(Efe) La formación propone instar al Gobierno central a revisar los acuerdos vigentes con la Santa Sede sobre exención de impuestos como el IBI, ya que considera que el Ayuntamiento de la capital gallega “deja de tributar por una base imponible de 37,4 millones de euros cada año” de esos bienes.
El portavoz del BNG en Compostela, Rubén Cela, señala que el plan de ajuste adoptado por el Ayuntamiento para obtener un crédito a largo plazo y pagar sus deudas a proveedores, prevé un incremento del IBI por el que a partir de 2012 debe recaudar 1,9 millones de euros más anuales hasta alcanzar 9,4 millones en 2018.
“Esos recursos saldrán del bolsillo de los vecinos que verán todos los años aumentado sustancialmente el recibo que pagan en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles”, según Cela, que considera “obsoleto” el acuerdo suscritos con la Santa Sede en 1979 y que concede esos “privilegios económicos”. La realidad es que en relación al IBI, la Iglesia no tiene un trato de favor distinto al de otras confesiones religiosas y entidades sin ánimo de lucro.
Según sus cálculos, con el tipo vigente de 0,6 % el Ayuntamiento podría recaudar 224.000 euros en “bienes de uso eclesiástico” y otros 850.000 euros en los de “patrimonio histórico catalogado” de la Iglesia católica, que posee en Santiago de Compostela 850.000 metros cuadrados de bienes de uso no religioso.
Además, tiene más de 1 millón de metros cuadrados en todo el municipio, incluidos pisos, plazas de garaje, escuelas, iglesias, casas rectorales, cementerios, fincas y suelo sin edificar, apunta el BNG.
