Kerigmáticos, orantes y pastores

El Papa marca los criterios de elección de obispos

Esta mañana el papa Francisco ha presidido la reunión de la Congregación para los Obispos, y ha hablado acerca de la misión de esa congregación, de los criterios que deben presidir la elección de un obispo, así como de las características que éstos deben reunir y de su tarea con los fieles que les han sido confiando, exhortando a recorrer con más frecuencia «los campos» en búsqueda de pastores aptos para ese ministerio, con la seguridad de que Cristo no abandona nunca a su Iglesia.

(VIS) Ofrecemos a continuación amplios extractos del discurso:

1 - Lo esencial en la misión de la Congregación

«En la celebración de la ordenación de un obispo la Iglesia reunida, después de invocar al Espíritu Santo pide que sea ordenado el candidato presentado. El que preside pregunta entonces: «¿Tenéis el mandato?»...Esta congregación existe para ayudar a escribir ese mandato que después resonará en tantas Iglesias y llevará alegría y esperanza al Pueblo Santo de Dios. Esta congregación existe para asegurarse de que el nombre del elegido haya sido, ante todo, pronunciado por el Señor... El Pueblo santo de Dios sigue exclamando:... necesitamos alguien que nos mire con la amplitud de corazón de Dios; no necesitamos un manager, un administrador delegado de una empresa ...Nos hace falta alguien que sepa elevarse a la altura de la mirada de Dios para conducirnos hacia El... No tenemos que perder nunca de vista las necesidades de las Iglesias particulares a las que tenemos que atender... Nuestro reto es entrar en la perspectiva de Cristo teniendo en cuenta la singularidad de las Iglesias particulares».

2.- El horizonte de Dios determina la misión de la congregación

«Para elegir a esos ministros todos necesitamos elevarnos, subir también nosotros al 'piso superior'... Tenemos que elevarnos por encima de nuestras eventuales preferencias, simpatías, pertenencias o tendencias para entrar en la amplitud del horizonte de Dios...No hombres condicionados por el miedo de lo bajo, sino Pastores dotados de parresía, capaces de asegurar que en el mundo hay un sacramento de unidad y por lo tanto la humanidad no está destinada al abandono y al desamparo... A la hora de firmar el nombramiento de cada obispo me gustaría sentir la autoridad de vuestro discernimiento y la grandeza de horizontes con que madura vuestro consejo. Por eso el espíritu que preside vuestros trabajos... no podrá ser otro que ese humilde, silencioso y laborioso proceso desarrollado bajo la luz que viene de las alturas. Profesionalidad, servicio y santidad de vida: si nos apartamos de este trinomio abandonamos la grandeza a la que estamos llamados».

3.-La Iglesia apostólica como fuente

«La altura de la Iglesia se encuentra siempre en los abismos de sus fundamentos...El mañana de la Iglesia vive siempre en sus orígenes...Sabemos que el Colegio Episcopal, en el cual mediante el Sacramento se insertarán los obispos, sucede al Colegio Apostólico. El mundo necesita saber que esta sucesión no se ha interrumpido...Las personas ya pasan con sufrimiento por la experiencia de tantas rupturas: necesitan encontrar en la Iglesia ese permanecer indeleble de la gracia del principio».

4.- El obispo como testigo del Resucitado

«Analicemos ... el momento en que la Iglesia Apostólica debe recomponer el Colegio de los Doce tras la traición de Judas. Sin los Doce la plenitud del Espíritu no puede descender. Hay que buscar al sucesor entre los que han seguido desde el principio el recorrido de Jesús y ahora puede convertirse 'junto con los Doce' en un 'testigo de la resurrección'. Hay que seleccionar entre los seguidores de Jesús a los testigos del Resucitado... También para nosotros ese es el criterio unificador: el obispo es aquel que sabe hacer actual todo lo que acaeció a Jesús y sobre todo sabe, junto con la Iglesia, hacerse testigo de su Resurrección... No un testigo aislado sino junto con la Iglesia..Quiero subrayar que la renuncia y el sacrificio son inherentes a la misión episcopal. El episcopado no es para uno mismo, sino para la Iglesia... para los demás, sobre todo para aquellos que según el mundo se deben descartar. Por lo tanto, para individuar a un obispo no hace falta contabilizar sus dotes humanas, intelectuales, culturales y ni siquiera pastorales... Es cierto que necesitamos a alguien que sobresalga: su integridad humana asegura la capacidad de relaciones sanas... para que no proyecte sobre los demás sus carencias y se convierta en factor de inestabilidad...su preparación cultural le permite dialogar con los hombres y sus culturas...su ortodoxia y fidelidad a la Verdad completa custodiada por la Iglesia hace de él un pilar y un punto de referencia...su transparencia y su desapego a la hora de administrar los bienes de la comunidad le otorgan autoridad y encuentran la estima de todos. Todas esas dotes imprescindibles deben ser, sin embargo, una declinación del testimonio central del Resucitado, subordinadas a este compromiso prioritario».

5.- La soberanía de Dios, autor de la elección.

«Volvamos al texto apostólico. Después del fatigoso discernimiento, los apóstoles rezan...No podemos alejarnos de aquel 'Enseñanos tú, Señor'. Las decisiones no pueden estar condicionadas por nuestras pretensiones, por eventuales grupos, camarillas o hegemonías. Para garantizar esa soberanía existen dos actitudes fundamentales: la propia conciencia ante Dios y la colegialidad... No el arbitrio sino el discernimiento conjunto. Ninguno puede tener todo en mano, cada uno aporta con humildad y honradez la tesela propia al mosaico que pertenece a Dios.

6.- Obispos «kerigmáticos»

«Dado que la fe procede del anuncio necesitamos obispos kerigmáticos...Hombres custodios de la doctrina, no para medir cuanto viva distante el mundo de la verdad contenida en ella, sino para fascinar al mundo... con la belleza del amor... con la oferta de la libertad que da el Evangelio. La Iglesia no necesita apologistas de las propias causas ni cruzados de las propias batallas, sino sembradores humildes y confiados de la verdad que saben que cada vez les es nuevamente confiada y que se fían de su potencia...Hombres pacientes porque saben que la cizaña no será nunca tanta como para llenar el campo».

7.-Obispos orantes

«He hablado de los obispos kerigmáticos; ahora señalo el otro trazo de la identidad del obispo: hombre de oración. La misma parresia que debe tener en el anuncio de la Palabra, debe tener en la oración, tratando con Dios, nuestro Señor el bien de su pueblo, la salvación de su pueblo...Un hombre que no tiene valor de discutir con Dios en favor de su pueblo no puede ser obispo y tampoco el que no es capaz de asumir la misión de llevar al Pueblo de Dios hasta el lugar que El le indica...Y esto vale también para la paciencia apostólica...El obispo debe ser capaz de 'entrar con paciencia' ante Dios... buscando y dejándose encontrar».

8.-Obispos pastores

«Sean pastores cercanos a la gente, padres y hermanos, sean humildes, pacientes y misericordiosos; amen la pobreza, interna como libertad y también externa como sencillez y austeridad de vida,.. no tengan una filosofía de príncipes...que no sean ambiciosos y que no busquen el episcopado, que sean esposos de una Iglesia, sin estar a la búsqueda constante de otra; esto se llama adulterio. Sean capaces de 'vigilar' al rebaño que les será confiado, es decir, de preocuparse por todo lo que lo mantiene unido...Reafirmo que la Iglesia necesita Pastores auténticos...Observemos el testamento del apóstol Pablo...Nos habla...El confía los Pastores de la Iglesia a la 'Palabra de la gracia que tiene el poder de edificar y conceder la herencia'. Por lo tanto, no padrones de la Palabra, sino entregados a ella, siervos de la Palabra. Solo así es posible edificar y obtener la herencia de los santos. A cuantos se atormentaban con la pregunta sobre su herencia:'¿Cual es la herencia de un obispo, el oro o la plata'? Pablo responde: La santidad. La Iglesia permanece cuando se dilata la santidad de Dios en sus miembros...El Concilio Vaticano II afirma que a los obispos 'se les confía plenamente el oficio pastoral, o sea el cuidado habitual y cotidiano de sus ovejas'...En nuestra época lo habitual y lo cotidiano se asocian a menudo a la rutina y al aburrimiento. Por eso, con frecuencia, se intenta escapar hacia un permanente «otro lugar». Desgraciadamente tampoco en la Iglesia estamos exentes de este peligro. Pienso que en este tiempo de encuentros y congresos es muy actual el decreto de residencia del Concilio de Trento y estaría bien que la Congregación de los Obispos escribiera algo al respecto. El rebaño necesita encontrar sitio en el corazón del Pastor. Si éste no está sólidamente anclado en si mismo, en Cristo y en su Iglesia, estará continuamente a merced de las olas, en búsqueda de compensaciones efímeras y no ofrecerá al rebaño ningún refugio».

Conclusión

«Al final de estas palabras, me pregunto: ¿Dónde podemos encontrar hombres así?...No es fácil...Pienso en el profeta Samuel en búsqueda del sucesor de Saul que ,,,al saber que el pequeño David había llevado las ovejas a pastar al campo ordena: 'Di que lo traigan'. También nosotros no podemos por menos que escrutar los campos de la Iglesia intentando presentar al Señor para que diga: 'Ungelo: es el». Estoy seguro de que los hay porque el Señor no abandona a su Iglesia. Quizás somos nosotros los que no vamos bastante a los campos para buscarlos. Quizás nos hace falta la advertencia de Samuel : «No nos sentaremos a la mesa antes de que él venga. Con esa santa inquietud quisiera que viviera esta congregación».

10 comentarios

DAVID DIAZ CRIADO
Y ADEMAS DEBE SER UN SANTO MUY MARIANO.
Gobierne el Obispo con amor a la Santisima Trinidad...
Y con amor a Maria Santisima y a la Iglesia con Pedro.
Unido a los sacramentos y a la Comunion de los Santos.
Un Obispo que además de Apostol debe ser un Profeta...
OREMOS MUCHO POR TODOS LOS PAPAS, OBISPOS Y SACERDOTES
27/02/14 9:00 PM
Diego de Argentina
Excelentes los criterios de discernimiento de Francisco. Pobres obispos, qué difícil peso se pone sobre sus hombros, pero bueno, si son sencillos como dice el Papa, confiarán totalmente en el Señor, y sabrán que haciendo ellos todo y lo mejor que puedan, Cristo hará el resto. Además cuando la comunidad descubre un pastor así, le ayuda todo lo que puede. Sin duda, que no podrá contentar a todos, siempre habrá algunos que no estarán contentos, pero esa misma es la riqueza de la Comunidad diocesana que cuenta con sacerdotes y laicos de tan distintos pareceres, ni qué digamos del mundo que buscará criticarlo haga lo que haga. Pero si buscara agradar a los hombres ya no agradaría a Cristo, dice San Pablo. Difícilmente un obispo sea más criticado e insultado que Cristo mismo: príncipe de los demonios... !!! de ahí para abajo, todo es esperable.
27/02/14 10:39 PM
Pedro
Hay dos cosas que no entiendo:

1. Cuando dice que "La Iglesia no necesita apologistas de las propias causas ni cruzados de las propias batallas" ¿quiere decir que tampoco necesita páginas de apologética católica como esta de Infocatólica? ¿Cuál es el problema con que un obispo haga apología de la fe?

2. Cuando dice que los obispos que tienen que elegir han de ser "kerigmáticos", ¿Quiere decir que tienen que ser cercanos al Camino Neocatecumenal? Parece que es ese grupo el que más incapié hace en esa terminología.
27/02/14 10:44 PM
Luis Fernando
Pedro, habla de las propias causas y las propias batallas. O sea, como si fueran asuntos personales.
27/02/14 11:38 PM
JJ
Me gusta los criterios del Papa ante la elección de obispos y delante de los obispos.
Creo que los obispos españoles hacen mucho bien a sus iglesias particulares y a la iglesia pero, bajo mi criterio y según apunta el Papa, han de evitar tanta confrontación con los medios y las lacras sociales que permanentemente aparecen en la sociedad.
La doctrina de la Iglesia es muy clara y en algún momento habrá que decir pero es mejor evangelizar que estar contestando reiteradamente.
La Iglesia tiene que llevar el Evangelio a todos y por eso es mejor tratar de conquistar ó pescar almas para Dios Nuestro Señor.
Y para pescar hay que buscar con los deseos del Buen Pastor que le encanta encontrarse y hablar con los santos y los pecadores, en las parroquias, en las calles, con la gente, visitar las casa y los barrios de sus fieles para que perciban todos su pastoreo y se ganen el cariño de los demás por su cercanía y esa será la autoridad que tengan porque se habrá convertido en servicio.
Creo que queda mucho por andar....a nuestros obispos, a los cuales les respeto y les quiero porque son los sucesores de los apóstoles de la iglesia española.
Sres. Obispos, sean más párrocos, pero párrocos padres y callejeros...se imaginan lo que hay por las calles?, pues tesoros sin pulir, pues la gente es maravillosa pero necesitan pastores y sacerdotes que les quieran y les hablen de Jesucristo y les acompañen dos millas.
Con inmenso cariño.
28/02/14 1:16 AM
Francisco Javier
Lo que nos está diciendo Francisco desde que está en el trono de San Pedro es que no seamos tan mirados como los fariseos que dejemos pasar el mosquito y se nos cuele el camello.

Tantas veces en nombre de la Verdad, lo que en realidad estamos es matando el Amor...!

Después también el Amor no puede matar a la Verdad, eso por supuesto...

Pero Dios es Amor. Y también "La Verdad, el Camino y la Vida".

Todo va unido. No lo separemos NUNCA.
28/02/14 1:25 PM
abc
Este Papa ha cambiado mucho las cosas y para bien. Desde ahora los Obispos serán mucho mejores, sin que afirme que los anteriores eran malos, Dios me libre de semjante herejía. Pero serán con otro talante apostólico. Porque el Papa Francisco va a la cabeza del pensamiento del mundo. Él sí que ve más allá de las cosas. Lo más adelantado en ideología es la enseñanza de los Papasa, de todos, y la de Francisco, por supuesto.
28/02/14 3:24 PM
Gregory
Los criterios son buenos sin duda lo cual no nos puede hacer olvidar que a pesar de todo seguimos siendo humanos y necesitados de la gracia de Dios.
28/02/14 3:35 PM
Eduardo Adames
Bendiciones para todos. Cuando el Papa habla de obispos kerigmáticos y no apologistas se refiere a que primero es lo primero, Kerigma y después catequesis donde entra la Apologética que es un arma necesaria en nuestra iglesia pero el problema es que ponemos otras cosas primero y se nos olvida el Kerigma que es el Primer Anuncio, o sea el Anuncio de Jesús Resucitado. Toda los movimientos debemos asumir el Anuncio Kerigmático como lo primero ya que no solo el Papa nos los pide sino también Aparecida #225 y el amado Benedicto XVI también lo menciona cuando instituye el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización en el 2010. Es hora de que la Iglesia retomemos esta dinamita y surquemos nuevos rumbos en la Nueva Evangelización.
28/02/14 3:52 PM
Luis Orellana
El Papa Francisco esta haciendo reformas muy importantes para el bien de la iglesia. Recemos mucho por el.
28/02/14 10:19 PM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.