Premio «Unamuno, amigo de los protestantes»

Protestante Digital concede su premio anual al Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón

En su octava edición consecutiva, el Premio anual que otorga el diario Protestante Digital distingue al actual Ministro de Justicia por su trayectoria a favor de la libertad y el pluralismo religioso, y en especial por su trato con el protestantismo español. El Premio «Unamuno, amigo de los protestantes» fue creado y entregado por vez primera en 2006.

(Protestante Digital) El galardón fue creado para distinguir cada año a una institución o persona de la vida social o política española que, sin ser de confesión protestante, haya tenido algún aspecto destacado que haya supuesto un trato en favor de la pluralidad y la libertad de conciencia, y por ello de la convivencia en normalidad de los españoles; de los protestantes en especial y de todos los ciudadanos en general.

Coincidiendo con sus diez años de existencia como publicación, Protestante Digital reconoce en esta edición del Premio de una forma especial la firma del Convenio marco entre la Comunidad de Madrid (que entonces presidía Ruiz Gallardón) y los evangélicos representados en el Consejo Evangélico de esta autonomía (CEM).

Se cumplen ahora 20 años exactos de aquel acuerdo histórico. Histórico porque fue el primero firmado por un Gobierno autonómico español con los protestantes, y porque su desarrollo fue potenciado no sólo con una dotación económica, sino además con un desarrollo en aspectos importantes como el área de cultura y la participación en la Asamblea de Madrid; poniendo las bases en otros importantes aspectos que se desarrollaron posteriormente.

Este Convenio marco sirvió también para normalizar la imagen pública del protestantismo, y para que posteriormente muchas otras autonomías se animaran a entrar progresivamente por esta puerta legal abierta realizando acuerdos similares.

Precisamente quien llevó adelante el diálogo y la negociación para la firma del acuerdo fue Pedro Tarquis (entonces secretario ejecutivo del CEM y actual director de Protestante Digital); que recuerda un aspecto destacable en Ruiz Gallardón: su respeto al diferente. «Negocié personalmente durante un año con el Gobierno de Joaquín Leguina (PSOE) el acuerdo marco, y cuando estaba cerrado para la firma llegó el cambio de Gobierno, entrando Ruiz Gallardón (PP). Pensé que quedaría olvidado o aparcado. Para mi sorpresa, a las pocas semanas me llamó la oficina de Ruiz Gallardón para firmar el Convenio sin cambiar una coma

Y destaca Tarquis que Gallardón le impresionó al reconocer públicamente que el Convenio se había acordado con el anterior Gobierno del PSOE. «Un reflejo de la capacidad de Gallardón de vivir la política sin enconos, valorando al otro a pesar de las diferencias, que creo que es lo mismo que aplica a la libertad religiosa».

Dado que el Premio Unamuno también reconoce el apoyo a la convivencia plural, este hecho es destacable, dice Tarquis, y entronca por ejemplo con la firma de Convenios marcos similares al evangélico con judíos, musulmanes y católicos madrileños; la creación del Día de la Memoria del Holocausto en la Asamblea de Madrid; o la concesión de la nacionalidad española a los judíos sefarditas con Gallardón ya como Ministro de Justicia.

«Este es el momento del agradecimiento al conjunto de una trayectoria personal, que estamos convencidos ha aportado mucho positivo al respeto y la convivencia de un país cada vez más plural en todos los aspectos» termina Tarquis.

El Premio ya ha sido comunicado y aceptado por Alberto Ruiz Gallardón, que ha agradecido esta distinción. La entrega oficial del mismo se realizará en una ceremonia en Madrid durante el mes de febrero de 2014.

Amistad de Unamuno con un pastor protestante

El nombre de este Premio fue elegido en recuerdo de la amistad del genial vasco-salmantino con el pastor protestante de Salamanca Atilano Coco, al que intentó inútilmente librar de ser fusilado por Franco. El famoso discurso «Vencer no es convencer» lo garabateó Unamuno en el sobre de la carta en la que la mujer de Atilano le comunicaba lo inútil de su mediación, y que le llevó ante Millán Astray. La familia de Unamuno, consultada antes de dar nombre al Premio, recordó este hecho como vital en la vida de D. Miguel y que aún conserva el sobre en su poder.

Diez años de existencia de Protestante Digital

Protestante Digital acaba de cumplir diez años de existencia. Fue la primera publicación digital protestante española, y la de mayor influencia en la actualidad en España; así como de enorme peso en al mundo de habla hispana (Iberoamérica y EE.UU.).

Ha recibido este finalizado mes de septiembre más de 650.000 visitas, y superó en el pasado mes de julio los cinco millones y medio de páginas vistas mensuales. Fue fundado y está vinculado a la Alianza Evangélica Española (la entidad ecuménica española entre protestantes más antigua, con cerca de 40 años existencia), que representa a España en la Alianza Evangélica Europea (con representación en el Parlamento de Bruselas).

Premiados en ediciones anteriores

Éste es el octavo año consecutivo que se entrega el Premio Unamuno. El primer año (2006) fue para Henar Corbi, que fue diputada socialista y entonces era asesora de la Dirección General de Asuntos Religiosos para su relación con los evangélicos. A lo largo de su trayectoria política colaboró de forma continua, generosa y en el desarrollo de los Convenios autonómicos y nacionales; y en la integración en la vida cultural del protestantismo español.

El segundo se otorgó al diario «El País» por el trabajo del Defensor del Lector como figura, y de los responsables de las secciones de Sociedad-Religión y Madrid (Juan G. Bedoya y Ana Alfageme); por su labor de trato justo y profesional de la información nacional e internacional en relación con el protestantismo.

La tercera ocasión recayó en la escritora, y redactora del diario El Mundo, Eva Díaz Pérez, autora de una labor de investigación que la llevó a escribir la historia novelada del protestantismo español andaluz de tiempos de la Reforma (Memoria de cenizas), y con un trato objetivo y divulgador de la cultura protestante a través de su trabajo en la sección cultural de El Mundo en Andalucía.

El cuarto premiado fue José Manuel Vidal, director del portal Religión Digital, con un trato ejemplar en la información del pluralismo religioso, y primer diario religioso «no evangélico» online que contó con blogs de protestantes.

El quinto premiado fue el catedrático abulense Francisco Ruiz de Pablos, con una extensa labor de colaboración en la investigación y traducción de los escritores reformados españoles y europeos.

La sexta candidatura correspondió a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que creó en 2006 el primer aula cultural protestante en una Universidad española (Aula Martín Lutero), apoyando y manteniéndola con una intensa y excelente actividad hasta el día de hoy.

Finalmente, este pasado año 2012 la premiada fue Pilar Fernández Labrador. Conocida como «la dama de la cultura» de Salamanca fue Concejala de Relaciones Institucionales del ayuntamiento salmantino por muchos años y sigue su labor como parte del Patronato de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes. En todas estas actividades ha destacado por su empatía y trato no discriminatorio con los protestantes afincados en Salamanca, y en las numerosas actividades evangélicas (fundamentalmente culturales) de toda España que allí se realizan.

36 comentarios

manuel morillo
Como diría otro ministro pepero y tan lamentable en su gestión como Gallardón

¡Manda huevos! ¡que un premio de los protestantes tenga el nombre de Miguel de Unamuno!

El que dijo lo que dijo de los protestantes como se puede ver en sus obras

anotacionesdepensamientoycritica.blogspot.com.es/2012/12/algunas-opiniones-de-unamuno-frente-la.html
7/10/13 12:52 PM
Néstor
Afinidad natural.
7/10/13 1:15 PM
Enrique, desde Sevilla
Cuando legisle a favor de la vida es de suponer que Infocatólica le dará su premio.
7/10/13 2:01 PM
Antonio José
En mi opinión, cualquier premio que entre sus galardonados tenga a alguien como a Gallardón, queda automáticamente desprestigiado, por no decir otra cosa peor.
7/10/13 2:41 PM
Mariano
Después de las correcciones que ha recibido el ministro de los simpatizantes católicos, los protestantes ven una mina por explotar en el ministro de Justicia.

Esperemos que Ruiz-Gallardón, como Unamuno, reconozca su catolicidad y sea operativa en su vida para que de frutos, no solo permita los deshechos de otras personas más alejadas.
7/10/13 8:15 PM
Pepito
Que bochorno que ocurran estas cosas en la patria de Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola, que tanto combatieron el protestantismo.

Tiempos recios estos en que se alaba, protege y se subvenciona el protestantismo en España y hasta se tiene a gala recibir premios y condecoraciones protestantes.

Creo que estamos tocando fondo. Nuestras esencias católicas ya casi han desaparecido. El PP, partido que se declara cristiano, se ha vuelto soso. Si la sal se vuelve sosa, no sirve la tiran fuera. Una pena de España.
7/10/13 11:29 PM
David
Pepito, España hace mucho que ha dejado de ser un país confesional. Es normal que estas cosas pasen.
Lo grave son algunas de las leyes que tenemos, no que los protestantes tengan libertad de culto y sean ciudadanos como los demás.
7/10/13 11:51 PM
Pepito
David:

Cierto, España ya no es un país confesional. Pero eso no me consuela en absoluto, al contrario, me abochorna y entristece mucho más. Haber dejado de ser confesional es un retroceso y no un avance, y en ello tienen mucha culpa los políticos. Hemos ido para atrás como los cangrejos.

Volver a recuperar nuestras esencias católicas nos va a resultar muy difícil. Mas fácil es que España se vuelva musulmana o protestante o un batiburrillo de falsas religiones que vuelva a ser católica. Un desastre de pais.

Pase que los protestantes tengan libertad de culto, pero me parece muy mal subvencionarles y promover su religión. Debieran ser tolerados como un mal menor, pero no cooperar con subvenciones a su extensión y desarrollo en España.

Tenemos que volver a una España confesional, católica, apostólica y romana, en la que miembros de otras religiones se admitan sólo en caso de caridad y por extrema necesidad, pero no con esta alegría indiscriminada que dice muy poco de la estima que tenemos a nuestra propia Religión Católica. Así nos va y peor que nos va a ir.
8/10/13 12:52 AM
Mariano
David, las leyes que tenemos, muchas de ellas están inspiradas en el laicismo ateo o en el protestantismo liberal, que aunque apenas tienen seguimiento en el pueblo español, los gobernantes beben en sus aguas cenagosas para regular nuestras vidas civiles. Lo malo es que los ciudadanos no reaccionen y no den el cambio de timón que necesita el barco, y se conformen con estas podredumbres legales que solo pueden convencer a minorías que han perdido su rumbo a puerto seguro.
8/10/13 9:39 AM
David
Amigos, hace ya casi 40 años que España dejó de ser un país confesionalmente católico. Eso empieza a ser ya parte de la historia, como historia lo fueron los Reyes Católicos.

Pepito, hoy apenas un 15 por ciento de la población es católica practicante, ¿y tú pretendes volver a la confesionalidad? ¿no te das cuenta que haces el ridículo proponiendo semejante sin sentido?

¿Qué estupidez es esa de que a los miembros de otras religiones SOLO se les admita en caso de caridad y extrema necesidad? ¿en qué planeta vives? ¿te has enterado de que existió un concilio llamado Vaticano II?
8/10/13 10:58 AM
Mariano
David, si conocieras el Concilio Vaticano II sabrías que todos tenemos el derecho y el deber de hacer apostolado, no de hacer el contraapostolado como parece que haces.

Estoy de acuerdo con Pepito, en España hay un 15% de católicos practicantes, pero en torno a un 70% según sus propias palabras son católicos. No se entiende que muchos políticos parezca que tienen vergüenza de serlo o de practicarlo. Hace 40 años creo que España iba por mejor camino en todo. Lo que no se puede decir en los últimas décadas de altibajos que no se recuperan.
8/10/13 11:12 AM
David
¿Desde cuándo es apostolado pedir que un estado vuelva a ser confesional? ¿qué Papa u obispo ha pedido que se haga algo así en el último medio siglo?

¿De qué vale decir que se es católico si luego se vive como si no se fuera? Ese 70% es la nada.


Apostolado es predicar el evangelio para que los alejados vuelvan, no ser un nostálgico del confesionalismo de tiempos pasados. Un confesionalismo que no impidió que los hijos de esos católicos que vivían en la España confesional salieran en masa de la Iglesia. Se ve que las raíces no eran muy profundas.

No se gana el alma de un pueblo desde el estado, sino desde el púlpito.
8/10/13 11:38 AM
Mariano
Desear bien a España y que arraigue el catolicismo es hacer apostolado, aunque no lo quieras ver. La pena es que no duró el confesionalismo mucho más para que las raíces fueran más profundas y vivas. Y despreciando como "nada" a los que se sienten católicos de corazón aunque les falten hechos, ¿qué se consigue? En tiempos de la confesionalidad había hasta un 40% o más de practicantes, los vicios se dejaban, las familias estaban más unidas... por estas cosas eran tiempos mejores que los de hoy.
8/10/13 11:51 AM
David
¿Que no duró mucho más? 40 años de franquismo con media España en Misa, ¿y todavía te parece que duró poco?

Si con 40 años y todo a favor, esas familias más unidas fueron incapaces de conseguir que sus hijos se mantuvieran en la fe, ¿qué te hace suponer que lo conseguirían con otros 40 años o con cuatro siglos?

Yo deseo que el catolicismo arraigue en España, pero eso no se consigue vía decreto ministerial o ley constitucional.
8/10/13 12:01 PM
Pepito
David:

Las situaciones anómalas están para cambiarlas y no para acomodarse mundana, tibia y relapsamente a ellas.

Cierto que la mayoría de los españoles no estarían a favor de un Estado confesional, pero eso es una anomalía, fruto de la tibieza moral, inmobilismo ético y de la falta de la debida formación católica, y lo que hay que hacer es trabajar por remover tal anomalía y no apoltronarse comodamente en ella.

Va contra natura que un país como España, en el que la mayoría de los ciudadanos son bautizados católicos, se constituya en un Estado laico y no confesional.

Un católico serio, maduro y como Dios manda debe de ser en política confesionalmente católico. Lo demás es relajamiento, acomodación al mundo y pura pereza o acedia en la Construcción del Reino de Cristo.

Así nos va en España y se han abierto la puertas de par en par, alegremente y con la mayor desvergüenza, a toda una bateria de leyes que atentan gravemente contra el honor debido a Dios y los derechos más fundamentales del hombre, como el derecho a la vida por ejemplo.

De aquellos barros de la no confesionalidad vienen, en gran parte, estos lodos de tantas y tantas leyes inicuas e impías. Hay algunos que no nos conformamos con esta monstruosa situación y luchamos por revertirla. Hay mucho que cambiar en esta desnortada España de nuestros pesares.
8/10/13 12:02 PM
Luis Fernando
Sumamente interesante vuestro debate, pero la noticia es la concesión de un premio de Protestante Digital a Gallardón y no la confesionalidad de los estados.

Por cierto, salvo Malta y el Vaticano, los únicos estados confesionales que quedan en Europa son protestantes. Son residuos históricos que supongo que se irán eliminando.

Fin al debate sobre ese tema.
8/10/13 12:04 PM
David
"En las relaciones con los poderes públicos, la Iglesia no pide volver a formas de Estado confesional"

Juan Pablo II, Exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Europa (2003)

No hace falta que diga más.
8/10/13 12:09 PM
Pepito
David:

También la política, para un católio con vocación política, debe ser como un púlpito desde el que se convoca ardientemente a los ciudadanos católicos de buena voluntad y coherentes con su Fe, a construir el Reino de Dios en la tierra.

Un buen político católico tiene o debe de tener un mucho de predicador: predicador del Reino de Dios en la tierra, pues no en vano rezamos en el Padrenuestro "hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo".

Hay mucha tibieza y relajamiento en esto de la construcción del Reino de Dios en la tierra. No nos lo tomamos en serio, siendo como es una de las obligaciones específicas que comprometen al fiel laico: Ordenar todos los asuntos temporales, políticos, sociales y económicos según el orden de la Caridad querido por Dios.

O somos o no somos, pero no valen tibiezas ni medias tintas en la construcción del Reino. !Ay de los tibios porque serán arrojados de Mi boca¡ dice el Señor. "Si la sal se vuelve sosa, ¿con qué se salará.? No sirve, la tiran fuera al estercolero".
8/10/13 12:14 PM
Pepito
En resumen y volviendo al tema que nos ocupa: Mi opinión es que Gallardón es uno más de esos políticos católicos que confunden la velocidad con el tocino, la verdadera libertad con el libertinaje, la tolerancia respecto al mal y al error con la cooperación, promoción y subvención a los mismos.

Una cosa es tolerar al protestantismo como un mal menor y otra aplaudirle con las orejas, recibir sus premios y darle además subvenciones. Vergüenza para un político que se precie de católico. Pero claro, Gallardón hace ya mucho tiempo que no hace ejercicios espirituales ignacianos y se lo ha tragado sin remedio el liberalismo progresista, laicista y aconfesional.

Es un político mundano que no se toma en serio la obligación de construir el Reino de Dios sino más bien el del Diablo. Tiene los brazos bien abiertos para abrazar todos los impíos slóganes del mundo y cruzados a cal y canto para la promoción y extensión del Reino de Dios.

Pero le va a costar votos ese desprecio a la cultura tradicional política católica. El lo sabe y busca otros caladeros en el protestantismo.
8/10/13 1:27 PM
David
Pepito, estoy de acuerdo en que un católico metido a política debe ser coherente con su fe y debe luchar para que haya leyes mejores. Eso no es discutible.
Pero hablamos de confesionalidad de los estados, y la cita que he dado de Juan Pablo II es clara.
8/10/13 1:50 PM
Pepito
David:

Es verdad que Juan Pablo II dijo que la Iglesia en las relaciones con los poderes públicos no pide volver a formas de Estado confesional.

Pero tal cosa la dice a la vista de como está de relajado el patio político católico, como una tolerancia del mal menor, porque de no tolerar la no confesionalidad de los Estados no tendría la Iglesia relaciones con casi ninguno, excepción del mismo Vaticano y Malta.

Pero eso no quiere decir que Juan Pablo II, de felicísima memoria, considere que es en sí mismo deseable y bueno que un Estado no sea confesional, sino que simplemente lo tolera para evitar males mayores.

No confundamos lo que es la tolerancia al mal, para impedir mayores males, con lo que es el bien deseable y exigible para un Estado en que la inmensa mayoría son ciudadanos bautizados católicos.

Una cosa es no exigir el bien deseable y posible, tolerando el mal menor, y otra declarar obsoleto y sin vigencia ese bien deseable y posible, como lo es sin duda la confesionalidad del Estado en el cual la mayoría son católicos.
8/10/13 1:51 PM
Mariano
David, te contradices diciendo que quieres que arraigue el catolicismo en España y burlándote de que había casi media España en misa durante casi 40 años. No convences porque te contradices.

Si estuviéramos en esos años de confesionalidad Ruiz-Gallardón estaría oyendo misa diaria y las cosas funcionarían, pero burlándote de lo sagrado ¿qué más quieres que te escuchemos? Es posible que prefieras otro premio protestante antes de honrar a Dios como merece.
8/10/13 3:33 PM
David
Mariano, no me burlo de nadie. Eres tú el que dices que a pesar de la confesionalidad del estado durante el franquismo, más de la mitad de los españoles no iban a Misa.

Es decir, ni siquiera con las mejores condiciones a favor había más de la mitad de españoles que se tomaran en serio su fe. ¿De qué habláis entonces? ¿a quién pretendéis engañar?

La España católica de Franco ha parido y educado una generación de apóstatas. ¿Y creéis que eso se soluciona volviendo a la confesionalidad? Cuánta nostalgia ingenua.

Pepito, Juan Pablo II no habló nunca de la aconfesionalidad como mal menor. No se invente lo que no dijo.

Ustedes piden lo que la Iglesia no pide.
8/10/13 3:45 PM
Mariano
David, yo no pido volver a la confesionalidad sino que es tu interpretación equivocada, tampoco me opongo como tú haces, pero constato que con confesionalidad en España había muchas cosas que eran mejor que ahora en que se legisla para minorías o para contentar a los del club de Bilderberg o a gusto de los masones.
8/10/13 4:01 PM
Mariano
David escribió: "¿Que no duró mucho más? 40 años de franquismo con media España en Misa, ¿y todavía te parece que duró poco?". Si esto no es una burla ¿qué es? ¿un canto a que no oigamos misa? Por esto te contradices, al decir que quieres que arraigue el catolicismo pero rechazando oír misa para casi media España durante largo tiempo.

Además, aunque hubiera un estado confesional no se obligaba a nadie a oír misa, ni oír misa es el único medio para medir la fe de un pueblo aunque algo dice.
8/10/13 5:36 PM
David
Si digo que no se gana el alma de un pueblo desde el estado, sino desde el púlpito, ¿cómo voy a hacer un canto a que no se oiga misa?

La España de Franco era espiritualmente mucho más sana que la actual. Pero Franco está muerto y no va a resucitar. Debemos mirar hacia adelante y evangelizar desde nuestra realidad actual. Debemos ser confesionales en nuestras vidas, en nuestro trabajo, en nuestras familia. Mientras la mayoría no lo sea, no podemos pretender que esa confesionalidad alcance las leyes. La casa se empieza por los cimientos, no por el tejado.
8/10/13 7:02 PM
Mariano
Premiar la defensa del pluralismo religioso es como reconocer que se premia incluso a los que defienden mentiras, porque no puede haber dos o más religiones distintas verdaderas.
8/10/13 7:54 PM
Mariano
Lo de que Franco no va a resucitar no es lo que enseñó Nuestro Señor Jesucristo. ¿Te parece poco cimiento que haya un 70% que se reconocen católicos de corazón? ¿Cuántos tenían que ser, el 120% para hacer leyes que no ofendiesen a la mayoría católica?
8/10/13 8:02 PM
Pepito
David:

Dices muy bien que "debemos ser confesionales en nuestras vidas, en nuestro trabajo, en nuestras familias. Mientras la mayoría no lo sea no podemos pretender que esa confesionalidad alcance a las leyes."

Claro que sí, pero hay también que trabajar desde la política católica a conformar esa mayoría que acepte la confesionalidad estatal. La confesionalidad que propongo no es algo impuesto unilateralmente desde el poder, sino algo propuesto por el político y que la mayoría acepta democráticamente.

Es claro que si no hay políticos que propongan la confesionalidad, ésta no se va a instaurar por generación espontánea por muy virtuosos que sean los ciudadanos, sino que es preciso una acción política explícita que de acuerdo y recogiendo el deseo de los ciudadanos la instaure.

Por otra parte no sólo debemos ser confesionales en nuestras vidas personales, trabajo y familia, sino también en cuanto ciudadanos y sujetos componentes de la sociedad. También en nuestra dimensión pública o política debemos ser confesionales y no sólo en el ámbito privado personal, laboral o familiar.

La confesionalidad política es la proclamación pública y explícitada en la Constitución de que Dios y el respeto a su Ley es el fundamento indispensable de toda política que sea verdaderamente justa y al servicio del hombre.

En resumen, un católico debe proclamar sin tapujos ni complejos que sin Dios y el respeto a las Leyes divinas no hay verdera política y explicitarlo en la Constituci
8/10/13 11:59 PM
Pepito
David:

Además la confesionalidad en política es una clara consecuencia del Evangelio.

Cristo nos dice que "A quien no me confesare ante los hombres, tampoco le confesaré Yo ante Mi Padre celestial." Por tanto tenemos obligación grave de confesar a Cristo.

También nos dice "Que sin Mi no podeís hacer nada."Por tanto sin Cristo no podemos hacer nada que sea verdaderamente bueno ni justo, es decir, tampoco podemos hacer una verdadera y justa política.

De ambas verdades evangélicas se sigue como consecuencia inevitable que estamos obligados a confesar ante los demás, ante los hombres, que sin Cristo no podemos hacer una política que sea verdaderamente buena y justa.

Por tanto, no hace falta que ningún Papa nos diga explícitamente que tenemos que ser confesionales en política, pues nos lo dice el mismo Cristo en el Evangelio.
______

Además es evidente que no puede haber verdadera política sin la virtud cardinal de la Justicia. ¿De que valdría una política sin justicia? De nada, pues como dice San Agustín, "si se quita la justicia la sociedad no es más que una banda de malhechores."

Como la virtud de la justicia no la podemos adquirir ni practicar sin la Gracia de Dios, como el resto de las demás virtudes, pues resulta que no puede haber política verdadera ni justa sin la Gracia de Dios.

En resumen, no puede haber verdadera política sin justicia; no puede haber justicia sin la Gracia de Dios; luego no puede haber verdadera política sin Dios, es decir, sin S
9/10/13 11:38 AM
David
Quien se reconoce como católico y no actúa como católico es peor que el que no se reconoce como católico porque no lo es.

¿A quién votan los que según tú se sienten ofendidos por esas leyes? Votan a quienes las aprueban y a quienes las mantienen.

Ya sé que Franco resucitará cuando Cristo regrese. Pero no ahora.
9/10/13 11:53 AM
Mariano
David, yo creo que es un deber reconocer a Cristo y no avergonzarse de Él aunque tengamos que pedir perdón por nuestros pecados, que no reconocer a Cristo, no pedir perdón y tener otros pecados.

El voto es secreto y personal, no sé qué hacen los católicos, pero yo me lo estoy pensando muy seriamente que no se puede seguir votando a engañabobos... y no digo que los católicos son bobos sino que no tienen que llegar a serlo.
9/10/13 1:54 PM
Mariano
Pepito, la confesión que pide Jesús a su favor es personal de todo hombre ante los hombres, ante el estado y ante cualquier persona o cosa, no sé por esto si el estado tiene que ser confesional porque no es "quién", no es persona que deba rendir cuentas ante Dios en el juicio final, aunque sí tenga que rendir cuentas ante los ciudadanos y sus representantes.

Pero sí tendremos que rendir cuentas todas las personas ya sirvamos al estado o no, y si individualmente nos avergonzaramos de Jesús en nuestra vida ante otros, Él se avergonzaría individualmente de cada uno de nosotros ante el Padre y los ángeles del cielo incluso en el momento decisivo del juicio final.

La justicia de Dios, basada en el amor a Dios y al prójimo, es necesaria para que la sociedad y el estado no sea una cueva de malhechores. Además de San Agustín, recuerdo que Benedicto XVI se refirió a ello en su magisterio ordinario.
9/10/13 2:21 PM
Pepito
Mariano:

Cierto que el Estado no es una persona individual o física, pero si es una persona moral y jurídica en la cual se expresa, en el caso del Estado democrático, la voluntad de la mayoría de los ciudadanos.

Por tanto, si el Estado en la Constitución no confiesa a Dios y el respeto a la Ley divina como su fundamento, es que la mayoría de los ciudadanos no tienen esa voluntad de confesar a Dios, y por tanto son éstos ciudadanos cristianos particulares los que fallan en su deber de confesar a Dios en política y serán éstos los que tengan que responder ante Dios de su aconfesionalidad política.

En resumen, no será el Estado no confesional el que tenga que responder ante Dios, sino los ciudadanos católicos particulares que incumplieron el deber de hacer un Estado confesional.

La responsabilidad ante Dios por no ser Estado confesional recae directamente sobre los ciudadanos cristianos, por no tener éstos voluntad de hacer que el Estado sea confesional y que así conste en la Constitución.

La responsabilidad ante Dios recae también, aunque indirectamente, sobre el mismo Estado como ente moral jurídico o como grupo compuesto por una multitud de seres humanos, ya que esa multitud como tal tiene en común la mala voluntad de todos, o de una gran mayoría de sus individúos, de no hacer la obligada confesión de Dios como fundamento de la verdadera política, la cual para un católico no puede fundamentarse más que en Dios, ya que sin Gracia de Dios no hay virtud de la ju
11/10/13 1:14 AM
Pepito
En resumen:

No puede haber verdadera política sin la virtud de la justicia. No puede haber verdadera virtud de la justicia sin Dios. Luego, no puede haber verdadera política sin Dios.

La política y Dios están intimamente conectados por la virtud cardinal de la justicia, la cual sólo es posible adquirirla y practicarla por la Gracia de Dios.

Solamente aquellos que tengan un concepto pelagiano de la justicia pueden osar afirmar que la política pueda hacerse sin necesidad de Dios.

Un cristiano coherente debe de confesar esta necesidad imprescindible que tiene la política de Dios, fuente de toda verdadera justicia, y por tanto un católico debe ser confesional en política. Lo demás es mero pelagianismo puro y duro.

Satanás engaña a los políticos y a muchos ciudadanos haciéndoles pensar que el hombre se basta a sí mismo, con sus meras fuerzas naturales, para ser justo.
11/10/13 7:13 PM
Mariano
Gracias, Pepito, me convence tu argumentación.
11/10/13 9:38 PM

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