"Es un derecho humano fundamental"

El Papa defiende la libertad religiosa al llegar a Jordania

Benedicto XVI ya está en Jordania. El avión que trasladaba al Papa de Roma a Ammán aterrizó a las 2:25, hora local. Recibido por el rey Abdalá II, el Santo Padre ha pronunciado el primer discurso de su viaje por Tierra Santa. Tras manifestar su respeto por el mundo musulmán, Benedicto XVI ha recordado que la libertad religiosa es un derecho humano fundamental.

(Agencias/InfoCatolica) Amman es la primera ciudad que el Pontífice está visitando, en un viaje de una semana que lo llevará también a Israel y los territorios palestinos.

 El Papa dijo el miércoles que emprendía este viaje, el más delicado de su pontificado desde el punto de vista político, como un "peregrino de la paz". 

El avión que trasladó al Papa desde Roma, un Airbus 321 de Alitalia, aterrizó este viernes en el aeropuerto Reina Alia de la capital jordana a las 2:25 de la tarde. 

En la pista, esperaban a Benedicto XVI el rey Abdalá II de Jordania, acompañado de su esposa, la reina Raina, y de los patriarcas católicos de Tierra Santa, obispos, cuerpo diplomático y algunos fieles. Al llegar, el Papa fue honrado con un salva de 21 cañonazos. El Rey Adbalá II le dio la bienvenida con un breve discurso de cortesía. 

En su primera intervención durante este viaje a Tierra Santa, el Papa agracedió al rey jordano sus palabras de acogida y aseguró que llegaba a Jordania como peregrino para "venerar los santos lugares". El Santo Padre valoró positivamente el papel del país jordano en la  búsqueda de una solución pacífica para los conflctos armados de la región. 

Benedicto XVI, a la vez que manifestó su profundo respeto por la comunidad musulmana, hizo referencia a la libertad religiosa, de la que afirmó que es un "derecho humano fundamental" 

Programa de la visita 

Durante su peregrinaje a Tierra Santa del 8 al 15 de mayo, Benedicto XVI visitará los lugares descritos por los Evangelios que recorrió Jesús.

En Jordania, irá el 10 de mayo a Betania, un lugar al este del Río Jordán donde San Juan Bautista bautizó a Jesús y escenario de buena parte de su vida pública. 

En Israel, en particular en Jerusalén, visitará el 12 de mayo el Coenaculum o Cenáculo, dentro del complejo de edificios localizados en la cima del Monte Sion para conmemorar la Última Cena. Allí, el Papa rezará la oración 'Regina Coeli'. 

Ese mismo día, en la tarde, oficiará una misa en los jardines de Getsemaní a los pies del Monte de los Olivos, donde según el Nuevo Testamento, Jesús oró asaltado por la angustia y la tristeza la última noche antes de ser crucificado. 

En Cisjordania, su periplo lo llevará el 13 de mayo a Belén y en particular a la basílica de la Natividad, uno de los templos cristianos en uso más antiguos, construido en el lugar donde nació Jesús de Nazaret y ahora lugar sagrado tanto para cristianos como para musulmanes. 

El edificio original fue construido por el obispo Makarios de Jerusalén, por órdenes del emperador romano Constantino, hacia el siglo III. 

Benedicto XVI celebrará la misa en la plaza principal de Belén y visitará en la tarde la caverna subterránea, la Gruta de la Natividad, que cuenta con un altar sobre el lugar en el que se dice que nació Jesús. 

El punto exacto está marcado por un agujero en medio de una estrella de plata de 14 puntas rodeada por lámparas de plata. Este altar es neutral, aunque su diseño es principalmente ortodoxo armenio. 

El 14 de mayo se desplazará en helicóptero a Nazaret, donde según la tradición pasó su vida privada Jesús. Allí, celebrará en la mañana una misa al aire libre a la que se calcula asistirán unas 40.000 personas en el Monte del Precipicio, donde según los Evangelios la muchedumbre furiosa intentó empujar a Jesús por el abismo. El Papa pronunciará desde ese lugar la homilía. 

Visitará en la tarde la basílica de La Anunciación y después la gruta del Santuario, que dice la tradición fue el lugar donde el ángel Gabriel se le apareció a María, que estaba encinta, para anunciarle el nacimiento de Jesús. 

Allí celebrará los llamados Vespros, la oración de la tarde, con cantos en árabe y oraciones en hebreo, inglés, francés, español, alemán. 

El último día de su viaje, el 15 de mayo, lo dedicará a una visita a la basílica del Santo Sepulcro y orará en el Gólgota, donde según los Evangelios se produjo la crucifixión, el enterramiento y la resurrección de Cristo. 

El Papa visitará también otros lugares bíblicos pero no cristianos. Este viernes 8 de mayo en la capital de Jordania, Amman, entrará en una mezquita por segunda vez en su pontificado después de haberlo hecho en diciembre del 2006 en la Mezquita Azul de Estambul, en Turquía. 

También irá al Monte Nebo, el legendario lugar donde Yahvé mostró a Moisés la Tierra Prometida, tras 40 años de peregrinación por el desierto y cruzar el Mar Rojo. Un lugar donde se piensa que está enterrado. 

En la ciudad vieja de Jerusalén, el Papa visitará la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar sagrado para el Islam, así como el Muro de las Lamentaciones, el monumento más sagrado del judaísmo. 

Amplia comitiva 

El Pontífice viaja acompañado por una amplia delegación formada por el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y varios purpurados, entre ellos el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Leonardo Sandri, y el presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos y encargado de las relaciones con los judíos, Walter Kasper. 

También lo acompañan el cardenal Jean Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso; Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para las Familias, y John Patrick Foley, Gran Maestro de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. 

Asimismo viajan el Sustituto ('número tres' del Vaticano) de la  Secretaría de Estado, Fernando Filoni, y miembros de la Secretaría  de Estado para esa zona del mundo. 

El portavoz de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi; el médico personal del Papa, Renato Buzzonetti; el organizador de los viajes papales, Alberto Gasbarri; miembros de la seguridad del Vaticano y más de medio centenar de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión acompañan también al Pontífice. 

Este es el duodécimo viaje internacional de Benedicto XVI, de 82 años.

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