El cardenal Muller asegura en Oviedo que «Amoris Laetitia» no cambia la disciplina sobre los divorciados vueltos a casar

El Papa lo habría expresado con claridad de querer hacerlo

El cardenal Muller asegura en Oviedo que «Amoris Laetitia» no cambia la disciplina sobre los divorciados vueltos a casar

El Cardenal Gerhard Ludwig Müller ofreció este miércoles, en Oviedo, la conferencia con el título «¿Qué podemos esperar de la familia? Una cultura de esperanza para la familia a partir de la exhortación apostólica post-sinodal Amoris Laetitia». El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe asegura que no se ha cancelado la disciplina previa de la Iglesia en relación a los divorciados vueltos a casar.

(Iglesia en Asturias) Durante su intervención, el cardenal destacó que «una primera lectura de Amoris Laetitia nos ayuda a descubrir que el problema de la familia actual no se refiere a esfuerzos individuales, a convicciones personales o a entregas aisladas. El gran reto –dijo– está en superar la falta de un ambiente y de un tejido de relaciones donde pueda crecer y germinar el deseo de los hombres».

«Amoris Laetitia –afirmó el Cardenal Müller– ha resumido la esperanza de la familia mediante la exégesis de la 1ª Carta a los Corintios 13 y dicha intuición, a mi entender, es la clave de lectura del documento. Según este, solo a la luz del verdadero y genuino amor, es posible aprender a amar y construir una morada al deseo».

Para el cardenal, Francisco propone en la Amoris Laetitia edificar una «cultura de la familia sólida». Y la fuerza se extrae del mismo sacramento del matrimonio. Ahí se encuentra la «gran esperanza de la familia», «el gran don que cada familia ha recibido», afirmó, «por el que los cónyuges se transforman en signo eficaz del amor de Jesús y su Iglesia. El don recibido de Dios genera a su vez múltiples relaciones, porque el sacramento asume y transforma su amor».

Sin embargo, la Iglesia no propone un matrimonio perfecto, y conoce las dificultades que éste comporta. «La relación de los esposos tendrá que crecer y madurar –señaló Müller–. Conocerá caídas y necesitará del perdón. Humanamente, será siempre imperfecta y estará siempre en camino. Sacramentalmente, sin embargo, el matrimonio proporciona a los esposos la presencia plena entre ellos del amor de Jesús, haciendo que el vínculo de su amor sea tan indisoluble, hasta la muerte, como el de Cristo y su Iglesia. La familia, por tanto, es sujeto de la vida de la Iglesia, no porque los esposos sean muy eficaces, inteligentes o justos, sino porque tiene en sí la fuerza del amor de Cristo, capaz de generar un nuevo amor en el mundo».

Recordando las palabras de la exhortación del Papa, el cardenal afirmó también que la pastoral matrimonial «tiene que ser una pastoral del vínculo», y recordó también la vía que el Papa proponía para dar esperanza a aquellos que viven alejados, y especialmente a los que han vivido un drama y la herida de una segunda unión civil después de un divorcio: «acompañar, discernir e integrar».

La Iglesia ni excluye a los pecadores, ni excluye el pecado

En este sentido, recordó que la Iglesia acoge con premura a los pecadores, y «a la vez les invita a un camino concreto de conversión y de superación del pecado: ni excluye a los pecadores, ni excluye el pecado», porque «si la Iglesia perdiera la arquitectura de los sacramentos, perdería el don originario que la sostiene, y no visibilizaría el amor de Jesús, y el modo en que éste transforma la vida cristiana».

«Algunos han afirmado estos días –ha querido precisar el Cardenal– que Amoris Laetitia ha eliminado esta disciplina, permitiendo, al menos en ciertos casos, que los divorciados que viven en nueva unión pudieran recibir la Eucaristía sin necesidad de transformar su modo de vida. A esto habría que responder –destacó– que si Amoris Laetitia hubiera querido cancelar una disciplina tan arraigada y de tanto peso, lo habría expresado con claridad, ofreciendo razones para ello. No hay, sin embargo, ninguna afirmación en este sentido en la exhortación apostólica post-sinodal, ni el Papa pone en duda en ningún momento los argumentos presentados por sus predecesores, que no se basan en la culpabilidad subjetiva de estos hermanos nuestros, sino en su modo visible, objetivo de vida, contrario a las palabras de Cristo».

Coherencia entre fe y vida

A lo largo de su intervención, el cardenal alemán quiso dejar claro, tanto en la conferencia, como en el encuentro previo con los periodistas, que nadie que quiera de verdad un sacramento como el de la Eucaristía, puede no vivir de acuerdo con los demás sacramentos, entre ellos el del matrimonio, porque «quien vive en modo contrario al vínculo matrimonial, se opone al signo visible del sacramento del matrimonio».

Para el Cardenal Müller, en la exhortación del Papa Francisco, éste nos advierte contra dos desvíos: «los que quieren condenar y se contentan con un inmovilismo que no abre nuevas vías para que estas personas puedan regenerar su corazón, y por otro lado, los que ven la solución en encontrar excepciones en distintos casos, renunciando a regenerar el corazón de las personas».

«Una síntesis entre fe y vida», es el objetivo a seguir en la sociedad para los cristianos, según el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. «Yo, como prefecto de esta congregación, tengo que ocuparme de la fe. Los pastores en sus parroquias, se encargan más habitualmente de la vida. Y entre todos, tenemos que ayudar a la gente en la búsqueda de la verdad de Dios. Y todo esto no funcionará sin una conversión de los corazones», explicó en un encuentro previo a la conferencia, con los periodistas locales.

La excomunión de los divorciados

En el encuentro con los periodistas, el Cardenal quiso diferenciar entre la Excomunión Canónica y la Excomunión Sacramental, que afecta «a este grupo de personas que viven en una nueva unión, como si fueran casados. Ellos no están excomulgados canónicamente, pero no pueden comulgar sin antes regular su vida y recibir el sacramento de la Penitencia». Una diferenciación que, según el propio Cardenal, ha «provocado un poco de confusión», y es que «sólo Dios puede ver en nuestros corazones», y «la Iglesia no es la dueña de la Gracia, sólo administra los sacramentos y está vinculada y obligada a caminar en esa línea. La Iglesia no tiene la autoridad para cambiar este camino de los sacramentos».

No soy una copia servil del Pontífice

En este sentido, el Cardenal aseguró, ante la sugerencia de si su nuevo libro podría ser una «corrección teológica» a la exhortación del Papa Francisco, que «tanto Benedicto XVI como el Papa Francisco, cuando me llevaron a Roma, lo hicieron, no para que fuera una copia servil del Pontífice, sino para servir con mi cabeza, y así lo intento hacer. Yo tengo que hacer mi tarea –afirmó– esto es, promover y tutelar la fe».

 

14 comentarios

Juan de los Palotes
Está muy bien yel esfuerzo es valioso. De todos modos la CDF debería sacar un documento oficial aclarando completamente los puntos controversiales, que son muchos.
4/05/16 6:54 PM
rastri
Jesús a Pedro no tuvo pelos en la lengua para decirle en su momento:

-Apártate de mi Satanás tu piensas como los hombres y no como Dios- (Mc.9,33)

Sutilezas del lenguaje porque si bien fue Pedro quien provocó tal respuesta; lo cierto fue que aunque Pedro era un hombre, fue Satanás quien pensaba como los hombres y no como Dios.


si Amoris Laetitia hubiera querido cancelar una disciplina tan arraigada y de tanto peso, lo habría expresado con claridad, ofreciendo razones para ello.

No hay cosa que más llame la atención al curioso sin compromiso que entreabrir una puerta para imaginar lo que al otro lado de la misma pueda haber.

Sinceramente: -Que Dios ayude a los ministros que en recta conciencia tengan que administrar este discernimiento en tres tiempos: "«acompañar, discernir e integrar».
4/05/16 7:14 PM
manolo
O sea, que si el papa no lo ha dicho claro es porque no ha querido. Más claro, agua. ¿Estaremos en peligro de cisma al más alto nivel?
4/05/16 7:27 PM
Una
No se ha dicho nada expresamente, precisamente para ocasionar lo que se ha ocasionado: que cada uno haga y diga lo que quiera. No hay más. Por sus frutos los conoceréis y e aquí los frutos de esta pesadilla de sínodo.
4/05/16 7:50 PM
marisa
Esta iniciativa va a salvar la conciencia y orientacion de muchos sacerdotes.y la santidad de muchas Iglesias. El problema es como hacer que este mensaje sea universal ..si P. Francisco I calla.

Su deber seria darle voz al DPF y no a Schborn que no esta legitimado y esta seriamente afectado por haber formado equipo en Sant Gallen.
4/05/16 8:04 PM
FJ
Juan de los Palotes,

Probablemente acabe sacándolo.

Ahora bien. Si yo fuera el Papa, me deprimiría pensando en lo mal que escribo si cada uno interpreta una cosa de mis textos.
4/05/16 9:08 PM
María Estela
Muchísimos católicos sabemos leer y tenemos capacidad de discernir.
4/05/16 9:09 PM
Pensador
La CDF no debe sacar un documento, debe sacar a los curas y obispos que alteran el mensaje evangélico. Debe volver al lenguaje claro y limpio de, oh casualidad, los documentos pre-conciliares.

Eso es lo que hay que hacer, y punto.
4/05/16 9:23 PM
Curro Estévez
También el Cardenal Müller dice de la A.L. lo que desea que no dijera.
4/05/16 9:32 PM
milton
Lo escrito escrito está y no podemos desconocer el desastroso documento que contiene el veneno de la ética casuistica con un gran toque de idealismo hegeliano

ANTES QUE SALGA UN DOCUMENTO A LUZ PUBLICA DEBE SER REVISADO POR UN TEÓLOGO DE VERDAD
4/05/16 9:55 PM
Pepito
Muy bien por Müller al decir claramente que "la Amoris Letitia no cambia la disciplina sobre los divorciados y vueltos a casar." Para poder comulgar deberán como hasta ahora vivir en castidad como hermanos. No cabe que comulguen si realizan los actos carnales propios del matrimonio.

De todas formas para aclarar el tema, creo que el Papa, si tiene conocimiento de que se realizan en algunas diócesis pastorales contrarias a la disciplina ortodoxa, dándose de comulgar a recasados que no convivan en castidad, debería a mi juicio salir al paso de tales prácticas pastorales heterodoxas, pues si no lo hace muchos pensarán que tales pastorales son correctas, con lo que seguirá la confusión.

Además, si el Papa no corrige tales pastorales heterodoxas, que desgraciadamente se dan, de alguna manera sería consentidor de graves sacrilegios y cooperador de la perdición de muchas almas, lo cual sería horrible.

En resumen, si es verdad que la pastoral no ha cambiado, y que comulgar en situación objetiva de adulterio sigue siendo sacrilegio, toda pastoral heterodoxa debe ser pronta y severamente corregida, ya que está en juego la salvación de las almas y el respeto a la dignidad de la misma Eucaristía.

Creo que ya va siendo hora de pasar de las palabras a los hechos. De poco sirve ser doctrinalmente correctos si en la práctica se permite una pastoral sacrílega contraria a la sana y recta doctrina, la tradición y el magisterio de siempre.

Obras son amores y no buenas razones.
4/05/16 10:06 PM
Eulalio
Absolutamente de acuerdo con el cardenal Müller. No hay que inventar conflicto donde no lo hay... otra cosa es el sano y constructivo análisis de los escritos y discursos papales a la luz de la Tradición, del Magisterio y del Evangelio. Esto es bueno con toda encíclica, carta pastoral o exhortación apostólica así como en una entrevista, discurso u homilía. Y muy importante rezar por Francisco, como él mismo lo ha pedido.
4/05/16 10:26 PM
Luciano
Nos toman por idiotas.
4/05/16 10:55 PM
rafael felipe perez
Fidelisimos los Obispos espanoles a su Patrono el Apostol Santiago, invitaron a Espana a otro admirador del Ap. Santiago, el Card. Muller.
¿ En que se parecen el Ap. Santiago, el episcopado espanol y el Card. Muller?
En el rigorismo y dogmatismo.
4/05/16 11:00 PM

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