«Asistimos a deformaciones de la liturgia que rozan lo insoportable»

El Card. Sarah presentó el libro de Nicola Bux «No se juega con los sacramentos»

«Los sacramentos son signos eficaces, fármacos que remiten del pecado: ¿es posible jugar con los fármacos que te salvan y te devuelven la salud?». Fuertes palabras del cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en la presentación el pasado jueves del libro «Con los sacramentos no se juega», de Nicola Bux, con introducción de Vittorio Messori.

(Vatican Insider Iacopo Scaramuzzi) Los sacramentos hoy sufren abusos y «deformaciones» debido a «malas decisiones deliberadamente tomadas por no pocos sacerdotes», quienes, rebajando por ejemplo la eucaristía a «nombre de un fantomático conflicto de signos», «confunden a los fieles». Es la denuncia del cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, quien , en compañía del cardenal estadounidense Raymond Leo Burke, patrón de la Soberana Orden Militar de Malta, y del economista Ettore Gotti Tedeschi, presentó el libro «Con los sacramentos no se juega», de Nicola Bux y con una introducción de Vittorio Messori.

La presentación, organizada por la casa editorial Cantagalli en colaboración con la Pía Fundación Paventi de San Buenaventura, fue ayer por la tarde en uno de los salones del hotel Columbus, en Roma. El moderador fue Jacopo Coghe (Generaciónn familia), y en el debate participaron Paolo Rodari (del periódico italiano «La Repubblica») y Guillame Ferluc (de Paix Liturgique). Enviaron sus mensajes para la presentación los cardenales Gerhard Ludwig Müller, Peter Erdö, Mauro Piacenza y, antes de fallecer, el difunto cardenal Georges Cottier, los monseñores Enrico Dal Covolo, Jean Lafitte y Guido Marini, además de Vittorio Messori, que escribió la introducción y que participará en otra presentación del volumen en Milán el próximo 2 de mayo. Estaban presentes en el salón del hotel los cardenales Walter Brandumuller, Velasio De Paolis, José Saraiva Martins, mons. Agostino Marchetto, mons. Carlo Maria Viganò, mons. Guido Pozzo y los parlamentarios italianos Gaetano Quagliariello y Alfredo Mantovano.

«¿Cómo es posible siquiera imaginar bromear sobre la presencia de Dios?», dijo Sarah en su intervención de apertura. «Los sacramentos son signos eficaces, fármacos que remiten del pecado: ¿es posible jugar con los fármacos que te salvan y te devuelven la salud?». Sin embargo, prosiguió el cardenal de Guinea, «como nos ha recordado en varias ocasiones Papa Benedicto XVI, en estas décadas del post-Concilio asistimos a deformaciones de la liturgia que rozan lo insoportable, en un ‘crescendo’ sin fin». Y por este motivo «Papa Juan Pablo II escribió la encíclica ‘Ecclesia de Eucharistia’, a la que siguió la instrucción ‘Redemptoris sacramentum’, que insistía que en los sacramentos está en juego la ‘lex credendi’. La misma preocupación demostró Papa Benedicto XVI cuando promulgó la exhortación apostólica ‘Sacramentum caritatis’ y el ‘motu proprio’ «Summorum pontificum’». Según Sarah, «no jugar con los sacramentos significa poner en el centro el sacramento de los sacramentos, el Santísimo, hoy inexplicablemente rebajado a nombre de un fantomático conflicto de signos, como también ha sucedido con la cruz. Pero el tabernáculo ofrece la orientación ‘ad Dominum’, tan necesaria en estos tiempos en los que muchos quisieran vivir como si Dios no existiera, y hacer lo que quieren». Hoy, para el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, «está dándose un pasaje generacional y cultural en la percepción de la liturgia, pero pocos se dan cuenta, a pesar de todo lo que se hable sobre los signos de los tiempos». Y «también Papa Francisco escribe en la encíclica ‘Lumen fidei’ que Jesús nos ha tocado», así como «el Concilio Vaticano II habla sobre los sacramentos de la fe, porque los sacramentos no solo suponen la fe, sino que la nutren y la robustecen». Pero, prosiguió Sarah, en nuestra época «se cree muy poco en su poder de transformación. Hoy se va afirmando la necesidad de comprenderlos, de explicarlos de nuevo, debido a deformaciones y malas decisiones deliberadamente tomadas por no pocos sacerdotes que confunden a los fieles, quienes acaban por no comprenderlos». Según el purpurado, «algunos sacerdotes tienen modos de conductor televisivo; a veces se asiste a sacramentos transformados en largas didascalias». Pero «para comprender los sacramentos no hay que abrir los ojos, sino cerrarlos. Los sacramentos no pueden ser comprendidos con los ojos de la carne, sino con los del espíritu».

En su intervención, el cardenal Burke subrayó que después del Concilio Vaticano II «se ha difundido una mentalidad mundana, secular, que ha despreciad la rica tradición de la Iglesia»; por su parte, Gotti Tedeschi, ex presidente del IOR, indicó que desde hace tiempo «se está jugando con los sacramentos de una manera que se está volviendo insoportable».

La Iglesia, se lee en una presentación del volumen de Nicolas Bux, «parece querer disolver los contornos netos de la fe en una especie de caldo indeterminado y mezclado por el ‘según yo’ de ciertos sacerdotes. Pues bien, los sacramentos son la expresión de la fe, su fruto y el don más alto y precioso. Es por ello, pues, que nuestro liturgista se dedica al tema con la pasión acostumbrada. Y luego (más que nunca necesaria) la advertencia sobre las deformaciones, los equívocos, los añadidos o las omisiones que hoy amenazan al sacramento. Una catequesis, pues, en un estilo que sabe ser al mismo tiempo docto y de divulgación, aderezada con una especia de ‘manual de instrucciones’. El origen de todo lo que sucede en la Catholica desde hace décadas es lo que el autor denunciaba en sus libros anteriores: ese ‘cambio antropocéntrico que ha dado a la Iglesia mucha presencia del hombre, pero poca de Dios’. La sociología en lugar de la teología, el Mundo que oscurece el Cielo, lo horizontal sin lo vertical, lo profano que aplasta lo sacro. La síntesis católica (esa especie de ley del ‘et-et’, de unión de los opuestos que sostiene todo el edificio de la fe) ha sido abandonada muy menudo debido a una unilateralidad inadmisible».

16 comentarios

antonio
Y sin CRISTO, todo es una GRAN MENTIRA!!!!!!!!



Que Dios nediga al Cardenal y a la Iglesia.
10/04/16 12:57 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Me gusta mucho que se hable claro cada vez más. Espero que este libro sea traducido al español.
10/04/16 12:58 PM
antonio
En cuanto a que se hable cada vez más claro, veremos, " Por sus frutos los conocereis".

La Palabra Integración le habre el paso al error, en el documento, sólo se puede integrar la Verdad.


Este si está muy claro!!
10/04/16 1:35 PM
enrique
Lo importante del tema de este comentario, sobre la presencia de Dios en los sacramentos, no está, que también, y muy principal en las disposiciones del celebrante, sino también, en los cristianos que asistimos a estos. Cuando lo tomemos en serio, esa presencia de Dios en los sacramentos, y por supuesto en el sacramento de la Eucaristía, y su presencia en la reserva en el Sagrario ,ya habremos dado un buen paso. Cuando los cristianos seamos mas puntuales en los horarios, en que se celebran y nos prepararemos con un espíritu religioso y no estemos tan atentos, si se hace esto así o de otra forma. Es verdad, que todo acto litúrgico ha de estar muy cuidado, pues es Dios el que viene a nosotros allí donde estamos reunidos. enrique.
10/04/16 9:13 PM
Rexjhs
El resto fiel
10/04/16 9:14 PM
Concha
El cardenal Shara es muy valiente y tiene las ideas muy claras, no hay más que leer su libro "Dios o nada"
10/04/16 10:49 PM
Ricardo de Argentina
Lo que dice el Card. Sarah deja bien en claro que hay un sector de la Iglesia que es proclive a bastardear la Santa Liturgia.
Ese sector ha estado, muy probablemente, detrás de la instauración del Novus Ordo. Pero luego ha estado, y esto muy seguramente, en la increíble y fanática proscripción del Vetus Ordo que se ha dado luego del CVII, al punto de obligar a Benedicto a autorizarlo expresamente.
El giro de la posición del Sacerdote, que de mirar a Dios pasó a mirar al pueblo, es todo un símbolo del giro antropocéntrico que significó el Novus Ordo. Mucho me temo que no se pueda evitar el bastardeo de los sacramentos si antes no se corrige esta anomalía de fondo que afecta a la Santa Misa.
11/04/16 12:09 AM
Luisfer
En el comentario no se menciona ninguno de los "juegos". No queda claro a qué se refiere concretamente lo que se quiere denunciar. Lo del uso de la lengua local y la celebración cara al pueblo ha sido uno de los más grandes aciertos para la verdadera participación de los laicos. No es ningún antropocentrismo sino una expresión clara de el banquete de la Palabra y el de la Eucaristía es para toda la comunidad. El Señor no dio la espalda en la última cena y partió el pan y lo dio diciendo: " tomad y comed". Han sido definidos los laicos conciliarmente como pueblo sacerdotal. Su sacerdocio real o bautismal es una forma distinta del ministerial del celebrante pero sustenta los ministerios laicales en la liturgia. El laico participa de la triple mision de Cristo : profética, litúrgica y de justicia, caridad y promoción humana.
11/04/16 1:59 AM
Fundación reino eucaristico
El altar se rebosa la medida ya se escucho grito llego juicio sacramental descargo rey sentencio es sacrilegio colmo...
11/04/16 2:09 AM
Roberto
De acuerdo, no hay que jugar con los sacramentos, pero esto tiene implicaciones pastorales importantes.
¿No nos damos cuenta que la primera comunión para muchos niños es la última? ¿y el Bautismo? ¿los padres están preparados para educar a sus hijos en la fe? ¿Y la Confirmación que se recibe y "adios a la Iglesia"?
Y esta situación la sabe todo el mundo, pero aquí pocos quieren cambiar algo. Luego no nos quejemos de que están degradados, de que no se valoran y cosas parecidas. Si el problema es de la misma Iglesia y de su pastoral.

El miedo que se tiene es que si se hace una selección de personal o unos procesos más exigentes para recibir estos sacramentos `posiblemente nos quedamos en una Iglesia de minorías, y eso tampoco gusta mucho.
Y del sacramento del matrimonio no digo nada, pero también habría mucho que decir.
11/04/16 11:51 AM
antonio
Es fundamental lo que escribre el Cardenal Sarah, la Sacralización , el maltrato a CRISTO, en la EUCARISTIA, darán cuenta a DIOS los que lo hicierón que aprovechen el año de la Misericordia y la Indulgencia Plenaria, para volver a la fuentes como me decia mi Madre.Y De ella que la Resantisima Misa,No es un teatro, no se puede aplaudir, esto en la cancha.

Estamos en un momento de grandes transgresiones,para quedar bien con el mundo, dudo que ha Dios le guste.
Una de las preparaciones más importantes que las formales es estar en GRACIA DE DIOS, sino el SACRILEGIO ES ENORME!!!BEBEMOS NUESTRA CONDENACION.Esto va para el Documento, la gente se puede acercar a hacer obras de Misreicordia etc,Orar el Santo Rosario etcPero nunca Comulgar!!!!!!!!Las Trasgresiones quee he onservado no las cuento, pero que han existido, han existido, entonces que podia esperar del Documento!?Esta lleno de Olfas, de ignorantes.Que Dios Bendiga a la Iglesia.
11/04/16 1:59 PM
Trabucaire
Así es, Ricardo la Misa Novus Ordo Romana es la única Liturgia en relación a la de San Juan Crisostomo, la Alejandrina , las Antoquenas Mozarabe ,etc que no celebra la Eucaristía versus Deum , sino versus populum y estos detalles indican muchas cosas, no muy positivas. Los símbolos son importantisimos y la Liturgia Romana ha sufrido un empobrecimiento enorme y me temo que de alguna manera, aun indirecta, esto ha podido influir en la crisis de Fe.
11/04/16 3:12 PM
enrique
Ya he hecho mi comentario sobre el tema, y gracias por publicarlo. Pero ahora, solo quiero invitar, a que nos quedemos con el comentario de Roberto arriba expresado. Gracias .enrique.
11/04/16 5:16 PM
Alvaro
No solo es que "no se juega" (mensaje para "los de casa": se nos ha concedido el privilegio de custodiar algo tan sagrado como los sacramentos y hay que estar a la altura y, al administrarlos, seguir las pautas que marca la Iglesia y no las del el Enemigo)

Es que también hay que defenderlos a capa y espada de los ataques que sufren por parte de tantos canallas que se hacen llamar "adalides de las libertades" para hacer como que legitiman sus acosos y ataques en forma de blasfemias y profanaciones contra lo sagrado, y de discriminaciones y persecuciones contra los creyentes.

El último de estos "elevados" espíritus cenagosos, ese impresentable italiano apodado "Beppe Grillo":

www.abc.es/internacional/abci-blasfemia-escena-beppe-grillo-ofrece-grillos-secos-como-comunion-201604111231_noticia.html

Luego dirán que la Iglesia no es perseguida en Occidente...

Como mucho, se podrá decir que no es perseguida con la misma violencia con que lo es en Oriente (sobre todo Oriente medio y África), donde son asesinados más de 100.000 cristianos cada año por razón de su Fe. Hace un tiempo lo fue con esa misma violencia genocida, pero hoy no se llega a tanto.

Aun así, hoy es perseguida, y mucho.

Un saludo.
11/04/16 5:19 PM
carol
Lamentablemente muchos se burlan por ignorantes y llevar la contraria. Pero debemos seguir defendiendo nuestros sacramentos aunque la gente se burle hasta de uno por practicarlos.
12/04/16 2:00 AM
hornero (Argentina)
Es éste un libro que señala la gravedad de los intentos concretos por desnaturalizar la verdad del Sacramento de la Eucaristía. Los mismos son convergentes con las falsas aproximaciones al protestantismo, de todo lo cual surge un creciente menoscabo de la Presencia Real de Cristo en este Sacramento. Es una metodología preparada para destruir progresivamente la fe de los fieles mediante la confusión, ambig[uedades, ecumenismos, defortmación de la Liturgia. Se llegará así a la "suspensión del sacrificio perpetuo", esto es, de la Santa Misa, anunciada por el profeta Daniel. Si se acepta de acuerdo a la doctrina protestante que la Misa es sólo memoria y no renovación real del sacrificio de la Cruz, la Misa desaparecerá. Sólo Dios lo sabe. Oremos.
12/04/16 6:22 PM

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