Centralidad de Cristo, autoridad como servicio, unidad con la Iglesia

El Papa a las religiosas: La consagrada es madre y no «solterona»

Ofrecemos el texto completo del discurso del Papa Francisco a la UISG (Unión internacional de superioras generales) que han estado reunidas en Roma para celebrar su vigésimo novena Asamblea plenaria que en esta ocasión ha tenido como eje central el texto del evangélico «que lideren como siervos y no como amos», bajo el tema «El servicio de la autoridad según el Evangelio». Ha reunido a 800 superioras generales provenientes de 75 países en representación de setecientas mil religiosas de todo el mundo.

¡Queridas hermanas!

Estoy muy contento de encontraros hoy y deseo saludar a cada una de vosotras, agradeciéndoos por lo que hacéis para que la vida consagrada sea siempre una luz en el camino de la Iglesia. Queridas hermanas, antes que nada agradezco al querido hermano cardenal João Braz de Aviz, por las palabras que me ha dirigido y también me complace la presencia del Secretario de las Congregaciones. El tema de vuestro congreso me parece particularmente importante para el deber que se os ha confiado: «El servicio de la autoridad según el Evangelio». A la luz de esta expresión quisiera proponeros tres sencillos pensamientos, que dejo a vuestra profundización personal y comunitaria.

1. Jesús, en la Última Cena, se dirige a los Apóstoles con estas palabras: «No me habéis elegido a mí, yo os he elegido a vosotros» (Jn 15, 16), que nos recuerdan a todos, no solo a los sacerdotes, que la vocación es siempre una iniciativa de Dios. Es Cristo el que os ha llamado a seguirlo en la vida consagrada y esto significa realizar continuamente un «éxodo» de vosotras mismas para centrar vuestra existencia en Cristo y en su Evangelio, en la voluntad de Dios, despojándoos de vuestros proyectos, para poder decir con San Pablo: «No soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí» (Gal 2,20). Este «éxodo» de uno mismo es ponerse en un camino de adoración y de servicio. Un éxodo que nos lleva a un camino de adoración del Señor y de servicio a Él en los hermanos y hermanas. Adorar y servir: dos actitudes que no se pueden separar, sino que deben ir siempre unidas. Adorar al Señor es servir a los demás, no teniendo nada para sí: esto es el «despojarse» de quien ejercita la autoridad. Vivid y recordad siempre la centralidad de Cristo, la identidad evangélica de la vida consagrada. Ayudad a vuestras comunidades a vivir el «éxodo» de uno mismo en un camino de adoración y de servicio, sobre todo a través de los tres pilares de vuestra existencia.

La obediencia como escucha de la voluntad de Dios, en la moción interior del Espíritu Santo autentificada por la Iglesia, aceptando que la obediencia pasa también a través de las mediaciones humanas. Recordad que la relación entre la autoridad y la obediencia se coloca en el contexto más amplio del misterio de la Iglesia y constituya una particular actuación de su función mediadora (cfr. Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, El servicio de la autoridad y de la obediencia, 12).

La pobreza como superación de todo egoísmo en la lógica del Evangelio que enseña a confiar en la Providencia de Dios. Pobreza como indicación a toda la Iglesia de que no somos nosotros quienes construimos el Reino de Dios, no son los medios humanos los que hacen crecer, sino que es en primer lugar el poder, la gracia del Señor, que actúa a través de nuestra debilidad. «Te basta mi gracia; la fuerza de hecho se manifiesta plenamente en la debilidad», afirma el Apóstol de los gentiles (2Cor12,9). Pobreza que enseña la solidaridad, el compartir y la caridad, y que se expresa también en una sobriedad y gozo de lo esencial para poner en guardia contra los ídolos materiales que ofuscan el sentido auténtico de la vida. Pobreza que se aprende con los humildes, los pobres, los enfermos y todos aquellos que están en las periferias existenciales de la vida. La pobreza teórica no nos sirve. La pobreza se aprende tocando la carne de Cristo pobre, en los humildes, en los pobres, en los enfermos, en los niños.

Y después la castidad como carisma precioso, que engrandece la libertad del don a Dios y a los demás, con la ternura, la misericordia, la cercanía de Cristo. La castidad por el Reino de los Cielos muestra cómo la afectividad tiene su lugar en una libertad madura y se convierte en un signo del mundo futuro, para hacer resplandecer siempre la primacía de Dios. Pero por favor, una castidad «fecunda», una castidad que engendre hijos espirituales en la Iglesia. La consagrada es madre, debe ser madre y no «solterona» Perdonadme si hablo así pero es importante esta maternidad en la vida consagrada, esta fecundidad. Que esta alegría de la fecundidad espiritual anime vuestra existencia: sed madres, como figura de María Madre y de la Iglesia Madre. No se puede entender a María sin su maternidad, no se puede entender a la Iglesia sin su maternidad, y vosotras sois iconos de María y de la Iglesia.

2. Un segundo elemento que quisiera subrayar en el ejercicio de la autoridad es el servicio: no debemos olvidar nunca que el verdadero poder a cualquier nivel es el servicio, que tiene su culmen luminoso en la Cruz. Benedicto XVI, con gran sabiduría, recordó muchas veces a la Iglesia que si para el hombre, a menudo, la autoridad es sinónimo de posesión, de dominio, de éxito, para Dios autoridad es siempre sinónimo de servicio, de humildad, de amor; significa entrar en la lógica de Jesús que se inclina a lavar los pies a los Apóstoles (cfr Angelus, 29 enero 2012), y que dice a sus discípulos: «Sabéis que los que gobiernan las naciones las dominan… no sea así entre vosotros; - precisamente el lema de vuestra asamblea, ¿no? ‘que no sea así entre vosotros’- sino que quien quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y quien quiera ser el primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo» (Mt 20,25-27). Pensemos en el daño que acarrean al Pueblo de Dios los hombres y mujeres de la Iglesia que quieren hacer carrera, subir, que «usan» al pueblo a la Iglesia, a los hermanos y hermanas- aquellos a quienes deberían servir -, como trampolín para sus propios intereses y las ambiciones personales. Estos hacen un daño grande a la Iglesia.

Que sepáis ejercer siempre la autoridad acompañando, comprendiendo, ayudando, amando; abrazando a todos y todas, especialmente a las personas que se sienten solas, excluidas, áridas, las periferias existenciales del corazón humano. Tengamos la mirada dirigida a la Cruz: allí se coloca toda autoridad en la Iglesia, donde Aquel que es el Señor se hace siervo hasta la entrega total de sí.

3. Finalmente, la eclesialidad como una de las dimensiones constitutivas de la vida consagrada, dimensión que debe ser constantemente retomada y profundizada en la vida. Vuestra vocación es un carisma fundamental para el camino de la Iglesia, y no es posible que una consagrada o un consagrado no «sientan» con la Iglesia. Un «sentir» con la Iglesia, que nos ha engendrado en el Bautismo: un «sentir» con la Iglesia que encuentra su expresión filial en la fidelidad al Magisterio, en la comunión con los Pastores y el Sucesor de Pedro, Obispo de Roma, signo visible de la unidad. El anuncio y el testimonio del Evangelio, para cada cristiano, nunca son un acto aislado. Esto es importante, el anuncio y el testimonio del Evangelio para cada cristiano nunca son un acto aislado o de grupo, y ningún evangelizador actúa, como recordaba muy bien Pablo VI, «en base a una inspiración personal, sino en unión con la misión de la Iglesia y en nombre de ella» (Exhort. ap. Evangelii nuntiandi, 80). Y proseguía Pablo VI: Es una dicotomía absurda pensar en vivir con Jesús sin la Iglesia, seguir a Jesús fuera de la Iglesia, amar a Jesús sin amar a la Iglesia (cfr ibid., 16). Sentid la responsabilidad que tenéis de cuidar la formación de vuestros institutos en la sana doctrina de la Iglesia, en el amor a la Iglesia, y en el espíritu eclesial.

En resumen, centralidad de Cristo y de su Evangelio, autoridad como servicio de amor, «sentir» en y con la Madre Iglesia: tres indicaciones que deseo dejaros, a las que uno una vez más mi gratitud por vuestra obra no siempre fácil. ¿Qué sería de la Iglesia sin vosotras? ¡Le faltaría maternidad, afecto, ternura! Intuición de Madre.

Queridas hermanas, estad seguras de que os sigo con afecto. Rezo por vosotras, pero vosotras también rezad por mí. Saludad a vuestras comunidades de mi parte, sobre todo a las hermanas enfermas y a las jóvenes, A todas va mi aliento a seguir con parresia y con gozo el Evangelio de Cristo. Sed alegres, porque es bonito seguir a Jesús, es hermoso convertirse en icono viviente de la Virgen y de nuestra Santa Madre Iglesia jerárquica. Gracias.

28 comentarios

guillermo
Qué admirable es siempre Francisco insistiendo cada vez en llenar de contenido real las grandes palabras y no como resultado de un supuesto déficit teórico, " en abstracto sólo piensan los primitivos", afirmaba alguien.Madre, hermana, hermano , joven , anciano, pastor...palabras que en mundo cada vez más desnaturalizado van dejando de significar nada. Ya antes de que se plantearan en los laboratorios de la genética los papás y mamás que no son ni lo uno ni lo otro ya habían perdido vigencia en la vida cotidiana.Sólo han venido a llenar ese vacío , atestiguando una verdadera quiebra civilizatoria , me parece .Bienvenida sea esta vuelta la gracia de lo concreto.
8/05/13 8:54 PM
Diego José de Argentina
Excelente. Como siempre Bergoglio es corto, profundo e incisivo. Los que lo conocemos de antes no descubrimos nada nuevo en él, sino solamente su autoridad de Obispo de Roma. Los religiosos varones también debemos agradecer una enseñanza así para todos nosotros. Gracias a Dios porque a cada momento da a su Iglesia el Papa que necesita y es el más apropiado.
8/05/13 9:08 PM
Tony de New York
Genial!!
8/05/13 9:51 PM
Gregory
Debe vivir su consagración para ser Madre el papa Francisco dice cosas muy grandes usando frases muy sencillas. Dios lo bendiga
8/05/13 11:02 PM
Nova
La verdad es que, ya que Su Santidad cita a los "solterones" tampoco estaría de más que la Iglesia, en algún momento, dirigiera unas palabras a los que sí son solteros. Pues la vida del soltero católico puede ser más fácil en algunas cosas y más complicada en otras. Muy pocas veces se hace referencia a ellos, sobre todo si se compara con las enseñanzas dirigidas a los religiosos y a los matrimonios. Pero ahí están y también son la Iglesia.
8/05/13 11:09 PM
nadanuevobajoelsol
Nada nuevo bajo el sol: que sean pobres, castas, obedientes y fieles a la Iglesia. Pues vaya mensaje! ¿Alguien esperaría que les dijera algo diferente a eso? Evidentemente, no. Nada nuevo bajo el sol. Tachar de genial algo vulgar y corriente, no lo acabo de comprender. Lo único que añade este Papa es su manera de ser, sencilla, directa, paternal. Por lo demás... como digo, nada más allá de lo esperable. Por eso, quizá, este discurso me deja un sabor de boca escaso. Esperaba más de su discurso a las religiosas, la verdad.
8/05/13 11:12 PM
Tito España
Excelente resumen, en léxico actual, de la vieja doctrina de la Iglesia sobre lo que es la vida religiosa o consagrada como ahora gusta decir.
Los votos: pobreza, castidad y obediencia; entrega total a Dios y a los hermanos. Definitivo y excelente. ¡Y decían que venía a cambiar las cosas!
Cambia la forma de hablar, pero diciendo lo mismo.
Gracias Jesús por este Pedro.---
8/05/13 11:14 PM
Enrique G. B. A.
"¿Qué sería de la Iglesia sin vosotras? ¡Le faltaría maternidad, afecto, ternura! Intuición de Madre..."

Qué hubiera sido de la Iglesia, sin el Si de María, sin las mujeres al pié de la Cruz, y sin ellas como los primeros testigos de la resurrección.
9/05/13 12:04 AM
Isabel
Un pequeño detalle lingüístico que dice mucho en realidad:
en mi colegio cuando empecé parvulitos, las monjitas con su hábito impoluto, con su toca y velo (o como se llame lo que asoma) blanco, con su cara atemporal..eran la Madre Mª Teresa, Mª del Carmen, Mª Dolores....

Según fueron pasando los años,se pasó a variopintas faldas marrones-gris-indefinibles..y pasaron a querer que las llamáramos Hermana Mª Teresa, hermana Carmen, hermana Dolores...

Cuando acabé el bachiller, ya de solo pelos ralos o mal cortados a rizos más cuidados.. y eran simplemente Tere, Carmen, Lola, sin hábito, ni toca, ni cruz visible, ni..

Algunas resistieron (mi tía entre ellas), a mí siempre me ha confortado más dirigirme a alguien que no se avergënza de lo que es y como tal siempre las he seguido llamando "madres" , y ayudándome su anillo y su cruz a tener presente que son esposas de Cristo para tratarlas con respeto y afecto,
9/05/13 2:12 AM
Silvia
Me parece muy bueno su mensaje,y que hable con la sencillez de San Francisco de Asis. No hace falta que diga algo creativo sino cohrente y que lo exprese de una manera creativa, con vocabulario sencillo a pesar de los profundos conocimientos que posee en Teología, Filosofía Psicología y Sociología. GENIAL
9/05/13 2:23 AM
Yolanda
Llevo un buen trato partiéndome de risa con el comentario de Isabel. Mi experiencia en el cole fue más o menos así.

Quizá otros matices:


Primero tenían nobres más o menos así:

Madre María de los Ángeles, Madre Dulce Nombre de María; incluso Madre Gabriela del Santísimo Sacramento ...

Luego pasaron a Madre Teresa, Madre Mª José, Madre Verónica (las mías siempre se llamaron madres)

En mi adolescencia ya se llamaban Marijose, Verónica, etc En los recreos saltaban a pídola con las niñas, en clase de reli hablaban de sexo y a los Ejercicios Espirituales anuales se les llamaba convivencias... ¡y qué convivencias!

Algunas de ellas aún viven, tras muchos cambios en sus vidas personales que es mejor no comentar; y son, sin más, ancianas solteronas.
9/05/13 9:54 AM
Javivi
Que dice la Forcades que es indignante, que cómo osa el Papa hablar de madres y de solteronas en vez de hablar de "madres-padres" y "solteronas-solterones".
9/05/13 11:20 AM
Fernando
Nova tiene toda la razón. Sólo faltaba ya que el Papa hable despectivamente de los solteros. Benedicto XVI nunca hubiera dicho ésto.
9/05/13 11:39 AM
Norberto
Soltero/a ≠ solterón/ona. Eso lo sabe cualquiera. Sin enredar, porfa.
9/05/13 12:46 PM
Pedro Pablo
En la sana doctrina de la Iglesia, no existe el soltero como vocación(el solterón o solterona es aquél que vive para sí mismo a su antojo); sin embargo, el célibe es aquél soltero entregado a las cosas del Señor y al servicio de los demás sin ser consagrados mediante votos religiosos, sino mediante una auténtica vida cristiana en su día a día; y de esos hay muchos.
También es lamentable que muchas órdenes o congregaciones se hayan quitado el hábito bajo la falsa excusa de acercarse a la gente. La gente lo que necesita es ver sacerdotes y religiosos(as)convencidos del amor de Dios.
A mí me edifica mucho ver a sacerdotes y a monjas con su idumentaria religiosa y no las fealdades que se ven por ahí (es cierto que el hábito no hace al monje, pero ayuda).
Yolanda, hacía tiempo que no te veía por estos barrios, pero no has cambiado en nada, sigues siendo la misma; la misma llena... que pena.
9/05/13 1:13 PM
Gloria
Bueno, esperen un poco, ya les llegará el turno a los consagradOs solterones, que también...

Este Papa no los olvidará, seguro que no. Lo dirá cuando sea oportuno.
9/05/13 1:19 PM
Sin histerias
¿Por qué se ofuscan ustedes? El papa no se ha burlado de las solteras sino que ha llamado la atención a las solteronas. Como dice Norberto, Soltero/a ≠ solterón/ona. Eso lo sabe cualquiera. Pero si hay consagradas que son más solteronas amargadas y soberbias que vírgenes cristianas, ¿no hace bien en llamarles la atención para qué no desvirtúen ante el mundo el sentido de la consagración cristiana? ¿No había en la parábola vírgenes prudentes y vírgenes necias? Jesús recriminaba a las necias.
9/05/13 2:17 PM
mercedes
le doy la razon a nova. no me parece oportuno la palabra solterona.hay mujeres, por lo menos en el mundo de hoy, que viven soltera porque es su estilo,tienen su trabajo, su libertad,hacen mucho bien a la sociedad,un estilo de vivir como otro cualquiera.la iglesia tiene que cambiar su lenguaje.voy a decir mi experiencia propia.fui religiosa,de esa época prefiero no hablar.luego me quedé soltera por voluntad propia.he tenido mi trabajo, mi libertad. he conocido la miseria y la pobreza, he visto sufrir a las gentes, creo que he hecho mas el bien a los demas que cuando estaba en la vida religiosa.la iglesia no puede usar el lenguaje de los años 40 del siglo pasado.yo pido a dios porque la iglsia cambie. rezo por la iglesia de jesucristo.
9/05/13 7:13 PM
Camino
Ah, pero Mercedes, tú no estás hablando de una vida de "solterona", sino de soltera entregada según el plan de Dios para ella. Me repito, pero en el mensaje del Concilio a las Mujeres "hay amor y trabajo para todas"; también la vocación de la mujer soltera es reconocida y apreciada en Catecismo, 1658 y 2231; o en la Mulieris Dignitatem, la esponsalidad y la maternidad a que toda mujer es llamada y la peculiar vocación de quien no se enquista en un "no", sino que se entrega con un "sí" a Cristo, que por ella -por la Iglesia- se entregó primero y a quienes Cristo le entrega como hijos. Claro que el Papa hace muy bien aplicando los conceptos generales a las religiosas a quienes estaba hablando ayer. Y que se apliquen el cuento no sólo ellas, sino tantos varones, capellanes, letrados, que tan malísimamente les han guiado-desviado. Si Santa Teresa viviera, un aplauso habría dado a Papa Francisco
9/05/13 9:26 PM
Josafat
Soy soltero y verdaderamente no entiendo las quejas que se han puesto en relacion con que si la Iglesia nos trata de una manera u otra.

Somos lo que somos, y por cierto mejor no dársela de héroe, ser soltero no te hace ser mala persona pero es el camino mas cómodo (yo lo he elegido porque nunca me ha apetecido comprometerme) y me parece bien que nos aplaudan.

Hay gente mucho mas heroica que de tanto en tanto necesita su palmadita.
9/05/13 10:28 PM
Nova
La verdad es que yo no me he quejado de que el Papa haya usado la palabra "solteronas", pues entiendo a qué se refiere el Santo Padre (aunque la comparación tampoco me parece afortunada al cien por cien, pero vamos, no creo que tenga demasiada importancia). Lo que yo he dicho, a raíz de este asunto, es que convendría que hubiera una pastoral en la Iglesia que se centrara algo en los solteros.

Pedro Pablo,

¿No existe el soltero como vocación? Tal vez sí, tal vez no. Yo creo que la Voluntad de Dios para una persona puede ser que sea soltera y también desde la soltería se puede servir a Dios. ¿O es que, acaso, hay obligación de casarse o hacerse cura o irse a un convento? No es así. Y casarse por casarse, sin dar realmente con la persona adecuada para ello, es un tremendo error, que puede tener consecuencias muy serias.

Por cierto, los solteros deben vivir en completa castidad, mientras no contraigan matrimonio. No son célibes, pero deben vivir la castidad igualmente. Y lo normal es que sientan más la soledad. La soltería también tiene su cruz, así es que ojo con eso.
9/05/13 11:05 PM
Josafat
Me refería que me parece muy bien que NO nos aplaudan.

Me he comido el adverbio.
10/05/13 12:25 AM
angela
Excelente la exposición del Santo Padre, creo que más que detenernos en una palabra (solterona ), como religiosas debemos detenernos más en el contenido general que es un llamado a reveer y vivir con mayor intensidad nuestra consagración. gracias p. francisco.
10/05/13 3:52 PM
evelin
gRACIAS SANTO pADRE, POR DARNOS TUS EJEMPLOS, PORQ NO NANDAS A TUS SACERDOTES NI RELIGIOSAS, SINo QUE VAS TU MISMO. gRACIAS POR ANIMARNOS, POR ALENTARNOS. DIOS TE CUIDE SIEMPRE Y MI HUMILDE ORACIÓN TE ACOMPAÑA. dRACIAS
13/05/13 3:49 PM
marianela
Por favor!! no confundamos a nadie. Las palabras del Papa Francisco es tan clara y sencilla como es él, no se debe sacar de contexto, más bien interpretar en que sentido lo dice.Recemos siempre por él!!!
20/03/14 4:12 PM
Luisa Fidelia Mendoza
Doy gracias a Dios por darnos un pastor tan sencillo claro, concreto y corto en sus mensajes que despierta interés y ganas de seguir paso a paso sus mensajes. Gracias Papa Francisco.
16-05-2014
16/05/14 11:35 PM
mayela
buenisimo
11/07/14 2:10 AM
Caludio
Sencillamente Oremos porque el Papa Francisco tenga la Luz del Espiritu Santo para hablar con mayor asertividad, que el lenguaje utilizado no discrimine ni ofenda a las personas.
Solterona no es un termino apropiado para los solteros.
En varias ocasiones ha utilizado palabras o frases inapropiadas que dan pie a interpretaciones erróneas, en caso de que no fuese su intensión ofender.
3/07/16 6:14 AM

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