Ahora resulta que nadie es culpable

Cardenal Cipriani: «Si quitas la verdad, la justicia y la honradez, entonces el Estado se convierte en una banda de bandidos».

El primado de la Iglesia Católica en Perú, Juan Luis Cipriani, lamentó este sábado que el Congreso «haya dado una pésima imagen de respeto al pueblo y la verdad» por la forma cómo se eligió a los miembros del Tribunal Constitucional y al Defensor del Pueblo y después la forma cómo los elegidos dieron un paso a un lado ante la presión de la sociedad civil.

(RPP/InfoCatólica) «Pido unidad ante la verdad. Tenemos que poner delante de los intereses particulares, el contenido de valores. Se supone que el Tribunal Constitucional debe ser el referente y el suplemento del derecho en el país; y no lo es», expresó el cardenal Cipriani en el programa «Diálogos de Fe».

Añadió que las palabras del papa Benedicto vienen como anillo al dedo: Cuando al gran rey Salomón le preguntaron lo que más quería para gobernar bien, él dijo «Denme un corazón dócil para saber juzgar al pueblo y distinguir entre el bien y el mal. No me den una habilidad de negociación o astucia. Denme un corazón para que pueda juzgar y saber qué quiere el pueblo al que represento y distinguir entre lo que está bien o está mal».

«Una tarea difícil para los políticos de hoy en día. El criterio más importante de un político no debe ser material o de lucirse y buscar el capricho», enfatizó.

Cipriani resaltó una frase de San Agustín en el siglo cuatro: «El éxito, el poder y el capricho personal pueden seducir y desvirtúan el derecho y destruyen la justicia, pero si quitas el derecho, qué es lo que distingue al Estado de una gran banda de bandidos».

«Si quitas la verdad, la justicia y la honradez, entonces el Estado se convierte en una banda de bandidos».

«No seamos ilusos. Es difícil llegar a acuerdos en temas sensibles. Si no estamos de acuerdo en que la vida humana del recién concebido es un bien intangible bajo cualquier condición. Si no estamos de acuerdo con las bodas entre el mismo género, entonces se está yendo contra las bases. Si no estamos de acuerdo en eson entonces porqué nos extraña que se elija a tal o cual persona», se preguntó.

Hace meses que han sido presentados los candidatos para esos cargos y ahora resulta que nadie es culpable, puntualizó.

5 comentarios

Gilda Clarissa
Me siento orgullosa de leer eso
21/07/13 6:45 PM
Pepito
Remota iusticia, qui sunt regna sine magna latrocinia?

Quitada la justicia, ¿qué son los reinos sino grandes latrocinios o bandas de malhechores?

San Agustín no se andaba con rodeos ni paños calientes. Al pan pan y al vino vino. !San Agustín bendito, vuelve, y mete en cintura a estos políticos católicos tan ajenos a la verdadera justicia¡
21/07/13 11:23 PM
José Alberto.
Son palabras que han dado en el clavo. El hombre y la mujer, por el pecado original, tenemos tendencias a los vicios y malos instintos, pero sabemos distinguir entre el bien y el mal.¿Porqué fallamos, entonces?. Pues por la falta de oración con Dios, por no hacer exámen de conciencia diario, por no ser generosos con el prójimo, por el egoismo personal, por el afán de poder para dominar a los demás....Si nos examináramos de lo malo que hacemos más a menudo, seguro que cambiaríamos a mejor. Esto, tambien vale para los políticos. Por eso es tan importante, la hora de votar.
Cuando por no hacer el bien sentimos un vacío, el mal, el demonio, llena ese vacío con la perversión y la maldad.
Ya lo dijo Jesucristo, Venid a mí, los cansados y agobiados y yo os aliviaré, porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera. Aprendamos de El.
22/07/13 8:53 AM
Manolo.
Mandar es servir. No es aprovecharse del poder para imponer a la sociedad leyes inícuas e inmorales, como aborto,divorcio,divorcio exprés, el mal llamado "matrimonio homosexual", porque eso es una unión de hecho, pero nunca unMatrimonio. Ese poder salido de las urnas, si se convierte en una tiranía como la de Hitler o Stálin, hay que acabar con ella cuanto antes, por supuesto por medios pacíficos y no por medios violentos y revoltosos, como quieren hacer otros pajarracos.
22/07/13 2:04 PM
Luis.
Estoy totalmente de acuerdo con el comentario que hace del artículo, José Alberto.
Esta sociedad, desnortada y materialista, que aspira a lo fácil, con el menor esfuerzo posible, es presa fácil para el demonio y a la menor dificultad sucumbe a sus vicios y estrategias.Por eso la oración frecuente y los sacramentos, son la mayor defensa contra el mal. ¿Y de los pecados capitales, nadie se acuerda? Repásemoslos: Son siete. Soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Pues bien: Contra estos pecados, hay siete virtudes que nos pueden ayudar mucho, y son éstas: Contra soberbia, Humildad. Contra avaricia, Generosidad. Contra lujuria, Castidad. Contra ira, Paciencia. Contra gula, Templanza, Contra envidia, Caridad y Contra pereza, Diligencia. Esto aprendimos en el Catecismo, entre otras muchas más cosas y que podemos aplicarlas hoy en dia, más que nunca, pues siguen en vigor y parece que las hemos olvidado. Hay muchas mas virtudes, por supuesto, como por ejemplo, La cercanía al necesitado, la solidaridad, el buen ejemplo, la sinceridad, la simpatía, la alegría, la sonrisa,etc,etc.Practiquémoslas con frecuencia y nos ayudarán mucho en nuestra vida de piedad.
14/08/13 6:58 PM

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