Los obispos filipinos lamentan que se restablezca la pena de muerte

217 votos a favor, 54 en contra, una abstención

Los obispos filipinos lamentan que se restablezca la pena de muerte

La Iglesia en Filipinas lamenta la aprobación del restablecimiento de la pena de muerte en la nación asiática. Los obispos piden a los fieles que se movilicen para oponerse a la nueva ley.

(Fides) En la votación del lunes, 7 de marzo, 217 miembros de la Cámara de diputados votaron «sí» al proyecto de ley que establece la pena de muerte por delitos relacionados con las drogas, 54 dieron un voto negativo y uno se abstuvo. La ley ha sido promovida por la alianza de gobierno que apoya al presidente Rodrigo Duterte. Ahora el proyecto de ley pasará al Senado, a la asamblea compuesta de 24 miembros, en el que el partido de Duterte tiene la mayoría.

El Arzobispo Sócrates Villegas, Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, ha dicho que está decepcionado porque la Cámara «ha dado el permiso al estado para matar» y ha afirmado que los obispos «no nos sentimos derrotados ni podremos ser silenciados».

«En medio de la Cuaresma - señaló un comunicado de los Obispos – nos preparamos para celebrar el triunfo de la vida sobre la muerte, y mientras estamos entristecidos porque la Cámara ha votado en favor de la pena capital, nuestra fe nos asegura que la vida triunfará». Los pastores llaman a los fieles a una movilización general para manifestar «el espíritu de oposición» a la pena de muerte. También piden a los abogados, jueces y juristas católicos «que consientan que la dulzura del Evangelio ilumine su trabajo y la aplicación de la ley», «llevando vida en su servicio a la sociedad».

Rodolfo Diamante, secretario ejecutivo de la Comisión episcopal para la Pastoral prisiones, ha declarado que «los legisladores han perseguido sus intereses personales y no el bien común», «sacrificando su conciencia y sus principios».

Pena de muerte en el Catecismo

2267 La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte, si esta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas.

Pero si los medios incruentos bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana.

Hoy, en efecto, como consecuencia de las posibilidades que tiene el Estado para reprimir eficazmente el crimen, haciendo inofensivo a aquél que lo ha cometido sin quitarle definitivamente la posibilidad de redimirse, los casos en los que sea absolutamente necesario suprimir al reo «suceden muy [...] rara vez [...], si es que ya en realidad se dan algunos» (EV 56)

Pena de muerte en la legislación filipina

La pena capital fue introducida en la ley de Filipinas, en 1946, y se mantuvo en vigor durante el período de la dictadura de Ferdinand Marcos. Fue suspendido en 1987 durante el gobierno de Corazón Aquino y luego volvió a introducirse durante el gobierno de Ramos para los «crímenes atroces». Durante la presidencia de Joseph Estrada, en 1999, se produjo la ejecución de Leo Echegaray, tras lo cual se concedió una nueva moratoria. En 2006, el gobierno de Gloria Macapagal Arroyo firmó la abolición de la pena de muerte antes de visitar al Papa Benedicto XVI. Desde 2006, Filipinas ha apoyado la causa abolicionista, promoviendo diversas iniciativas en el ámbito internacional e incluso obteniendo la conmutación de las penas de muerte impuestas a ciudadanos filipinos en el extranjero.

18 comentarios

Menka
Yo no me opongo. Es la doctrina católica de siempre.

Que sea con un juicio justo.

Los pedófilos, asesinos de menores, sicarios y los que los contratan, narcotraficantes y mafiosos merecen la muerte.

Se les juzga, tienen tiempo para arrepentirse, y se les ejecuta. Mejor que ajustes de cuentas al margen de la ley.

La ley se respetaría, los malos tendrían miedo y la sociedad funcionaría mejor.
9/03/17 10:04 AM
TH
Es importanet recordar que la Iglesia no puede condenar la pena de muerte en sí, cosa que ha hecho el Papa Francisco, declarándola "inadmisible", "venganza" y contraria a la dignidad humana". Dado que la posibilidad de aplicarla está en la Sagrada Escritura y en toda la Tradición de la Iglesia, incluyendo Papas del siglo XX, no se puede condenarla como ha hecho el Papa Francisco. Ahora bien, en Filipinas hay un problema en cuanto que han elegido un Presidente que promueve ejecuciones extrazjudiciales de supuestos narcotraficantes, cosa gravísima. Creo que el rechazo de los obispos tenía que ser más matizada y acorde con lo que dice el Catecismo.
9/03/17 10:14 AM
Pepe
¿El que aparece en la foto no es el Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas que dijo que ya pueden comulgar todos, todos, todos los pecadores aunque no estén arrepentidos? Si no aplica el Catecismo en una cosa es normal que también lo ignore en otra.
9/03/17 10:42 AM
Antonio MR
Matar extrajudicialmente drogadictos por las calles es una atrocidad.

La Pena de Muerte es legitima.
9/03/17 11:17 AM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Un narcotraficante se enriquece a costa de la vida o del cerebro de miles y miles de jóvenes. Provoca daños irreversibles (muerte o destrucción cerebral) con el sólo fin de enriquecerse en la forma más vil.
El Arzobispo Sócrates Villegas, Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, ha dicho que está decepcionado porque la Cámara «ha dado el permiso al estado para matar». Yo me pregunto: ¿quién ha dado el permiso a los narcotraficantes para matar? ¿quién defiende la vida y el cerebro de tantos jóvenes, víctimas de seres "inhumanos", ávidos de hacer dinero a costa de lo que sea?
Por otra parte, de esta forma se evitarán "ejecuciones extrajudiciales de supuestos narcotraficantes, cosa gravísima". Y no me vengan con el cuento de que el temor a ser condenado a muerte no disminuye el delito. Por lo menos "ese narcotraficante" deja de destruir jóvenes.
9/03/17 11:29 AM
Antonio de la Posada del Fin de la Tierra
¿Y si el Presidente de Filipinas aduce MI CONCIENCIA ESTA CIERTISIMA DE QUE ES LO JUSTO?. ¿Qué le pueden decir los que sostienen que la Conciencia individual es la ley suprema?-

¿Qué le pueden decir los Obispos de Filipinas que aplican esa teoría a la permisión de la comunion de los adúlteros impenitentes?
9/03/17 12:17 PM
Eiztarigorri
Si es legítima la Condenación eterna, muchísimo más lo son las penas temporales que son infinitamente menores. Esa ha sido siempre la doctrina de la Iglesia. No es posible ser más bueno que Dios, como parece ser el criterio de algunos eclesiásticos. La oposición a la pena de muerte nace en ambientes humanistas ilustrados que niegan la propia idea de un orden moral sobrenatural y, en consecuencia, la idea de pecado como deuda que hay que satisfacer (de satis facere). Se trata de sentimentalismo barato que explota la idea de la lástima sin atender a la gravedad del delito, que exige reparación y castigo proporcional al delito. En el caso del cual estamos hablando es el "trafico de drogas" que va contra la salud y contra la vida. Por tanto es homologable a la acción de los envenadores. Pero bueno, para qué discutir. Ellos son muy buenos y nosotros muy malos.
9/03/17 1:57 PM
Vladimir
Yo si apruebo la pena de muerte, sobre todo, para dos delitos en particular: para los asesinos y para los violadores.
9/03/17 2:17 PM
Néstor
Si se puede llamar a los fieles a una movilización general contra la pena de muerte, mucho más contra las leyes de aborto, gaymonio, etc. Pero en el caso de Filipinas nos conformaríamos con que abandonaran la pastoral del sacrilegio eucarístico.

Saludos cordiales.
9/03/17 2:22 PM
Fuenteovejuna
La Iglesia siempre ha enseñado que en esta vida terrena sólo estamos de paso, porque es el examen que tenemos que aprobar para ganar la vida eterna.
No en vano los "restos" que se inhuman cuando uno muere no son otra cosa que los despojos que quedan luego de que lo más importante, el alma inmortal e incorruptible, ya abandonó el cuerpo corruptible.
Visto así, es natural que al momento de hacer justicia la pena de muerte siempre haya estado presente en la historia de la Iglesia, máxime teniendo en cuenta que el reo condenado a muerte siempre tuvo la oportunidad de confesar sus pecados antes de morir, asegurando así su paso a la vida eterna.
¿Por qué entonces tanta tozudez en oponerse a la pena de muerte para el cuerpo en este mundo, si sabemos que es sólo el alma la que enfrentará su juicio particular ante la Justicia divina en el otro mundo?
9/03/17 3:48 PM
batha
Lo malo es que no nos ponemos de acuerdo ni en los delitos acreedores a esa pena.

Para mí, si acaso fuera admisible la pena de muerte, los primeros en caer tendrían que ser los políticos que cometen megarrobos y toda la gente involucrada en un aborto.
9/03/17 5:42 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Néstor: "Si se puede llamar a los fieles a una movilización general contra la pena de muerte, mucho más contra las leyes de aborto, gaymonio, etc. Pero en el caso de Filipinas nos conformaríamos con que abandonaran la pastoral del sacrilegio eucarístico".

Excelente razonamiento. Más aún, el aborto es la pena de muerte decretada contra el ser humano más inocente e indefenso.
Por favor, obispos filipinos, un poquito de racionabilidad. Seamos coherentes.
9/03/17 6:02 PM
hornero (Argentina)
Es menester considerar las dificultades de proceder conforme a la justicia ordinaria contra quienes están organizados de modos criminales no contemplados en la legislación común, establecida desde decenios acorde a la delincuencia "tradicional" y general en los países civilizados. Pero las condiciones han variado sustancialmente en la forma de operar de las organizaciones delictivas. La subversión marxista guerrillera, el terrorismo, y ahora el narcotráfico, se caracterizan por constituir redes internacionales muy dispersas que cuentan con numerosos centros estratégicos de poder, todo ello sumado a los nuevos recursos tecnológicos que facilitan sus maniobras financieras y de comunicaciones sostenidas con un mercado de enorme poder económico. Es un género de lucha, en defensa de la comunidad, que escapa a los procedimientos previstos para el delito común. Está más emparentado con la "guerra fría", que con la represión policial civil. De hecho se sabe que el narcotráfico, como el terrorismo y otras organizaciones criminales cuentan con apoyo de importantes centros del poder mundial que procuran destruir la vida ordenada de las comunidades nacionales a fin de someterlas a sus designios mundialistas. Vivimos en un mundo convulsionado en extremo, quienes no lo adviertan lleva a pensar que viven en la utopía de un mundo imaginario de democracia, libertad, fraternidad, civilización y buenas costumbres. En verdad, vivimos en alguna medida bajo el paraguas de las bombas nucleares, d
9/03/17 6:50 PM
Menka
Es evidente que la pena de muerte no es solución. Solución es que se den condiciones de un país justo en el que se premia y facilita lo bueno, y castiga lo malo.

La Iglesia tiene mucho que hacer en ese campo. Porque es la sal. Debe serlo. Ahora, si no lo es en cuanto la vida de cristianos y enseñanza de la jerarquía en algún lugar, no sirve.

La pena de muerte es un recurso legítimo de disuasión del crimen.
9/03/17 11:35 PM
Ricardo de Argentina
Me han sorprendido los filipinos. Hubiera creído que frente a esta cuestión hubiesen respondido "¿Quién soy yo para juzgar?"

¿Pero es que acaso estos jerarcas prefieren que se siga matando a los narcos por las calles y de manera ilegal, como hasta ahora?
La imposición de la pena de muerte exige un juicio previo, dentro del marco de la legalidad. Es un gran avance ante la matanza indiscriminada.
9/03/17 11:45 PM
Víctor
Su suplica me parece lógica, ya que, como sacerdote de Cristo y pastor de la Iglesia; debe pedir porque se anule o no se imponga para los criminales, violadores y forajidos de todas las clases una pena tan dura; pero también es conveniente que sirvan a Dios por encima de todo, porque nadie, absolutamente nadie: tiene poder , ni mucho menos autoridad, para relegar la Palabra de Dios y hacer caso a una exhortación apostólica. Ustedes se han apresurado a algo que no es lícito, y, las Sagradas Escrituras, contienen la Palabra de Dios y es Dios quien habla a través de ella. Hay que obedecer a Dios antes que al diablo, y este, con sus patrañas, se vale de muchos recurso, par hacer pecar. Estamos necesitados de Pastores que guíen al Pueblo de Dios, por las sendas de la salvación y no equivocarlos..
10/03/17 1:14 AM
hornero (Argentina)
Continúo. En verdad, vivimos en alguna medida bajo el paraguas de las bombas nucleares, de sus misiles, de sus sistemas de información, y de una no absoluta seguridad de tales arsenales que podrían llegar a caer en manos de terroristas o narcotraficantes, precisamente por la capacidad de filtrarse en la sociedad actual. Quienes operan en tales organizaciones criminales extremistas son verdaderos criminales que conspiran contra toda la humanidad.
10/03/17 1:19 AM
Javier
Muchos seguidores de la "santa" Muerte por aquí. En fin.
Llama la atención lo que se dice como justificación de la pena capital, el llamado "efecto disuasorio". Pues bien, los EE.UU. siguen efectuando la pena de muerte, y el delito persiste allá.
Me salta a la memoria lo que le pasó a Jesucristo una vez: una turba de fariseos le trae a una mujer. Le dicen a Jesús: "Hemos sorprendido a esta mujer en flagrante acto de adulterio. La ley de Moisés dice que hay que apedrear a esta mujer. Tú ¿qué dices?
La respuesta que Jesucristo da es también la respuesta para los famáticos de la pena capital:
"El que esté LIBRE DE PECADO, que arroje la primera piedra".

P.S. Si creen que con el MIEDO van a lograr una sociedad sin delincuencia, están equivocados. A lo mucho, lograrán una sociedad hipócrita.
Buenas noches.
13/03/17 8:29 AM

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