(Population Research Institute/InfoCatólica) A continuación reproducimos algunas fotos con este tipo de amenazas públicas de las autoridades contra aquellas mujeres embarazadas de niños «ilegales»:
Traducción:
«Si debe ser abortado y no se aborta, tu casa será destruida y tu vaca te será quitada».
Traducción:
«Incluso si sangras lo suficiente para hacer un río, ¡no debes dar a luz a un niño extra!», Provincia de Hunan.
Traducción:
«Si debes ser esterilizada y no lo haces, serás detenida y procesada. Si debes abortar y no abortas, su casa se derribará y se te quitará tu ganado».
Traducción:
«Hacemos un llamado a aquellos que se encuentran lejos, a sacar a las que están ocultas. Aquellas que estén embarazadas fuera de la política deben tener parto inducido. Aquellas que deben ser esterilizadas deben ser llevadas a rastras».
Traducción:
«Si debes usar el DIU pero no lo estás usando, o deben ligarte las trompas y no lo has hecho, serás arrestado en el acto!»
Traducción:
«Aquellos de ustedes que no aborten o se esterilicen, y están felices de tener un exceso de nacimientos y pagar multas... [imagen confusa]».
Este tipo de propaganda combinada con tácticas de mano dura para quienes se rebelen, tiene en zozobra a la mayoría de mujeres. Luego están las tácticas de presión de grupo, que se utilizan en la provincia de Liaoning en el noreste de China y en otros lugares. En estas provincias, los segundos nacimientos se permiten sólo si no hay nacimientos ilegales. Si nace un solo niño ilegal, no hay permisos para segundos nacimientos, y las mujeres que llevan un segundo embarazo deben abortar.
Steven Mosher, que vivió en China durante varios años y fue testigo de muchos abortos forzados, comenta: «Es difícil imaginar la intensa hostilidad, incluso la histeria que generan estas tácticas de presión de grupo en una comunidad rural pequeña y muy compacta hacia quien amenazó con romper las reglas».