(Verdad en Libertad) «Puede que te enfermen. O acabar en la cárcel porque te pongan material pornográfico en casa y te juzguen por ello», aseveró Álvarez, al indicar que «normalmente en las Misas hay gente vigilando» lo que dicen y que «posiblemente son varias personas».
Afirmó que una persona pobre a la que ayudaba le dijo que «la Seguridad del Estado le había enviado para espiarme». «Tenemos que velar por la unión de la Iglesia, porque el diablo va a dividir, crear mal ambiente, desmoralizar al sacerdote, calumniar. Lo nuestro es evangelizar, predicar el Evangelio con mucha fe, también a ellos, con la esperanza de que alcancen la verdad de Jesucristo», ratificó.