los Decretos de Martirio de los Siervos de Dios Ángel Cuartas Cristóbal y ocho compañeros, todos ellos estudiantes en el Seminario de Oviedo. Fueron asesinados por odio a la fe en el periodo comprendido entre 1934 y 1937. El mayor tenía 25 años; el más joven, 18.

Ángel Cuartas Cristobal. Nació en 1910 en una familia humilde de Lastres. Entró en el Seminario en 1923. Era subdiácono y estaba en quinto de Teología, fue fusilado el 7 de octubre de 1934. Tenía 24 años.

Gonzalo Zurro Fanjul. Nació en 1912 en Avilés. Pronto marchó a Figaredo (Mieres), don­de su padre entró a trabajar en la mina. Ingresó en el Seminario en 1925. Poseía de gran­des dotes intelectuales y era amante de las misiones. Estudiaba segundo de Teología. Fue el primero en morir, el 7 de octubre de 1934. Tenía 21 años.

José María Fernández Martínez. Nació en 1915 en Muñón Cimero (Pola de Lena). Su abuelo y su padre fueron sacristanes. Entró en el Seminario en 1927. Estudiaba primero de Teología. Lo fusilaron el 7 de octubre de 1934. Tenía 19 años.

Sixto Alonso Hevia. Era el mayor de once hermanos, y vivía en Luanco. Sixto nació en 1916 e ingresó en el Seminario en 1929. Había concluido tercero de Filosofía cuando co­menzó la guerra. Fue apresado, movilizado y enviado al frente en el Puerto de Ventaniella, entre Ponga y León. Allí, el 27 de mayo de 1937 fue degollado mientras clamaba a Dios. Tenía 21 años.

Manuel Olay Colunga. Nació en 1911 en Noreña. Entró en el Seminario en 1926. Fue apresado durante la guerra, estuvo en Gijón y posteriormente lo llevaron a fortificar en San Esteban de las Cruces. Era subdiácono e iba a cursar quinto de Teología. Le dispararon a distancia en Villafría (sobre San Lázaro) el 22 de septiembre de 1936. Tenía 25 años.

Luis Prado García. Nació en 1914 en San Martín de Laspra, hoy Piedras Blancas. Fue sacristán de la parroquia. Entró en el Seminario en 1930. Durante la guerra, se escondió con unos familiares en Avilés, pero fue descubierto y llevado a Gijón. El 4 de septiembre de 1936 le pegaron once tiros, mientras gritaba: ¡Viva Cristo! Tenía 21 años.

Juan José Castañón Fernández. Nació en 1916 en Moreda de Aller. Estudió en el Co­legio de La Salle en Caborana. Fue el sacerdote don Custodio Álvarez quien animó su vocación. Ingresó en el Seminario en 1928. Cursaba tercero de Filosofía. Lo ejecutaron el 7 de octubre de 1934. Tenía 18 años. Era el más joven de todos.

Jesús Prieto López. Nació en 1912 en La Roda (Tapia de Casariego). Su familia campe­sina tuvo once hijos. Entró en el Seminario en 1925. El párroco le pagaba los estudios. En las vacaciones trabajaba en casa y daba catecismo a los niños. Era alumno de tercero de Teología. Lo ejecutaron el 7 de octubre de 1934. Tenía 22 años.

Mariano Suárez Fernández. nació en 1910 en El Entrego. Su padre era capataz de mi­nas. Ingresó en el Seminario en 1924. Estaba en cuarto de Teología. Lo mataron el 7 de octubre de 1934. Tenía 23 años.

Damos gracias a Dios por el testimonio heroico de estos hermanos que entregaron su vida por amor a Jesucristo, perdonando a quienes les asesinaron.

Médico, alcalde, carlista, mártir

Mariano Mullerat Soldevila (Santa Coloma de Queralt, Tarragona; 24 de marzo de 1897 - Arbeca, Lérida; 13 de agosto de 1936) fue un médico y alcalde español.

En su juventud militó en el carlismo y durante su etapa de estudiante presidió la Sección de Medicina de la Agrupación Escolar Tradicionalista de Barcelona, así como de la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña.​ Fue fundador del periódico L'Escut, quincenal local escrito íntegramente en catalán entre 1923 y 1926, que se presentaba como «defensor de toda sana ideología»; era una publicación donde aparecían noticias y anécdotas locales y comarcales; otras de interés regional y nacional; historia de Arbeca, defensa de hablar decente, enseñanza, agricultura, religión, moral, fiestas y tradiciones, deportes... Se trataba de una publicación muy heterogénea que incluía poemas y escritos de diversos autores catalanes (Joan Amades, Josep Carner, Àngel Guimerà, Joan Maragall, Jacinto Verdaguer, etc.).

Médico y alcalde de Arbeca, fue asesinado por odio a la fe durante la guerra civil española. Se inició su proceso de beatificación en 2003. Germinans germinabit publicó un artículo con el testimonio sobre su martirio:

Fue detenido en su mismo pueblo. El 13 de agosto del 36, junto con otros cinco arbequinenses, el comité rojo los hizo subir a un camión camino del martirio. Inesperadamente una madre de familia con grandes gritos y lloros se acercó al camión y pidió a los del comité que diese libertad al doctor Mullerat para visitar a un hijo suyo que estaba gravemente enfermo. El comité creyó que era una estratagema y la sacó con malas maneras de allí. Entonces el doctor Mullerat, que conocía aquella familia, con una gran serenidad, desde el camión, se dirigió a aquella madre angustiada y le dijo: «No llores. Tu hijo no morirá». Se sacó una libreta y escribió una receta. «Dale este medicamento a tu hijo –dijo el médico- y reza, que Dios te ayudará».

Pasadas una horas, mientras el doctor Mullerat y sus paisanos de Arbeca eran asesinados y sus restos quemados, en un hogar humilde, un jovencito recobraba la salud y era testigo de que Dios bendice a los pueblos mediante los mártires de la Fe.

 

Virtures heróicas

El Papa firmó otros decretos de virtudes heroicas. Concretamente los de las monjas españolas, María Antonia Pereira (1700-1760), nacida El Penedo (Asturias) de la orden de las Carmelitas descalzas y de Arcángela Badosa Cuatrecasas (1878-1918), nacida en Sant Joan les Fonts (Girona) de la congregación las Hermanas de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo.

13 comentarios

Tito España
¡Gracias a Dios por estos ejemplos!
Como se ve, todos eran grandes enemigos de la libertad, igualdad y fraternidad socialista-comunista, de entonces y de hoy mismo. Como eran tan peligrosos, quizá dedicaron su juventud a perseguir a la "benéfica II República", había que terminar con ellos.
¡Confiemos en la divina gracia y que se conviertan, al menos los de hoy!
9/11/18 11:05 AM
Manoletina
Rogad por nosotros y por lo que queda de España....
9/11/18 11:21 AM
Anacoreta
Que la sangre de nuestros mártires vivifique España.
9/11/18 1:11 PM
Pepe Jacobo
Ahora toca que algún frikitradi se queje del excesivo numero de beatos y santos, que seguro que San Pio X no se le hubiera ocurrido aprobar nueve martirios de una sola tacada, al fin y al cabo, todos los frikitradis saben que el concilio de Trento fijo en el Canon 87 del Decreto para la no ploriferación de los santos que podían ser 3 como mucho y cada cinco años.
9/11/18 1:30 PM
pedro de madrid
Estos santos martirizados, (y miles más entre 1931/39) presidente con apoyos discutibles, deben ser incluidos en la unilateral memoria histórica, por agravio comparativo, que usted no sabe aplicar, todo para el frente popular y en el otro bando no pasó nada. Con cuanta ignorancia convivimos. Titúlela "Memoria Histórica para el Frente Popular", que Rajoy no supo poner en su sitio, por cobarde
9/11/18 1:38 PM
Andreas
Aunque el asesinato de estos cristianos tuviera lugar en tiempo de la II República o de la Guerra Civil, conviene dejar claro (ya desde el titular de la noticia) que fue DURANTE LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN ESPAÑA EN LOS AÑOS 30 del s. XX!!! Lo de que los mataron o murieron durante la Guerra Civil es confuso, equívoco, y da alas a los enemigos de la Iglesia que siempre dirán que en una guerra mueren de TODOS LOS BANDOS... FUERON VERDADEROS MÁRTIRES DE LA FE!!!
9/11/18 1:45 PM
Arturo
Benditos sean. Oren por nosotros.
9/11/18 2:19 PM
José Luis
Es increíble, que los únicos que recuerdan la II República, sus males y su verdadero interior,sean los mártires católicos. Quizá nos estén avisando de algo y la jerarquía eclesiástica esté perdida en el limbo. Mis respetos a todos ellos y mi felicitación por su mérito
9/11/18 2:35 PM
ACs
Si son mártires es porque murieron por causa de su fe, única y exclusivamente por eso.No por sus ideas políticas ni ningún otro motivo que no sea el de la fe.

9/11/18 5:48 PM
Juan Pablo B.
En el aniversario del masacre de Paracuellos .

Gracias Papa Francisco .
9/11/18 8:38 PM
Alfonso Gerona Lérida
Y la historiografía izquierdista y separatista aún sigue llamando "revolución" a la Revolución de Asturias, 1934, cuando no fue más que el intento de un golpe de Estado contra la República (en manos de los partidos de derechas en ese momento) y un intento de inicio de guerra civil.

Por cierto, amigos de Infocatólica, si escribimos en español, se escribe San Juan de las Fuentes en Gerona, del mismo modo que todos los medios en catalán escriben Sant Sebastià a Guipúscoa, Sant Sebastià dels Reis a Madrid, Sant Jaume de Compostel.la, Sant Joan de la Pènya a Osca, Sant Pere el Vell a Osca, Vilanova de Sixena a Osca, Els Monegres a Saragossa, Logronyo, La Corunya, Santuari de Torreciutat a Barbastre Osca, Algesires, Castella i Lleó, Ciutat Reial i Conca a Castella La Manxa, etc.
10/11/18 9:20 AM
Vivi
En verdad emocionan todas las historias de estos mártires. Dios los tenga en Su gloria. Muy bien hecho su beatificación.
10/11/18 11:03 AM
ramosov
"Y la historiografía izquierdista y separatista aún sigue llamando "revolución" a la Revolución de Asturias, 1934, cuando no fue más que el intento de un golpe de Estado contra la República (en manos de los partidos de derechas en ese momento) y un intento de inicio de guerra civil."

Lo de octubre del 34 fue una revolución -no sé si es el error que atribuye Alfonso es el de esa palabra pero entrecomillada, o sea, como ironía-, y al mismo tiempo un golpe de Estado fallido contra el régimen republicano y contra el gobierno legítimo y democrático de Lerroux. Lo que pasa es que esa revolución, que fue proyectada para toda España, solo cuajó por dos semanas en Asturias, y fracasó allí también, finalmente. Y al mismo tiempo, fue el inicio de guerra civil en España, con las mismas formas y características que su continuación, en el 36, y con la misma ferocidad en la persecución religiosa y de clase en la pequeña retaguardia que se creó en Asturias durante esas dos semanas, que la continuación en el 36, persecuciones todas ellas propias de las revoluciones -fracasadas o no- marxistas.
10/11/18 7:51 PM

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