Napoles acoge hoy la beatificación de la Reina de las Dos Sicilias

Maria Cristina de Saboya, una beatificación «de sangre azul»

La ceremonia solemne tendrá lugar en la Basílica de Santa Clara, organizada por la Archidiócesis de Nápoles, la Asociación Cultural María Cristina de Saboya, y por los Frailes Menores de la Provincia Napolitana del Sacratísimo Corazón de Jesús. Estarán presentes en la beatificación miembros de las Casas Reales de Borbón y de Saboya, como Carlos y Camila de Borbón de las Dos Sicilias, acompañados de sus hijas doña María Carolina y doña Maria Clara.

(Aleteia/InfoCatólica) Representantes de muchas casas reales acudirán a la beatificación de esta reina, que nació en Cagliariel 14 de noviembre de 1812, fue la última hija de Vittorio Emanuel I, rey de Cerdeña, y de la Archiduquesa Maria Teresa de Austria-Este.

Su historia, es una historia de humildad. A todos había insistido en que a las pompas del mundo prefería el retiro del claustro y la paz del corazón. Pero entendiendo que era su deber como hija y heredera, el 21 de noviembre de 1832 contrajo matrimonio en Génova.

Según Harold Acton (1904-1994), erudito británico estudioso de los Borbones de Nápoles, «cuando llegó la hora de vestirse, rompió en lágrimas y sus damas de honor no sabían cómo consolarla. María Cristina les explicó que no podía apartar de sí el terror al matrimonio, hacia el cual no sentía la más mínima inclinación». Sin embargo, durante toda la ceremonia mantuvo el tipo y el gesto correctos.

Se casó con Fernando II de las Dos Sicilias, y durante el periodo en el que fue reina, se dedicó sobre todo a obras de piedad y a las prácticas religiosas. En el convento de Santo Domingo Soriano fundó un hogar para los necesitados.

Muy devota, se había consagrado a la Virgen desde muy pequeña, y leía a diario la Biblia en la corte, donde procuraba que todos asistiesen a misa el domingo. Facilitó muchos matrimonios de personas pobres que no tenían dinero haciéndoles donativos, y su preocupación por los más necesitados la hacía muy querida por casi todos.

Murió el 31 de enero de 1836 al dar a luz su primer hijo, el futuro Francisco II. Pese a morir en olor de santidad cuestiones políticas frenaron su causa, cuando murió faltaba poco para que se pusiese en marcha un proceso que ni políticamente (por el carácter revolucionario del evento) ni religiosamente (por su carácter masónico) admitía que una Borbón devota y piadosa fuese elevada a los altares y convertida en icono popular.

7 comentarios

Sergi
Si más no me equivoco, la noche de la luna de miel le tuvieron que llevar a su confesor para que le explicara que no había nada pecaminoso en consumar su matrimonio con su esposo, que eso era parte de sus obligaciones conyugales como esposa cristiana...
26/01/14 9:59 PM
José Luis.
¡Que fe tan grande la de esta señora¡ Realmente era una santa, ya en vida y además haciendo el bien con los más necesitados.
Motivo suficiente para ser elevada a los altares, aunque sea de sangre azul. Precisamente por eso, a la hora de tomar decisiones, suele ser más difícil comportarse como un auténtico católico.
Ser esposa, madre y comportarse como ella lo hizo, bien merece la beatificación.
27/01/14 8:30 AM
Mérici
Si la Santa Iglesia Católica ha estimado que esta señora sea Beata, así lo acato y lo asumo, aunque me extraña muy mucho que una persona tan poderosa como una reina pueda llegar a la santidad. Sé que hay otros casos en la historia, pero insisto siempre me ha parecido raro que un poderoso pueda llegar a la santidad, salvo que se haya desprendido voluntariametne de su poder.
27/01/14 12:30 PM
José Carlos.
Hay otros reyes, como Balduino I de Belgica, que está en proceso previo de Beatificación, si no estoy equivocado y si lo estoy, me gustaría me lo aclarase la Redacción de infocatólica en que situación está.
En cualquier caso, hay santos en todos los oficios y profesiones, por lo tanto la beatificación de esta reina, dadas sus virtudes, me parece bien que sea considerada santa por la Iglesia. Y sepamos, que los santos son modelos a imitar, por los católicos que aún vivimos en este mundo
28/01/14 2:45 PM
BAQUERO
Paz y Bien !

Es que la Santa Iglesia es MADRE Y MAESTRA de >> TODOS y la santidad es tambien para TODOS, basta ya con la Guerra de clases que el marxismo nos quiere adoctrinar, algunos piensan que por ser pobres ya llegaron al cielo y por ser ricos al infierno, eso NO es doctrina Catolica !, muchos de nuestros famosos santos han sido miembros de la realeza entre ellas Santa Isabel de Hungria y Santa Clara de Asis y hay que agregar la proxima beatificasion de Isabel, reina de España . La Pax
30/01/14 4:16 PM
Lucia Corte
EXCELENTE EL COMENTARIO DE BAQUERO.
JESÚS MISMO TUVO AMIGOS RICOS, LÁZARO Y SUS HERMANAS LO ERAN AL PARECER Y A ELLOS TAMBIÉN LOS ACUDIÓ. PUEDE DEDUCIRSE ESTA SITUACIÓN DE QUE LE HOSPEDABAN CUANTAS VECES LO NECESITABA. JOSÉ DE ARIMATEA TAMBIÉN LO SERÍA, PUES TENER UN SEPULCRO PROPIO NO ERA PARA CUALQUIER JUDÍO DE LA ÉPOCA. JESÚS ES UNIVERSAL, HA VENIDO A LLAMAR A TODOS, MÁS ALLÁ DE RIQUEZAS EXTERNAS. BUSCA SIEMPRE LA RIQUEZA DEL CORAZÓN QUE TAMBIÉN LA PUEDEN LOGRAR REYES Y PRÍNCIPES EN SENTIDO SOCIAL. LA GUERRA DE CLASES ES UN CONCEPTO MUY POSTERIOR A LA ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA. NO PERTENECE A LA ESTRUCTURA ESENCIAL DE SU MISIÓN ENTRE LOS HOMBRES.
QUE SEPAMOS DESCUBRIR CADA DÍA LA VERDAD Y BIEN QUE NOS OFRECEN ESTOS TESTIGOS DE SANTIDAD, AUNQUE EN VIDA TERRENAL HAYAN TENIDO PODER TEMPORAL. SUPIERON ADMINISTRARLO ADECUADAMENTE. OJALÁ SEPAMOS IMITARLOS CON EL PODER QUE NOSOTROS PODEMOS CONTAR EN NUESTRAS MANOS. ALLÍ SEREMOS CATALOGADOS COMO VERDADEROS SABIOS Y SEREMOS IMITADORES FIELES DEL SABIO ETERNO, NUESTRO DIOS Y PADRE. AMÉN.
3/02/14 1:22 PM
Alonso Jaramillo de Andrade y Contreras
Si se es de Sangre Azul, con más razón se debe ser santo. ¿Cómo qué "aunque sea de sangra Azul", dice José Luis? Acaso Nuestro Señor Jesucristo no era de la más rancia nobleza? Descendía de reyes y Patriarcas. Era el heredero de la CASA REAL DE DAVID. Y Su madre, María santísima estaba entroncada de igual manera con la estirpe de Jessé.
6/02/14 5:40 PM

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