Son mujeres que se sienten solas

María Martínez Orbegozo, voluntaria pro vida: «Un hijo no es el problema de la madre, lo son las circunstancias que lo rodean»

Tres meses al otro lado del Atlántico, tres meses apostando por la vida, tres meses fueron los que pasó la periodista María M. Orbegozo en la ciudad que nunca duerme para ayudar a mujeres que ven en el aborto su única salida. Afirma que «ninguna mujer merece sufrir un aborto» y que necesitan ser escuchadas y acogidas, aunque terminen poniendo fin al embarazo. Esta bilbaína tiene poco más de veinte años, la misma edad que muchas de las chicas a las que atendía.

(Jóvenes Católicos/InfoCatólica) «Durante los días que estuve tratando con estas mujeres, ninguna habló nunca de un simple bombo. Son mujeres que se sienten solas y hay que estar ahí para que se sientan apoyadas, con independencia de la decisión que tomen».

María, ¿qué te llevó a iniciar esta aventura?

Llevaba mucho tiempo ligada al movimiento provida. En Bilbao estuve colaborando con una ONG de ayuda a la mujer embarazada en situaciones difíciles. Cuando me fui a la universidad, no mantuve el contacto con ninguna organización. Sin embargo, no me desvinculé del todo de este tema. Además de dirigir el proyecto de Cultura de la Vida de Arguments, empecé a estudiar el movimiento provida en Estados Unidos, porque nos llevan la delantera desde hace unos años. Allí, las asociaciones provida empezaron a lanzar un mensaje positivo, apostando por la mujer y centrando su labor en ayudarles con sus circunstancias: no son verdugos, son una víctima más del aborto. También me llamó la atención el hecho de que en Estados Unidos no se vincule la defensa de la vida con la religión o con una ideología concreta, pues existen asociaciones tan dispares como «Ateos por la vida», «Feministas por la vida» o «LGBT por la vida». Todo esto ha dado un giro en la opinión pública americana: la última encuesta Gallup señaló que el 51% de los americanos se considera prolife frente a un 42% que se declara prochoice. El querer conocer esta realidad en primera persona fue lo que me llevó a cruzar el charco.

Háblanos de la ONG en la que estuviste. ¿Cómo trabajan?

La asociación con la que colaboré tiene cuatro centros repartidos por el Estado de Nueva York, ciudad considerada como la capital del aborto en América. Ofrecíamos ecografías, test de embarazo y asesoramiento gratuitos. Esto último es fundamental, pues son mujeres que están viviendo situaciones muy difíciles y nadie les escucha.

¿Qué circunstancias tenían las mujeres que iban a vuestros centros?

Tenían situaciones muy duras. Unas se veían en la obligación de abortar por coacción de sus padres: si no abortaban les echarían de casa. También era frecuente la presión de la pareja o situaciones económicas muy duras, pues allí las diferencias sociales están muy marcadas. Eran mujeres que realmente no tenían nada. Es muy fácil teorizar pero, cuando hablas con estas madres, tienes que ponerte en la piel de cada una, intentar comprender su situación y ofrecerle alternativas, porque las hay.

¿Qué tipo de alternativas?

Muchas, todas dependiendo de la situación de cada mujer. Un hijo no es el problema de una madre, lo son las circunstancias que rodean ese embarazo. Si a una chica le echan de casa por no querer abortar, existen pisos de acogida para atenderles durante el embarazo. Si no tiene recursos económicos suficientes para sacar adelante a su hijo, hay asociaciones que procuran material básico para el bebé. También hay organizaciones que ofrecen formación profesional gratuita a las madres gestantes para que ninguna se vea obligada a renunciar a la maternidad por falta de medios. La adopción es otra alternativa posible, muy generosa y valiente, aunque muchas de aquellas que se la plantean terminan quedándose con su hijo.

¿Qué necesita una mujer que ve en el aborto su única salida?

Apoyo. Una vez atendí a una chica que, aunque terminó abortando, me envió un mensaje dándome las gracias por haberle escuchado. Me dijo que fui la única amiga que encontró cuando atravesaba uno de los momentos más duros de su vida. Con independencia de la decisión que tomen, muchas de ellas son mujeres que se sienten solas y el estar ahí y que se sientan apoyadas es fundamental.

Después de todo lo que has contado, es evidente que aún existe un desconocimiento muy grande del tema del aborto en la sociedad. Hace unas semanas, con motivo de la presentación del anteproyecto de la llamada ley Gallardón, #MiBomboEsMio fue Trending Topic en Twitter. Desde tu experiencia con embarazadas que ven en el aborto su única salida, ¿crees que esas madres desprecian así al hijo que llevan dentro?

En absoluto. Durante los 90 días que estuve tratando con estas mujeres, ninguna habló nunca de un simple bombo. Todas eran conscientes de lo que llevaban en su interior y muchas sufrían ante la idea de tener que abortar. Me da pena que se banalice de esta forma un hecho clave en la vida de cualquier mujer, como es el embarazo, sea deseado o no.

Otra de las consignas que suelen lanzarse es la de «Nosotras parimos, nosotras decidimos». ¿Qué papel crees que juega o debería jugar el hombre?

El papel del hombre es fundamental. Tiene que ofrecer ese apoyo del que te he hablado. Durante mi estancia en Estados Unidos, vi a muchas chicas acudir solas a las clínicas abortistas. Es muy duro verlas así. Me acuerdo de un día que estábamos en la puerta de una clínica y vimos una pelea en un coche; era una pareja que se estaba gritando. Al final, ella se puso a llorar, salió del coche y entró a la clínica. Él se quedó fuera fumando. Pasados unos minutos salió del centro. Al día siguiente, volvimos a verle a ella, pero venía sola. No sé lo que pasó exactamente, pero lo puedes deducir: él le está obligando a hacer una cosa que no quiere, que pasaba muchas veces y luego algo tan duro, como dar ese paso, que lo haga sola. Te da qué pensar. También recuerdo una vez que vino una pareja de jóvenes, ella tenía 16 y él 18 años. Al verlos juntos en esas circunstancias, te dabas cuenta de lo importante que es ese apoyo. Además que ha tenido su implicación, necesaria, en el embarazo. Venían con la idea de abortar, pero al ver el resultado del test de embarazo y la ecografía, él se emocionó tanto que empezó a sacarle fotos. Al final, decidieron continuar.

¿A qué historia le tienes especial cariño?

A la historia de la primera chica que conseguí que siguiera adelante con el embarazo. Tenía 20 años cuando le atendí, pero tuvo un aborto con 17. Estaba muy afectada. Cuando hablabas con ella, notabas que había algo detrás. Hay que darles confianza y entrar poco a poco en sus corazones. Cuando empecé a ahondar en sus circunstancias, rompió a llorar y me contó que aquel aborto que tuvo hacía 3 años fue de un bebé que nació vivo con 22 semanas. Le dieron unas pastillas para abortar pero, lejos de eso, le provocó contracciones y la niña nació viva y ella la vio. Murió al de unos minutos. A los tres años se volvió a quedar embarazada y, cuando estaba de unas 20 semanas (casi el mismo periodo de gestación que la vez anterior) vino a vernos. Aunque tuvo mucha presión por parte de su familia, continuó con el embarazo y su princesita –como la llama ella- nació hace un mes. Sus familiares están felices y ella mucho más. Es impactante pensar que ese bebé que ves ahora en fotos, lo tuviste delante, dentro de una tripa.

Y después de 90 días defendiendo la vida, viviendo la realidad del aborto tan de cerca, ¿qué piensas cuando llegas a tu país y ves que la mitad de los españoles defienden que el aborto es un derecho?

Pienso que ninguna mujer se merece eso. Una mujer tiene derecho a tener un trabajo digno, a poder criar a su hijo, a poder conciliar vida laboral y familiar, a acceder a unas ayudas (que las hay), y a poder darse una oportunidad; porque un hijo no es el problema de la madre, lo son las circunstancias que rodean ese embarazo. El derecho de estas mujeres es que puedan elegir entre muchas alternativas y ser ayudadas en esas circunstancias, siempre difíciles

9 comentarios

Ricardo de Argentina
El aborto es políticamente correcto.
Se impone en las sociedades porque hay muchos desalmados/as a los que importa más la corrección política que el respeto a las mujeres.

Mujeres incluidas, que no saben respetarse.
8/03/14 11:54 PM
Laura
El hecho de que haya en Estados Unidos asociaciones ateas que defiendan la vida no significa en absoluto que no se vincule la defensa de la vida con la religión o con una ideología concreta. De hecho la Iglesia Católica es la voz más alta y clara y que mueve más gente en defensa de la vida. Las iniciativas que están cerrando abortorios y convirtiendo al personal como pueden ser los "40 Days For Life, 40 Días Por La Vida", que es oración y ayuno, o Los Helpers of God's Precious Infants,también presencia orante y de ayuda, que ha cerrado abortorios y conseguido que no aborten MILES de mujeres. Y muchas más.
Y no olvidemos que la víctima del aborto al que no se le deja elegir en absoluto es el niño y el que menos se lo merece

Después de años delante de un abortorio he visto y oido muchas cosas que desmienten los que se dice en este artículo . He visto a mujeres rechazar ayuda porque el niño SI era el problema, algunas no admitir que era un niño y otras decir que prefieren que esté muerto a dar en adopción. Sí es cierto que he visto a muchas niñas empujadas por sus padres a abortar.Por desgracia, como bien dice, en Estados Unidos llevan años y mucho trabajo ya hecho y aquí aún no hemos llegado a eso. Aquí ha habido y sigue habiendo, un lavado de cerebro ( y alma) muy fuerte que va a costar deshacer. Pero gracias a Dios, hay muchos que si son valientes y generosos y buscan ayuda o la aceptan.
9/03/14 3:32 AM
María M. Orbegozo
Hola Laura. Como bien dices, el hecho de que en Estados Unidos haya asociaciones aconfesionales que defienden la vida, no significa que el movimiento provida no se vincule con la religión. Aunque allí sea así (y me reafirmo), por desgracia en España aún tenemos que trabajar bastante para que deje de vincularse la defensa de la vida con la religión. Se puede defender al no nacido desde una mera perspectiva científica y humana.

Si la Iglesia es la voz más alta y clara en pro de la vida es precisamente por eso, porque uno de los principios fundamentales de la religión católica es la defensa de toda vida humana. No niego el papel fundamental que la Iglesia desempeña en favor del no nacido, pero no es necesario practicar el catolicismo para defender la vida. Podría presentarte varios ejemplos que lo refutan ;)

Precisamente porque he trabajado frente a muchas clínicas abortistas, y con madres que venían a nuestra oficina pensando que íbamos a practicarles el aborto, puedo asegurarte que todo lo que se dice en la entrevista es cierto. No acostumbro a inventarme cosas ;)

Es verdad que a muchas mujeres (sobre todo a las que estaban de pocas semanas de gestación) les costaba concebir que ese pequeño feto que llevaban en su interior tenía ya un corazón que late, o unas huellas dactilares únicas, pero a muchas les hacíamos entrar en razón. Hay mucho desconocimiento en cuanto a biología básica se refiere, pero si explicas las cosas con cariño se acaban entendiendo. Cuando plante
9/03/14 11:12 AM
Eualio
Conforme vaya decayendo "la ideología del descarte" iremos viendo cada vez más cosas del tipo "comunistas por la vida", "ateos por la vida", "new age por la vida", "feministas por la vida", "gays por la vida", "cienciología por la vida", y sobre todo "políticos por la vida".
Cabe aclarar que las razones fundamentales por las que estos "curiosos" movimientos son "pro-vida" son muy distintos a los católicos, y en estas "movidas" los fundamentos son esenciales.
Por esto insisto, los católicos debemos dejar de hablar de "valores" (construcciones humanas, productos del devenir social, hoy son, mañana no son, cambian, se adaptan, se imponen y se publicitan como objetos, por eso le piden a la Iglesia que "modernice" sus valores) e insistir en las virtudes, los dones y los frutos del Espíritu.
9/03/14 11:29 AM
María M. Orbegozo
*Hola Laura. Creo que me había extendido demasiado con el comentario anterior y se ha publicado a medias ;)

Te decía, cuando planteábamos la adopción, todas la rechazaban, sí, pero porque hay que ser muy valiente y generosa para ello. Y en los casos que atendí, te puedo asegurar que el hijo que esperaban no era el problema. Lo eran las circunstancias personales que estaban viviendo, todas muy duras.

Si queremos cambiar los corazones y la cultura de la vida que impera en nuestra sociedad, tenemos que procurar ser positivos e intentar comprender a estas mujeres, para poder ayudarles en sus circunstancias. No debemos juzgarles nunca.

Un saludo y gracias por tu comentario!

María
9/03/14 11:54 AM
Hugo
Hola Maria, como veo que estas por ahí quisiera comentarte unas cosas. Yo he vivido en USA un par de años, en San Francisco, y tambien he colaborado en algún alguna asociación pro life de allí, y comparto lo que Laura dice. Por desgracia, las mujeres de las que tu hablas en tu articulo, aun siendo un porcentaje importante, son una minoría. La mayoría de mujeres que iban a la las clínicas, te rechazaban si intentabas hablar con ellas, a veces de forma muy desagradable. La mayoría de mujeres que ivan a esas clínicas, no lo hacían por problemas económicos, ni familiares, simplemente lo hacían porque el hijo les "molesta". El aborto en USA no es un fenómeno propio de mujeres pobres o en situaciones conflictivas. Estos casos son un porcentaje considerable si, pero bastante minoritario. El aborto en USA, al igual que en europa, es algo de "ricos" que quieren pasárselo bien, y que recurren a el cuando algo sale mal. Lamentablemente esa es la verdad, y supongo que tu la conoces. Creo que no es bueno jugar con los sentimientos de la gente cuando se habla del aborto, porque es precisamente lo que hacen muchos abortistas. Intentando hacer ver que debemos ser comprensivos con el aborto, presentándonos situaciones que susciten nuestra compasión pero que son asquerosamente manipuladas. En una sociedad donde todo esta hipersexualizado, donde se banaliza el sexo y lo inunda todo, nadie quiere hablar de responsabilidad.
9/03/14 12:18 PM
Hugo
Respecto a lo de enfocar la acción próvida en tono positivo es algo bueno, pero siempre y cuando se mantenga la objetividad sobre los hechos. Muchas veces intentamos hablar de forma "positiva", intentamos no ser "fuertes" en nuestras declaraciones, intentamos buscar decir las cosas con la máxima suavidad posible, y muchas veces cometemos un gran error, porque adulteramos la verdad de las cosas. Hay mujeres que son autenticos verdugos de sus hijos, y la mayoría lo son. Se que esto que acabo de decir suena muy fuerte, y es políticamente muy incorrecto, pero es la pura verdad. He oído muchas veces eso de "no debemos juzgar", pero ¿Qué significa eso?. Creo que hay mucha confusión al respecto. Nos engañamos a nosotros mismos muchas veces, y dejamos de ser objetivos. No es bueno maquillar la verdad. El aborto en europa y USA se ve ya como algo normal, como quien tiene que sacarse una muela picada y tiene que pasar un mal rato, pero nada mas. Las cifras hablan solas. Lamentablemente esto es asi en la mayoría de los casos. Tratar de hacer ver otra cosa es faltar a la verdad. Yo soy hijo de un albañil y de una ama de casa con un nivel cultural justito, pero con las cosas importantes de la vida muy claras. La frase que mas me repitieron en mi vida fue "No hagas responsable a otro de aquello que eres responsable tu". Y esa es la raíz de todo. Nadie quiere hablar de la responsabilidad individual. Somos expertos en buscar siempre excusas en los demás y no asumir lo propio de cada uno.
9/03/14 3:53 PM
Hugo
Un abrazo Maria, espero no te enfades conmigo.
9/03/14 7:32 PM
Francisco
Me considero una persona muy racional, pero cada vez me doy más cuenta de lo importante que es mantener el mensaje positivo y tener cariño a la gente.
Nosotros lo tenemos muy claro y lo vemos todo muy lógico, pero no basta con exponer con claridad las cosas. Hay que abrir el entendimiento a la gente con cariño y desde la parte positiva.
Hace poco leí que el 25% de las francesas han abortado. Está claro que alguien que ha abortado no ve las cosas objetivamente y necesita algo más por nuestra parte.
No estamos en la época de Roe v Wade. El aborto lleva años haciendo estragos y gran porcentaje de la población lo ha vivido de primera mano. No bastan ni la lucha ideológica ni los mensajes tajantes.
10/03/14 12:17 AM

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